DESPOJÉMONOS DE LA VIEJA…… El texto era conocido en San Pablo: “Despojémonos de la vieja levadura…….” Todo habría sido muy simple si no hubiese sido por la necesidad de, al leerlo, dar vuelta la página. Con tono decidido leyó: “Despojémonos de la vieja…..” y debió dar vuelta la página. En su apuro pasó dos hojas seguidas pero continuó con su tono decidido: “la loza del sepulcro…..” Allí se dio cuenta algo estaba mal y volvió a un fuerte y decidido: “Despojémonos de la vieja…..” Para no cometer el mismo error decidió humedecer en su boca uno de sus dedos. Ello hizo que se sintiera un silencio mientras en todos resonaba el: “Despojémonos de la vieja….” Algunos sonreían. “Levadura” leyó encontrando la página correcta pero después de haber dejado un silencio incorrecto. Ello motivó que volviese a pronunciar la frase “Despojémonos de la vieja levadura” Algunos, entre ellos yo, no pudimos evitar una sonrisa. Como no podía ser de otra manera no pude evitar centrar mis palabras en aquella frase. Fue, entonces, que pronuncié un sermón más o menos así……. “Despojémonos de la vieja” costumbre de vivir la misa como un ritual ya conocido. “Despojémonos de la vieja” manera de celebrar la eucaristía como una realidad donde somos meros espectadores. “Despojémonos de la vieja” idea de que ya conocemos todo lo de Jesucristo. “Despojémonos de la vieja” convicción de que todos son mejores que nosotros. “Despojémonos de la vieja” mentalidad que nos hace creer que todos son peores que nosotros. “Despojémonos de la vieja” costumbre de compararnos con los demás en lugar de valorar nuestra originalidad. “Despojémonos de la vieja” manía de burlarnos de los demás. “Despojémonos de la vieja” manera de mirar a los demás para ver en ellos sus errores. “Despojémonos de la vieja” idea de que a los demás tenemos para enseñarles pero ellos poseen muy poco para enseñarnos. “Despojémonos de la vieja” idea de que los demás tienen mucho que enseñarnos y nosotros muy poco que brindarles. “Despojémonos de la vieja” convicción de que nuestro cristianismo no tiene nada que ver con lo cotidiano de nuestra vida. “Despojémonos de la vieja” costumbre de pensar más en lo material que en lo esencial. Así continué con mi sermón. No lo continúo puesto que usted no está para escuchar (leer) un sermón. Pero podría continuar con una prolongada lista de realidades de las que sería necesario nos despojáramos. Nuestra realidad dice de vida cambiante y plena de novedades. Cuando nos establecemos en determinadas posturas desde las que miramos lo nuestro debemos asumir que debemos despojarnos de tales posturas. Siempre debemos mirar la vida con ojos plenos de novedad. Cuando así lo hacemos todo lo que nos rodea se nos vuelve una constante fuente de sorpresas y de admiración. Para ello debemos despojarnos de la vieja costumbre de mirar la vida con ojos desbordados de rutinas. Si supiésemos mirar la vida con ojos siempre nuevos todo lo nuestro sería un prolongado gracias. Si supiésemos mirar la vida con ojos nuevos siempre estaríamos más atentos a todos y cada uno de los detalles de esos signos que Dios nos obsequia. Todo se nos volvería una inmensa realidad para admirar. Todo se nos volvería una sencilla palabra que nos cuestiona e involucra. Releo lo escrito y debo, antes de poner un punto final a este artículo, pedirle no se quede sin dar vuelta correctamente la página no sea cosa que después diga: “El cura dijo que hay que despojarse de la vieja” Padre Martín Ponce de León SDB