Abstract para el Segundo Seminario Internacional Arquitectonics Network: Arquitectura y virtualidad Por: Josue Nathan Martínez Gómez La no Interacción social en los Espacios Públicos Niños, ancianos, hombres, mujeres y gente de todo tipo, clase y cultura vivimos en ciudades y utilizamos los mismos espacios públicos sin embargo pocas o nulas son las condiciones de interrelación entre los habitantes en muchos de estos espacios. Esto tiene que ver con la adecuada configuración del lugar elaborada por el arquitecto-urbanista basado en un conjunto de situaciones histórico-culturales. El inconsciente colectivo es fuerte y este reconoce cuando los espacios públicos les pertenecen y forman parte de su cultura, si un espacio público recién planteado no tiene en cuenta el tejido cultural del lugar corre el riesgo que sus usuarios no se sientan involucrados y por lo tanto no se vean estimulados para una convivencia grupal puesto que no fue “invitada” toda su tradición a formar parte de él. Está configuración de códigos de reconocimiento no es fácil de reflejar en un proyecto sin embargo tampoco es imposible de hacer pues es un conjunto de redes cuya articulación nos dará un tejido propicio para el reconocimiento del espacio con los individuos y a su vez entre ellos mismos. El estudio de la conducta del niño autista siendo el extremo de la interacción social juega un papel por demás importante para la comprensión de este fenómeno por sus características de no reconocimiento a lugares que no tengan nada que ver con él o bien que no le favorezcan a su integración. Por lo tanto es de vital importancia para el arquitecto-urbanista el correcto entendimiento y la precisa representación de las redes estructurales: sociales, culturales e históricas si queremos que niños, mujeres y ancianos se sientan parte del lugar conviviendo en sociedad.