Revisiones contemporáneas en medicina cardiovascular Hipertensión pulmonar debida a cardiopatía izquierda Marco Guazzi, MD, PhD, FACC; Barry A. Borlaug, MD, FACC L a hipertensión pulmonar (HP) debida a una cardiopatía izquierda, clasificada como grupo 2 según la clasificación de Dana Point de 2008, se considera la causa más frecuente de HP y se asocia a una morbilidad y mortalidad elevadas. Los estudios epidemiológicos de la HP de grupo 2 son menos exhaustivos que los existentes para causas más minoritarias de HP, como las vasculopatías pulmonares aisladas, pero la atención prestada a esta entidad está aumentando rápidamente. La HP de grupo 2 puede deberse a una elevación distal pasiva de las presiones del corazón izquierdo o a una combinación de esto último con patologías arteriolares pulmonares. La mejora del conocimiento sobre las alteraciones de la estructura y la función pulmonares que dan lugar a la HP debida a cardiopatía izquierda es esencial para reducir la morbimortalidad de la insuficiencia cardiaca. En esta revisión, se examinan la epidemiología, la patogenia, los métodos diagnósticos, los modelos hemodinámicos y los ensayos clínicos existentes sobre la insuficiencia cardiaca complicada con una HP de grupo 2, y se comentan también las nuevas estrategias terapéuticas que se están investigando en la actualidad o que parecen prometedoras para el futuro. a un valor normal de la presión capilar pulmonar enclavada; (PCPE; ≤ 15 mmHg; Tabla)8. Este tipo de HP se ha denominado históricamente hipertensión arterial pulmonar (HAP), ya que el proceso patológico se encuentra a nivel de la vasculatura pulmonar. En esta revisión, utilizamos el término HP para referirnos a cualquier elevación de la presión arterial pulmonar media hasta un valor ≥ 25 mmHg, y designamos como HAP la HP de grupo 1. En guías previas se había indicado que un aumento de la presión arterial pulmonar media hasta un valor ≥ 30 mmHg con el ejerciciotambién era diagnóstico de HAP, pero un reciente metanálisis ha puesto de manifiesto que el envejecimiento normal puede asociarse a una elevación significativa de la presión arterial pulmonar (PAP) durante el ejercicio9,10, incluso en ausencia de toda enfermedad manifiesta. Las guías actualizadas han eliminado este criterio del ejercicio para la HAP, aunque estudios recientes realizados en pacientes con disnea inexplicada han demostrado que la elevación de la PAP durante el ejercicio puede ser un indicador importante de la presencia de una IC subyacente, lo cual sugiere un papel importante de la evaluación hemodinámica durante el ejercicio en la evaluación de una posible ICFEp11,12. La característica hemodinámica clave que diferencia la HP de grupo 2 de los demás tipos, es la elevación de la PCPE (> 15 mmHg; Tabla). Los pacientes con HP de grupo 2 pueden presentar una elevación de la PAP y ausencia o mínimo incremento del gradiente transpulmonar (GTP: PAP media-PCPE ≤ 12–15 mmHg). En estas circunstancias (a las que a menudo se denomina forma pasiva o postcapilar), la HP es simplemente un reflejo del aumento de las presiones cardiacas izquierdas distales, y la resistencia vascular pulmonar (RVP) es normal. Los pacientes con HP de grupo 2 pueden presentar una progresión a una fase de HP reactiva, con un aumento del GTP y la RVP. A esta forma de HP de grupo 2 se la denomina a menudo forma precapilar o mixta. Por razones que continúan sin estar claras, algunos pacientes no muestran una progresión con desarrollo de una vasoconstricción pulmonar reactiva intensa, a pesar de la presencia de una IC avanzada crónica1. Dado que el GTP depende del flujo (y varía en relación directa con el gasto cardiaco, GC), algunos autores prefieren utilizar la RVP (definida como GTP/GC) como medio para diferenciar la forma pasiva Definiciones El interés por la HP del grupo 2 ha estado limitado históricamente a la valvulopatía mitral y a las fases avanzadas de la insuficiencia cardiaca (IC), en las que las manifestaciones clínicas del fallo ventricular derecho (VD) comportan un pronóstico extremadamente desfavorable1–3. La identificación clínica de la HP de grupo 2 se ha ampliado, y estudios recientes han indicado que el aumento de las presiones arteriales pulmonares en reposo y con ejercicio puede producirse de manera asociada al envejecimiento normal4,5 y que los pacientes con IC y una fracción de eyección preservada (ICFEp) muestran también con frecuencia una HP6. Aunque se cree que la cardiopatía izquierda constituye la forma más frecuente de HP, los datos epidemiológicos existentes al respecto son menos abundantes en este grupo de pacientes en comparación con otros7. Las guías europeas más recientes definen la HP de grupo 1 como una elevación crónica de la presión arterial pulmonar media ≥ 25 mmHg asociada Heart Failure Unit, Cardiology, I.R.C.C.S., Policlinico San Donato, Department of Medical Sciences, University of Milano, San Donato Milanese, Milán, Italy (M.G.); y Division of Cardiovascular Diseases, Mayo Clinic, Rochester, MN (B.A.B.). Remitir la correspondencia a Marco Guazzi, MD, PhD, FACC, Heart Failure Unit, Cardiology, I.R.C.C.S., Policlinico San Donato, Department of Medical Sciences, University of Milano, Piazza Malan 1 20097, San Donato Milanese, Milano, Italia. Correo electrónico [email protected] (Traducido del inglés: Pulmonary Hypertension Due to Left Heart Disease. Circulation. 2012;126:975-990.) © 2012 American Heart Association, Inc. Puede accederse a la versión original de Circulation en http://circ.ahajournals.org 25 DOI:10.1161/CIRCULATIONAHA.111.085761 26 Circulation Enero, 2013 Tabla. Clasificación hemodinámica de la hipertensión pulmonar Grupo de pacientes Normal* PAP media (mmHg) PCPE (mmHg) GTP (mmHg) RVP (mmHg/L por min) 14 3 8 3 6 2 0,9 0,4 HP de grupo 1† 25 15 12 y 15‡ 2,5 y 3,0‡ HP de grupo 2, pasiva† 25 15 12 y 15‡ 2,5 y 3.0‡ HP de grupo 2, reactiva† 25 15 12 y 15‡ 2,5 y 3,0‡ HP indica hipertensión pulmonar; PAP, presión arterial pulmonar; PCPE, presión capilar pulmonar enclavada; GTP, gradiente transpulmonar; y RVP, resistencia vascular pulmonar. *Datos tomados de Kovacs y cols.9,10 †Datos tomados de Galiè y cols.8 ‡Los valores de partición para GTP y RVP utilizados para estas definiciones han sido diferentes en los distintos estudios y en este momento no hay una evidencia sólida que respalde un determinado valor de partición frente a los demás. de la reactiva. El documento de consenso más reciente sobre la HP de American College of Cardiology Foundation/American Heart Association