guía para el cuidado del burro

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ÍNDICE
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INTRODUCCIÓN
 Escoger a tu burro
 Partes del burro
 ¡Los burros son diferentes!
GUÍA PARA EL CUIDADO DEL BURRO
 Comportamiento – cuidado general diario
 Captura
 Manejo
 Guiar al burro
 Cepillado y limpieza de cascos
 Material de cepillado
 Montar a tu burro
 Signos de buena salud
 Controles de salud adicionales
 Medición del contorno, peso y condición física
 Cuándo llamar al veterinario
 Puntos a tener en cuenta durante el día
 Enfermedades más comunes de la piel
 Cuidado de los cascos
CONSEJOS DE ALIMENTACIÓN
 Poner a tu burro a dieta
EL BURRO EN LOS PASTOS
 Vallado
 Mantas para burros
MANTENIMIENTO DEL ESTABLO
 La cama
Pagina web : www.elrefugiodelburrito.com
Email : [email protected]
Tel (0034) 952 73 50 77
Fax : (0034) 952 73 54 00
© The Donkey Sanctuary
INTRODUCCIÓN
ESCOGER A TU BURRO
Tener y cuidar de un burro es muy gratificante, aunque poca gente sabe el tiempo, esfuerzo y
gasto que requieren estas hermosas criaturas.
Hay algunos puntos a tener en cuenta antes de adquirir uno de estos animales:
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¿Por qué quieres un burro?
Se puede tener un burro por muchas razones: como mascota o animal de compañía, para
montarlo o que tire de un carro, para exhibiciones, para trabajar en el campo o para criar.
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¿Dispones del tiempo y la dedicación que necesitan?
¿Tienes un terreno bien vallado donde puedan pastar y un establo o refugio
firme, con suministro de agua y electricidad? (Mínimo 4000m2 para dos burros)
¿Tienes un veterinario y un herrador preparados para llevar a cabo los
tratamientos de rutina?
¿Tienes quien te proporcione heno y paja? ¿Dispones de un lugar donde
almacenarlo durante el invierno?
¿Puedes deshacerte del montón de estiércol regularmente?
El cuidado de un burro cuesta unos 500€ al año. ¿Te lo puedes permitir? Hay que
tener en cuenta que se pueden presentar gastos imprevistos de veterinario y también
aconsejamos que se tenga un seguro a terceros.
Es necesario que sepas perfectamente a lo que te estás comprometiendo. Aunque la media de
vida de un burro es de unos 30 años, pueden llegar a vivir más de 40, por lo que hacerse con
uno de estos animales es un compromiso a largo plazo.
Se suelen ver anuncios de venta de burros en los periódicos locales y publicaciones equinas y
también se venden en mercados. Cuando hayas decidido que los burros son lo tuyo,
recomendamos que vayas a buscarlos con alguien que tenga experiencia. Hay asociaciones
que se dedican a la cría de burros, así que si estás interesado en algún tipo en particular, ésta
puede ser tu mejor opción. El Refugio del Burrito ha elaborado un folleto llamado “Comprar
un Burro” para asistiros en este proceso.
Si estás interesado en dar un hogar a un par de burros o mulos, El Refugio del Burrito cuenta
con un programa de acogida. Por favor, llama a nuestro Departamento de Bienestar para más
información.
Los burros pueden ser territoriales y los recién llegados deberían ser introducidos en el
establo con cautela. Si es posible, permite a los burros que exploren su nuevo hogar y se
acomoden antes de dejar que se mezclen con los veteranos. Cuando estén juntos por primera
vez asegúrate de que tienen suficiente espacio para evitarse si lo desean.
© The Donkey Sanctuary
Tened cuidado con las pequeñas mascotas como perros, gatos, gallinas u ovejas, ya que
algunos burros pueden verlos como una posible amenaza y perseguirlos.
Por seguridad, los niños siempre tienen que ir acompañados de un adulto cuando entren en el
prado de los burros.
Estos animales son muy versátiles y se pueden usar de varias formas: para que los niños los
monten, para tirar de un carro y exhibiciones, para trabajos ligeros en el campo o
simplemente como mascotas. Todos estos factores determinarán el tamaño y el carácter de los
burros adecuados a vuestras necesidades. Si son para monta, tirar de un carro o trabajar
deberían tener entre 4 y 25 años y sería aconsejable que un veterinario certifique que están en
buenas condiciones para trabajar.
Un burro de unos 115 centímetros y 160 kg no debería cargar más de 50 kg y recomendamos
que no tiren de más del doble de su propio peso en llano, incluido el peso de un vehículo bien
nivelado y en buen estado. Si únicamente se quieren como mascotas, burros más viejos o que
puedan requerir algo más de cariño y atención pueden ser los idóneos.
Los burros que se obtienen a través del Programa de Acogida de El Refugio del Burrito, han
pasado una exhaustiva revisión médica, tienen todas las vacunas, están desparasitados y sus
cascos se recortan regularmente. Si se compran en un mercado o de un particular, puede que
necesiten todo esto.
A menos que tu intención se criar burros, no deberías adquirir un semental. Por su naturaleza,
los sementales pueden ser muy impredecibles, especialmente si hay una hembra en celo
cerca. Necesitan que los maneje alguien experimentado y no son adecuados para que los
lleven o los monten niños. Los burros castrados y las hembras también tienen sus propios
rasgos de comportamiento: los burros castrados pueden juguetear y pelear como chiquillos y
las hembras se ponen en celo y necesitan un manejo más experimentado en esta época. Un
par de burros del mismo sexo serán tan felices juntos como una hembra y un burro castrado.
Si necesitáis ayuda o consejo a la hora de escoger vuestro burro poneos en contacto con el
Departamento de Bienestar de El Refugio del Burrito.
© The Donkey Sanctuary
PARTES DEL BURRO
Nuca
Cresta
Grupa
Lomo
Frente
Cruz
Espalda
Cuartos traseros
Nariz
Hocico
Base de la cola
Mejilla
Mentón
Cuello
Hombro
Rodilla
Corvejón
Costillas
Ijar
Caña anterior
Espolón
Cuartilla
Rodete de
coronario
¡LOS BURROS SON DIFERENTES!
Burro
Mulo
Caballo
Existe la tendencia a tratar a los burros como si fueran caballos pequeños pero ¡los burros son
diferentes! No son como los caballos: son física, mental y emocionalmente distintos.
Características externas:
Orejas
Las largas orejas del burro, llenas de vasos sanguíneos, son una
adaptación del desierto para enfriar el cuerpo.
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Cola
La inusual cola se parece a la de una vaca porque está cubierta de pelo
corto excepto por el mechón de la punta.
Espejuelos
Los espejuelos son prácticamente inexistentes en las patas traseras de
los burros.
Columna vertebral A los burros, como a los caballos árabes, les falta la quinta vértebra
lumbar de la columna, normalmente presente en el esqueleto de otros
equinos.
Cascos
Los cascos de un burro son más verticales, más pequeños, duros y
elásticos que los de los caballos. En consecuencia, raramente necesitan
herradura, a menos que se trate de un burro de trabajo.
Pelaje
El pelaje de los burros tiende a ser más largo y grueso que el de los
caballos, aunque la textura varía. Es importante tener en cuenta no
producen tanta grasa natural como los caballos y por lo tanto son más
susceptibles a las condiciones climatológicas como lluvia, viento y
nieve. Mayormente, lo que los aísla del calor o del frío son las bolsas
de aire que se forman entre los pelos más largos.
Crin
Corta. Raramente mide más de unos centímetros.
Flequillo
Los burros no tienen flequillo propiamente dicho.
Mamas vestigiales
A diferencia de los caballos, los burros suelen tener mamas vestigiales
en el prepucio.
Genética
Burros
62 cromosomas
Caballos
64 cromosomas (caballo de przewalski 66)
Mulos
63 cromosomas
Comportamiento
Los burros suelen ser más estoicos y tienden a sobresaltarse menos que los caballos, mientras
que éstos tienen un fuerte instinto de huída y se sobresaltan con más facilidad. En
comparación con los caballos, a menudo los burros muestran una respuesta limitada ante el
miedo producido por situaciones nuevas, y esto se suele confundir con cabezonería.
Un burro puede presentar síntomas clínicos diferentes a los de un caballo. Por ejemplo, el
comportamiento ante un dolor abdominal puede ser completamente distinto.
Los burros desarrollan fuertes vínculos emocionales con otro animal, aunque pasten con un
gran número de ellos. Los caballos son animales de manada y prefieren estar en grandes
grupos.
© The Donkey Sanctuary
Vínculos afectivos
Los burros pueden crear vínculos afectivos muy fuertes con sus compañeros, lo cual tiene
implicaciones en su manejo. Pueden crear amistades de por vida y no les gusta la soledad.
Recomendamos que estén con un compañero, preferiblemente otro burro. Pueden llegar a
crear un gran vínculo y sentirse angustiados si se les separa. Algunos burros están tan
fuertemente unidos que la separación por una simple puerta del establo les puede causar
tensión. No es recomendable tener a un burro solo como compañero de un caballo o un poni,
ya que puede sufrir angustia cuando este último salga a dar un paseo.
Los burros que tienen un vínculo afectivo necesitan estar siempre juntos a menos que un
veterinario indique lo contrario. Si uno de los dos está enfermo y tiene que ir a ver al
veterinario, su amigo debe acompañarlo para no estresarlo y evitar una posible hiperlipemia.
Normalmente, los burros sólo rebuznan cuando desean obtener la respuesta de otros burros.
