Al rincón de pensar ¿El tamaño importa? POR Óscar Rodríguez Vaz “U stedes se entienden peor en esta sala que cuando se encuentran en un parque industrial chino”. En estos términos se dirigió la consejera de Desarrollo del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, al centenar de empresarios asistentes a una sesión sobre la dimensión de nuestra pyme que tuvo lugar el jueves en el recién inaugurado Palacio Europa. El doctor Eduardo Anitua, de la multinacional vitoriana BTI, y los empresarios Jesús Montaña, Íñigo Arizti y Carlos Pilarte dieron también su punto de vista respecto de si el tamaño importa para competir en los sectores en los que se mueven. Lógicamente, en muchos casos, tener más tamaño aporta muchas y evidentes ventajas competitivas. Pero no hay que perder de vista que ser una empresa mediana o pequeña también puede tener ventajas, ya que suele ser más ágil y flexible en la toma de decisiones, está más cercana a clientes y proveedores, conoce mejor a sus personas, etc. De cualquier modo, para adquirir dimensión, no existe sólo la vía de crecer uno mismo, sino que también se puede lograr en colaboración con otros. En ese sentido, la reflexión de la Consejera me pareció pertinente y valiente puesto que, al margen del tamaño, la necesidad de cooperación es un debate vivo y de plena actualidad entre el empresariado como se refleja en el Plan de Política Industrial para Álava presentado por la patronal SEA recientemente. Y también es un debate que se está dando más allá del mundo de la empresa, como se puso de manifiesto en el primer foro ÁGORA hace unas semanas, en el que participaron 300 agentes sociales, culturales y económicos del territorio. La colaboración entre agentes y empresas –incluso de la propia competencia– es uno de los retos que aparecen en las conclusiones de aquel encuentro. ¿El tamaño importa? Pues como me dijo uno de los asistentes a la jornada, lo que importa es la rentabilidad. Una reflexión válida para cualquier aspecto de la vida. ● QUÉ MUNDO Un hacker roba 272 millones de cuentas de correo y las ofrece a 1 euro RUSIA – Un hacker ruso puso a la venta 272 millones de cuentas de correo electrónico por 50 rublos (0,66 euros) después de haberlas pirateado. La empresa de seguridad Holden Security se percató del anuncio en un portal de Internet y le ofreció buenos comentarios en foros a cambio de que no publicara la infor- mación. El robo afecta a casi 57 millones de cuentas de Mail.ru –un servicio de email muy popular en Rusia–, 40 millones de Yahoo, 33 millones de Hotmail y 24 millones de Gmail. Un gran número de cuentas pertenecerían a importantes empresas y entidades bancarias estadounidenses. El hallazgo del golpe fue hecho por Alex Holden, miembro de Holden Security, en un foro on line en el cual el joven se encontraba alardeando de su robo. La empresa devolverá toda la informa- ción a los servidores propietarios, quienes se pondrán en contacto con los usuarios afectados. Intenta sacar a su exnovia de clase con una amenaza de bomba en su instituto CARTAGENA – Un joven de 27 años fue detenido en Cartagena como presunto autor de una amenaza de bomba en un instituto de secundaria que había realizado “por amor”, ya que no podía esperar a que saliera de clase su exnovia. Los hechos ocurrieron cuando se recibió una llamada amenazante desde un teléfono oculto que informaba de la colocación de una bomba, con música árabe de fondo y cuyo contenido terminaba repitiendo la frase, “Alá es grande”. La Policía estableció los protocolos de actuación ante tales circunstancias. Esto supuso la evacuación de las 700 personas que se encontraban en el centro educativo, la mayoría adolescentes, así como el acordonamiento de un perímetro de seguridad, la interrupción del tráfico y el cierre de los comercios de la zona. Finalmente, se dieron cuenta de la falsa alarma. El autor, un hombre de 27 años de edad y de nacionalidad española, sin antecedentes policiales, declaró que lo hizo porque su expareja estudiaba en el centro educativo y no quería esperar a que saliese de clase. El acusado puede ser condenado con penas de hasta tres años de prisión por un delito de desordenes públicos.