iii.- el caudal léxico de la lengua: origen y evolución

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III.- EL CAUDAL LÉXICO DE LA
LENGUA: ORIGEN Y EVOLUCIÓN
DE LAS PALABRAS
1. EL CAUDAL LÉXICO DE LA LENGUA.
Se denomina caudal léxico al conjunto de palabras que una lengua pone a
disposición de sus hablantes. No es absolutamente común, ni fijo, ni inmutable.
Diferenciamos:
Léxico activo: conjunto de palabras que el hablante conoce y utiliza; o bien las
conoce, pero no las utiliza.
Léxico pasivo: conjunto de palabras que el hablante ni conoce ni utiliza.
El estudio de la historia de las palabras permite clasificarlas según su origen. Se
distingue así entre el léxico heredado y el léxico ampliado.
2. EL ORIGEN DEL LÉXICO CASTELLANO: EL LÉXICO
HEREDADO: PALABRAS PATRIMONIALES, CULTISMOS Y
SEMICULTISMOS.
El castellano; al igual que el catalán, el portugués, el francés o el italiano; es una
lengua derivada del latín hablada por los pueblos que vivieron bajo el Imperio Romano.
La mayor parte de las palabras que utilizamos con mayor frecuencia provienen, por
tanto, de voces latinas que han evolucionado a través de los siglos. A estas palabras se
les denomina palabras patrimoniales. No todas tienen un origen directamente latino:
el latín hablado había ya incorporado algunas voces procedentes de otras lenguas con
las que convivía: el griego (obispo, palabra, cada…), el celta (camisa, legua,
cerveza…), las lenguas germánicas (guerra, blanco, rico, espuela, rico…) y otras
lenguas habladas en la Península antes de la llegada de los romanos (arroyo, gordo,
páramo…)
El léxico heredado constituye la herencia que pasó del latín al castellano en el
proceso de diferenciación de las lenguas romances entres los siglos VIII y X.
LÉXICO HEREDADO
DE EVOLUCIÓN
COMPLETA
(fonética y semántica)
Alejado de la forma latina
DE ORIGEN LATINO
Palabras patrimoniales:
provienen de voces latinas
que han evolucionado a lo
largo de los siglos.
INCORPORADAS
Palabras prerromanas:
palabras que el latín ya había
incorporado de otras lenguas
con las que convivía.
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-Los verbos, sustantivos y
adjetivos de uso más frecuente.
-Todos los artículos, los
pronombres y las preposiciones.
-La mayor parte de los
adverbios y conjunciones.
Griegas: obispo, palabra…
Celtas: camisa, cerveza…
Germánicas: guerra, rico…
Autóctonas (habladas en la
Península antes de la llegada de
los romanos): arroyo, gordo…
DE EVOLUCIÓN
DETENIDA
Ya que eran palabras de uso
exclusivamente culto o
ligadas a la Iglesia, que
seguía utilizando el latín en
sus ceremonias.
Más próximo a la forma
latina.
Semicultismos
Miagro (de miraculum), virgen
(de virginem)…
Cultismos
Gloria (del latín gloriam),
espíritu (del latín spiritum),
caridad (del latín caritatem)…
3. EL LÉXICO AMPLIADO. PROCEDIMIENTOS DE CREACIÓN
LÉXICA.
El castellano, como toda lengua, ha ido adaptando su vocabulario a las necesidades
expresivas de sus hablantes, que cambian constantemente como cambia el mundo en el
que viven.
Desaparecen o caen en desuso muchos términos llamados arcaísmos, como, por
ejemplo, hogaño (hoy en día), guisa (manera), otrora (en otro tiempo). Pero aparecen
sin cesar otros nuevos para designar realidades que antes no existían, los neologismos.
Existen diferentes procedimientos de creación de nuevas palabras: morfológicos
(derivación y composición), léxico semánticos y fónico-gráficos.
