desastre de rancagua - Museo Histórico Nacional

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“EL DESASTRE DE RANCAGUA”
(1 Y 2 DE OCTUBRE DE 1814)
Batalla de Rancagua. Óleo de Giulio Nanetti, 1820.
Colección Museo Histórico Nacional.
Departamento Educativo
Museo Histórico Nacional
Antecedentes del Desastre de Rancagua
Desde marzo de 1813 el Virrey del Perú José Fernando de Abascal, comienza a enviar
refuerzos militares españoles para hacer frente a los patriotas independentistas de nuestro
país. Esta situación se intensifica cuando el Rey Fernando VII de España recuperara su
trono en 1814, y ordena reorganizar las fuerzas militares españolas en América, para
recuperar el control sobre sus colonias.
Las fuerzas nacionales estaban enfrentando serios problemas; La llegada del Capitán
General Gabino Gaínza (enviado por el Virrey en enero de 1814) significó un
restablecimiento importante de las fuerzas realistas, conseguido bastantes triunfos frente a
los patriotas. Por otra parte estaban los conflictos internos del ejército independentista,
donde las figuras de Bernardo O’Higgins y José Miguel Carrera se oponían
constantemente.
Un hecho representativo de esta situación se lleva a cabo en julio de 1814. Pocos meses
antes de la batalla en Rancagua, los hermanos Luís, Juan y José Miguel Carrera efectuaron
un Golpe de Estado en Santiago (deponiendo al designado Director Supremo Francisco de
Lastra). Esta situación fue ampliamente rechazada por un sector del ejército nacional
establecido en Talca, quienes encomendaron a Bernardo O’Higgins dirigirse a Santiago
para derrocar a José Miguel Carrera. Ambos bandos se enfrentaron el 26 de agosto de 1814
en la batalla de Tres Acequias, en las cercanías de Nos. Las fuerzas de Carrera eran de
aproximadamente 2000 hombres, mientras que las de Bernardo O’Higgins unos 500
hombres, lo que finalmente significó el triunfo de Carrera. Ante la derrota, y considerando
la noticia del reciente desembarco de refuerzos españoles en Talcahuano a mando de
Mariano Osorio, Bernardo O’Higgins decide ponerse bajo las ordenes de José Miguel
Carrera y unir fuerzas para hacer frente a esta nueva amenaza.
1 y 2 de Octubre de 1814
El rápido avance de las tropas de Mariano Osorio amenazaba con llegar pronto a la capital,
por lo cual era necesario detenerlos cuanto antes. Esta tarea no resultaba fácil considerando
que las fuerzas de Osorio se caracterizaban por estar mejor preparadas y ser constituidas
por militares profesionales (destacando la participación del escuadrón de los Talaveras de
la Reina).
La madrugada del 1º de octubre de 1814 el ejército realista atravesaba el Río Cachapoal,
Bernardo O’Higgins establecido con parte del ejército en Rancagua, manda a avisar al
General en Jefe José Miguel Carrera (quien se encontraba en las cercanías de Angostura) el
inminente ataque que recibirían en Rancagua, esperando que se movilizara junto a la III
División para prestarles apoyo.
En la Plaza de Armas de Rancagua O’Higgins contaba con la I y II División, en total eran
1.900 hombres (aprox.), 6 cañones, 1.600 fusiles y 60.000 cartuchos.
La solicitada III División a mando de José Miguel Carrera contaba con cerca de 1.873
hombres, 4 cañones, 2.000 fusiles y 60.000 cartuchos.
Por otra parte, los realistas tenían 4.500 hombres (aprox.), 16 cañones, 3.000 fusiles,
contando además con mayor disciplina y experiencia.
El combate comienza con la primera embestida española cerca de las 10 de la mañana,
Bernardo O’Higgins defiende el sitio replegado junto a sus hombres en la Plaza de Armas
de Rancagua. Durante el 1º de octubre fueron tres los ataques españoles, los cuales
resultaron poco exitosos ante la contención patriota en la Plaza de Armas. Durante la noche
la situación se recrudece, por orden de Mariano Osorio los españoles incendian Rancagua.
O’Higgins escribe a Carrera “Si vienen municiones y carga la III División, todo es hecho”.
La respuesta de Carrera, registrada en su Diario Militar es la siguiente “Municiones no
pueden ir sino en la punta de las bayonetas. Mañana al amanecer hará sacrificio esta
División.”
Al amanecer del 2 de octubre O’Higgins fue informado que desde el camino de las bodegas
se divisaba una nube de polvo correspondiente a la III División, renacen las fuerzas en los
patriotas de la plaza. Sin embargo al poco tiempo identifican una sección del ejército
español encabezado por el mismo Osorio, avanzando directamente a enfrentar la III
División. Ante esta situación Carrera junto a su contingente militar decide retirarse, en su
Diario Militar justifica de esta manera su proceder: “el fuego que se hacia en la plaza,
llegando al extremo de callar enteramente. Me persuadí y todos creyeron que la plaza
estaba capitulando o iba a capitular1”
Al volver Osorio el golpe final del ejército español no se hizo esperar movilizando las
tropas con mayor insistencia hacia la Plaza de Armas de Rancagua, seguros del triunfo que
le esperaba. Las fuerzas patriotas estaban totalmente debilitadas ante lo cual O’Higgins
ordena recoger los animales disponibles para emprender la retirada, negándose a negociar
la rendición con los españoles. Se dirigieron hacia el oriente por el costado de la Iglesia De
La Merced para luego tomar el camino hacia la cuesta Chada y lograr llegar hasta Santiago.
Siguiendo el parte militar de Osorio, se estima que fueron aproximadamente 400 los
soldados patriotas muertos, y cerca de 300 los heridos. Luego de este feroz enfrentamiento
el resto de los patriotas sobrevivientes emprendieron viaje hacia Mendoza en Argentina.
El Desastre de Rancagua es el hecho que marca el fin del periodo de Patria Vieja en Chile y
da comienzo al periodo de Reconquista Española.
1
Capitular: Convenio en que se estipula la rendición de un ejército, plaza o punto fortificado. (Diccionario
RAE)
“Desastre de Rancagua” fotografía tomada a una pintura, 1920.
Colección Archivo Fotográfico Museo Histórico Nacional.
Retrato de José Miguel Carrera Verdugo. Óleo de Ezequiel Plaza, 1921.
Colección Museo Histórico Nacional.
Retrato del Capitán General Bernardo O`Higgins Riquelme. Óleo de José Gil de Castro, 1820.
Colección Museo Histórico Nacional.
Monumento ecuestre en honor a Bernardo O`Higgins ubicado en la Plaza de Armas de Rancagua.
Fotografía 1925. Colección Archivo Fotográfico Museo Histórico Nacional.
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