Cuando viven solos, pueden llegar a crear vínculos afectivos con otros animales vecinos
como por ejemplo ovejas, ponis, vacas, cabras, gansos, gallinas y perros. Un par de burros
vivirán bastante felices juntos o con un grupo con otros equinos.
Longevidad
La esperanza de vida media de un burro en El Refugio del Burrito es de 30 años pero pueden
llegar a vivir más de 40.
Nematodes (Lombriz de pulmón)
Los burros pueden tener grandes cantidades de nematodes en su cuerpo sin que presenten
ningún síntoma. Sin embargo, pueden contagiar la infección al caballo, el cual sufrirá
problemas de pulmón, con tos y segregación nasal. Si se desparasita regularmente a los
burros, y a los caballos que estén con ellos, esto no será un problema. Pedid consejo a vuestro
veterinario acerca del producto más adecuado.
Nutrición
Los burros comen hojas y vegetación y también pastan. Se comen las hierbas gruesas de los
pastos, lo que muchos caballos no hacen. Hay una diferencia sutil entre el metabolismo y
fisiología del burro y del caballo. Los burros se han adaptado a una dieta rica en fibra, ya que
son originarios de regiones donde la vegetación es seca y escasa.
Mulo/Burdégano
Los burros y los caballos tienen una descendencia híbrida. Cruces entre burros y
caballos/ponis:
Mulo – cruce de burro y yegua
Burdégano – cruce de burra y caballo
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Los mulos y los burdéganos presentan una apariencia, estatura y temperamento distintos.
Generalmente, se dice que los mulos tienen cuerpo de caballo y extremidades de burro,
mientras que un burdégano tiene cuerpo de burro y extremidades de caballo. El Refugio del
Burrito ha elaborado un folleto informativo sobre mulos y burdéganos.
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GUÍA PARA EL CUIDADO DEL BURRO
COMPORTAMIENTO – CUIDADO GENERAL DIARIO
A pesar de su domesticación, el burro sigue siendo un producto de su evolución. Los
antepasados de nuestro burro moderno sobrevivieron principalmente huyendo de los
depredadores. Si no tenían opción y sus vidas dependían de ello, luchaban, lo cual para ellos
consistía en golpear y morder. Los burros modernos tienen los mismos instintos de
supervivencia a pesar de estar domesticados.
Los burros salvajes sólo podían decidirse entre dos opciones: afrontar un problema o no
afrontarlo. De ahí que estos animales no sean grandes solucionadores de problemas.
Generalmente, el burro doméstico tiene que afrontar toda clase de situaciones difíciles como
el herrador, el veterinario, tráfico, subir a un camión u otra clase de acciones que le pedimos,
a lo que no tendría que hacer frente en libertad y hay que tenerlo en cuento al tratar con ellos.
A la hora de entrenar a un burro se deben tener en cuenta los siguientes puntos:
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El entrenamiento debería desarrollarse en un entorno seguro.
La lección debe ser lo suficientemente corta como para permitir que el burro la supere
con éxito.
Se deben seguir los criterios del aprendizaje por refuerzo.
No tener prisa. Dejar suficiente tiempo para terminar la lección.
Usar refuerzo positivo para premiar el buen comportamiento.
Usar la imaginación. Si un método en particular no funciona, probar otra cosa.
Evitar el castigo como método de entrenamiento de un burro.
Aceptar que una determinada actuación del animal puede ser producto del miedo y no de un
mal comportamiento.
Los burros se comunican de forma compleja. El lenguaje corporal es su principal medio de
comunicación y depende tanto de él como nosotros dependemos de nuestro discurso para
expresar nuestros pensamientos y temores. Los burros utilizan sus cuerpos para expresar sus
emociones y sentimientos.
La clave para trabajar con burros es aceptar que siempre hay una razón para un determinado
comportamiento. Intenta ver las cosas desde su punto de vista y entender cómo se siente.
Existen diferencias de comportamiento entre sexos. Por su naturaleza, los sementales pueden
ser extremadamente impredecibles, especialmente si hay una hembra en celo cerca. Se
necesita experiencia para manejar a un semental y no suelen ser apropiados para que los
niños lo monten o lo manejen.
Los burros castrados pueden juguetear y pelear como chiquillos.
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Las hembras necesitan de un manejo más experimentado en época de celo. Una hembra en
celo mostrará su interés en un macho haciendo movimientos con su boca, como si masticara,
y poniendo su parte trasera a disposición del macho. Cuando una hembra está en celo, otros
burros pueden simular el acto sexual.
Una pareja de burros del mismo sexo puede ser tan feliz como una combinación de hembra y
burro castrado.
El Refugio del Burrito ha elaborado un folleto sobre el comportamiento de los burros.
CAPTURA
Para poder llevar a cabo el cepillado diario y el cuidado de los cascos es necesario capturar al
burro. Esto también facilita la exploración en busca de cualquier signo de enfermedad y que
se acostumbre a ser manipulado. Así, cuando el herrador vaya a recortarle los cascos (cada 610 semanas) se le podrá capturar y manejar sin problema y, muy probablemente, mantendrá
sus pezuñas elevadas sin oponer resistencia.
Si un burro es tímido puede que no se sienta cómodo cuando se le acerquen. Es mejor no
intentar sobornarlo con comida ya que esto puede animarlo a coger el regalo y huir o morder.
Si se le engaña a menudo, el animal aprende a no confiar en el manipulador y no se le puede
sobornar en el futuro. Si se es consciente del lenguaje corporal, se le puede enseñar que el
manipulador no es una amenaza. Diferentes posturas y cambios en el contacto ocular con el
burro le indicarán si un humano es un amigo o un depredador.
Si pasamos tiempo con él, el animal se relaja y aprende el valor del contacto humano. Haz
que el tiempo que pasas con tu burro sea lo más positivo posible. Esto se consigue empleando
un tono de voz suave para hablarle. Si es posible, acaríciale el dorso y las orejas suavemente.
Mímalo pero déjale tiempo para que se relaje y esté con otros burros.
A menudo es útil dejar que el burro se acerque al manipulador de su elección. Si el burro
recula, permanece quieto y espéralo. Si el burro huye cuando te aproximas, sigue caminando
hacia él despacio y con confianza. Esto enseñará al animal que huir no evitará que sea
capturado. Si el burro se está quieto, para de seguirlo y relájate 5 o 10 segundos antes de
seguir acercándote. Cuando lo hayas alcanzado, no te abalances con la cabezada. Tómate tu
tiempo para premiar al burro con caricias en el dorso y la espalda.
Hablar al burro puede ayudar a calmar la situación y relajar al manipulador, siempre que se
emplee un tono suave. Si el manipulador muestra nerviosismo, el burro lo percibirá y le será
más difícil relajarse, lo cual complicará su captura, así que piensa positivamente cuando estés
tratando con un burro.
Permite que el burro huela la cabezada. No intentes ponérsela hasta que el animal se sienta
cómodo teniéndola alrededor. Lo mejor suele ser dar lecciones de unos pocos minutos y
terminarlas siempre en un momento positivo.
© The Donkey Sanctuary
Todo lo que se tarde en entrenar a un burro para ser capturado ahorrará mucho tiempo en el
futuro y evitará situaciones de estrés para el burro y el manipulador.
Para un burro, es mejor comprar una cabezada con la hebilla debajo del hocico, ya que este
es bastante angular en comparación con el de los caballos y también porque son más
propensos a que la hebilla les roce si está en la parte superior.
Al ajustar la cabezada, es importante que la correa del hocico no
esté ni demasiado alta ni demasiado baja. Si está demasiado
baja, le molestará al respirar y si está demasiado alta le puede
rozar en los huesos de la mejilla. Para tener una idea, la correa
del hocico debe quedar a medio camino entre el ollar y el ojo.
La correa de la cabeza debe quedar justo detrás de las orejas y
tiene que ser posible introducir dos dedos por debajo. La correa
que pasa por la garganta del burro no debería quedar ni
demasiado ajustada ni demasiado suelta.
Recomendamos insistentemente que el burro no tenga la
cabezada siempre puesta ya que se podría enganchar con algo o
engancharse una pezuña cuando se rasca. Sin embargo, si es necesario, es más seguro utilizar
una cabezada de piel barata que una de nylon, que no se rompería en caso de emergencia.
Existe una amplia variedad de cabezadas diseñadas especialmente para evitar que los burros
se hagan heridas con ellas en el campo.
MANEJO
Pon la cabezada, asegurándote de que se ajusta cómodamente y ata la cuerda a la anilla
debajo de la barbilla, con el gancho atrás para evitar pinchar al burro. Quédate quieto a su
lado y no lo sujetes todavía. Coge el extremo de la cuerda y deja que el animal se acostumbre
poco a poco a estar sujeto. Una vez que se sienta cómodo prosigue con el uso de un cepillo
suave para cepillarlo.
Si el burro sacude la cola o da una patada en el suelo puede estar indicando que se siente
incómodo. Intenta no reaccionar ante este comportamiento y espera a que la sacudida de cola
o el pataleo paren por un momento para alejarte de la zona que ha provocado la reacción en el
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animal. Este tipo de reacción por parte del entrenador enseña al burro a ser paciente y
tolerante y que si se está quieto consigue más que con el pataleo.
Preocúpate siempre de la seguridad. Un burro joven o preocupado puede amenazar con dar
una patada levantando su pata trasera o incluso puede llegar a darla si está muy asustado.