no incluyó la RVP > 3 unidades Wood (UW) en la definición de la HP de grupo 1, aunque ello ha sido motivo de controversia13. Una de las ventajas del uso de la RVP en vez del GTP es que introduce una normalización respecto al flujo sanguíneo. Como inconveniente hay que mencionar que cualquier error en el que se incurra al determinar el GC afectará al valor calculado de la RVP. Esto puede llegar a ser bastante importante en los estados de bajo gasto cardiaco que se observan con frecuencia en la IC. El empleo generalizado de la ecocardiografía transtorácica, que permite obtener una estimación de la presión sis- tólica ventricular derecha (PSVD) a partir de la velocidad de regurgitación tricuspídea sumándole una determinada presión auricular derecha, ha llevado a una mejor apreciación de la carga que supone la HP en los pacientes con enfermedad cardiovascular, y también en la población general sin una enfermedad cardiovascular manifiesta14. La PSVD estimada se emplea a menudo de manera intercambiable con la presión arterial pulmonar sistólica (PAPS), lo cual se basa en la asunción de que no hay una estenosis de la válvula pulmonar. La HP se considera leve si la PAPS estimada mediante ecocardiografía es de 35 a 45 mmHg, moderada si es de 46 a 60 mmHg, y grave cuando es > 60 mmHg. Sin embargo, es importante apreciar que las correlaciones entre los datos ecocardiográficos y los obtenidos con métodos invasivos son modestas (r~0,7)15, y que puede observarse una discrepancia sustancial respecto al patrón de referencia que constituyen estas últimas16. En estudios previos se ha observado una inexactitud en la estimación de la PAPS que oscila entre el 48% y el 54%, y la PAPS puede sobreestimarse o infravalorarse con la determinación de la velocidad de regurgitación tricuspídea17,18. El cateterismo es esencial para establecer el diagnóstico de HP y resulta especialmente crucial cuando se van a tomar decisiones clínicas y van a realizarse intervenciones terapéuticas basadas en las determinaciones de la PAP. El diagnóstico de la ICFEp se realiza a menudo a partir de parámetros ecocardiográficos únicamente19, aunque el cateterismo continúa siendo el patrón de referencia para caracterizar las propiedades diastólicas en reposo y en estrés, y resulta necesario a menudo en los pacientes en los que la probabilidad pretest de una ICFEp es intermedia tras haber examinado los datos clínicos y no invasivos12,20. PASP < 48 mmHg PASP ≥ 48 mmHg vel TR > 2,5 m/s vel TR ≤ 2,5 m/s Figura 1. Las estimaciones de la presión arterial pulmonar sistólica (PAPS) constituyen un factor de riesgo para la mortalidad. Las elevaciones de la PAPS estimadas de forma no invasiva mediante ecocardiografía Doppler se asocian a un aumento de la mortalidad en la población general (A, modificado de Lam y cols.5) y en pacientes sin una enfermedad cardiopulmonar manifiesta (B, modificado de Lam y cols.5), asi como en pacientes con una insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada (C, modificado de Lam y cols.6) o reducida (D, modificado de Abramson y cols.2). PAPS indica presión arterial pulmonar sistólica; ICFEr, insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida; ICFEp, insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada; y vel TR, velocidad tricuspídea. Guazzi y Borlaug Hipertensión pulmonar debida a cardiopatía izquierda 27 Figura 2. Distribución de la RVP y el GTP en pacientes con HP de grupo 2 debida a ICFEr y a ICFEp. Los datos indican una prevalencia elevada de HP reactiva en la que el 80% a 90% de los pacientes con ICFEr y ICFEp mostraron una RVP > 1,7 UW (2 DE por encima de lo normal), y más de la mitad una RVP > 3 UW o un GTP > 15 mmHg. Datos adaptados de Schwartzenberg y cols.23 RVP indica resistencia vascular pulmonar; GTP, gradiente transpulmonar; RIC, rango intercuartiles; ICFEr, insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida; e ICFEp, insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada. Epidemiología Estudios recientes del Olmsted County5,6 han aportado nueva luz sobre la carga que representa la HP de lado izquierdo, tanto en la población general como en la ICFEp. Lam y cols.5 han presentado datos de un estudio prospectivo de individuos adultos reclutados de manera aleatoria, entre los que hubo 1.413 en que se efectuó una estimación de la PAPS mediante ecocardiografía Doppler. Se observó que la mediana de PAPS en la ecocardiografía era de 26 mmHg, y un 6,6% de los participantes tenían una PAPS ≥ 36 mmHg. La edad avanzada, el aumento de las presiones de llenado del VI (estimadas mediante el cociente E/e’), y la rigidez vascular sistémica (presión del pulso en arteria humeral) se asociaron a unos valores crecientes de la PAPS. Es importante señalar que la PAPS fue el factor predictivo más potente de la mortalidad en comparación con los marcadores establecidos, y permitió estratificar de manera similar los resultados en la población general y en el subgrupo de pacientes que no presentaban ninguna enfermedad cardiorrespiratoria (Figura 1A y 1B). En otro estudio prospectivo de este grupo de investigadores6, se examinó la prevalencia y la importancia de la HP en la población con ICFEp. Se comparó a pacientes con ICFEp (n = 224, 96% de ellos con hipertensión) con individuos hipertensos sin IC (n = 719). La mediana de la PAPS fue de 28 mmHg en los individuos hipertensos asintomáticos y de 48 una PAPS elevada (> 35 mmHg) en el 8% de los pacientes hipertensos y en el 83% de los pacientes con ICFEp. Al igual que en la población general, la PAPS tuvo un alto valor predictivo de la supervivencia en la ICFEp (Figura 1C). Estas observaciones resaltan la importancia de una PAPS elevada como otro indicador ecocardiográfico de una PCPE anormal, y sugieren que su presencia debe hacer que se contemple un posible diagnóstico de ICFEp6,11. La guía de Dana Point recientemente actualizada incluye la disfunción diastólica VI como causa predominante de HP de grupo 221. Los datos epidemiológicos relativos a la HP en la IC con fracción de eyección reducida (ICFEr) son amplios pero se limitan principalmente a poblaciones con una IC avanzada (estadio D)22. Abramson y cols.2 observaron que la HP estimada mediante ecocardiografía se asociaba a un notable aumento de la morbilidad y mortalidad en la ICFEr (Figura 1D), mientras que Ghio y cols.3 señalaron que la presencia de una disfunción VD tiene consecuencias importantes para la estratificación del riesgo en la HP de grupo 2 que van más allá de las de la PAP. En una