LENGUAJE, PENSAMIENTO Y REALIDAD. ALBERTO ESPEJO Antes de hablar de este tema es indispensable resaltar que no existe una vía directa entre el lenguaje y la realidad, ya que obligatoriamente tenemos que pasar por el concepto, pero de una manera fugaz y silenciosa debido a que este es un medio que no media, para luego de esta manera llegar a la realidad y detenernos a reflexionar sobre el concepto. Se sabe que un signo escrito remite a un signo oral; y que a su vez, los signos orales conducen a los signos intelectuales (conceptos). Esto ha provocado que algunas personas sostengan que todo es signo de signos y que es imposible escapar de ellos, pero esto es falso porque de ser asi el lenguaje nunca nos llevaría a la realidad sino a otro lenguaje, esto haría posible que pudiéramos interpretar una y otra vez el lenguaje pero nunca nos permitiría ponerlo en directa relación con el mundo. Esta es una posición escéptica planteada por J. Derrida que puede ser superada si comprendemos como funcionan los signos y si aprendemos a diferenciar entre los signos formales y los signos instrumentales. Sabiendo entonces que los signos instrumentales (el lenguaje) son la herramienta que le sirve de vehículo al pensamiento y a su vez nos llevan a la realidad a la que se refieren. Y los signos formales o sea los conceptos son aquellos que sin previa noticia de ellos nos llevan al conocimiento de otra cosa y nos ubican en el mundo de una forma exacta. El problema comienza cuando el concepto se objetiviza es decir, cuando se convierte en un signo instrumental, porque las cosas se terminan percibiendo no por sus propias características sino por las que la mente les asigna. Muchas personas creen que para poder pensar se necesita del lenguaje y esta es una creencia que se adquiere desde la niñez y Edward Sapir lo confirma al decir que “los seres humanos no solo viven en el mundo objetivo, tampoco solamente en el mundo de la actividad social como normalmente se cree, pues se encuentran a la merced de la lengua que constituye el medio de expresión de la sociedad a la que pertenecen.” Resalta que sería ilusorio pensar que el ser humano puede adaptarse a la realidad sin servirse del lenguaje y que el lenguaje no es más que un medio casual para resolver problemas específicos de la comunicación. Pero Sapir no es el único que defiende esta creencia, Jerome Bruner también lo hizo y le agrego que no solo nos servimos del lenguaje para representar la realidad sino también para transformarla... Sapir y Bruner sostienen que el lenguaje desempeña un papel fundamental en la actividad de pensar. Sin embargo un psicólogo muy importante, Jean Piaget no comparte esta opinión ya que considera que primero está el pensamiento y luego el lenguaje porque el lenguaje por sí solo no da abasto para explicar el pensamiento. Como hemos podido observar a lo largo de muchos años ha existido la polémica de la relación que existe entre el lenguaje y el pensamiento y han surgido preguntas como ¿hasta qué punto estamos ligados al lenguaje? , ¿Es posible un pensamiento sin lenguaje? Y tratando de resolver estas incógnitas se han formulado algunas hipótesis como por ejemplo: El lenguaje como traducción del pensamiento: en esta tesis se plantea 3 creencias que son las siguientes: 1) El pensamiento se forja en la intimidad de la persona y esto es falso porque el lenguaje se forja es en lo social. 2) El es un signo o un código del lenguaje, es decir, que una persona cuando habla expresa sus vivencias mentales traduciéndolas a un mensaje lingüístico que es decodificado por la otra persona que lo escucha, pero esta posición presentaba un problema que era el tránsito de la comunicación ya que si una persona traduce su pensamiento a un lenguaje y lo trasmite a otra ¿Cómo puede estar seguro de que esta ha entendido lo que le quería decir? 3) El lenguaje es diferente al pensamiento, están separados: falsa también porque el lenguaje ya es pensamiento expresado y no es una cosa separada de la otra. El lenguaje Como determinante del pensamiento: formulada por Benjamín Whorf. Y consiste en que el pensamiento está sujeto al lenguaje, es decir que el lenguaje determina el pensamiento. Esta hipótesis ha tenido muchas críticas algunas de ellas son las siguientes: 1) Que la misma formulación de la hipótesis supone que el determinismo lingüístico no es tan sólido como Whorf pretende puesto que la hipótesis es enunciable. Es decir, según él, el lenguaje determina el pensamiento, pero si esto es asi entonces ¿como pudo estudiar otras lenguas diferentes a la suya? 2) El hecho de que el lenguaje pueda ser usado metalingüísticamente no puede ser explicado si el lenguaje determina absolutamente el pensamiento. Esto quiere decir que si el lenguaje determina el pensamiento no nos permite un punto en el que podamos hablar del lenguaje. 3) Whorf parte del supuesto de que el mundo se nos da en un flujo caleidoscópico de impresiones, como caos de sensaciones. Esta idea no es verdadera porque el mundo no cambia por el lenguaje. 4) Es posible que haya diferentes modos de interpretar la realidad debido a estructuras lingüísticas diferentes. Esto lo que nos dice es que por el simple hecho de que el mundo este estructurado de forma diferente en las distintas lenguas, no implica la existencia de un determinismo absoluto precisamente porque podemos describir esas diferencias. El hecho de que cada lengua estructure el mundo de manera diferente tampoco nos permite hablar de un relativismo lingüístico como lo pretende hacer Whorf en otra de sus hipótesis, porque en cada lengua se puede describir las diferencias entre ellas y el mundo y entre otras lenguas. Lo que quiere decir que las categorías lingüísticas (gramaticales y lexicales) no determinan el pensamiento y mucho menos nuestro acceso al mundo; ya que todo lo que se dice en una lengua también se puede decir por medio de otra de forma distinta pero con el mismo significado. El lenguaje como vehículo del pensamiento: Esta tesis fue formulada por Wittgenstein, y el explica que el lenguaje es el vehículo del pensamiento porque lo contiene y lo expresa de tal manera que no existe distancia entre lenguaje y pensamiento. Es decir, el lenguaje contiene lo pensado. Peirce dice que la expresión y el pensamiento son una sola cosa. Nos dejan claro que el lenguaje no es una traducción pública del pensamiento privado. Y que el pensamiento está dentro del lenguaje lo que significa que no es un simple instrumento y que lo pensado es lo dicho. Para concluir se podría decir que no hay lenguaje sin pensamiento