Educar el sentido del humor en los niños

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EDUCAR EL SENTIDO DE LOS HUMOR DE LOS NIÑOS
El sentido del humor es una de las bases fundamentales para conseguir la felicidad.
¡Hay pocas cosas tan hermosas como la sonrisa o la carcajada de un niño! Para un padre no
hay nada mejor que ver a su hijo feliz, radiante con una sonrisa de oreja a oreja. La risa es uno
de los rasgos diferenciadores del ser humano ¿hay algún animal que se ría cuando está
contento? El sentido del humor y la sonrisa son actos exclusivos de la inteligencia humana.
La sonrisa tiene un efecto multiplicador. Expresa alegría y la transmite en doble a los demás.
Sonreír es como encender la luz de nuestro rostro e iluminar a todos los que están a nuestro
lado.
CÓMO HACER REÍR A LOS NIÑOS
El componente emocional de nuestros hijos es la llave a su felicidad presente y futura. Además
la risa y la sonrisa nos abren las puertas hacia los demás, es uno de los vehículos más
importantes que pueden emplear nuestros hijos para sociabilizarse. Enseñarles un trato
amable con los demás y la dedicación de su sonrisa y alegría, les ayudará a relacionarse con
cualquier persona. Por eso los bebés adoptan desde sus primeros meses de vida esta
conducta con la que consiguen palabras cariñosas y juegos por parte de quienes les miran y
caen cautivados por su gesto simpático y comprometedor.
Es muy importante desarrollar la actitud alegre de nuestros hijos y enseñarles a tener una risa
fácil, por ejemplo a través de juegos, teatros, incluso de situaciones reales que muchas veces
superan la ficción. Los padres deberíamos sacar en más ocasiones al niño que tenemos dentro
y sorprenderles…. Darles un punto de vista diferente sobre nosotros, para que no siempre
vean a mamá y a papá como los que les regañan cuando hacen algo mal, o les prohíben o les
aconsejan con seriedad. Jugar con ellos es una buena manera de avivar nuestra confianza con
ellos y ofrecerles un excelente compañero de juegos y risas a la altura de sus expectativas.
Educarles en el sentido del humor les proporcionará una seguridad y un bienestar emocional
muy beneficioso para su desarrollo psicológico y a la vez establecerá una confianza, una
complicidad, una comunicación y unos lazos afectivos entre nosotros a prueba de bomba.
CUÁNDO LOS NIÑOS SON MÁS FELICES
La felicidad va mucho más allá del tener, poseer….yo diría que reside en la ilusión, en el deseo
y en lo que emplea un niño para conseguir lo que quiere. Si el niño que está a punto de soltar
el dedo de sus padres para dar libremente sus primeros pasos, confía que puede contar con el
cuidado de ellos, se sentirá feliz y conseguirá lo que se propone. Lo mismo con la alimentación,
con el sueño, etc.
A la hora de educar a nuestros hijos, son muchos los aspectos que consideramos y muchas
veces dejamos de lado los sentimientos y sólo nos centramos en las buenas o malas conductas.
Existen algunas claves que los padres pueden considerar a la hora de educar a niños felices:
1-Establecer un canal de comunicación con ellos a través de actividades como el juego, la
música, el baile, la cocina o simplemente viendo una película o compartiendo un cuento, una
manualidad, etc.
2-Enseñando a los niños a aceptar sus frustraciones, de una forma constructiva y positiva.
También tiene que aprender a perder. A través de los límites se puede enseñar a un niño sobre
lo que es más o menos importante, y qué es lo que esperas de ellos.
3-Dejar que el niño exprese sus emociones, sus enfados…No lo reprimas. El niño puede
generar inseguridad y miedo a mostrarse tal como es. Debes enseñarle a respetar sus
emociones y buscar soluciones.
4-Valora a tu hijo por sus virtudes morales. Ensénale a compartir, a ser amigo, a ser
responsable con sus cosas, a tener disciplina con sus tareas. Estos valores son los que le
quedarán para su vida adulta.
5-No lo compares con otros niños, amigos o hermanos. Acepta a tu hijo tal como es, con sus
virtudes y defectos. Nadie es perfecto.
6-Las palabras tienen poder sobre los niños. Si estás diciendo continuamente a tu hijo que él”
es malo”, que” siempre hace todo mal”, lo que conseguirás es bajar la autoestima de tu hijo, y
no animarle a que se esfuerce por mejorar. Las malas palabras tienen un efecto contario en los
niños y en cualquier persona.
7-Enseña a tu hijo a ponerse en el lugar del otro. Que él busque no hacer a los demás lo que no
le gustaría que le hiciesen a él.
8-Enseña a tu hijo a reconocer y agradecer por todo lo que tiene, de corazón. Es importante
que él sepa que es un niño privilegiado, que tiene unos papás que le quieren, una casa en que
vivir, comida, escuela, amigos, salud,…..¡HAY TANTO QUE AGRADECER!
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