serie de 320 pacientes con ICFEr, Butler y cols.1 observaron que la RVP era normal (< 1,5 UW) en el 28%, y presentaba una elevación leve (1,5–2,49 UW) en el 36%, una elevación moderada (2,5–3,49 UW) en el 17% y una elevación grave (> 3,5 UW) en el 19%. Otros datos más recientes sugieren que la prevalencia de la HP reactiva es similar en todos los grupos definidos según la fracción de eyección. De hecho, en un reciente estudio, el 80% a 90% de los pacientes con ICFEr o ICFEp presentaron una RVP > 1,7 UW, y más de la mitad una RVP > 3 UW o un GTP > 15 mmHg (Figura 2)23. Ghio y cols.3 describieron la presencia de una HP en > 60% de sus pacientes con IC moderada o grave. En un total de 388 pacientes con IC examinados en un estudio basado en el uso de ecocardiografías, la presencia de HP (definida como una PAPS ≥ 39 mmHg) se asoció a una peor supervivencia tanto en la ICFEr como en la ICFEp, sin que hubiera diferencias entre los grupos en cuanto a la magnitud del efecto22. Patogenia Fallo por tensión a nivel capilar pulmonar y remodelado arterial A diferencia de lo que ocurre en la HAP, no se conocen bien las mutaciones génicas específicas que comportan un aumento de la susceptibilidad a la HP reactiva. Sin embargo, sería de prever que los determinantes genéticos candidatos de la susceptibilidad alteraran la estructura y la función arteriolares 28 Circulation Enero, 2013 Óxido nítrico Endotelina-1 Prostaciclina Figura 3. Vías de las células endoteliales y del músculo liso vascular que intervienen en la regulación del tono arterial pulmonar y abordajes farmacológicos. La vasorrelajación se produce a través de los aumentos de cGMP, el antagonismo de los receptores de la endotelina A y B (ETra y ETrb), o la estimulación de la adenilato ciclasa por las prostaglandinas, principalmente la prostaciclina. Puede actuarse sobre los niveles intracelulares de cGMP mediante la administración exógena de óxido nítrico (NO inhalado), activadores/estimuladores de la guanilato ciclasa soluble (sGC), o inhibiendo el catabolismo del cGMP con inhibidores de la fosfodiesterasa 5. PDE indica fosfodiesterasa; e-NOS, óxido nítrico sintasa endotelial. pulmonares en la IC, tal como lo hacen en la HP de grupo 1. Las alteraciones vasculares primarias o patognomónicas de la pared arterial pueden no darse en la HP de grupo 2. El remodelado capilar y arterial se produce como consecuencia de una transmisión retrógrada del aumento de la presión auricular izquierda (PAI), que pone en peligro la integridad estructural y las propiedades funcionales de los vasos. El carácter agudo y la cronicidad de la elevación de la PAI tienen efectos importantes en la patogenia de la HP de grupo 224. Dado que los vasos sanguíneos pulmonares pasan de una lesión inducida por la presión de carácter agudo a una lesión sostenida, las anomalías de la red capilar preceden a las que se producen a nivel arteriolar y arterial pulmonar. En la fase aguda, los capilares pulmonares están expuestos a un fallo por tensión, es decir, a la pérdida de la integridad celular que fomenta un edema en los compartimentos intersticial y alveolar. Este fenómeno se ha considerado clásicamente de la máxima relevancia en el edema agudo de pulmón, aunque puede constituir un desencadenante de procesos celulares maladaptados que tienen unos efectos más sostenidos sobre los vasos pulmonares25. En modelos experimentales de sobrecarga de presión y volumen capilares se han definido las bases moleculares de este proceso, al tiempo que se han identificado las presiones capilares críticas necesarias para la formación del edema26,27 y para el deterioro del intercambio gaseoso28. En el ser humano, el fallo por tensión de los capilares pulmonares puede ser más frecuente de lo que suele considerarse, y puede producirse en diversas situaciones fisiológicas como el ejercicio extenuante y la exposición a unas condiciones de gran altitud24. La interfase pulmonar-capilar normal muestra una notable plasticidad, y es capaz de restablecer su integridad tras la normalización de la PAI29. Con un barotrauma cróni- co y repetido, se produce un remodelado capilar verdadero, con cambios demostrables en la interfase alveolo-membrana capilar. En un modelo de la IC inducida en el perro por electro-estimulación (pacing), el grosor de la membrana alveolarcapilar aumentó en comparación con los controles, debido principalmente a un cambio de la composición de la membrana basal y al depósito de colágeno tipo IV30. Estos resultados son cualitativamente similares a los observados en pacientes con estenosis mitral e hipertensión venosa pulmonar crónica31. La activación local de estímulos que fomentan el crecimiento, como la angiotensina II, la endotelina-1 y la hipoxia, puede contribuir a producir este remodelado vascular 25. En un modelo de IC inducida mediante bandaje (banding) de la aorta torácica, el remodelado alveolar-capilar estuvo relacionado con la pérdida de las oscilaciones fisiológicas inducidas por el óxido nítrico (NO) en el manejo del calcio endotelial, y actuó como desencadenante de la desorganización del citoesqueleto32. El remodelado de la interfase alveolar-capilar inducido da lugar a anomalías en el intercambio de gases, que incluyen reducciones de la conductancia de membrana, que han resultado factores pronósticos potentes en la HP de grupo 233. La patogenia de las alteraciones que se producen en las arterias pequeñas y de tamaño medio se ha investigado en pacientes con ICFEr avanzada que están en listas de espera para un trasplante cardiaco34. En esta fase, la íntima y la media arteriales sufren una hipertrofia, con migración periférica de músculo liso hacia las arteriolas intraacinares, lo cual causa una muscularización efectiva de esos vasos. Un paso clave es la inducción de una serina elastasa vascular endógena, que libera factores de crecimiento y glucoproteínas (tenascina-C y fibronectina). La pérdida de la continuidad endotelial inducida por la presión permite que las proteínas del suero entren en Guazzi y Borlaug Hipertensión pulmonar debida a cardiopatía izquierda 29 Figura 4. Relaciones entre la distensibilidad arterial pulmonar y la resistencia. A, datos obtenidos con métodos invasivos en 257 pacientes con ICFEp o ICFEr a los que se administró una infusión de nitroprusiato sódico (SNP) (datos del gráfico obtenidos de Tedford y cols.55), que ponen de manifiesto la relación inversa entre la distensibilidad de la arteria pulmonar (AP) y la resistencia. Dada la relación hiperbólica inversa entre la