A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 8 de octubre de 2008,
habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en
el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden
de votación: doctores Kogan, Genoud, Negri, de Lázzari, se
reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia
en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva
en
la
causa
Panificadora
L.
88.049,
Mada
S.R.L.
"Locaso,
y
Laura
otros.
Elena
contra
Indemnización
por
despido".
A N T E C E D E N T E S
El Tribunal del Trabajo de Campana hizo lugar a
la demanda deducida contra Panificadora Mada S.R.L., con
costas. Desestimó en todas sus partes la acción dirigida
contra Miguel Ángel Di Aloi; con costas a la parte actora
(fs. 264/282 vta.).
Esta
última
dedujo
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley (fs. 297/304).
Dictada la providencia de autos y hallándose la
causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte
decidió plantear y votar la siguiente
C U E S T I O N
¿Es
fundado
el
recurso
inaplicabilidad de ley?
V O T A C I O N
extraordinario
de
A la cuestión planteada, la señora Jueza doctora
Kogan dijo:
I. El tribunal de grado, en lo que resulta de
interés para el presente, rechazó la demanda deducida por
Laura Elena Locaso contra Miguel Ángel Di Aloi mediante la
cual pretendía el cobro de las indemnizaciones derivadas
del despido.
II. Contra esta forma de decidir se alza la parte
actora mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad
de ley, en el que con denuncia de violación de los arts. 44
inc. "d" de la ley 11.653; 456 y 474 del Código Procesal
Civil y Comercial; 39 inc. 3 de la Constitución provincial;
17 de la Constitución nacional y de doctrina legal que
cita. En lo esencial sostiene que:
1. El fallo incurrió en absurda apreciación de la
prueba
informativa
y
pericial
contable
al
afirmar
que
Panificadora Mada SRL funcionaba como una sociedad y que
como
tal
no
aplicación
siempre
de
el
puede
la
ser
teoría
verdadero
responsable
del
solidariamente
"disregard"
empleador
de
la
a
quien
accionante
por
fuera
Miguel
Ángel Di Aloi, pues la mencionada sociedad fue constituida
con
el
único
fin
de
vulnerar
los
derechos
laborales
y
liberarse de toda responsabilidad.
Afirma que la demandada no arbitró prueba alguna
respecto de la supuesta transferencia del establecimiento
por
el
que
habría
recibido
al
personal
respetando
su
antigüedad anterior, habida cuenta que -reitera- sólo se
creó una personalidad jurídica para violar la realidad y
los derechos de los dependientes. Por tal razón se debió
aplicar al caso las previsiones de los arts. 54 de la ley
19.550 y 14 y 31 de la Ley de Contrato de Trabajo, declarar
nulo el contrato por el cual las partes han procedido con
simulación o fraude a la ley laboral, proceder a correr el
velo
societario
y
responsabilizar
por
las
obligaciones
incumplidas y aquí reclamadas al verdadero empleador que
era el señor Di Aloi y no proceder, en lo que considera un
excesivo
rigorismo
formal
al
fallar
que
no
se
podía
resolver el litigio al amparo de la primera de las normas
mencionadas porque no fue alegada la solidaridad que el
mismo dispone, omitiendo considerar el planteo que en ese
sentido se propuso al responder el traslado del art. 29 de
la ley 11.653.
2.
Controvierte
la
decisión
del
juzgador
en
cuanto limitó la protección brindada por la ley 23.551 a la
trabajadora y, por ende, la indemnización prevista por la
ley para supuesto como el de autos donde se transgredieron
sus disposiciones.
Asevera
que
el
sentenciante
invirtió
la
carga
probatoria habida cuenta que el accionado no aportó prueba
alguna que desvirtuara los hechos alegados por la actora en
sustento de sus reclamaciones.
3. Finalmente, expresa que los jueces de grado
para no desvirtuar la verdad objetiva y evitar incurrir en
el absurdo que denuncia, debieron recurrir al uso de las
facultades de investigación que la ley del rito le confiere
y
ordenar
las
ampliaciones
probatorias
que
estimara
necesarios para alcanzar la verdad en relación a las reales
circunstancias fácticas de la causa, vulnerando claramente
la doctrina de esta Corte.
III. El recurso no ha de prosperar.
1. El tribunal de grado, en mérito a los escritos
constitutivos del proceso y a las pruebas arrimadas a la
causa,
entendió
que
la
accionada
no
demostró
la
causal
invocada al disponer el despido de la reclamante -falta o
disminución de trabajo-, razón por la cual desestimó la
pretendida aplicación al caso de lo normado en el art. 247
de
la
ley
20.744
-t.o.-
y
condenó
al
pago
de
la
indemnización en los términos del art. 245 de dicha ley
(fs. 265 y vta.; 271 vta./273).
En vinculación con la petición actoral efectuada
en oportunidad del traslado del art. 29 de la ley 11.653 de
aplicar al caso la doctrina del "disregard" -por entender
que hubo un fraude en su perjuicio, al constituirse una
sociedad con el fin de resguardar el patrimonio personal de
Di Aloi- declaró el a quo que sin prejuicio del inicial
encuadre propiciado en la demanda (situado el caso bajo el
ámbito del art. 225 de la Ley de Contrato de Trabajo) y del
hecho de que el estadio en que la pretensión fue planteada
podía vulnerar el principio de defensa, contradicción y
debido proceso, habría de abordarlo en la inteligencia de
que en el sub judice existió un amplio debate en defensa de
los derechos e intereses en juego para ambas partes del
cual
surgió
nítidamente
la
ausencia
del
fraude
que
la
actora denunció, el cual -en todo caso y dado su status de
dirigente
gremial
y
antigüedad
en
el
empleo-
debió
cuestionar oportunamente (fs. 275 vta./276).