Déjale ver cuándo se ha portado bien rascándole y dándole un descans. La lección que tiene
que aprender es que si se está quieto cuando lo están sujetando obtiene un premio.
Escoge siempre un momento positivo para terminar la sesión, ya que el burro recordará esa
parte más claramente.
GUIAR AL BURRO
El objetivo es que el burro camine al lado de la persona que lo sujeta, con la cuerda floja. El
guía debería estar a la altura o ligeramente delante del hombro del animal.
No te enrolles la cuerda sobrante en la mano porque si el animal tira se puede hacer daño.
Al principio, trabaja sólo desde un lado pero con el tiempo el burro se tiene que acostumbrar
a ser guiado desde ambos lados. Por la carretera, el guía debe llevar ropa reflectante, situarse
entre el animal y el tráfico y caminar por el lado izquierdo de la calzada.
Cuando tiramos de la cuerda y el burro siente la
presión en su cabeza, su instinto natural es tirar en
sentido contrario. El objetivo de la lección es
enseñarle a seguir la dirección de esa presión. Para
conseguirlo, tira suavemente de la cuerda, esperando
cualquier movimiento en esa dirección. Tan pronto
como el burro de un paso hacia ti, deja de tirar. Una
vez que se dé cuenta de que la presión desaparece
cuando se mueve en la misma dirección, es más fácil
conseguir que el animal siga caminando.
Para parar al burro, el guía debe dar un par de pasos más lentos para hacerle saber que se le
va a pedir que pare. Párate y relájate, dejando la cuerda suelta. Cuando aprenda a pararse
bien, introduce órdenes habladas. De ese modo, si va a ser montado o tirar de un carro ya
conocerá las órdenes “adelante” “para” y “trota”.
CEPILLADO Y LIMPIEZA DE CASCOS
Que se deje poner la cabezada no significa que al burro le guste estar atado: eso es otra
lección que tiene que aprender. Al principio, puede resultar más fácil cepillarlo si tú u otra
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persona sujeta la cuerda con la mano, ya que una vez atado se puede sentir limitado y se
podría asustar. Si el burro está atado, estate con él todo el tiempo.
Ata un trozo de cuerda o cordel formando una lazada a una anilla de sujeción segura. La
cuerda de la cabezada se debe atar a esa lazada y no directamente a la anilla. Emplea siempre
un nudo que se deshaga rápido. Si el burro se asusta, el cordel se romperá evitando que el
animal se haga daño. Se puede usar cuerda de jardinería o cordel de alpacas empalmado, ya
que si es nuevo será más difícil que se rompa en caso de emergencia.
El cepillado debería ser diario e incluir las pezuñas. Antes de llegar a los cascos, ve palpando
las patas hacia abajo para comprobar si hay heridas o signos de hinchazón.
Empieza en la cruz y ve palpando hacia abajo por el hombro hasta la pata y entonces por la
parte trasera de la misma hasta el menudillo. Tira suavemente para animar al burro a que
levante la pata. Desde el talón hacia delante, retira el barro y las piedras y comprueba la
ranilla y pared interior del casco para ver si hay piedras o alguna herida.
Si el burro no quiere levantar la pata, asegúrate de que está bien apoyado sobre sus cuatro
extremidades y, apoyando suavemente tu cadera en su hombro, desplaza su peso hacia el lado
opuesto antes de pedirle al burro que levante su pata de nuevo. Ten cuidado de no sostener el
casco demasiado alejado del suelo (especialmente con burros más viejos que pueden padecer
artritis u otras dolencias) y no dobles la pata hacia atrás más de 45º o el burro no se podrá
sostener. Evita tirar hacia un lado porque puede ser incómodo y puede perder estabilidad.
Cuando hayas terminado de limpiar el casco déjalo ir suavemente hasta el suelo.
Cuando estés sujetando una pata trasera deberías usar la mano más cercana al burro y
pasársela por el cuerpo para asegurarte de que un movimiento repentino no asuste al animal.
Continúa hacia abajo por el interior de la pata trasera, desde el corvejón hasta el casco, y tira
suavemente para que el burro lo levante. Así evitas pasar el brazo por detrás de la pata
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trasera, lo cual podría ser peligroso si el burro da una coz. Si se pone la mano por dentro de la
pierna, en la babilla, puede que el burro dé una patada.
Sigue siempre el mismo orden para limpiar los cascos: empieza con la pata delantera
izquierda y después la trasera, y sigue con la delantera derecha y después la trasera. El burro
pronto aprenderá a anticiparse y tendrá preparada la siguiente pata para que le limpies el
casco.
CEPILLADO GENERAL
Los burros necesitan ser cepillados regularmente para asegurar que su pelaje está sano y libre
de enredos. El cepillado permite la exploración del burro en busca de mordiscos, heridas o
dolencias de la piel. También contribuye a la creación de un vínculo afectivo con tu burro.
No cepilles al animal con el pelaje húmedo, ya que el agua y la suciedad llegarían a la piel y
aumentaría el riesgo de infecciones.
En invierno, el pelaje de los burros es espeso y les proporciona protección así que, a menos
que trabajen mucho, no se lo cortéis y bañadlo sólo cuando hace calor. Los burros más viejos
son una excepción a esta regla porque, debido a desarreglos hormonales, pueden tener un
pelaje excesivamente espeso y el veterinario puede recomendar que se les corte tanto en
invierno como en verano. También puede ser necesario pelar a un burro para que el
veterinario le pueda aplicar un tratamiento para determinadas dolencias de la piel.
Cuando muevas a un burro, mantén una mano en contacto con su cuerpo para evitar que se
asuste. Es preferible pasar siempre por delante del burro pero, si no es posible, deja bastante
espacio al pasar por detrás para evitar ser golpeado.
MATERIAL DE CEPILLADO
El material para cepillar a los burros es el mismo que se
utiliza para caballos y se puede comprar en cualquier tienda
especializada.
El equipo de cepillado debería incluir lo siguiente:
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Cepillo duro – usar para retirar el barro endurecido y la
suciedad de la mayor parte del cuerpo del burro. No utilizar
este cepillo en las partes blandas del animal, ya que las
cerdas duras pueden causar irritación (p. ej. cara, patas y
orejas) Hay cepillos de cerdas blandas ideales para cuando
los burros mudan su pelaje en verano.
Rascadera de plástico – se puede utilizar para limpiar el
pelo largo del mismo modo que el cepillo duro o para limpiar
los cepillos cuando se utilizan en combinación con el cepillo
corporal para el pelo corto en verano.
Rascadera de goma – se puede usar cuando el burro está
mudando el pelaje. Realizar movimientos rotatorios en
hombros, cuello, espalda y cuartos traseros para eliminar el
pelaje muerto. A los burros les encanta.
Cepillo corporal (cerdas blandas) – el cepillo corporal
arrastra la suciedad y la grasa del pelaje y si el pelo es corto
y fino le dará brillo. No usar este cepillo en los meses de
invierno porque los burros no producen mucha grasa
natural y necesitan retenerla para que les proteja. Se puede
emplear en las zonas blandas donde no se puede llegar con
el cepillo duro.
Un limpia cascos con cepillo es mejor para la limpieza de
las pezuñas y las toallitas de algodón húmedas para los
ojos, etc. No recomendamos el uso de algodón ya que,
incluso húmedo, puede desprender pequeñas fibras que
pueden causar irritación.
El peine rasqueta metálico se usa para retirar el exceso de
pelo cuando los animales mudan el pelaje en primavera y
verano.
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Las rascaderas metálicas se utilizan únicamente para limpiar los cepillos pero no para el
cepillado del burro, para lo cual se usa una rascadera de plástico.
Empieza con el cepillo duro por el costado izquierdo del burro por encima del cuello. Cepilla
hacia la parte trasera, siguiendo la dirección de crecimiento del pelo. El objetivo es eliminar
barro endurecido y marcas de sudor. Utiliza tus manos para comprobarle todo el cuerpo
aunque esté mojado y no se pueda cepillar. Este es el modo más efectivo para detectar bultos,
golpes y cortes, etc.
Cuando hayas cepillado el cuerpo, sigue con la cara, orejas, patas y crin con el cepillo
corporal, manteniéndolo limpio con la rascadera de plástico. Otras áreas como la parte del
abdomen entre las patas delanteras y el cuerpo también se pueden cepillar con el cepillo
corporal. Usarlo también para la cola.
Cualquier secreción de los ojos, nariz y zona de la cola se puede limpiar con toallitas de
algodón húmedas. Para prevenir el riesgo de infección, usar una toallita para cada ojo y cada
ollar y otra para la zona de la cola. Deshacerse de las toallitas sucias con cuidado.
Se puede utilizar aceite o grasa para cascos para hacer que éstos luzcan realmente elegantes,
especialmente si el burro es para exhibición.
Los equipos de cepillado se deben limpiar regularmente con agua caliente y un detergente
suave.
MONTAR A TU BURRO
Los burros aprenden por repetición gradual y progresiva. Ten en cuenta la edad (lo ideal es
entre 4 y 25 años), complexión y temperamento del burro. Si no estás seguro de lo que
buscas, pregunta a un experto. Asegúrate siempre de que un veterinario compruebe que tu
burro reúne las condiciones físicas para poder montarlo.
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No intentes montar a tu burro antes de los 4 años. Los huesos no están plenamente
desarrollados antes de esa edad.
El jinete debería pesar menos de 50 Kg y debe llevar siempre un casco ajustado o un
gorro de equitación que cumpla con las actuales normativas de seguridad y botas de
suela plana y tacón bajo.