resistencia y la distensibilidad, aumentos pequeños de la RVP aparecidos al inicio de la progresión de la enfermedad se asocian a reducciones notables de la distensibilidad de la AP (B, gráfico modificado de Saouti y cols.54). La reducción de la distensibilidad o la capacitancia de la AP constituye un predictor potente de la evolución clínica en los pacientes con HP de grupo 1 (C, modificado de Mahapatra y cols.58). ICFEr indica insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida; ICFEp, insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada; y RVP, resistencia vascular pulmonar. la pared vascular y activen la serina elastasa vascular endógena y las metaloproteinasas de matriz, con lo que se rompe la lámina elástica, y se estimula el crecimiento del músculo liso y la síntesis de colágeno y elastina35. Las alteraciones fibroproliferativas tienen su origen en el crecimiento de células de músculo liso y miofibroblastos procedentes de la capa media. Cuando la hipertrofia de la media pasa a ser prominente, puede producirse un proceso de arterialización venosa pulmonar. Las venas bronquiales sufren una congestión y dilatación como consecuencia del aumento del flujo por las anastomosis broncopulmonares. Las lesiones plexiformes verdaderas, que se observan con frecuencia en la HAP, no se dan en la HP de grupo 2. Hay una amplia variabilidad en las alteraciones estructurales vasculares pulmonares con la elevación de la presión venosa. En pacientes con diversas formas de HP (incluida la HP de grupo 2 debida a una valvulopatía mitral), se ha observado una expresión reducida del receptor de proteína morfogenética ósea, junto con un aumento de la expresión de angiopoyetina-1, lo cual sugiere una vía común en la progresión de la enfermedad36. Sin embargo, los mecanismos que rigen estos procesos de remodelado en un paciente individual continúan sin conocerse bien. La regresión del remodelado vascular pulmonar tras la normalización de la PAI mediante el trasplante cardiaco, cirugía de la válvula mitral o un dispositivo de asistencia ventricular izquierda (DAVI) puede ser sustancial, aunque a menudo incompleta37. Deterioro de la reactividad vascular y disfunción endotelial La RVP puede estar elevada en la HP de lado izquierdo, como resultado de anomalías en el tono del músculo liso, que son causadas por una disfunción endotelial, fundamentalmente como consecuencia de los desequilibrios entre la señalización de NO y de endotelina-1 (ET1) (Figura 3)38,39. Una serie de estudios clásicos en los que se han investigado los efectos del bloqueo del NO en la circulación pulmonar han puesto de manifiesto que el NO derivado del endotelio interviene en la regulación del tono vascular pulmonar basal y en la dilatación frente a estímulos dependientes del endotelio. En humanos sanos, la infusión sistémica de acetilcolina, un agonista de la NO sintasa, aumenta el flujo sanguíneo pulmonar local39. En cambio, la infusión de NG-monometil-L-arginina, un inhibidor de la NO sintasa, reduce la velocidad del flujo pulmonar39, fomenta la vasoconstricción y la elevación de la PAP40, agrava la vasoconstricción pulmonar inducida por la hipoxia41 y causa un deterioro de la difusión gaseosa al alterar las propiedades de conductancia de la membrana alveolar42. En pacientes con IC y una RVP elevada, Cooper y colaboradores43 observaron que la infusión de NG-monometil-L-arginina causaba menos vasoconstricción que la observada en pacientes con una RVP normal, lo cual sugería una pérdida de la regulación del tono dependiente del NO. Wensel y colaboradores44 pusieron de relieve que el grado de aumento del flujo arterial pulmonar en respuesta a la acetilcolina estaba correlacionado con los valores en reposo de la PAP y la RVP. Porter y cols.45 observaron que la infusión intrapulmonar de acetilcolina causaba una vasodilatación en individuos con IC y una PAP normal, pero no la producía en los pacientes con HP, aunque las evaluaciones se realizaron mediante ecografía intravascular en ramas grandes de la arteria pulmonar (AP), las cuales no contribuyen a la regulación por parte de los vasos de resistencia. El NO de origen endotelial, inhibe también la proliferación e hipertrofia de las células de músculo liso, conjuntamente con la acción de la prostaciclina, impidiendo la agregación y adhesión plaquetarias46. La ET1, un péptido vasoactivo de 21 aminoácidos con propiedades vasoconstrictoras y agregantes plaquetarias potentes, tiene una amplia distribución en el endotelio pulmonar47. En los mamíferos, se han descrito 2 receptores de ET: ETA, a través del cual se provoca la vasoconstricción y el crecimiento celular, y ETB, que puede intervenir en la vasoconstricción a través de sus efectos sobre el músculo liso o a la vasodilatación a través de una acción sobre las células endoteliales47. Los receptores ETB desempeñan también un papel importante en la eliminación de la ET148. El cociente de receptores ETA respecto a los ETB en las arterias pulmonares humanas de resistencia y de conducción es de ~9:1, y el efecto neto de la ET1 en las arterias pulmonares es el de una constricción49. La 30 Circulation Enero, 2013 Figura 5. Diagrama que muestra las diversas fases hemodinámicas que se observan en la HP de grupo 2. A, Pasiva. Se cree que el aumento de la presión arterial pulmonar (PAP) se debe exclusivamente a la elevación distal de la presión auricular izquierda (PAI) y no hay ningún componente de la HP que parezca ser consecuencia de anomalías intrínsecas en la pared arterial. B, Reactiva. El aumento de la PAP se debe a alteraciones vasculares intrínsecas además de una PAI elevada. El GTP está aumentado y puede revertir o no con una intervención farmacológica. C, Aumento desproporcionado en la HP. Este trastorno corresponde a algunos casos de aumento del GTP aparecidos en presencia de un aumento leve o inexistente de la PCPE. Las alteraciones arteriales patogénicas de este trastorno no están bien definidas, aun cuando se cree que parte del componente precapilar reactivo se produce de manera más temprana en el curso de la enfermedad. HP indica hipertensión pulmonar; GTP, gradiente transpulmonar; PCPE, presión capilar pulmonar enclavada; VD, ventrículo derecho; y AI, aurícula izquierda. ET1 puede contribuir también a producir un remodelado vascular pulmonar patológico al causar una proliferación e hipertrofia de las células de músculo liso vasculares y aumentar la síntesis de colágeno. La inmunorreactividad de ET1 es abundante en las células del endotelio