3.2. LOS PROCEDIMIENTOS LÉXICO SEMÁNTICOS.
Invención léxica: es el procedimiento más simple, pero el menso productivo. Es
rarísima ya que es muy difícil que una aportación individual se extienda entre todos los
hablantes y acabe consolidándose en el vocabulario de la lengua.
Creación léxica mediante onomatopeyas que utilizamos en la comunicación diaria.
(nana, zigzag, runrún, traqueteo…)
Préstamo: incorporación al vocabulario propio de una voz procedente de otra legua
distinta. Es el resultado de la convivencia social y cultural de las lenguas y de los
hablantes. La introducción de préstamos se produce en muchos casos por necesidades
internas de la lengua, que inevitablemente debe adaptarse a la constante aparición de
nuevas realidades y nuevos referentes.
Para explicar el variado origen de los préstamos hay que tener en cuenta el concepto
de prestigio: en cada época ha habido lenguas que han ejercido una especial influencia
sobre sus vecinas. Así se justifica que el mayor número de préstamos del castellano
durante el siglo XVI proceda del italiano (escopeta, centinela, esbozo …), en los siglos
XVIII Y XIX del francés (detalle, favorito, galante, modista…) y en el XX del inglés
(club, yate, confort, fútbol…)
Es de gran importancia el papel de los medios de comunicación de masas.
Otra fuente constante de préstamos es la constituida por las lenguas clásicas, el latín
y el griego; las cuyas voces fueron incorporadas por el castellano en algún momento
posterior a su formación y son frecuentes ya desde la Edad Media y, sobre todo, en el
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Renacimiento. Todas ellas son cultismos – por su forma próxima al original latino o
griego - y préstamos – por su origen -. En los dos últimos siglos el proceso se ha
incrementado por la ciencia, ya que recurre de continuo a ambas lenguas para crear el
lenguaje científico-técnico.
La existencia de palabras patrimoniales y de préstamos que proceden de la misma
lengua produce el fenómeno de los dobletes: entero/íntegro, llano/plano, llave/clave…
Es importante no confundir cultismo con palabra culta: lo primero tiene que ver con el
origen y evolución del vocablo; lo segundo con el hecho de que sea usado o no por
determinados grupos sociales.
Los hablantes ajustan la pronunciación y la escritura de la palabra original, sea cual
sea su procedencia, a las posibilidades y a las reglas del castellano. En los más recientes,
sin embargo, la tendencia a conservar la forma fonética y gráfica del original es mucho
mayor, sobre todo en los anglicismos (zapping, basket, parking, software…). Se trata de
los llamados extranjerismos, barbarismos o xenismos.
También pueden considerarse xenismos las expresiones latinas que se utilizan en su
forma original, sin realizar ninguna adaptación a las reglas morfológicas y fonológicas
del castellano: son latinismos (grosso modo, idem, memorándum, vade retro…).
3.3. PROCEDIMIENTOS FÓNICOS Y GRÁFICOS.
Algunas palabras de la lengua se han formado por reducción de otras previamente
existentes, una reducción que puede tener carácter fónico o gráfico; así distinguimos
entre:
Acortamiento: reducción de la materia fónica de una palabra, bien por la
eliminación de fonemas finales (apócope) como cine, moto, bici, Rafa…, bien de los
iniciales (aféresis) como chacha, Nando, Nino…
Abreviatura: reducción de la materia gráfica de una o varias palabras. Es un
procedimiento que permite la presentación de palabras en la escritura mediante una o
varias de sus letras, suprimiendo las demás. Este acortamiento se puede producir por
apócope – pérdida de letras finales-: D. (Don), S. (San), tel. (teléfono), o por síncopa –
pérdida de letras en el interior de la palabra-: Sta. (Santa), Dr. (Doctor), admón.
