1 Variable Compleja I (Febrero 2015) Soluciones a los ejercicios del examen 1. Para cada n ∈ N , se considera la función fn : C → C definida por Z n√ fn (z) = t e−t z dt ∀z ∈ C 0 a) Probar que fn es una función entera y calcular su desarrollo en serie de Taylor centrado en el origen. b) Estudiar la convergencia de la sucesión {fn } en el semiplano de la derecha Ω = {z ∈ C : Re z > 0} . Z +∞ √ t e−t z dt para todo z ∈ Ω . c) Deducir que f ∈ H(Ω) , donde f (z) = 0 Solución. a). Fijado n ∈ N , para probar que fn es una función entera se puede aplicar el teorema de holomorfía de la integral dependiente de un parámetro, considerando la cadena Γ = [0, n] y la función Φ : Γ ∗ × C → C definida por √ Φ(t, z) = t e−tz ∀ (t, z) ∈ Γ ∗ × C Claramente Φ es continua y, para todo t ∈ Γ ∗ , la función Φt : C → C definida por √ Φt (z) = Φ(t, z) = t e−t z ∀z ∈ C es una función entera, luego el mencionado teorema nos dice que fn también es entera. No obstante, puesto que vamos a expresar fn como suma de una serie de potencias que converge en todo el plano, eso también probará que fn es entera. Fijado z ∈ C , para todo t ∈ [0, n] tenemos obviamente √ te −t z ∞ ∞ X √ X (−t z)k (−1)k √ k k = t = tt z k ! k ! k=0 k=0 (1) y vamos a probar que esta serie converge uniformemente en el intervalo [0, n] . Para todo k ∈ N ∪ {0} y todo t ∈ [0, n] se tiene claramente k (−1)k √ k k √ n|z| tt z ≤ n k! k! Teniendo presente que tanto n ∈ N como z ∈ C están fijos, la serie es convergente, de hecho su suma es √ X√ k≥0 ne n|z| . n|z| n k! k 2 Por tanto, el test de Weierstrass nos dice que la serie que aparece en (1) converge uniformemente en el intervalo [0, n] . Aplicando entonces la continuidad de la integral de Cauchy, tenemos Z n √ ∞ ∞ X X √ k 2 (−1)k n n k+1 k (−1)k k z (2) t t dt z = fn (z) = k! k ! (2k + 3) 0 k=0 k=0 y en particular, la última serie converge en el punto z que habíamos fijado. Como z ∈ C era arbitrario, la serie de potencias que aparece en (2) tiene radio de convergencia infinito y su suma coincide con la función fn en todo el plano. Esto prueba que fn es una función entera y (2) nos da su desarrollo en serie de Taylor centrado en el origen. b). Si B un subconjunto no vacío de Ω tal que ı́nf {Re z : z ∈ B} = α > 0 , probaremos que la sucesión {fn } converge uniformemente en B . Para ello escribimos la sucesión {fn } en forma de serie: fn = n X fk − fk−1 ∀n ∈ N k=1 donde se entiende que f0 es idénticamente nula. Para todo z ∈ B y todo k ∈ N se tiene entonces Z k Z k √ √ Z k −t Re z √ −k t −t z te dt ≤ e dt | fk (z) − fk−1 (z) | = t e dt ≤ k k−1 k−1 k−1 √ √ Z k −α t k −α(k−1) (eα − 1) √ −α k e dt = e − e−α k = ke = Mk ≤ k α α k−1 X Mk es convergente, ya que donde Mk se define por la última igualdad. La serie k≥1 Mk+1 lı́m = lı́m k→∞ Mk k→∞ r k + 1 −α e = e−α < 1 k y basta aplicar el criterio del cociente. Por el test de Weierstrass, la serie X ( fk − fk−1 ) k≥1 converge uniformemente en B , es decir, {fn } converge uniformemente en B . Si ahora K es compacto y K ⊂ Ω , tenemos claramente mı́n {Re z : z ∈ K} > 0 y podemos usar lo anterior con B = K . Por tanto, {fn } converge uniformemente en cada subconjunto compacto de Ω y, en particular, converge puntualmente en Ω . (c) Sabemos que {fn } converge puntualmente en Ω , y tenemos claramente Z n√ Z ∞√ −t z lı́m fn (z) = lı́m t e dt = t e−t z dt = f (z) ∀z ∈ Ω n→∞ n→∞ 0 0 Como fn es holomorfa en Ω para todo n ∈ N , y hemos visto que {fn } converge uniformemente a f en cada subconjunto compacto de Ω , el teorema de convergencia de Weierstrass nos asegura que f ∈ H(Ω) , como queríamos. 