vascular pulmonar de pacientes con HP de lado izquierdo50, y se ha descrito repetidas veces la presencia de unos niveles plasmáticos de ET1 aumentados en la IC tanto experimental51 como clínica52. El grado de aumento de la ET1 predice la mortalidad en la ICFEr53. Alteraciones hemodinámicas Carga arterial pulmonar en la HP Las circulaciones pulmonar y sistémica tienen importantes diferencias hemodinámicas y anatómicas. La resistencia vascular es 10 veces menor en el pulmón en comparación con la circulación sistémica, y ello está relacionado con el hecho de que haya ~10 veces más vasos sanguíneos en el lecho vascular pulmonar. Esto distribuye la distensibilidad arterial de manera uniforme por los pulmones, a diferencia de lo que ocurre en el circuito sistémico, en el que el ~80% de la distensibilidad se sitúa en la aorta. Como resultado de ello, la presión AP sistólica, media y diastólica presentan una buena relación lineal entre sí, y el producto de la RVP por la distensibilidad es constante (a una determinada PAI distal)54. La representación gráfica de la RVP frente a la distensibilidad tiene una forma de hipérbole (Figura 4A) que se observa de manera notablemente uniforme en pacientes de distinta edad, sexo o proceso patológico subyacente55. En la fase inicial de la HP, los aumentos relativamente pequeños de la RVP se asocian a reducciones más notables de la distensibilidad (Figura 4B)56,57. Esto puede explicar por qué la distensibilidad constituye un marcador de la evolución posterior más sensible que la RVP en los pacientes con HP de grupo 1 (Figura 4C)58. Tedford y cols.55 han puesto de manifiesto recientemente que los aumentos agudos o crónicos de la PAI desplazan la relación de resistencia/distensibilidad hacia la izquierda, de manera que la distensibilidad es inferior para cualquier RVP dada. Esto potencia de manera efectiva el componente pulsátil (oscilatorio) de la postcarga en relación con la carga de resistencia del corazón derecho. La consecuencia es que la eficiencia hidráulica del VD se ve comprometida en la HP de grupo 2, ya que el trabajo oscilatorio no contribuye a producir un transporte neto de sangre54. Aunque se trata de una simplificación excesiva, la postcarga VD suele interpretarse en términos de valor medio de PAP y RVP. Sin embargo, es importante apreciar que la presión arterial es producida por la integración del flujo y la impedancia vascular, sumadas con la presión distal. En la circulación sistémica, la presión hidráulica distal (en la aurícula Figura 6. Aumento de la sensibilidad a la postcarga del ventrículo derecho en comparación con el izquierdo. El volumen de eyección ventricular derecho está deteriorado en un grado mucho mayor que el del ventrículo izquierdo con aumentos agudos comparables de la presión arterial. Adaptado de Abel y Waldhausen61. Guazzi y Borlaug Hipertensión pulmonar debida a cardiopatía izquierda 31 Figura 7. Interdependencia ventricular en la insuficiencia cardiaca derecha por HP de grupo 2. A, Igualación característica en la PArD y la PCPE con el aumento de la interdependencia en un paciente con IC biventricular, HP de grupo 2 e insuficiencia tricuspídea funcional grave. Obsérvese la onda V prominente en la PCPE que sigue un trayecto muy paralelo al de la onda V de la AD, incluso en ausencia de una insuficiencia mitral significativa. Esto se debe a los cambios de presión de la AD que se transmiten a la AI a través del tabique interauricular. B, La presión pericárdica externa, que limita el llenado del corazón izquierdo, puede estimarse mediante la PArD (modificado de Tyberg y cols.66). Así pues, cuando la presión de la AD está elevada hasta aproximarse a la PCPE, el volumen de precarga VI verdadero puede reducirse, a pesar de la notable elevación de la PCPE izquierda, debido a que disminuye la presión transmural (C). En estas circunstancias, la descarga de la congestión cardiaca derecha puede potenciar la precarga del lado izquierdo, incluso si se reduce la PCPE, puesto que aumenta la presión transmural (D) (véase en el texto una información más detallada). PArD indica presión auricular derecha; PCPE, presión capilar pulmonar enclavada; IC, insuficiencia cardiaca; HP, hipertensión pulmonar; VI, ventrículo izquierdo VD, ventrículo derecho; PLL, presión de llenado; AD, aurícula derecha; y AI, aurícula izquierda. derecha) contribuye en poca medida (< 5%) a la producción de la presión arterial sistémica 59. En el pulmón, la presión distal (es decir, la PAI) es un factor contribuyente mucho más importante a la PAP media (~50%), y este porcentaje puede llegar ser aún mayor en la IC. De hecho, en las fases iniciales de la HP de grupo 2, la elevación de la PAP puede asociarse a aumentos puramente pasivos de la PAI, con un GTP normal (Figura 5A) y una RVP normal. Este estadio parece ser completamente reversible si puede tratarse la elevación de la PAI. Las fases posteriores de la HP se definen como reactivas cuando las anomalías estructurales y funcionales intrínsecas de los vasos pulmonares causan una elevación de la RVP y el GTP (Figura 5B). Esto puede ser reversible o fijo. En el primer caso, la provocación de una vasodilatación puede normalizar el GTP, lo cual sugiere un predominio de las anomalías funcionales sobre las estructurales. En cambio, cuando la PAP no se normaliza tras la reducción de la presión distal elevada, los vasos sanguíneos se comportan de manera similar a lo que se observa en las formas precapilares de HP, como la HAP. Según la guía de la European Society of Cardiology8, un trastorno que puede ser representativo de una evolución temprana a una HP mixta es la denominada HP de grupo 2 desproporcionada, una definición cualitativa que se caracteriza por un aumento de la PAP que parece excesiva para el grado leve de aumento de la PCPE (Figura 5C). Esta situación hemodinámica parece reflejar el desarrollo temprano de alteraciones vasculares precapilares que se parecen a la transición de la HP pasiva a la reactiva. Aunque este trastorno puede desempeñar un papel fisiopatológico, es necesaria una información adicional sobre su utilidad como denominación y una definición hemodinámica precisa. La cronicidad de la transición de una HP pasiva a una reactiva es muy variable de un paciente a otro y no parece estar relacionada de manera uniforme con la gravedad de la elevación de la PAI. Lam y cols.5 observaron que, aunque la presión arterial pulmonar sistólica aumenta en función de la PAI estimada (cociente E/e’), su valor fue persistentemente