Audiencia: 298.000 IARIOINDEPENDI[NUDEINFORMACIÓNGEHERAL Sección: Sociedad Pág.: 38 Difusión: 104.470 Valor Pub: 14.935,5 € 25-Ene-2012 ESPACIO: 661 cm2 PORCENTAJE: 81 % PERIODICIDAD: Diario A, Másdemedio millón de ancianos, mal alimentados El,l' , ana lSIS Ana María Montero Profesora de Nutrición y DietétiC<l de L1 Universidad CEU San Pablo ¿Por qué comen peor? • ¿Cuál es el motivo de que los ancianos sean más vulnerables a la desnutrición? -Problemas fisiológicos como la dificultad para masticar -suelen faltarles piezas dentales-, el cambio en los sabores, la sequedad en la boca o los problemas (ligestivos llevan a Wla mala elección de los alimentos y, en consecuencia, a un déficit de nulrienles. Con la edad, aumenla la masa grasa y disminuye la muscular', por lo que se necesita menos energía y se come menos. Además, es común la deshidratación, ya que los mayores tienden a beber menos agtla y alimentos liquidas. • ¿Quiénes son los más afectados? -Cuarrto más arlciarlOs, mayor es el riesgo de desnutlición, sobre todo a partir de los 80 o 90 años. Aquellos con palologías que les dificullan comer o la preparación de los alimentos -por ejemplo, la demencia-, así como los que\~ven solos-ante la muerte de la mujer, en ocasiones el hombre no sabe cocinar-son también más vulnerables. El20 por ciento de los que viven solos o en residencias está desnutrido Erik Montalbán MADRID- A medida que cumplimos aflOS, tareas que hasta hace poco parecían sencillas empiezan a cobrar dificultad y a hacerse problemáticas. El cuerpo y la mente comienzan a resentirse. La agilidad física y menlal sufren el paso del tiempo, y actividades como asearse, comer, cocinar, conducir o ir a la compra pueden tomarse en algtmos casos imposibles. Por eso no es de extrañar que los ancianos sean el grupo de edad más vulnerable y más afeclado por la desnulridón. En este sentido, los expertos observan que la mala alimentación incide en mayor medida en aquellos mayores de 65 años que \~ven solos o que están institucionalizados -en residencias o en hospitales-. Se calcula que de los ocho millones de ancianos que viven aclualmenle en nueslro país, según el Instituto Nacional de Estadística, aproximadamente uno de cada cinco -un millón seiscientosnill-vive solo. De ellos, cerca de un 20 por ciento ingiere menos de lIillk.ilocalorías diarias, cuando lacantidad recomendada para un anciano sano es de enlre 2.100 y 2.500, según revela un reciente estudio de la Sociedad EspaflOla de Geriatría y Gcrontologia(SEGG). La crisis económica, la soledad, los problemas de salud, la falta de apeliLo o la pereza para cocinar para uno solo son factores que elevan el riesgo de desnutrición en este grupo poblacional. Pero este problema no es exclusivo de los mayores que viven solos. También lo sufren los ancianos inlernadas en residencias uhospitales. Datos de la Fundación Edad y Vida revelados ayer en el foro «Alimentación ysalud en el entorno geliátlico», organizado por la Cátedra Tomás Pascual Sanz y la Universidad CEU San Pablo, indican que el 15,8 por cien lo de los mayores institucionalizados sufre desnutrición. EL DATO E17% de los mayores de 65 años Casi la mitad, enriesgo Además, el 1",2 por ciento de estas personas eslá en riesgo de padecer algím grado de desnutlición. Por el contrario, otro análisis llevado a cabo por el Colegio de Farmacéuticos cifra en tan sólo WI :) por ciento el porcentaje de mayores de 65 que, viviendo en su propia casa acompañados o con sus familiares, no se alimenta correctamente. En suma, WIOS 559.000 ancianos de nuestro país -el 7 por cienlo de la población geriátrica- tienen una alimentación deficiente. Para atajar el problema, el doctor Federico Cuesta, del Servicio de Geriatría que viven en nuestro país sufre desnutrición. Únicamente un 3 por ciento de los ancianos que viven acompañados está mal alimentado del HospitallJniversitario Clínico San Carlos de Madrid, subraya la importancia de "detectar las señalesquealerlandequeunanciano está en riesgo de desnutrición» para poderintervenirymejorarsu calidad de vida. «La grarlmayoría quiere estar en su casa», apuntó Cuesta, por lo que es necesario «WI cierto rarlgo de seguridad yWI buen apoyo de todo el desarrollo sociosaniLario», especialmenle ante problemas de salud, demencias o aislamiento, informa Efe. El doctor Javier Gómez Pavón, del Servicio de Geriatria del Hos- piLal Cenlral de la Cruz Roja San José y Santa Adela de Madrid, apostó en su intervención por potenciar otras opciones como «las ayudas a domicilio, con cuidadores que puedan cocinar para los ancianos, cllransporle de comidas a las viviendas» donde viven mayores solos, así como el lraslado de estas personas a centros de día. Así, explicó, «se consigue que la persona se mantenga en su casa pero que pueda alimentar-se adecuadamente, en \m entorno másespecialir.ado». Además de estas medidas, la SEGG recuerda que los ancianos deben realizar cinco comidas al día, elaboradas con técnicas de cocinado que favorezcan su masticación y con Wla buena presentación que las haga más apetecibles.