Al pronunciarse respecto del reclamo sustentado
en la ley 23.551, concluyó el sentenciante, en mérito a las
extensas
consideraciones
formuladas
en
el
fallo
de
los
hechos y en la sentencia, que resultó demostrado, pese a la
negativa de la demandada, que la actora fue electa por dos
períodos
como
Secretaria
de
Organización
del
Sindicato
Regional Unión Personal Panaderías zona Norte culminando el
segundo
de
los
referidos
mandatos
el
20-XII-1996,
designación de la cual el empleador tenía conocimiento, sin
que
mereciera
objeción
alguna
de
su
parte.
Por
ello,
entendió que a la fecha de la disolución inmotivada del
vínculo laboral -13-VI-1997- si bien el mandato ya había
fenecido, le restaba el amparo previsto en el art. 49 de la
ley 23.551 por el término de seis meses, ello así toda vez
que el año de tutela posterior al cese del mandato fenecía
el 20-XII-1997 y, dado que la demandada no probó haber dado
cumplimiento al trámite de exclusión de tutela sindical, la
condenó al pago del rubro por el período en cuestión (ver
fs. 266 y vta.; 273 y vta.; 275).
Por
el
contrario,
y
con
apoyo
en
el
material
probatorio que analizó, estimó no acreditado en autos que
la parte empleadora hubiera sido notificada en tiempo y
forma de la postulación de la actora a un cargo gremial, ni
del acto eleccionario y su posterior designación por el
período
20-XII-1996
al
20-XII-2000,
estimando
en
tal
sentido que nada aportaba en contra de esta conclusión la
prueba informativa, la cual más bien resultaba -en cierto
punto-
contradictoria
con
las
alegaciones
vertidas
al
demandar.
Juzgó que a la reclamante le correspondía probar
que la demandada estaba en conocimiento de su postulación
por
un
nuevo
anoticiamiento
período,
del
su
reelección
empleador
de
en
el
esa
cargo
y
el
sucesión
de
acontecimientos con anterioridad a su despido, extremo que
no
alcanzó
pretensión
a
de
evidenciar,
alzarse
con
consecuentemente,
la
indemnización
desestimó
que
con
la
tal
alcance y sustento articuló (fs. 266 vta./267; 273 vta.).
2. El autor de recurso no asume la exigencia de
formular
un
cuestionamiento
concreto
y
eficaz
de
las
conclusiones fácticas esenciales que resulta menester para
demostrar lo impropio de lo resuelto en la instancia de
grado.
3.
En
relación
al
primer
agravio
traído,
se
equivoca el presentante cuando afirma que el fallo omitió
considerar el reclamo de aplicación al litigio del art. 54
de la ley 19.550, para correr el velo societario creado en
fraude
a
los
disregard-.
derechos
En
de
efecto,
la
como
trabajadora
surge
de
-teoría
del
reseña
del
la
resolutorio efectuada precedentemente, el juzgador, en la
inteligencia de que las partes pudieron ejercer ampliamente
su derecho de defensa en juicio, obvió el encuadre jurídico
de la demanda y la oportunidad en que ese pedimento fue
introducido por la trabajadora -traslado del art. 29 de la
ley del rito- para analizar la hipótesis de la actora; mas
la desestimó, por entender que no se acreditó el fraude que
permitiera
contra.
inferir
Ningún
la
existencia
argumento
de
conducente
una
maniobra
para
en
su
modificar
lo
resuelto trae el quejoso quien, reitero, partiendo de una
premisa errónea y con la sola exposición de su personal y
discordante criterio respecto del de los jueces de grado,
no logra demostrar la configuración del absurdo que alega.
4.
agravio
Tampoco
vinculado
indemnización
ha
con
reclamada
de
la
al
tener
favorable
procedencia
abrigo
de
parcial
la
ley
acogida
que
el
de
la
23.551
se
efectuó en sentencia.
Cabe recordar que este Tribunal tiene dicho que
establecer si cuando el trabajador recibió la comunicación
del despido, el principal ya sabía de su designación como
delegado
jueces
gremial,
de
6-VI-2007;
grado
L.
constituye
(conf.
73.931,
facultad
causas
sent.
del
L.
privativa
90.361,
27-XI-2002;
de
los
sent.
del
L.
41.661,
sent. del 12-IV-1989), y lo decidido al respecto resulta
irrevisable en casación a menos que se invoque y demuestre
que la misma se halla viciada de absurdo y no advierto
tampoco
en
esta
parcela
que
se
haya
acreditado
la
existencia de dicha anomalía en el razonamiento seguido por
el juzgador de origen.
IV.
Por
todo
lo
expuesto
el
recurso
debe
ser
rechazado, con costas (art. 289, C.P.C.C.).
Voto por la negativa.
Los señores jueces doctores Genoud, Negri y
de Lázzari, por los mismos fundamentos de la señora Jueza
doctora Kogan, votaron también por la negativa.
Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la
siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede,
se rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de
ley traído; con costas (art. 289 del C.P.C.C.).
Notifíquese y devuélvase.
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