Asegúrate de que siempre te acompañe alguien con experiencia. Si es la primera vez
que el jinete monta, que empiece montando al burro por una zona cerrada.
Elogia al burro con tu voz, en especial cuando se porte bien. Permanece siempre en
calma, sin hacer movimientos bruscos.
Asegúrate de que un jinete inexperto siempre vaya acompañado de un ayudante que
camine a su lado y nunca dejes que un niño monte sólo por la carretera. Si se va por la
carretera, el guía debe ir entre el burro y el tráfico y caminar por el lado izquierdo de
la calzada. Tanto el guía como el jinete deben llevar ropa reflectante.
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SIGNOS DE BUENA SALUD
Cualquiera que tenga un burro, en algún momento se puede tener la sospecha de que algo no
anda bien en su animal. Si sabemos identificar las señales puede ser más fácil detectar algún
tipo de problema incipiente.
Por nuestra experiencia, sabemos que el burro es un animal muy
estoico por naturaleza. Generalmente, no muestran signos obvios de
enfermedad o cojera hasta que el problema está muy avanzado.
Familiarizarse con los chequeos rutinarios y con el comportamiento
de vuestro burro es la clave para una detección precoz.
Buena salud
Enfermo
Tanto si se tiene experiencia como si no, todo el que tenga un burro
debería acostumbrarse a comprobar estos 5 puntos por lo menos una
vez al día:
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Comportamiento
Apetito y sed
Heces (y orina)
Ojos, nariz y respiración en reposo
Pelaje y piel
COMPORTAMIENTO
Puede que este sea el punto más importante. Un burro sano se debe mostrar alerta e
interesado en lo que le rodea, con las orejas levantadas. Ningún burro debería pasar mucho
tiempo tumbado. Los burros sanos se pueden echar y levantar fácilmente, y moverse
libremente sin cojear, apoyándose por igual en sus cuatro patas. Cada burro tiene sus propias
características – e.g. un determinado compañero, una manera de pastar, su propia rutina
diaria. Algunas veces, es sólo un pequeño cambio lo que indica, en una fase temprana, que
puede haber un problema. Los pequeños cambios en el comportamiento normal son el primer
síntoma de enfermedad así que familiarizaros con vuestro burro lo antes posible.
APETITO Y SED
Por naturaleza, los burros pastan durante largos periodos de tiempo. Es importante controlar
su dieta para evitar la obesidad pero un burro sano debería tener apetito a lo largo de todo día
y no tener problemas para masticar o tragar.
La cantidad de agua que beba un burro dependerá obviamente de la temperatura del aire, de
lo húmeda que esté la comida, del trabajo que realice, etc. Comprobar regularmente el
suministro de agua nos indicará cuánto bebe.
HECES (Y ORINA)
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Comprueba las heces frescas, que pueden variar dependiendo de la dieta. Lo habitual es una
producción regular de heces normales, húmedas, en forma de bolas que se rompen con
facilidad.
Cada burro, según sea macho o hembra, adopta su propia postura para orinar. La orina normal
es amarilla y acuosa, y en ocasiones puede estar turbia. Debería salir libremente, sin esfuerzo.
Intentos repetidos de expulsar la orina, o si ésta está claramente descolorida o sangrienta,
debe considerarse sospechoso. Las hembras en celo puede que intenten orinar más
frecuentemente.
OJOS, NARIZ Y RESPIRACIÓN EN REPOSO
Los ojos deberían estar limpios y brillantes, abiertos y sin secreciones. Los orificios nasales
también deberían estar limpios y sin secreción. En reposo, las ventanas nasales tienen un
movimiento mínimo cuando el burro respira. De hecho, es difícil percibir el movimiento del
pecho en reposo, siendo más fácil de observar el de los flancos. El movimiento brusco de las
ventanas nasales, o la elevación excesiva de costillas y flancos, o cualquier ruido relacionado
con la respiración del burro, se tiene que investigar.
El ejercicio, el estrés, el nerviosismo y la fiebre aumentarán el ritmo y profundidad de la
respiración.
PELAJE Y PIEL
Un burro sano presenta un pelaje liso y limpio sin signos de picazón, zonas sin pelo, llagas o
bultos extraños. Es bueno que acostumbres a tu burro a pasarle tus manos por todo el cuerpo,
patas y cabeza. Con frecuencia, el pelaje puede estar escondiendo un problema incipiente.
Los cinco puntos anteriores se deberían comprobar diariamente. Si sospechas que puede
haber algún problema, hay una serie de comprobaciones simples que puedes realizar tú
mismo. Si finalmente, crees que es necesario pedir consejo a tu veterinario, el resultado de
estas comprobaciones le ayudarán a tener una mejor visión del problema.
CONTROLES DE SALUD ADICIONALES
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
Temperatura, pulso, frecuencia respiratoria (TPR)
Ruido intestinal
Prueba de alimentación
Puntuación de la condición física del burro
Signos Vitales – “TPR”
Temperatura
Valores normales:
Adultos 36.2 – 37.8 ºC Media 37.1 ºC
Hasta 2 años 36.6 – 38.9 ºC
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Compra un termómetro clínico a tu veterinario y pregúntale cómo se usa. Acostúmbrate a
tomarle la temperatura a tu burro para poder hacerlo con confianza cuando sospeches que
puede haber un problema. Los burros son seres vivos y su temperatura normal puede variar.
Tomándole la temperatura a tu burro no sólo lo acostumbrarás a él a este proceso sino que
también te permitirá tener un registro de su temperatura normal.
Pulso
Valores normales:
36-38 Media 44 pulsaciones/minuto
Con un poco de práctica, cualquiera puede aprender a tomar el pulso en la
arteria que pasa por debajo de la mandíbula inferior. Cuenta las
pulsaciones durante 15 segundos y multiplica por 4. Mantén la cabeza del
burro quieta con una mano sobre el hocico. Utiliza los dedos de la otra
mano para localizar la arteria y variando la presión pronto percibirás las
pulsaciones que corresponden a cada latido del corazón. Saber qué es lo
normal en tu burro es muy importante para poder compararlo con
cualquier variación que se dé.
Frecuencia respiratoria
Media 12-20 inspiraciones/minuto
Es mejor hacer esto cuando el burro esté tranquilo. Ponte de pie detrás y mira los
movimientos de los flancos o el pecho o la respiración que sale de los orificios nasales (en un
día frío). Cuenta el número de respiraciones (una “subida” y “bajada”=una respiración) en 15
segundos y multiplica por 4. Saber cuál es la frecuencia normal de tu burro es muy
importante para poder compararla con cualquier alteración que se pueda presentar.
Ruido intestinal
El sistema digestivo de un burro normal es generalmente ruidoso, con muchos crujidos,
gorjeos y ruidos de tripas. Esto es particularmente evidente cuando el pasto es bueno pero
también es audible con las raciones invernales (heno y paja) Tu veterinario utilizará un
estetoscopio para escuchar estos ruidos pero tu propia oreja puesta sobre la piel del flanco
(entre la última costilla y la pata trasera) podrá percibir algunos de ellos. Hay que tener
mucho cuidado porque el burro puede dar una patada, sobre todo si siente dolor.
Acostumbrarse a los ruidos normales en un burro sano puede ser muy útil, especialmente si
sospechas que tu burro puede estar padeciendo un cólico (dolor abdominal) o si no defeca.
Prueba de alimentación
Una de las pruebas preferidas en El Refugio del Burrito es la “prueba de la galleta de
jengibre”, aunque muchos burros traviesos cogerán la galleta, especialmente si están
acostumbrados a este truco. La falta de interés es un claro motivo de preocupación.
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MEDICIÓN DEL CONTORNO, PESO Y CONDICIÓN FÍSICA
Llevar un registro por escrito de la medida del contorno y la condición física del burro es un
ejercicio muy útil, especialmente cuando es un burro viejo y la pérdida de peso gradual puede
pasar desapercibida. Medir su contorno regularmente ayudará a controlar el estado de vuestro
burro. Para hacerlo correctamente, se utiliza una técnica estándar. La altura del burro hasta la
cruz de debe medir en centímetros mientras el animal está de pie sobre suelo duro y llano.
Cuando el burro sobrepasa los cuatro años de edad, sólo es necesario medirlo una vez y la
misma medida sirve para controles futuros.
La medida del contorno se toma usando un metro de sastre. Se debe pasar el metro por debajo
del pecho del burro tan cerca de las patas delanteras como sea posible. El metro debe cruzar
la parte alta del lomo a 10 cm (el ancho de una mano) de la cruz. La lectura de la cinta
métrica se debe hacer estando ésta plenamente adaptada al contorno del animal (no recta)
La medida del contorno se debe tomar siempre en el mismo sitio y preferiblemente por la
misma persona para asegurar una continuidad de las medidas tomadas. Ambas medidas se
pueden ir registrando en la tabla de pesos de El Refugio del Burrito, que se incluye al final de
esta guía, con la escala de pesos (p. ej. un burro que mida 110 cm y con un contorno de 130
cm, pesará 217 kg, aproximadamente)
Altura (cm)
Corazon - Cruz (cm)
Así, se pueden comparar los pesos cada mes y se pueden ajustar las raciones y la zona de
pasto de acuerdo con las necesidades dietéticas del burro. Por favor, tened en cuenta que las
cintas medidoras para caballos no sirven para los burros debido a que sus proporciones son
muy distintas.
