Historia de las puestas a tierra de protección personal Capítulo 1 1

Anuncio
1
Historia de las puestas a tierra de protección personal
Capítulo 1
www.hubbellpowersystems.com
E-mail: [email protected]
Teléfono: 573-682-5521
Fax: 573-682-8714
210 North Allen
Centralia, MO 65240, USA
©Copyright
2008 & 2010 Hubbell Incorporated
Historia de las puestas a tierra de
protección personal
La protección de los trabajadores siempre se
ha considerado importante. Su seguridad es
ahora un aspecto más importante que nunca,
que ha merecido una atención creciente en los
últimos años. A medida que ha crecido el país,
también lo han hecho las necesidades eléctricas
de la población: más población, más empresas y
fábricas que consumen más energía. Así pues, se
han modernizado las líneas eléctricas existentes
y se han construido otras nuevas para atender la
creciente demanda de energía eléctrica. Hoy en
día vemos cómo las líneas son cada vez de mayor
tensión, con niveles más elevados tanto de tensión
nominal como de intensidad de cortocircuito.
Este crecimiento ha hecho que sea cada vez más
difícil garantizar una zona de trabajo segura. En
muchos casos los “antiguos” métodos resultan no
solo inapropiados, sino inseguros. Un “veterano”
de una compañía eléctrica rural del medio oeste
estadounidense contaba que acostumbraban a
cortar una “hierba verde gruesa” para poner a
tierra la línea. Afortunadamente, los tiempos de las
puestas a tierra a base de “hierbas verdes gruesas”
y cadenas pertenecen ya a un pasado remoto. En
ese entonces, la probabilidad de que un trabajador
estuviera en contacto con la línea en el preciso
instante de su puesta en tensión accidental era
muy reducida. En la mayoría de los casos la falta
de lesiones se debía más a la ausencia de contacto
del trabajador en ese momento que a los medios
de protección utilizados entonces.
Ahora es importante tener en cuenta las
intensidades de cortocircuito, los equipos de
protección disponibles, las técnicas para establecer
zonas de trabajo seguras y el buen estado del
equipo a utilizar. En esta publicación se describen
los métodos nuevos y más adecuados de puesta a
tierra de protección para las necesidades actuales.
El crecimiento del sector eléctrico se ha visto
acompañado de un aumento en el número de
accidentes y lesiones. Esto ha dado lugar a una
mayor concientización de la necesidad de mejorar
las condiciones de seguridad en el trabajo, tanto
dentro de la propia industria eléctrica como por parte
de las agencias reguladoras gubernamentales. A
nivel federal en los Estados Unidos se publicaron
las normas de la Administración de Seguridad y
Salud en el Trabajo (OSHA) en enero de 1994. En
el reglamento CFR 29 1910.269 Subapartado R[7] se
regula un amplio espectro de actividades eléctricas.
Se establecen los requisitos para la operación y el
mantenimiento de líneas y equipos de generación,
transformación, transporte y distribución, y
actividades de poda de árboles. En otras normas
OSHA se contemplan otros aspectos relativos a la
industria eléctrica. Hay muy pocas cosas que se
dejan al azar. Estas normas tienen rango de ley y
quienes las incumplan se exponen a graves castigos
y sanciones económicas. En Estados Unidos, algunos
de los estados han adoptado su propia versión de las
normas OSHA . Esto está permitido siempre que
la versión estatal sea al menos tan estricta como la
reglamentación federal.
La protección del trabajador es el principal
objetivo de la década.
Esta publicación pretende ayudar al personal de
diversos niveles de calificación de las compañías
eléctricas a comprender y aplicar las técnicas
a seguir por los trabajadores que realicen
mantenimiento una vez que la línea haya sido
desenergizada y puesta fuera de servicio. Cada
capítulo está dirigido a un tipo específico de lector.
Los capítulos están ordenados secuencialmente,
y cada uno de ellos es independiente en cuanto a
la información que aporta. Esto permitirá a un
lector con mayor experiencia omitir los capítulos
más básicos, destinados a los operarios de líneas
nuevos en el sector.
En los textos anteriores se hablaba de la “instalación
de tierras” o “colocación de puentes”. No obstante,
estos términos daban lugar a confusión. Por ejemplo,
existen “puentes calientes”, utilizados para llevar a
cabo el mantenimiento de una conexión eléctrica,
los cuales permanecen con tensión durante su uso.
¿Puesta a tierra se refería a una conexión a tierra o
podía tratarse de una conexión al neutro? Así pues,
se cambió oficialmente la terminología por puesta
a tierra de protección de personal con el objeto de
eliminar tal confusión. Probablemente tenga que
pasar una generación de operarios de líneas antes
de que la nueva terminología se utilice de forma
generalizada.