3 2. Integrando una conveniente función compleja a lo largo de la frontera del conjunto {z ∈ C : ε < | z | < R , 0 < arg z < π/2} , con 0 < ε < 1 < R , evaluar la integral Z +∞ log x dx 1 + x4 0 Solución. Consideramos el abierto Ω = C ∗ \ R− y el conjunto finito S formado por la raíces cuartas de −1 es decir, tomando α = e i π/4 , se tiene S = {α , i α , −α , −i α} . Es claro que S 0 ∩ Ω = ∅ . Como el logaritmo principal es una función holomorfa en Ω , la función f : Ω \ S → C definida por f (z) = log z 1 + z4 ∀z ∈ Ω \ S es holomorfa en Ω \ S . Para 0 < ε < 1 < R usamos el camino cerrado Γ = σ1 + γR − σ2 − γε , donde σ1 (x) = x , σ2 (x) = i x it γR (t) = R e , γε (t) = ε e it ∀ x ∈ [ε, R] ∀ t ∈ [0, π/2] Es claro que Γ ∗ ⊂ Ω \ S y que Γ es un ciclo nul-homólogo con respecto Ω , pues de hecho Ω es homológicamente conexo. Por último se tiene claramente Ind Γ (α) = 1 Ind Γ (i α) = Ind Γ (−α) = Ind Γ (−i α) = 0 y Por tanto, el teorema de los residuos nos dice que Z I = f (z) dz = 2 π i Res f (z) , α ) Γ Para calcular el residuo, se tiene claramente (z − α) log z log z = lı́m 4 z→α z→α (z + α)(z − iα)(z + iα) 1+z log α i π/4 π = = = 6= 0 3 3 2 α (1 − i)(1 + i) 4α 16 α lı́m (z − α) f (z) = lı́m z→α donde también se podría haber aplicado la regla de L’Hôpital. Así pues, f tiene un polo simple en el punto α y acabamos de calcular el residuo, luego podemos escribir I = 2πi π π2 α = 16 α 8 Denotaremos por I1 , IR , I2 , Iε a las integrales de f sobre los arcos σ1 , γR , σ2 , γε respectivamente, y vamos a trabajar por separado con cada una de estas integrales La que en principio no interesa es Z Z R log x I1 = f (z) dz = dx 4 σ1 ε 1+x 4 Por otra parte, tenemos Z Z I2 = R log (i x) i dx = i 1 + x4 f (z) dz = σ2 ε R Z ε log x π dx − 1 + x4 2 Z R ε dx 1 + x4 y observamos que la parte imaginaria de I2 también es la integral real que nos interesa. Claramente, en la igualdad I = I1 −I2 +IR −Iε , conviene igualar las partes imaginarias de ambos miembros, obteniendo √ Z R log x π2 2 = Im (I) = − dx + Im IR − Im Iε 4 16 ε 1+x Concluimos por tanto que √ Z R π2 2 log x + dx ≤ | IR | + | Iε | 4 16 1 + x ε (3) Trabajamos ahora con las integrales IR e Iε . Para z ∈ γR∗ tenemos | z | = R > 1 y 0 ≤ arg z ≤ π/2 , de donde | log z | ≤ log R + (π/2) y | 1 + z 4 | ≥ R4 − 1 > 0 Deducimos que πR | IR | ≤ 2 log R + (π/2) R4 − 1 , lı́m IR = 0 luego R→+∞ (4) Por otra parte, para z ∈ γε∗ tenemos | z | = ε < 1 y también 0 ≤ arg z ≤ π/2 de donde | log z | ≤ (π/2) − log ε y | 1 + z 4 | ≥ 1 − ε4 > 0 Deducimos que | Iε | ≤ π ε (π/2) − log ε , 2 1 − ε4 luego lı́m Iε = 0 ε→0 En vista de (3) , (4) y (5) , concluimos finalmente que Z 0 ∞ √ log x π2 2 dx = − 1 + x4 16 (5) 5 3. Sean f y g funciones enteras verificando