superior en los pacientes con ICFEp en comparación con los controles, lo cual sugiere una elevación de la RVP y un componente de HP reactiva. Acoplamiento ventrículo derecho-arteria pulmonar El VD es la víctima final de estos procesos vasculares, y un fenotipo común de la ICFEr y la ICFEp en fase terminal es la insuficiencia de predominio VD, con congestión venosa sistémica, disfunción renal y ascitis. En condiciones normales, el VD actúa contra un sistema de baja impedancia, alta capacitancia y baja presión, con un periodo de contracción isovolumétrico corto y un tiempo de eyección sistólica prolongado. Se han descrito diferencias ontológicas y morfológicas peculiares en el VD en comparación con el VI, como una diferente distribución de las miofibras del VD en serie, y diferencias en el acortamiento sarcomérico y el acoplamiento de excitación-contracción60. En consecuencia, aunque el VD es apropiado para acomodar un sobrecarga volumétrica, muestra una sensibilidad exquisita a la postcarga (similar a la del VI en la ICFEr). Esta mayor sensibilidad a la postcarga implica que una sobrecarga de presión aguda causa una reducción del volumen de eyección mucho mayor en el VD que en el VI (Figura 6)61,62. En un modelo de IC inducida por electro-estimulación (pacing), la aparición temprana de una HP incluso leve llevó a un desacoplamiento VD-AP profundo, caracterizado por una incapacidad del VD de adaptarse a los efectos combinados de un aumento de la resistencia y la elastancia arterial pulmonar63. La exposición de un VD normal a un desacoplamiento agudo de la postcarga puede ser catastrófica. Esto explica la observación frecuente de una insuficiencia circulatoria masiva y muerte a pesar de una elevación mínima de la PAP en trastornos como la embolia pulmonar 32 Circulation Enero, 2013 aguda. En estos casos, se produce un fallo circulatorio, ya que el VD no es capaz de generar una presión suficiente para superar el aumento agudo de la postcarga arterial. Con la cronicidad, el VD puede adaptarse a la postcarga elevada mediante una hipertrofia. Esto puede permitir una eyección contra una postcarga enorme durante periodos de tiempo prolongados. Aunque este patrón de remodelado a menudo es bien tolerado durante muchos años, finalmente puede progresar a una dilatación de la cámara, con incompetencia tricuspídea funcional y fallo VD manifiesto64. La hipertrofia del VD puede reducir la perfusión subendocárdica del VD, mientras que la dilatación da lugar a un aumento de la tensión en la pared; ambas cosas elevan la demanda de oxígeno del miocardio y provocan isquemia y síntomas de angina de esfuerzo. Serán necesarios nuevos estudios para comprender mejor las diferencias del mecanismo en el VD y el VI. El VD y el VI están conectados en serie, y las reducciones del gasto del VD en la IC avanzada pueden conducir a un llenado insuficiente del VI. Esto se puso de manifiesto en la disminución paradójica de la PCPE durante el ejercicio que se observó en los pacientes con ICFEr que tenían una HP grave en un trabajo inicial de Butler y colaboradores1. Además de los efectos de la conexión en serie, el corazón derecho y el izquierdo comparten un mismo espacio dentro del pericardio, por lo que los cambios de la presión y el volumen del corazón derecho pueden afectar en paralelo al corazón izquierdo65. Esta interconexión o acoplamiento entre los lados derecho e izquierdo, a la que se denomina interacción ventricular diastólica, se pone de manifiesto en la igualación de las presiones cardiacas derecha e izquierda durante el cateterismo cardiaco (Figura 7A). La presión de llenado VI transmural puede estimarse mediante la diferencia entre la presión intracavitaria (es decir, la PCPE) y la presión pericárdica. Esta última puede estimarse mediante la presión auricular derecha (Figura 7B)66, y por tanto cuando la presión auricular derecha está elevada en un grado similar al de la PCPE, las cámaras del lado derecho pueden superar eficazmente a las del corazón izquierdo en la competencia por un espacio pericárdico limitado, con lo que se limita y se compromete el llenado VI cuando el tabique interventricular abomba de la derecha hacia la izquierda (Figura 7C). La reducción aguda de la carga de la congestión cardiaca derecha mediante el empleo de diuréticos o venodilatadores en estos pacientes mejora habitualmente el llenado VI al reducir la constricción del corazón derecho/pericardio y elevar la presión de llenado transmural, incluso cuando la PCPE se mantiene inalterada o disminuye (Figura 7D)67. La IC derecha crónica en el contexto de una activación neurohumoral y retención de sodio da lugar a una elevación de la presión auricular derecha, y la investigación reciente sugiere que esto comporta de por sí una toxicidad multiorgánica adicional. Al aumentar la presión en la vena cava superior (en la que drenan los conductos torácicos), el drenaje linfático pulmonar se ve comprometido, lo cual conduce y sostiene la acumulación de líquido intersticial en los pulmones, con una reducción de la distensibilidad y deterioro del intercambio de gases, al tiempo que fomenta el derrame en los espacios pleurales68. La elevación secundaria de la presión de la vena cava inferior aumenta la presión venosa renal, con lo que se pone en peligro la excreción renal de Na+ al reducirse la presión que la provoca a través del riñón y se contribuye a producir el síndrome car- diorrenal69,70. La congestión hepática y esplácnica puede causar colestasis, deteriora la absorción intestinal de nutrientes y medicaciones, fomenta la acumulación de ascitis y contribuye a producir la translocación de los gérmenes intestinales. Es de destacar que esta última observación condujo a la hipótesis de la endotoxina como explicación del estado proinflamatorio que se observa con frecuencia en la IC crónica71. Así pues, el fallo VD progresivo en respuesta a la HP desencadena múltiples bucles de retroalimentación positiva que aceleran la evolución hacia una IC en estadio D68–70. Es de esperar que futuros ensayos que evalúen tratamientos dirigidos a la disfunción VD puedan mejorar los resultados clínicos en la HP de grupo 272. Diagnóstico y evaluación clínica Los síntomas como la ortopnea y la disnea paroxística nocturna son más específicos de la HP del lado izquierdo, pero el síntoma más común es la disnea de esfuerzo. La radiografía de tórax revela con frecuencia la presencia de cardiomegalia, congestión vascular pulmonar, exceso de líquido pulmonar extravascular, derrame pleural o edema