1-2
tierra[13,14]. Esto se consideró una mejora para
la seguridad de los trabajadores. No obstante,
esta modificación seguía dejando al trabajador
como camino alternativo de retorno a través de
tierra a la fuente de alimentación si se encontraba
trabajando sobre un apoyo conductor. Este método
se representa esquemáticamente en las Figuras
1-2.a y 1-2.b.
A través de los años, se han utilizado diversos
sistemas de protección tras el empleo de las
cadenas de tierra. Los primeros métodos consistían
en la colocación de un puente distinto desde cada
conductor hasta una toma de tierra aparte para
cada conductor (13,14). Este método se representa
esquemáticamente en las Figuras 1-1.a y 1-1.b.
El trabajador se representa en las siguientes
figuras por medio del símbolo de resistencia,
con la designación RM. Como puede verse, esto
suponía que el trabajador quedaba en serie entre
un conductor posiblemente energizado y tierra
como cuarto camino o camino alternativo de paso
de la corriente a tierra si el apoyo de la línea era
conductor, por ejemplo, una torre de acero.
En una modificación posterior los tres puentes
pasaron a conectarse a una única toma de
Otra modificación consistió en la utilización de
puentes más cortos entre las fases y un único
puente hasta una única conexión a tierra[13], como
se representa esquemáticamente en las Figuras
1-3a y 1-3b. Nuevamente se trataba de un intento
de mejorar la protección del trabajador que no
modificaba la estructura básica de los circuitos. El
trabajador sigue ofreciendo un camino alternativo
de retorno de la corriente.
Fig. 1-1.a
Fig. 1-2.a
Fig. 1-1.b
Fig. 1-2.b
Puentes distintos a toma de tierra común
Puentes distintos a tomas de tierra distintas
1-3
Todos estos sistemas aseguraban la protección
del sistema al indicar una falla, pero dejaban al
trabajador en una situación que podía resultar
mortal. Como puede verse en las ilustraciones y sus
esquemas asociados, puede generarse una diferencia
de potencial considerable a través del trabajador.
Esta no era, por tanto, una solución satisfactoria.
aunque no necesariamente seguro. Cada poste es
diferente. La resistencia de un poste dependerá
de la cantidad de humedad que haya quedado
sellada en el interior de la madera durante su
tratamiento por presión, de la contaminación
superficial y de la cantidad de agua presente en
la superficie, así como del tipo de madera.
¿Qué ocurre si la estructura de apoyo es de
madera? Si el poste tiene tirantes y el trabajador
se encuentra próximo o en contacto con el tirante,
sigue existiendo un camino alternativo de paso
de corriente. Si no tiene ningún tirante, el poste
puede tener una resistencia lo suficientemente
elevada para mantener la intensidad de corriente
a través del cuerpo del trabajador a un nivel bajo,
En algunas compañías se adoptó la política de
colocar un juego completo de tierras en el poste
de la zona de trabajo, así como en cada uno de los
postes a ambos lados de la zona de trabajo. De esta
manera se ofrecía protección, pero se requerían tres
juegos completos de puestas a tierra de protección,
con el consiguiente aumento tanto del costo como
de la dificultad de trabajo para el operario de
líneas. En 1955 los ingenieros de la Bonneville
Power Administration teorizaron que un juego
de puestas a tierra en el poste central de la zona
de trabajo era suficiente, siempre que estuviera
correctamente dimensionado e instalado. Los
ensayos realizados indicaron que esto era correcto.
En 1954 se publicó un artículo(17) sobre este trabajo,
firmado por E. J. Harrington y T.M.C. Martin. Así
surgió el movimiento a favor de la puesta a tierra de
la “zona de trabajo”, que no obstante fue ignorado
durante muchos años. La escasa probabilidad de
que el trabajador estuviera en contacto con la línea
durante el periodo de tiempo extremadamente
corto de energización de la línea probablemente
fue un motivo importante del reducido número de
accidentes registrados. Prevalecía la filosofía de que
los antiguos métodos siempre habían asegurado
que el número de accidentes se mantuviera
bajo, por lo que no había razón para cambiar.
Desgraciadamente, esta filosofía sigue existiendo
hoy en día en ciertos lugares.
Fig. 1-3.a
Fig. 1-3.b
Conexión entre fases a una única toma de tierra
Se han desarrollado sistemas adicionales de
protección. La instalación de puestas a tierra a
ambos lados de la zona de trabajo pasó a ser la
práctica más aceptada y frecuentemente utilizada.
Su uso y deficiencias se describen detalladamente
en un capítulo posterior de esta publicación.
Las puestas a tierra de protección temporales
actualmente ofrecen protección a los trabajadores
durante los trabajos de mantenimiento en líneas
consideradas como desenergizadas y que de
hecho están energizadas por inducción o que
posteriormente resultan energizadas de forma
accidental. No obstante, deberá asegurarse su
correcta colocación, que constituye el tema central
de esta publicación.
1-4
Descargar