VERDADES OCULTAS EN LA INTERPRETACIÓN DEL

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VERDADES OCULTAS
EN LA INTERPRETACIÓN DEL FALLO DE LA HAYA
Dr. Hugo SALINAS
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La interpretación peruana del veredicto de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya me
recuerda a un incidente callejero. Sucede que un par de jovenzuelos reúnen todas sus economías y
se dirigen al centro de la ciudad a comprar lo anhelado. De vuelta a su casa declaran lo siguiente.
“Mamá, mamá, qué buena gente es el ladrón, nos ha dado para nuestro pasaje de regreso”. Algo de
esto leo y escucho en la interpretación peruana de la sentencia de la CIJ de La Haya.
La historia es larga, pero en este caso, al parecer, todo comienza con la desastrosa guerra con Chile
de fines del siglo XIX, en donde los militares peruanos se corren del campo de batalla a medida
que los chilenos avanzaban hacia lo que sería la batalla de Miraflores, como lo relata el capitán
Manuel González Prada.i O los civiles dueños del Perú que en pleno conflicto esgrimen el slogan:
“en río revuelto ganancia de pescadores”. No les interesa el país, solo cuenta para ellos el
enriquecimiento. Es el caso del presidente de la República que con el pretexto de comprar armas
viaja a Europa y se apropia de la totalidad de lo recaudado para hacer frente a los chilenos.
Esta tristemente célebre Guerra con Chile se concluye con el Tratado de Ancón (1883). A la fecha
del Tratado, el departamento de Tacna contaba con tres provincias: Tacna, Arica y Tarapacá. Con
el Tratado de Ancón Chile logró, “perpetua e incondicionalmente”, el dominio sobre la provincia
de Tarapacá, y la ocupación “durante el término de diez años” de las provincias de Tacna y Arica.
Todos sabemos que Chile hizo lo necesario para quedarse con la provincia de Arica. La apropiación
de las salitreras y otras materias primas fue el objetivo de la guerra.
Miguel Iglesias, militar de carrera, en tanto que presidente de la República y firmante del Tratado
de Ancón, permitió que Chile se apoderara también de los yacimientos de guano que se encuentran
en toda la costa del Perú, como la isla Lobos, hasta que se agotara, o se pagara la deuda de los
acreedores del Perú.
Pero como la frontera chilena-peruana no fue claramente delimitada por el Tratado de Ancón, se
aprovechó para tal efecto el Tratado de Lima de 1929, orientado sobre todo a resolver el destino de
las provincias de Tacna y Arica. En él se fija la Línea de la Concordia y, a continuación, se optó
por instalar 12 hitos ubicados en un semicírculo, y cuyo radio de diez kilómetros tenía por centro
al puente del río Lluta. (Ver lado derecho del gráfico N° 1)
Es así como aparece el Hito 1, el más próximo al mar, ¡pero a una distancia de más de 264 metros!
Una vez más, la negligencia de los militares peruanos se hace presente.
Con excepciones muy honrosas, los generales de nuestras fuerzas armadas y el aparato burocrático
del ministerio de relaciones exteriores, más interesados en sus asuntos personales que en los del
país y, bien apoltronados en sus oficinas en Lima, probablemente sin ni siquiera conocer el terreno
materia de la disputa, facilitan a los chilenos que se sigan apropiando de suelo peruano. Y en esta
1
oportunidad, como lo veremos luego, se apropiaron no solamente territorio continental sino incluso
marítimo.
Gráfico N° 1ii
En la ejecución de este tratado
se conviene instalar 12 hitos. Y
en la cuenta regresiva de los
hitos 12 al 1, en forma semicircular, la frontera debería
terminar en el Hito 1 en la
posición de lo que hoy se llama
el Punto Concordia, entre el
mar y el continente. Pero por
una negligencia de “nuestros
defensores de la patria”, entre
el Hito 1 y el Punto Concordia
existe una distancia de 264.5
metros que no fue señalizada
(Ver gráfico N° 2).
¿Eran tan ciegos nuestros militares y funcionarios de relaciones exteriores que no pudieron
percatarse del error de distancia entre en donde se plantó el Hito 1 y la orilla del mar?