pulmonar. Es de destacar que la insuficiencia cardiaca derecha manifiesta debida a una HP reactiva rara vez coexiste con el edema pulmonar, debido probablemente a que las alteraciones vasculares pulmonares que se producen en la primera de estas situaciones protegen a los pulmones frente al trasudado de líquido alveolar e intersticial. Los datos electrocardiográficos que van a favor de una HP de grupo 2 son la hipertrofia VI, el agrandamiento de la aurícula izquierda y la fibrilación auricular. La tomografía computarizada de alta resolución del tórax muestra a menudo un patrón de perfusión en mosaico y opacidades en vidrio esmerilado compatibles con un edema pulmonar intersticial crónico. Las pruebas de la función pulmonar pueden documentar la presencia de un patrón pulmonar restrictivo, y la difusión gaseosa suele estar reducida de acuerdo al aumento de la RVP y la PAP73. Los niveles de péptido natriurético en plasma pueden estar aumentados en cualquier tipo de HP, pero tienden a ser máximos en la de grupo 2, sobre todo cuando hay una depresión de la FEVI74. Cuando la HP se instaura gradualmente, el VD es capaz de generar presiones sistólicas altas debido a una hipertrofia adaptativa. Al producirse el fallo del VD, la PAP puede pasar a ser relativamente baja, a pesar de la notable elevación de la RVP, y ello conduce a una infravaloración del grado de enfermedad vascular pulmonar existente. La ecocardiografía es una exploración diagnóstica esencial en la evaluación de la HP. La presencia de una disfunción sistólica (FEVI < 50%) o de una valvulopatía izquierda significativa (sobre todo mitral) hace que la cardiopatía izquierda sea la causa más probable de HP. En los pacientes con ICFEr, el grado de insuficiencia mitral funcional es un factor determinante clave de la HP75. El área de regurgitación mitral efectiva constituye también un factor predictivo potente de presión pulmonar elevada y desarrollo de edema agudo de pulmón en pacientes con insuficiencia mitral funcional debida a cardiopatía isquémica76. La ICFEp es una causa importante de HP de grupo 2 tanto aguda77 como crónica78,79, aunque estudios recientes sugieren que el fallo del VD puede ser menos grave en la ICFEp que en la ICFEr22. Las características demográficas del paciente aportan tal vez el máximo valor predictivo en la distinción de la ICFEp respecto a la HAP. Los componentes del síndrome metabólico, Guazzi y Borlaug Hipertensión pulmonar debida a cardiopatía izquierda 33 incluida la hipertensión sistémica, la obesidad y la diabetes mellitus, son factores de riesgo clave para la ICFEp. Robbins y colaboradores80 observaron que los pacientes con HP de grupo 2 mostraban 2 o más de las características del síndrome metabólico en el 94% de los casos, a diferencia del 34% en los pacientes con HP de grupo 1. Se ha observado que la mayor edad, por sí sola, es el mejor predictor de la HP-ICFEp frente a la HP de grupo 1, seguida de la presencia de comorbilidades características de la ICFEp, como hipertensión, diabetes mellitus, obesidad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, arritmias auriculares y disnea de esfuerzo4,5,78-80. Thenappan y cols.78 observaron que la presión arterial sistólica era más alta en la ICFEp que en la HAP, mientras que la presión diastólica era similar, lo cual sugería una presión del puso superior (y por tanto una mayor rigidez arterial sistémica) en la ICFEp. Una definición más precisa de la forma en la que estos factores contribuyen realmente al riesgo de aparición de una HP-ICFEp es la que puede derivarse de registros específicos, aunque en la actualidad no disponemos de registros dedicados a la HP de grupo 281. Los signos ecocardiográficos indicativos de una ICFEp incluyen la dilatación auricular izquierda y la disfunción diastólica, aunque la disfunción diastólica leve es también frecuente en la HP del grupo 1. Los valores de velocidad miocárdica diastólica precoz obtenidos mediante Doppler tisular (e’) están correlacionados con las mediciones invasivas de la relajación VI y se consideran independientes de la precarga cuando la relajación es prolongada82. El cociente de la velocidad de flujo transmitral precoz (E) respecto a la velocidad anular mitral diastólica precoz mediante Doppler tisular (cociente E/e’) ha sido ampliamente aceptado como medida no invasiva de las presiones de llenado del corazón izquierdo83,84, y en un estudio pequeño se ha descrito que el cociente E/e’ podría diferenciar de manera efectiva los grupos 1 y 2 de HP85. Sin embargo, recientemente algunos estudios han puesto en duda la veracidad del cociente E/e’ como medida de las presiones de llenado del corazón izquierdo en la IC, y su uso en la evaluación de la HP continúa sin estar plenamente definido20,86–89. Aunque la ecocardiografía proporciona un instrumento extraordinariamente útil para identificar al HP debida a ICFEp, a menudo son necesarias pruebas invasivas, con frecuencia con un estimulo relacionado con esfuerzo. Ello permite la medición directa de las presiones de llenado del corazón izquierdo y del gradiente transpulmonar tanto en reposo como en estrés, que es cuando es habitual que los pacientes refieran síntomas. Tolle y colaboradores11 observaron que, de 406 pacientes consecutivos remitidos a una evaluación invasiva a causa de la disnea, un 48% presentaron una HP debida a cardiopatía izquierda durante el ejercicio, siendo la causa más frecuente la disfunción diastólica. En otra serie se observó que, en pacientes con disnea de esfuerzo, niveles normales de péptido natriurético y una hemodinámica en reposo normal, más de la mitad presentaban signos hemodinámicos diagnósticos de una ICFEp12. Se ha sugerido el empleo de una sobrecarga de solución salina como factor de estrés alternativo en los laboratorios en los que no se dispone de instalaciones adecuadas para realizar ejercicio, pero continúa sin estar clara cuál es la respuesta anormal90. Un aumento de la PCPE con el tratamiento vasodilatador pulmonar aumentaría la probabilidad de una ICFEp, ya que la reducción de la RVP da lugar a un aumento del gasto del VD que no puede ser acomodado por un VI poco distensible11,91. Es posible que algunos pacientes que hemodinámicamente se considera que presentan una HP de grupo 2 debida a una ICFEp puedan tener, de hecho una HP de grupo 1 con una elevación secundaria de la PCPE que se produzca a través de la interdependencia ventricular y la congestión del corazón derecho. La revisión de otras características clínicas y ecocardiográficas