Para puntuar el estado de los burros, utilizar el Cuadro de Puntuación del Estado Físico (al
final de esta guía) A los burros se les da una puntuación entre 0 y 5. 0 es muy delgado y 5
muy gordo. El estado idóneo es el que puntúa 3. Recomendamos que se controle a los burros
una vez al mes.
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¿CUÁNDO LLAMAR AL VETERINARIO?
Cuando te preocupe la salud y bienestar de tu burro, una llamada al veterinario te
tranquilizará. Si le informas de cada uno de los puntos aquí discutidos, tu veterinario podrá
decidir rápidamente qué acción tomar.
Puntos a considerar cada día:
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Observa el comportamiento normal de tu burro.
Comprueba si tiene heridas por la mañana y por la noche.
Que siempre tenga acceso a comida y agua fresca.
Limpia el establo y comprueba que las heces y la orina son normales.
Comprueba los pastos y la valla para ver si hay algún desperfecto o hierba venenosa.
Cepilla a tus burros, límpiales los cascos, los ojos, la nariz y las zonas donde se pueda
acumular suciedad.
Tus burros también necesitarán:

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

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Un programa de desparasitación aconsejado por tu veterinario.
Un programa de despioje aconsejado por tu veterinario.
Un herrador que los vea cada 6-10 semanas, según el criterio del veterinario o del
propio herrador.
Vacunas anuales.
Chequeos dentales anuales. Los burros más viejos o con problemas dentales puede
que necesiten controles más frecuentes.
ENFERMEDADES MÁS COMUNES DE LA PIEL
Parásitos – existen varios ectoparásitos que pueden causar problemas
Moscas
En verano, las moscas pueden ser muy molestas y poner nerviosos a los burros.

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Pueden propagar infecciones, especialmente en los ojos.
Pueden poner sus huevos en las heridas.
Algunos burros padecen inflamación por las picaduras.
Para poder controlar la situación y evitar todas estas molestias se deben seguir las siguientes
pautas:
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Limpiar el estiércol frecuentemente y acumularlo lo más lejos posible de los establos.
Proporcionar refugios en los prados.
Usar flecos anti moscas o máscaras.
Se pueden usar insecticidas para eliminar las moscas.
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Se les puede poner repelente a los burros. Existe un amplio número de productos
disponibles, algunos químicos y algunos de hierbas. Leer y seguir siempre la
información de seguridad del producto que se adquiera.
Considerar la posibilidad de usar una sábana de verano o manta anti moscas.
Mosquitos
Los mosquitos culicoides provocan una dolencia llamada “comezón dulce” a burros con
hipersensibilidad o alergia. Los mosquitos son muy activos al amanecer y al anochecer y sus
picaduras causan gran irritación al burro, lo que les lleva a rascarse en exceso, especialmente
en las zonas de la crin y la cola. Las zonas irritadas a menudo sangran, atrayendo así a más
insectos.
Una vez más, la prevención es lo más efectivo, pero puede ser difícil:
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Mete al burro en el establo al amanecer y anochecer.
Usar repelente varias veces al día.
Mantener a los burros apartados del curso del agua o zonas húmedas, donde se
congregan los mosquitos.
Si tu burro padece “comezón dulce”, consulta con tu veterinario.
Ácaros
Hay cierto número de ácaros que provocan una intensa irritación. Algunos viven en el burro,
otros, en el heno o la paja. Causan irritación al picar, normalmente en la parte baja de las
patas o alrededor de cabeza y cuello. El veterinario los puede encontrar en muestras de piel.
Hay varios tipos de insecticidas en el mercado.
Piojos
Se encuentran principalmente en invierno y, al contrario que los ácaros, son fáciles de
detectar a simple vista. Normalmente, se encuentran en grandes cantidades y provocan que
los animales se rasquen y pierdan pelo. Hay varios productos anti piojos que se deben usar
más de una vez para eliminar los huevos.
Garrapatas
Normalmente, las garrapatas provocan una ligera irritación en el punto donde pican, pero
pueden ser las causantes de la propagación de la enfermedad le Lyme. Muchos insecticidas o
preparados anti pulgas las eliminan. Si se arrancan dejando la cabeza dentro, la irritación
puede persistir.
Escaldadura por lluvia y fiebre del fango
Ambas dolencias se dan cuando la piel/pelo permanece húmeda por mucho tiempo, así que se
producen mayormente en invierno. La escaldadura por lluvia afecta los hombros, espalda y
grupa; mientras que la fiebre del fango afecta a la parte baja de las extremidades. El
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organismo responsable es el dermatophilus y hace que se forme una costra en el pelaje,
debajo de la cual se acumula pus. El tratamiento consiste en lavados antisépticos, buena
higiene y condiciones secas. A menudo se necesita tratamiento con antibióticos así que será
necesario que tu veterinario vea al burro.
Tiña
Es una infección por hongos contagiosa. Ante la sospecha, llama a tu veterinario para pedirle
consejo y tratamiento. Las lesiones suelen aparecer en forma de círculos sin pelo, pero puede
tomar diferentes formas y propagarse. La infección suele desaparecer en 6-12 semanas pero
es necesario seguir un tratamiento para impedir que se propague. Lo normal es dar lavados al
burro y desinfectar la zona donde se encuentre. La tiña se puede transmitir a humanos así que
hay que tener mucho cuidado cuando se trate con un burro infectado: llevar guantes y lavarse
las manos cuando se termine de tratar con el animal.
Sarcoidosis
La sarcoidosis son protuberancias de la piel que pueden ser de varias formas, desde planas
hasta masas verrugosas. Puede ser difícil eliminarlas por completo y a menudo son
recurrentes. Se requiere tratamiento veterinario así que llamadle si detectáis cualquier bulto
sospechoso.
Quemaduras solares/Fotosensibilización
Los burros con piel rosada sin pigmentación se pueden quemar en verano y necesitan que se
les aplique protección solar con un elevado factor de protección y/o llevar máscaras con tapa
de quita y pon para la nariz. Algunos burros también desarrollan sensibilidad al sol si tienen
enfermedades del hígado o si han comido determinadas plantas. Como tú no puedes
determinar clínicamente cuál es el problema, recomendamos que se tome una muestra de
sangre.
Hay muchas más infecciones de la piel que son menos comunes y requieren que un
veterinario las diagnostique y las trate.
CUIDADO DE LOS CASCOS
Las enfermedades y problemas de los cascos son muy comunes en los burros. El cuidado
diario apropiado es esencial para evitar o minimizar los problemas en aquellos burros que ya
sufren de algún tipo de afección.
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Esta es nuestra lista de control para mantener los cascos sanos:
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Familiarízate con sus cascos. Límpialos y quítales la mugre y piedras a diario.
Mantén la cama limpia y seca. Las camas de virutas o cartón pueden ser de gran
utilidad, especialmente para burros con problemas crónicos en los cascos.
Proporcionales una zona de ejercicio limpia y con un buen sistema de drenaje y evita
que pasten en campos fangosos.
Mantenlos en forma. Los burros con sobrepeso son más propensos a padecer
problemas en los cascos.
Anímales a que hagan ejercicio regularmente, particularmente si están a cubierto
durante el invierno. Llevarlo a dar un paseo a diario será bueno para todos.
Localiza a un herrador que recorte los cascos de los burros y pídele que te visite cada
6-10 semanas. Si tu burro tiene algún problema en particular, puede que necesite
visitas más frecuentes. Ten contento a tu herrador. La siguiente lista te ayudará a
conseguirlo:
a) Captura al burro y sostenlo mientras el herrador trabaja.
b) Asegúrate de que las patas y cascos están secos y sin barro.
c) Prepara una zona limpia, bien iluminada y preferiblemente asfaltada y protegida
de los elementos.
d) Sigue los consejos de tu herrador, particularmente en lo referente a cuándo tiene
que volver a revisar los cascos.
e) Ofrécele un café y págale pronto.
Evitar la laminitis. Restringe el acceso a la hierba fresca o de rápido crecimiento
mediante el uso de vallas eléctricas móviles o sacando a los burros de los pastos a
media mañana. Darles paja o heno antes de sacarlos puede ayudar a evitar que
consuman demasiada hierba. Pastar hierba helada también tiene que ver con el
creciente número de casos de laminitis. Evitar sacar a pastar a los burros en épocas de
heladas, especialmente cuando van seguidas de tiempo soleado. Evitar la obesidad.
Tened cuidado con la alimentación. Cualquier complemento alimenticio se debe
introducir poco a poco y la comida de debe suministrar en pequeñas cantidades y con
frecuencia. Del mismo modo, reduce o introduce cambios en la comida poco a poco,
normalmente a lo largo de unos 7 días. Utilizar alimento rico en fibra y bajo en
almidón y azúcar. El heno fresco de buena calidad puede que se tenga que introducir
lentamente y en cantidades limitadas. Recortar los cascos regularmente.
Pedir ayuda al veterinario rápidamente si se sospecha una cojera o laminitis.
Los burros propensos a sufrir de “hormiguillo” (enfermedad de la pared del casco que
se manifiesta con debilidad en algunas zonas que se vuelven grises y quebradizas) o
de “putrefacción de la ranilla” (infección de la ranilla y la planta) necesitan un
cuidado y atención especial. Necesitan estar en un ambiente limpio y seco y que se le
limpien los cascos a diario. Si el “hormiguillo” o la “putrefacción de la ranilla” se
convierten en un problema se debe buscar consejo profesional.
© The Donkey Sanctuary

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Normalmente, no es necesario el uso de grasa o aceite para cascos aunque el uso
ocasional para exhibiciones, etc., no tiene por qué ser perjudicial.