Gráfico N° 2
Y lo peor, aprueban dispositivos legales sin medir las
consecuencias de lo que ellos mismos escriben, como es el
caso del Decreto Supremo 781 del 1 de agosto de 1947
cuyo artículo 3ro a la letra dice: “el Estado ejercerá su
‘protección y control sobre el mar adyacente a las costas
del territorio peruano […] siguiendo la línea de los
paralelos geográficos’”iii. Esto nos invita a pensar que se
pasaron cosas oscuras a las que nos tienen acostumbrados
los que piensan solo en el beneficio personal.
Ha pasado tiempo para que los peruanos exijan el
establecimiento de un punto de referencia preciso en los
límites territoriales. Se trata del Punto Concordia. Como
lo vemos en el gráfico N° 2, es la posición natural y lógica,
que debió establecerse desde la ejecución del Tratado de
Ancón de 1883 o, en el peor de los casos en la ejecución
del Tratado de Lima de 1929.
En 1947, manu militari, los chilenos prolongaron su espacio marítimo de las 200 millas hasta
alcanzar el paralelo que pasa por el Hito 1 (Ver lado izquierdo del gráfico N° 1). Una apropiación
de miles de kilómetros cuadrados. ¿Qué hizo nuestra fuerza armada? ¿Qué hizo el ministro de
relaciones exteriores y toda su burocracia? Ya no hablemos del presidente de la República. El de
ayer como el de ahora, se dedican a ocultar la verdad.
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Han tenido que transcurrir 60 años para que un presidente de la Republica decida recuperar, ante
la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya, el territorio marítimo perdido, con todo su valor
económico altamente apreciado por los chilenos.
Y la sentencia de la CIJ de la Haya, tan celebrada por el presidente de la República del Perú, su
ministro de relaciones exteriores, los altos graduados de las fuerzas armadas y la prensa en general,
es como lo descrito anteriormente: una devolución de diez centavos los hace sentir sumamente
contentos, a pesar de la pérdida de miles de kilómetros cuadrados de zona marítima. Y como yapa,
una apropiación chilena en ciernes, de más de 37 mil metros cuadrados de territorio continental.
Observemos el lado izquierdo del gráfico N° 1, en donde se aprecia la invasión chilena de 1947 en
territorio marítimo peruano. Proyectan hacia arriba su zona marítima de 200 millas hasta el paralelo
18º21'03" que pasa por el Hito 1. Miles de kilómetros cuadradas arrebatados al Perú sin que “los
defensores de la patria” emitan el menor gemido.
En el gráfico N° 2 se puede observar, claramente, cómo, desde ahora, se da inicio a una apropiación
de territorio continental peruano de más de 37,000 metros cuadrados. Los chilenos, en 1947, al
proyectar su zona de usurpación marítima hacia el norte, manu militari, utilizaron el Hito 1 para
trazar su frontera marítima en función del paralelo 18º21'03" que pasa por el Hito 1. Miremos el
gráfico N° 2 y constataremos dos cosas.
Primero, que existe una extensión de playa peruana sin derecho al mar. Es decir, los que viven en
las inmediaciones de esas playas la podrán observar, pero no podrán bañarse en ellas. Y los
pescadores, menos aún, no podrán extraer ni un solo pescado de ese mar que, hasta 1947 les
pertenecía.
Según nuestra ministra de relaciones exteriores, Eda Rivas, el Perú tendrá unos 300 metros de
“costa seca” (sin mar). Y agregó, que si bien esta figura no es usual, existen unos 6 casos en el
mundo.iv ¡Qué tal desparpajo! Porque existen, si existen, 6 casos en el mundo, no es problema para
los peruanos.
Segundo, estos “errores” de los representantes y defensores de la patria, está haciendo posible un
nuevo regalo a los chilenos, de un triángulo terrestre de no menos de 37 mil metros cuadrados.