que | f (z) | ≤ | g(z) | ∀z ∈ C ¿Qué se puede afirmar sobre f y g ? Solución. Suponiendo que g no es idénticamente nula, el principio de identidad nos dice que el conjunto A = {a ∈ C : g(a) = 0} verifica que A 0 = ∅ . Entonces C \ A es abierto, y consideramos la función h ∈ H(C \ A) definida por h(z) = f (z) g(z) ∀z ∈ C \ A que por hipótesis verifica | h(z) | ≤ 1 ∀z ∈ C \ A Fijado a ∈ A , como a es punto aislado de A , podemos tomar ρa ∈ R+ de forma que D(a, ρa ) ∩ A = {a} . La restricción de h a D(a, ra ) \ {a} es una función holomorfa y acotada, luego el teorema de extensión de Riemann nos dice que existe una única función ha ∈ H D(a, ρa ) tal que ∀ z ∈ D(a, ρa ) \ {a} ha (z) = h(z) Como lo anterior es válido para todo a ∈ A , podemos definir ϕ : C → C escribiendo ϕ(z) = h(z) ∀ z ∈ C \ A y ϕ(a) = ha (a) ∀ z ∈ A En el caso A = ∅ , lo anterior no es necesario, tomamos directamente ϕ = h . Como la restricción de ϕ al abierto C \ A coincide con h , el carácter local de la derivada nos dice que ϕ es derivable en todo punto de C \ A . Pero además, fijado a ∈ A , la restricción de ϕ al disco abierto D(a, ρa ) coincide con ha , luego ϕ también es derivable en el punto a . Así pues, ϕ es una función entera. Para z ∈ C \ A tenemos | ϕ(z) | = | h(z) | ≤ 1 . Pero, para a ∈ A también tenemos | ϕ(a) | = | ha (a) | = lı́m | h(z) | ≤ 1 z→a luego | ϕ(z) | ≤ 1 para todo z ∈ C . Por el teorema de Liouville, ϕ es constante, es decir, existe λ ∈ C tal que ϕ(z) = λ para todo z ∈ C , y obviamente será | λ | ≤ 1 . Para z ∈ C \ A se tiene entonces f (z) = h((z) g(z) = λ g(z) , igualdad que es evidente para todo a ∈ A , pues entonces g(a) = 0 , luego también f (a) = 0 . Finalmente, esta igualdad también es obvia, con λ = 1 por ejemplo, cuando g es idénticamente nula, pues entonces f también lo es. En resumen, podemos afirmar que ∃ λ ∈ C : |λ| ≤ 1 y f (z) = λ g(z) ∀ z ∈ C (6) Recíprocamente, si se cumple (6) , se tiene obviamente | f (z) | ≤ | g(z) | para todo z ∈ C , luego no se puede afirmar nada más. 6 4. Sea f ∈ H D(0, 1)\{0} una función que diverge en el origen. Probar que la imagen de f contiene un conjunto de la forma { z ∈ C : | z | > ρ } con ρ ∈ R+ . Solución. Puesto que f diverge en el origen, existe δ ∈ R+ , con δ ≤ 1 , tal que | f (z) | > 1 ∀ z ∈ D(0, δ) \ {0} Además, tenemos claramente 1 = 0 z→0 f (z) lı́m Definiendo entonces g : D(0, δ) → C por g(z) = 1 f (z) ∀ z ∈ D(0, δ) \ {0} y g(0) = 0 obtenemos una función g ∈ H D(0, δ) \ {0} , que es continua en el origen. Por el teorema de extensión de Riemann, deducimos que g ∈ H D(0, δ)) . Puesto que D(0, δ) es un dominio y g no es constante, el teorema de la aplicación abierta nos dice que la imagen de g es un conjunto abierto y, en particular, 0 = g(0) es un punto interior a la imagen de g , es decir, ∃ ε > 0 : D(0, ε) ⊂ g D(0, δ) Bastará entonces tomar ρ = 1/ε . En efecto, si w ∈ C verifica que | w | > ρ , tenemos | 1/w | < ε , luego existe z ∈ D(0, δ) tal que g(z) = 1/w . Como 1/w 6= 0 será también z 6= 0 , así que 1 1 = g(z) = , w f (z) es decir, w = f (z) Esto prueba que el conjunto {w ∈ C : | w | > ρ} está contenido en la imagen de f como se pedía.