Los suplementos para el crecimiento de los cascos se deben usar sólo por consejo
veterinario.
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CONSEJOS DE ALIMENTACIÓN
REGLAS BÁSICAS DE ALIMENTACIÓN
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Dar poco y con frecuencia y procurar que sea siempre a las mismas horas.
Cualquier cambio en la dieta debe ser progresivo.
Alimentar de acuerdo con la edad, peso y temperamento del burro.
Evitar las comidas polvorientas y mohosas.
Tener agua fresca siempre disponible.
Se aconseja que puedan lamer sal.
La desparasitación regular y los controles dentales son necesarios para que el burro pueda
beneficiarse de su alimentación.
ALIMENTACIÓN
En su hábitat natural los burros son animales delgados y en forma que rebuscan plantas con
fibra y comen pequeñas cantidades a lo largo del día, a menudo caminando largas distancias.
Una dieta equilibrada rica en fibra es la ideal para mantener a un burro sano en buena forma.
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
Es aconsejable que aprendas a puntuar la condición física de tu burro. Se deberían
pesar una vez al mes en una balanza de ganado. Cuando no se pueda, la medición del
contorno y la altura deberían ser suficientes. Si se anota cada mes, se puede detectar el
cambio gradual de peso y ajustar la dieta convenientemente.
La mayoría de burros, incluso los que hagan ejercicio limitado, sólo necesitan una
ración de mantenimiento. Únicamente si están bajos de peso, enfermos o son viejos
necesitan algún alimento complementario. Heno, paja y hierba bajo control, poder
lamer sal mineral equina y agua es lo que la mayoría de burros sanos necesitan. El
heno tardío o de segunda siega es preferible porque los niveles de fructosa son más
bajos, reduciendo el riesgo de laminitis.
Cualquier cambio en la dieta de tu burro debe ser gradual y si necesitan comida extra
es mejor dársela en cantidades pequeñas y frecuentes que de una sola vez. Si un burro
está bajo de peso, es probable que necesite una revisión veterinaria y dental.
Un burro que no paste o que esté en un establo debería comer pequeñas cantidades de
fibra, como paja, a lo largo del día.
Toda la comida, ya sea heno, paja o comida preparada, debería ser de buena calidad y
no estar estropeada, polvorienta o mohosa. Hay que tener especial cuidado con la
comida y cama de los burros con problemas respiratorios, especialmente los
producidos por una alergia, por ejemplo a los hongos.
No se debe olvidar el cuidado diario cuando los burros estén en los pastos. Comer en
exceso y hacer poco ejercicio es algo muy común y la obesidad se asocia a numerosos
problemas y enfermedades graves. Prevenir es mejor que curar y poner a dieta a un
burro con sobrepeso no es tarea fácil.
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
Cuando sea apropiado, se les puede dar cebada, ya que aumenta el contenido en fibra
de la dieta. Sin embargo, los burros viejos a los que les falten dientes o éstos estén
gastados, tendrán dificultades para masticarla adecuadamente.
Por favor, consultad nuestro folleto “Cómo Alimentar a tu Burro” si necesitas más
información acerca de este tema.
PONER A TU BURRO A DIETA
El sobrepeso siempre será un riesgo para los burros. Es un riesgo grave para la salud –
aumenta la presión en las patas y cascos, afecta órganos internos como el hígado y aumenta el
riesgo de enfermedades potencialmente fatales como la hiperlipemia (exceso de grasa en el
metabolismo).
Poner a dieta a los burros con exceso de peso es siempre recomendable pero no es, de
ninguna manera, algo fácil de hacer. Puede ser frustrantemente difícil y llevar mucho más
tiempo del previsto.
Esta es nuestra “guía de control de peso”:

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
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¿Está gordo? Aprende a puntuar el estado físico. Recomendamos que un burro sano
no esté por encima del 3 (Mirar la tabla de puntuaciones)
¿Cuánto pesa? Este es un punto de partida objetivo al que hacer referencia en el
futuro. Las balanzas de ganado son obviamente lo más aconsejable pero el diagrama
del contorno es una alternativa.
¿Es seguro ponerlo a dieta? Los burros que se hayan adquirido recientemente o los
viejos deben ser controlados cuidadosamente antes de empezar cualquier dieta. Dejar
tiempo a los burros recién llegados para que se acomoden, preferiblemente
manteniendo las costumbres que tenían en su antiguo hogar. Empezar la dieta sólo
cuando esté contento y acomodado en su nuevo entorno. Los burros viejos se
beneficiarán de un chequeo veterinario y dental completo antes de empezar una dieta
– es necesario que puedan comer, masticar y digerir los alimentos de cualquier dieta
para evitar problemas graves.
¿Qué come? Anota aproximadamente, o mejor, pesa TODO lo que coma durante el
día, incluyendo la cama (paja) Esto es más fácil con burros que están en establos pero
el uso adecuado de vallas móviles limitarán la ingesta de pasto.
Traza un plan y cúmplelo. Calcula una reducción de aproximadamente un 20% en todo lo que
coma. Dale cantidades pequeñas con frecuencia mejor que una o dos comidas abundantes.


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Pon camas no comestibles, por ejemplo de virutas o cartón.
Anímales a hacer ejercicio – paséalos con la correa o ponlos en una zona sin pasto
donde tengan agua en un extremo y un poco de comida y paja en el otro.
Pésalo y controla la puntuación de la condición física cada semana. Pueden pasar un
par de meses antes de que se note algún cambio, así que es necesario persistir. Si no
se nota nada pasados dos meses revisa la dieta y reduce un 10% más la cantidad (y
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
asegúrate de que el resto de miembros de la familia no le están dando algo a
escondidas).
Vigila a tu burro para detectar cualquier síntoma de enfermedad o problema que esté
empezando (consulta los signos de buena salud)
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EL BURRO EN LOS PASTOS
PASTO
Pastar adecuadamente y hacer ejercicio es esencial. Dependiendo del tipo de suelo y calidad
del pasto, un terreno de unos 4.000 m2 bien cuidado debería proporcionar lo suficiente para
dos burros.
Para tener unos buenos pastos se deberían tener en cuenta los siguientes puntos:

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
Muchos burros serán obesos si se les deja pastar libremente. El uso sensato de vallas
eléctricas o móviles te ayudará a controlar la ingesta de hierba de tu burro y tener una
zona para heno si se quiere. La cinta eléctrica es mejor que el alambre porque es más
visible. Seguid siempre las instrucciones del fabricante. Mantén la valla limpia y en
buen estado y compruébala cada mañana y cada tarde para moverla según sea
necesario. La rotación de las zonas de pasto puede ser muy útil para ayudar a
controlar las lombrices parásito.
Limitar el tiempo también puede ser una forma efectiva de controlar el acceso a los
pastos. Limitarlo a las primeras horas de la mañana y sacar a los burros de los prados
a media mañana puede ayudar a prevenir la laminitis.
Comprobar las vallas exteriores regularmente para comprobar que son resistentes y no
necesitan ningún tipo de trabajo de mantenimiento.
Lo ideal es recoger el estiércol a diario, ya que previene la propagación de parásitos.
Cuando no sea posible, se debería limpiar por lo menos dos veces en semana. A los
burros no les gusta pastar en zonas llenas de heces y limpiar dos veces en semana
ayudará a eliminar muchos parásitos.
Comprueba regularmente que no haya plantas venenosas o basura, ni en los pastos ni
en los límites de la finca, detrás de la valla. La hierba de Santiago, los robles y las
bellotas son plantas problemáticas. El tejo también es muy tóxico para los burros. Los
helechos pueden ser potencialmente tóxicos y algunos burros pueden desarrollar un
gusto por las bellotas, que pueden causar problemas si las comen en cantidad.
Recuerda que es más probable que se coman las plantas venenosas si escasea otro
alimento. En otoño, se deben poner vallas alrededor de los robles para evitar que los
burros lleguen a las bellotas.
Tened cuidado con la hierba cortada que se deja en los pastos, ya que pueden
provocar cólicos muy dañinos para los burros. También vigilad si los burros tienen
acceso a jardines, ya que en muchos crecen hierbas exóticas que podrían ser muy
venenosas.
Estar al tanto de los riesgos de laminitis por el consumo excesivo de hierba (la hierba
helada también puede ser un problema) Los burros que salen en primavera después de
haber estado en establos durante el invierno son especialmente susceptibles. Es
aconsejable dar heno o paja antes de dejar que pasten, por un tiempo limitado, en la
primera salida. Los terrenos que hayan sido fertilizados pueden suponer una mayor
amenaza. Sin embargo, la primavera no es la única etapa de riesgo. Cuando quiera
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
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
que la hierba esté creciendo puede suponer un problema en potencia. Con las heladas
también aumenta el riesgo de un ataque de laminitis.
Evitar que los burros pasten en prados que hayan sido fertilizados hasta que el
fertilizante haya filtrado en la tierra con suficiente lluvia.
Proporcionar cobijo y protección de los elementos.
Comprueba el suministro de agua y limpia los bebederos regularmente.
El Refugio del Burrito ha elaborado un folleto sobre plantas venenosas.
VALLADO
Se puede usar una gran variedad de sistemas de vallado o combinaciones de sistemas. Dos
burros necesitan un terreno de aproximadamente 4000m2 y 2000m2 por cada burro adicional.
El tamaño dependerá de la calidad del pasto.