(administración)…
Existen abreviaturas simples, como las anteriores, en las que se aplica la reducción
a una sola palabra, y abreviaturas compuestas, en las que se abrevian varias palabras
que constituyen un compuesto o una fórmula más o menos estereotipada (que en paz
descanse (q.e.p.d.), Vuestra Señoría (V.S.)…) o nombres propios que designan ciertos
organismos, instituciones o empresas (Ministerio de Educación y Cultura (MEC),
Unión Europea (UE)…). Suelen denominarse siglas, aunque en el sentido estricto una
sigla es toda letra inicial que sirve como abreviatura de una palabra.
Acrónimo: se produce cuando el uso de una abreviatura se acaba extendiendo a la
lengua hablada. Dando lugar así a un acrónimo, o palabra nueva formada a partir de los
acortamiento de otras. En algunos casos el acrónimo coexiste con la expresión (elepé
(LP)) completa, y en otros la ha sustituido por completo (objeto volador no identificado
(ovni), tren articulado y ligero Goicochea Oriol (talgo)…)
También son acrónimos las voces formadas uniendo el comienzo y el final de los dos
términos de un compuesto (información automática (informática), trasnfer resistor
(transistor), automóvil ómnibus (autobús)…).
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4. LOS CAMBIOS SEMÁNTICOS
En este nivel los cambios resultan más apreciables. En el apartado analizaremos las
transformaciones que se producen en la relación entre el significante y el significado de
las palabras, o entre el significado y los elementos de la realidad extralingüística a los
que los signos se refieren. Hablamos por tanto de cambios semánticos que hay que
distinguir con claridad de las transformaciones en otros niveles de la lengua:
- Cambios fonéticos (la relajación de la pronunciación de la –d- intervocálica).
- Cambios fonológicos (el fenómeno del yeísmo: cambio del fonema /ll/ por el /y/).
- Cambios morfosintácticos (el fenómeno del leísmo).
- Cambios pragmáticos (transformaciones en el tratamiento de la cortesía).
Los cambios semánticos, como los demás cambios lingüísticos, se producen
siguiendo un proceso en el que se distinguen varias etapas: innovación, propagación,
generalización y consolidación.
A parte de este proceso, que es general a todos los cambios de la lengua, interesan
también los procedimientos o mecanismos lingüísticos concretos que dan lugar a
cambios en el significado de las palabras. Los más importantes son los que enunciamos
a continuación.
4.1. EXTENSIÓN SIGNIFICATIVA
También llamada generalización semántica. Consiste en una ampliación de la
designación de una palabra: un término de significado concreto adquiere un significado
más general. Este cambio se produce con frecuencia en las palabras que pasan a la
lengua común desde el léxico restringido de un grupo de hablantes (arribar, que tienen
el significado marinero de llegar un barco a puerto, ha pasado a la lengua común con
el significado más general de llegar a un sitio).
Constituye asimismo una extensión significativa el uso de sustantivos de referente
singular como denominaciones de clases de seres (soles=las estrellas,
támpax=tampón,…).
4.2. RESTRICCIÓN SIGNIFICATIVA
Llamada también especialización semántica. Es el procedimiento inverso al
anterior: una palabra de la lengua común adquiere una acepción nueva más concreta al
pasar a utilizarse como término del léxico específico de un grupo. Es también frecuente
en el lenguaje científico-técnico (base, solución, ácido…), en el lenguaje económico
(letra, tesoro, deuda…), etc.
Como antes, hay que incluir en la restricción significativa el uso de nombres
comunes con el valor de propios, es decir, como sustantivos de referente único: es lo
que sucede con muchos nombres de cargos o dignidades (El Rey practica el deporte de
la vela), o con muchos apelativos (el Campeador, don Pedro el Cruel…); este
procedimiento se denomina antonomasia, y consiste en usar un apelativo con el valor
de nombre propio, o viceversa tratándose pues de una sinécdoque (Es un Nerón).
4.3. LEXICALIZACIÓN DE USOS FIGURADOS.
Entendemos por uso figurado de las palabras el empleo ocasional de una palabra en
lugar de otra propiciado por la existencia de rasgos semánticos comunes entre ambas o,
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al menos, de cierta similitud de significado (La película ha recibido una lluvia de
críticas; Tenía sobre la mesa un cerro de papeles).