Porque, Sebastián Piñeira, presidente de la República de Chile, ni corto ni perezoso ya lo dijo: “En
consecuencia, la confirmación por parte de La Haya de que la frontera marítima comienza en el
paralelo del Hito 1 ratifica el dominio sobre el triángulo terrestre respectivo”v
Lo que resta a decir es más evidente aún. Observando el gráfico siguiente N° 3, se puede apreciar
que la “recuperación” del “triángulo exterior” no es una victoria peruana, porque para los chilenos
ya era considerada como una zona de “alta mar” sin interés. Y si dudan, fíjense en el área
enmarcada en azul, cuya superficie fue ocupada por los chilenos desde 1947.
Lo que ha sucedido con el “triángulo exterior”, es que la CIJ de la Haya lo ha adjudicado
oficialmente al Perú, porque era algo que ya le pertenecía, y en donde Chile nunca ejerció ni control
ni vigilancia. No le interesaba simplemente.
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Además, de qué debemos sentirnos orgullosos si, por el contrario, la decisión de la CIJ de la Haya
ha sido regalar a Chile más de 16 mil kilómetros cuadrados de zona marítima, correspondiente al
triángulo interior, con cargo a nuestro territorio marítimo, al iniciar la línea equidistante a 80 millas
marinas mar adentro. Y este regalo, por un lado, es la zona marítima más densamente poblada de
recursos marinos y otras materias primas. No por gusto los chilenos invadieron nuestras aguas
marinas en 1947.
Gráfico N° 3
Por otro lado, la extensión
regalada es aún mayor si tomamos
en consideración que la línea
equidistante que debería separar las
aguas marinas chilenas y peruanas
debería tener por inicio al Punto
Concordia (18º21'08") y no al Hito
1 (18º21'03").
Entre ellos existe una distancia de
300 metros que multiplicado por las
200 millas marinas hace una
superficie de más de 500,000
metros cuadrados. Es decir, un
regalo disfrazado de más metros
cuadrados de territorio marítimo
peruano.
Los regalos son tan evidentes que el Canciller de Chile, Alfredo Moreno, “descarta que su país
haya perdido soberanía”.vi Asimismo, los analistas chilenos Alejandro Deustua y Farid Kahhat
“reconocieron que en términos prácticos la gran masa de pesca sigue en manos chilenas, pues la
anchoveta y peces similares navegan cerca a las costas, en un espacio que no se alteró, mientras
que a los peruanos les quedarán tiburones, que no son muy abundantes, o potas, que tienen bajo
valor comercial.”vii
Esta sentencia de la Corte Internacional de Justicia de la Haya nos lleva a reflexionar sobre la
utilidad de nuestras fuerzas armadas, y la eficacia de nuestro ministerio de relaciones exteriores.
Todos esos miles de millones de soles mal utilizados ¿por qué no se le orienta a resolver la pobreza,
desocupación y analfabetismo (antiguo y moderno) que laceran nuestro país? Esta medida
probablemente nos devolvería la autoestima y la unidad nacional perdida luego de la invasión
española. Una desvaloración de la identidad nacional a la cual han contribuido fuertemente todos
los cachacos convertidos en presidentes de la República, y los blanquitos con mente de colonizador
usufructuarios de los sillones dorados del ministerio de relaciones exteriores.
Ferreñafe, 1 de febrero del 2014
i
Manuel González Prada, Impresiones de un reservista, in http://cavb.blogspot.com/2011/08/manuel-gonzalezprada-en-las-batallas.htmls
4
ii
http://cinabrio.over-blog.es/article-mapa-equivoco-con-la-version-chilena-del-reclamo-peruano-113085286.html
José Enrique Briceño Berrú, Análisis de la Declaración de Santiago de 1952 y de la Convención de Lima de 1954 y
demostración de su insubsistencia jurídica como tratados de delimitación marítima entre Perú y Chile, Agenda
Internacional, Año XIX, N° 30, 2012, pp. 144-45
iv
http://peru21.pe/politica/haya-cinco-datos-entender-fallo-favor-peru-2167548
v
http://peru21.pe/politica/haya-cinco-datos-entender-fallo-favor-peru-2167548
vi
http://www.larepublica.pe/26-01-2014/la-haya-corte-internacional-de-justicia-dara-lectura-al-esperado-falloeste-lunes
vii
http://elcomercio.pe/politica/polemica/analistas-rechazan-que-quede-definir-triangulo-terrestre-noticia1705691
iii
5
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