Cuando sea posible, el terreno se debería dividir en dos o tres prados, lo cual permite un
mayor control de lo que pastan los burros y facilitan el cuidado de los pastos. Las vallas se
deben disponer de manera que los burros tengan libre acceso a los establos y al agua en todo
momento.
SETOS
A los burros les gusta la fibra que las zarzas y espinos de los setos proporcionan. Estos
animales son unos artistas del escape y pueden comerse y abrirse paso entre los setos antes de
que te des cuenta. Es por eso por lo que siempre hay que tener una valla adicional. Los setos
son un cobijo y cortavientos naturales. Recuerda que los setos pueden albergar plantas
venenosas que se tienen que eliminar como tejos, laurel, rododendros, dedaleras, roble,
helechos, hierba de Santiago y belladona, por nombrar algunas.
POSTES DE MADERA Y TRAVIESAS
Aunque es caro, los postes de madera con traviesas (4) son lo ideal.
Normalmente llevan 3 traviesas pero la extra se debería poner a
unos 45 cm del suelo, ya que algunos burros se pueden escurrir
entre la tercera y el suelo. Los cercados de madera necesitan
tratamiento periódicamente, con productos que no perjudiquen a los
animales.
Puede que los burros muerdan los cercados de madera. Esto puede
deberse a que les guste la fibra o a que estén aburridos. Si les
proporcionas troncos con corteza para que los mastiquen y les
aseguras la paja es menos probable que muerdan las vallas.
ALAMBRADA
Los postes de madera con alambrada tensionada entre ellos es una alternativa más barata. Es
importante comprobar regularmente que la alambrada está correctamente tensada. Si se deja
floja por la parte baja los burros podrían meter sus patas y quedar atrapados. Una traviesa de
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madera o un alambre sencillo bien tenso se debería colocar sobre la
alambrada para evitar que los burros se asomen por encima para
alcanzar la hierba o setos que pueda haber al otro lado.
ALAMBRE DE PÚAS
Deberías evitar el uso de alambre de púas donde sea posible. Si la
alambrada se encuentra junto a un seto fronterizo, el alambre
superior puede ser de púas pero tiene que estar bien tenso y se tiene
que inspeccionar periódicamente. No es seguro utilizar alambre de púas para delimitar los
prados, ya que los burros pueden apoyarse. Para evitar el riesgo de heridas en las partes bajas
de las patas, no utilizar alambre de púas a menos de 90cm del suelo.
VALLADO ELÉCTRICO
Existe una manera versátil y efectiva de controlar el pasto. El
vallado eléctrico se puede utilizar para crear prados dentro de un
terreno o para dividir el pasto en franjas. La división del pasto en
franjas consiste en poner la valla a lo largo del prado y moverla
una cierta distancia cada día para controlar la cantidad de hierba
que los burros ingieren.
La colocación de un vallado eléctrico implica la colocación de
postes, pasar el alambre a través de ellos y conectarlos a una
unidad eléctrica. En El Refugio del Burrito preferimos usar cinta
porque es más visible que el alambre. Es importante medir cuanta cinta o alambre se necesita
para poder comprar la unidad eléctrica apropiada. Si ésta no es la correcta, la alambrada
eléctrica no será efectiva. Se deben seguir las instrucciones de la unidad eléctrica
cuidadosamente.
ZONAS DE ACCESO
Durante el invierno, las zonas de acceso pueden
ponerse húmedas y pantanosas. La mejor manera de
prevenir esto es sacando a los burros del terreno y
tenerlos en zonas cubiertas de suelo duro. Se les puede
sacar cuando las condiciones lo permitan. No todo el
mundo se puede permitir ese lujo, así que prevenir es
mejor que curar. En El Refugio echamos virutas de
corteza durante los meses de invierno para evitar que
los accesos se empantanen.
Puntos a tener en cuenta:


Tener los bebederos y comederos alejados de zonas de acceso y de árboles.
Si puedes acceder por otro sitio, hazlo.
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Los accesos deberían ser diseñados para permitir tanto la salida como la entrada al terreno.
Las cancelas deben tener buenas bisagras y se deben cerrar con seguridad para que no se
escapen los burros.
MANTAS PARA BURROS
Es bastante improbable que un burro joven y sano necesite una manta pero, ya que carecen de
pelaje impermeable, siempre deberían tener acceso a un refugio o establo. Sin embargo, si un
burro es viejo o está enfermo será más susceptible ante la enfermedad y el frío y será más
complicado mantenerlo en su peso. Un burro viejo que lleve manta necesita menos comida
para mantener su peso y temperatura. Para ayudar a mantener su temperatura, puedes usar
lámparas en los establos o una manta. Los materiales modernos para mantas incluyen nylon
impermeable irrompible que permite que el pelaje transpire y aleja la humedad. Modelos
alternativos tienen forro de algodón de poco peso o acolchados. Las mantas no deberían tener
costuras y deberían ser ligeras para que sean cómodas para los burros. Las correas del
abdomen hacen innecesarias las de las patas, las cuales pueden rozar. Las mantas tienen una
correa opcional que se pasa por debajo de la cola para evitar que se deslice sobre los cuartos
traseros. A menudo tienen una tapa sobre la cola para permitir que el agua de lluvia no caiga
en las patas traseras.
Las mantas de exterior también pueden estar hechas de lona impermeable con forro de manta,
que reciben el nombre de mantas de Nueva Zelanda. Este tipo de mantas tardan mucho en
secarse y tienen costuras que pueden rozar y filtrar agua. Necesitan ser impermeabilizadas a
menudo. Muchas también tienen correas de pata, que pueden causar daño.
Las mantas se tienen que quitar a diario para cepillar el pelaje del burro antes de volverla a
poner. Durante los días cálidos y secos de invierno, es bueno dejar al burro sin manta un par
de horas, siempre asegurándote de que no se moja o coge frío. Las mantas se deben limpiar y,
si es necesario, impermeabilizar al final del
invierno, o antes si es preciso.
Para medir a tu burro para una manta, mide desde
el centro del pecho hasta la nalga (ver línea A en
el diagrama), no hasta el centro de la cola.
Si la manta es del tamaño correcto, se debe
ajustar bien sin restringir o impedir el
movimiento. El cruce de las correas del abdomen
debe quedar en el centro, sin tocar las patas
traseras. Las correas se deben ceñir al abdomen
del burro para evitar que se le quede la pata
atrapada cuando se rasque o juegue.
Cuando estés ajustando la manta al burro, hazlo despacio y con confianza. No la eleves hacia
arriba para dejarla caer sobre él porque lo puedes asustar. Mantén la manta baja y deslízala
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suavemente sobre su espalda. Déjala más delante de lo que es necesario, ajusta las correas
delanteras y deslízala hasta su posición, así te aseguras de que el pelo está liso debajo de la
manta.
Ajusta primero las correas del cuello y después las del abdomen. Cuando quites la manta,
desata las correas del abdomen primero y luego las del cuello. Así se reduce el riesgo de
accidentes si el burro se mueve y la manta se desliza antes de desatarla.
No se le debe poner manta a un burro que esté mojado. Sin embargo, una manta que drene se
puede usar para quitar la humedad al burro y ayudar a que seque antes de colocarle su manta
habitual.
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MANTENIMIENTO DE LOS ESTABLOS
ESTABLO
El establo de los burros debería ser una zona donde se puedan proteger del calor y las moscas
en verano y que le sirviera como refugio del mal tiempo en invierno. Es necesario que el
establo tenga un suelo que drene bien y una cama donde el burro pueda tumbarse
cómodamente.
En ocasiones, los burros tienen que estar dentro del establo: cuando están enfermos, cuando
el veterinario va a hacer una visita o mientras se mueve la alambrada eléctrica, por ejemplo.
Es aconsejable que haya una puerta con cerrojo o barrera para mantener a los burros dentro.
GUÍA PARA EL ESTABLO IDEAL
Existen varios puntos a tener en cuenta a la hora de diseñar el establo de un burro:
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Los animales tienen que tener acceso al establo en todo momento. No es sólo para
ofrecerles protección durante el invierno, sino también para darles sombra en verano.
Existe un amplio surtido de establos y refugios en el mercado o puede que tú ya
tengas uno adecuado, o que lo sea con algunos cambios.
Cubre una superficie de unos 4,5 m2 por burro, 9m2 para un par.
Es esencial que tenga suelo duro antideslizante y que drene bien, p.ej. cemento o
ladrillo.
Deja un patio exterior asfaltado.
Evita los materiales de construcción que favorezcan la condensación, especialmente
para los tejados.
Asegúrate de que hay buena ventilación pero evita que haya corrientes de aire a la
altura de los burros. Ten en cuenta la principal dirección del viento cuando diseñes tu
establo y constrúyelo de espaldas al mismo.
Las puertas del establo tienen que dejar al burro ver
por encima de ellas con facilidad. Las puertas para
caballos son normalmente muy altas.
Protege los cristales de las ventanas con malla de
alambre.
Comederos a nivel del suelo o de rincón para evitar
que la comida se estropee. El uso de redes de heno
no es aconsejable porque es mejor que los burros
coman del suelo y además, las redes vacías pueden
suponer un peligro para el animal.
Fija las anillas para atarlos a la altura correcta, p. ej.
a la altura de los ojos.
Una zona con suelo duro cubierta y bien iluminada
es de gran ayuda para el herrador.