Este uso figurado de las palabras puede sevir para la creación léxica cuando tal uso
se lexicaliza, es decir, cuando el objeto pasa a ser denominado comúnmente con el
vocablo figurado (pluma al principio era la parte del ave y cuando se crea el artilugio
se denomina igual lexicalizándose).
Procedimientos lingüísticos que crean nuevos significados de las palabras:
Metáfora: se produce por la semejanza (real o imaginada) entre dos referentes
distintos (falda de un monte o falda de vestir).
Metonimia: tiene lugar por la contigüidad de dos referentes. El hablante entiende esa
proximidad física o conceptual entre los objetos o hechos y la utiliza para denominar a
uno de ellos con el nombre del otro (parte de la camisa en contacto con el cuello se le
llama cuello). La contigüidad entre los referentes puede deberse a distintas relaciones:
el todo y la parte (sinécdoque) (una cabeza), el continente y el contenido (un plato), el
objeto y el lugar de donde procede (un rioja), el agente y el instrumento (un espada),
etc.
Sinestesia: mezcla de varios sentidos diferentes. Se aplica una característica de un
sentido a otro (rojo chillón, voz dulce…).
4.4. EUFEMISMOS Y DISFEMISMOS.
Cuando las valoraciones de una palabra son negativas, ocurre con frecuencia que
referirse a ellas se convierte para la sociedad en algo de mal gusto, inadecuado u
ofensivo, e incluso algo prohibido si afecta a valores sociales o religiosos que se
consideran esenciales. Las palabras que los designan se convierten en tabúes
lingüísticos (subnormal, cualquier contenido escatológico o sexual, etc.).
La forma más frecuente de eludir una palabra tabú es sustituirla por otra que tenga en
principio un significado neutro, descargado de connotaciones negativas, o incluso que
tenga matices positivos, son los llamados eufemismos (hacer el amor, posaderas,
evacuar, tercera edad, invidente, desempleo,…). Con el paso del tiempo los eufemismos
se van cargando de las connotaciones negativas, ya que la realidad es la que hay y no se
puede eludir. Deben ser sustituidas por otro eufemismo (letrina = retrete = váter =
baño = servicios…).
Los fenómenos contrarios al tabú y al eufemismo son la palabra-prestigio y el
disfemismo. Una palabra-prestigio es aquella que por motivos ideológicos o culturales
se carga de connotaciones positivas (En el lenguaje político o publicitario: ligero,
nuevo, moderno, ecológico, paz, orden…). El disfemismo es el fenómeno contrario al
eufemismo: son creaciones léxicas o traslaciones de significado que tienen como
función recalcar – algunas veces por motivos humorísticos, las más con intención
ofensiva – las connotaciones negativas de un término (furcia, zorra y ramera de
prostituta, maricón y marica de homosexual…)
4.5. LOS CALCOS SEMÁNTICOS.
Los calcos semánticos son una forma parcial de préstamo entre lenguas. Un calco
semántico consiste en adoptar como nuevo significado de una palabra o expresión
propia de la lengua el de otra considerada equivalente en una lengua distinta (En el
lenguaje informático: ventana es window, ratón es mouse…)
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4.6. ETIMOLOGÍA POPULAR.
Consiste en la creación de una palabra por errónea interpretación de su etimología
(empleo de desternillarse de risa por su asociación con tornillo, en vez del original
desternillarse formada a partir de ternilla).
4.7. SUPRESIÓN.
Tiene lugar cuando una expresión que consta de varias palabras se reduce al
suprimirse alguna de ellas, de forma que la palabra que queda adquiere el significado de
la expresión original (un puro es un cigarro puro, periódico procede de impreso
periódico, vino de Jerez da lugar a un jerez [obsérvese que en este caso se produce un
doble proceso; supresión y metonimia; puede hablarse entonces de una transferencia
compleja]…).
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