Coloca los establos o refugios en zonas donde el
© The Donkey Sanctuary
suelo drene bien y evita los lugares donde es más probable que haya moscas. Si son
móviles, cámbialos de sitio cuando el terreno empiece a ponerse fangoso (si esto no es
muy práctico, echar una capa de virutas de corteza puede ser una medida de
prevención alternativa)
COMEDERO DE SUELO
Los burros en libertad pastan con la cabeza hacia abajo.
Comer de una red o rejilla no es lo natural para ellos. Si
tienen que llegar hasta una red o rejilla para comer, algunas
partículas de heno o paja podrían caerles en las orejas u ojos
y los problemas respiratorios podrían agravarse. Para evitar
esto, ponles comederos de suelo sin bordes afilados. Pon
suficiente paja para que puedan rebuscar en ella: no se
desperdicia nada porque lo que quede puede servir para la
cama del día siguiente. Si es posible, coloca el comedero de
manera que el burro no tenga que pisar la cama mientras
come. En invierno, es posible que tengas que añadir un poco de heno a la paja si los burros no
se mantienen bien con la dieta de hierba y paja (ver folleto de medidas para un establo)
AGUA
Los burros necesitan tener acceso a agua limpia en todo momento:
son muy exigentes con lo que beben. Un cubo con un buen soporte
o un bebedero auto-rellenable siempre tienen que estar a su alcance
y se tienen que limpiar a diario. El uso de cubos asegura un control
de lo que bebe el burro pero un bebedero auto-rellenable significa
que los burros no se quedarán sin agua ni de día ni de noche.
SALEGAR
Una pieza de mineral para equinos se debe colgar dentro del establo o refugio para que los
burros puedan complementar su dieta a su antojo. No se aconseja los que tienen melaza, ya
que puede provocar el inicio de una laminitis.
SUMINISTRO ELÉCTRICO
Una luz eléctrica es esencial en los meses de invierno y también es muy útil una lámpara de
calor. Todo el cableado se debe revestir con tubos anti rata y los enchufes deben ser a prueba
de burro y estar fuera del establo. Las luces se deben proteger con cubiertas de plástico y
mallas de alambre. Limpiar las telarañas y el polvo regularmente.
CAMA
© The Donkey Sanctuary
La cama en el suelo del establo lo mantiene limpio y fresco y asegura que el burro tenga un
lugar cálido y seco donde echarse. Los factores que determinarán tu elección del tipo de cama
incluyen las facilidades de almacenamiento, el precio y la facilidad para deshacerse del
estiércol.
PAJA
Existen tres tipos principales de paja: cebada, avena y trigo.
La cama de paja de cebada es la mejor para los burros sanos. El valor nutritivo de la cebada
es menor que el de la avena y mayor que el del trigo y además es muy cómoda para los burros
y drena el agua razonablemente bien. Si no se dispone de cebada, se puede utilizar paja de
avena o trigo. Para burros con sobrepeso es mejor la paja de trigo. La cama de paja es la más
barata. Si los burros tienen problemas respiratorios o necesitan una dieta especial se debe
considerar la posibilidad de poner una cama sin polvo. Tendrás que comprar paja de cebada
para dar de comer a los burros así que es conveniente que la uses también para la cama.
El valor nutritivo de la paja de avena es mayor y también es más apetecible. Los burros
tienden a comer más y coger peso.
La paja de trigo es la de menor valor nutritivo. Suele tener espigas espinosas y no es tan
cómoda para tumbarse en ella. No drena muy bien y puede ser polvorienta, lo que puede
hacer toser al burro.
La MADERA TRITURADA supone un avance en cama sin polvo. Proviene
específicamente de madera blanca reciclada (p.ej. palets) finamente triturada, lo cual la
convierte en uno de los productos para cama más “verdes” del mercado. Se produce con un
estándar de calidad muy elevado y se comprueba su limpieza y consistencia rigurosamente.
La madera triturada se vende en balas selladas de 25 kg así que se puede almacenar en el
exterior. No drena pero es absorbente, lo que hace que la superficie de la cama permanezca
seca y gracias a su consistencia es menos probable que se mueva cuando el burro se mueve o
se echa o se levanta, ayudando así a prevenir heridas.
El PAPEL TRITURADO es un material para cama libre de polvo que se hace con cualquier
tipo de papel desechado, como periódicos o revistas. Las balas se envuelven en polietileno,
por lo que es fácil de almacenar en el exterior. El papel puede ser una cama cálida, blanda y
muy absorbente. Sin embargo, el papel mojado puede ser muy pesado de manejar y los días
de viento el papel seco volará con facilidad por el corral.
VIRUTAS
Tienen que ser de madera blanca/blanda y no contener polvo. La madera roja/dura puede ser
venenosa y causar problemas respiratorios. Las virutas son una cama alternativa para burros
enfermos o cojos a los que les resulte difícil moverse en la paja. Cuando el veterinario
aconseja poner a dieta a un burro con sobrepeso, el uso de virutas para la cama permite un
mayor control de la cantidad de paja que el burro come. Las virutas son más caras que la paja
© The Donkey Sanctuary
y tardan más en estropearse. Las virutas absorben la orina, creando parches de humedad que
se deben quitar a diario.
CARTÓN TRITURADO
Es una alternativa a las virutas para una cama cómoda y libre de polvo para un burro enfermo
o cojo. Cuando el veterinario aconseja poner a dieta a un burro con sobrepeso, el uso de
cartón para la cama permite un mayor control de la cantidad de paja que come. Es
biodegradable pero tarda mucho tiempo en corromperse. Su precio es más o menos igual que
el de las virutas. Los burros pueden comerse la cama de cartón así que hay que vigilar por si
les produce algún efecto nocivo.
ALFOMBRA DE GOMA
Proporciona una zona cómoda y segura para los burros. Algunas tienen zonas en forma de
panal en la parte inferior para permitir el drenaje. Hay que poner una capa de virutas, paja o
cartón para absorber la humedad. Se tiene que limpiar regularmente y la inclinación del suelo
debe ser la apropiada para permitir un buen drenaje debajo de la alfombra. Este sistema puede
resultar caro.
LIMPIEZA DEL ESTIÉRCOL
Los parches de estiércol húmedo en paja, virutas, madera, cartón o papel triturados se pueden
retirar cada día o bien dejarlo en un lecho profundo. Para mantener el establo o refugio limpio
se necesita horca, escoba, pala, carretilla, desinfectante y recogedor de excrementos. La
limpieza diaria es la mejor manera de controlar el entorno de tus burros y observar cualquier
cambio de comportamiento durante tu ausencia.
El lecho profundo consiste en sacar el estiércol de la cama y echar una capa limpia sobre la
base para mantener seca la superficie. La base se torna compacta y la orina se filtra hasta el
fondo. Se tienen que limpiar cada cuatro o seis semanas. El problema de este sistema es el
olor y la reproducción de bacterias.
LIMPIEZA DIARIA
Es el mejor método, ya que todos los excrementos y humedades
se quitan a diario. La parte de cama limpia y seca se debe dejar a
un lado mientras se retiran los excrementos y parches de orina.
Barrer el suelo y desinfectar si es necesario. Deja la cama a un
lado hasta que el suelo se seque. Se puede dejar durante el día y
ponerla bien por la tarde. Cuando se ponga la cama, esparcirla
por todo el suelo. Echar paja limpia junto con la que no se han
comido el día anterior. Cuando abras una bala de paja nueva, ten cuidado con el cordel
porque puede provocar heridas.
© The Donkey Sanctuary
Cuando se haya acumulado la paja alrededor de las paredes a una altura de unos 40 cm ya se
puede disponer la cama de unos 20cm. La paja de alrededor servirá de cojín para evitar que
los burros se echen muy cerca de la pared y se queden atascados si se dan la vuelta.
Si haces la cama de tus burros cada día serás capaz de ver si uno de ellos ha dado más vueltas
de lo normal porque la cama estará deshecha. Esto podría indicar algún problema de salud.
Cuando limpies, anota mentalmente el número de excrementos y su consistencia, ya que si
cambia también puede ser indicativo de algún problema de salud.
Si los burros tienen que permanecer en el establo durante un tiempo, es una buena idea
dejarles un espacio sin cama, si es posible, ya que esto ayudará a mantener sus cascos sanos.
MONTÓN DE ESTIÉRCOL
El control de tu montón de estiércol es un asunto importante para los burros, los dueños, los
cuidadores y los vecinos.
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Los burros no deberían tener acceso al montón de estiércol.
Se debe colocar donde no contamine el curso del agua, ríos, riachuelos ni el agua del
terreno.
También debe colocarse donde no suponga un estorbo para las casas y los usuarios de
derechos de paso.
Debe estar en un sitio de fácil acceso desde los establos y desde la carretera para
cuando lo vayan a recoger.
No debe estar muy cerca de los establos porque puede suponer una molestia para los
burros debido a las moscas o un peligro de incendio, ya que el estiércol puede
alcanzar mucha temperatura.
El montón de estiércol debería estar sobre una base dura y contenido por muros para
evitar el escape de líquidos. Cualquier montón temporal (que se recoja cada semana
por ejemplo) debe estar, como mínimo, a 10 metros de cualquier curso de agua y al
menos a 50m de un pozo o riachuelo que suministre agua para consumo humano o
para una granja.
Para deshacerte del estiércol de paja puedes contar con algún contratista agrícola, granjero,
usarlo en tu jardín o dárselo a amigos y familiares para sus jardines. Pero para que sea abono
orgánico se tiene que dejar un año. Si no usas cama de paja, el estiércol tarda mucho más en
descomponerse así que un granjero o contratista es una buena opción para su retirada.
© The Donkey Sanctuary
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