que se dan en la HP de grupo 1 en comparación con la de grupo 2 puede ser útil en estas circunstancias para establecer esta importante distinción59,78. Dado que puede haber discrepancias entre la presión telediastólica VI (PTDVI) y la PCPE en algunos pacientes, se ha sugerido que debe usarse el cateterismo cardiaco izquierdo de manera más regular en la evaluación de la HP92,93. La baja coincidencia puede deberse a la determinación no simultánea, a una medición poco consistente durante el ciclo respiratorio o a un sobreenclavamiento que haga que la PCPE esté falsamente elevada. Estos errores pueden reducirse al mínimo verificando la posición de la PCPE tras la visualización de las ondas características, lo cual demuestra la presencia de sangre venosa pulmonar con una buena saturación (> 94%), y realizando las determinaciones al final de una espiración tranquila. Incluso con el empleo de este método, la media del área bajo la curva del registro de la PCPE puede superar a la PTDVI, sobre todo cuando hay ondas A y V prominentes. Sin embargo, la PCPE medida en la mitad de la onda A muestra una buena concordancia con la PTDVI, y cabe argumentar que la carga distal impuesta por el corazón izquierdo al VD está mejor representada por la presión venosa pulmonar que por la PTDVI. Cuando no es posible determinar de forma exacta la PCPE, debe medirse directamente la PTDVI. La evaluación de la reversibilidad de la HP y la elevación de la RVP en la IC es crucial en la evaluación para trasplante cardiaco. La exposición a un estímulo vasodilatador94 o inotrópico95 puede poner de manifiesto la reversibilidad, al tiempo que predice la evolución posterior después del trasplante. La insuficiencia mitral dinámica con el ejercicio aumenta considerablemente la PAP en la ICFEr, pero su papel en la ICFEp continúa sin estar claro96. Correlaciones clínicas La disnea de esfuerzo es el motivo de preocupación más frecuente en la HP de grupo 2, y su fisiopatología es compleja y es consecuencia de múltiples vías interrelacionadas. Estas vías pueden comprenderse e interpretarse mejor con el empleo de una prueba de esfuerzo cardiorrespiratoria97. La capacidad de ejercicio se ve influida de manera muy intensa por la función vascular pulmonar. La ausencia de vasodilatación pulmonar dinámica impone un aumento de la carga al VD en la IC, tal como pone de manifiesto la correlación positiva entre la fracción de eyección del VD y la VO2 máxima en la ICFEr avanzada98. Los pacientes con IC muestran diversas anomalías respiratorias que es probable que estén relacionadas con los vasos sanguíneos pulmonares. Puede observarse un deterioro de la eficiencia ventilatoria (pendiente VE/VCO2 > 34) en la fase inicial de la IC como consecuencia de una mala regulación del control periférico de la ventilación (es decir, un aumento de la ganancia quimio/metabolorefleja). Sin embargo, en los pacientes con una pendiente VE/VCO2 más pronunciada (> 40), 34 Circulation Enero, 2013 ello es reflejo de una mayor vasoconstricción pulmonar99, una PAP elevada y una disfunción VD más grave, y en los casos más avanzados alcanzan una pendiente similar a la observada en la HP de grupo 1 (~60)100–102. Esto tiene consecuencias pronósticas importantes, teniendo en cuenta la capacidad predictiva establecida de la pendiente VE/VCO2 respecto a los eventos clínicos adversos en la IC103,104. Además, la aparición de un patrón respiratorio oscilante durante el ejercicio se ha relacionado con la vasoconstricción pulmonar, la depresión de la función del VD y bajo CG durante el ejercicio105,106. La respiración periódica en reposo es frecuente en la HP de grupo 2 y está íntimamente relacionada con el grado de activación simpática de estos pacientes107. En los pacientes con IC y una PCPE elevada, la incidencia de apnea central durante el sueño está aumentada, y existe una relación altamente significativa entre la PCPE y la gravedad de la apnea central108. Los mecanismos que lo explican continúan sin estar claros. Francis y cols.109 observaron que la pCO2 arterial baja puede estabilizar la ventilación como resultado de una menor ganancia de base, si bien estudios más recientes de este grupo han indicado que la hipocapnia puede constituir un desencadenante de una ventilación oscilante que puede tratarse con la administración de CO2110. Resulta intrigante la observación de que tanto la PAP como la PCPE están correlacionadas positivamente con el exceso de noradrenalina cardiaca en los pacientes con ICFEr111, y que la reducción aguda de las presiones de llenado del corazón izquierdo con nitroprusiato se asocia a una disminución de la emisión de impulsos nerviosos simpáticos cardiacos y una reducción de la respiración periódica en este grupo112. Estos datos resaltan la importante interrelación existente entre las alteraciones hemodinámicas, la activación del sistema autónomo y la mala regulación de la respiración en reposo y con el ejercicio en la HP de grupo 2. Esto implica, además, que la consecución de mejores perfiles hemodinámicos en estos pacientes puede tener múltiples efectos favorables pleiotrópicos. Morbilidad y mortalidad La presencia y el grado de HP constituye un factor pronóstico bien establecido en la IC1–3,113,114, y esta observación se ha extendido recientemente a la población general5 (Figura 1). Se ha descrito un aumento de las tasas de mortalidad y de hospitalización en los pacientes con IC que presentan una HP estimada ecocardiográficamente115, y la PAP constituye un factor predictivo independiente para prever la necesidad de un trasplante cardiaco116. Al menos dos terceras partes de los pacientes con disfunción VI sistólica grave presentan HP con un fallo VD asociado, y la mortalidad observada en este grupo es 2 veces superior a la existente con una disfunción VI aislada3. Los datos del registro de la International Society of Heart Transplantation sugieren que el fallo del VD explica el 50% del total de complicaciones cardiacas y el 19% de las muertes tempranas117. La disfunción VD puede ser también una complicación infradetectada de la ICFEp78,118. La identificación de la reversibilidad de la HP es crucial para demostrar la existencia de un riesgo bajo de evolución postoperatoria adversa en este grupo de pacientes95. El aumento anormal de la PAP con el ejercicio se asocia a un aumento de la mortalidad en la ICFEr, y un reciente estudio de pacientes hospitalizados por una IC por una descompensación aguda ha determinado con mayor precisión las repercusiones pronósticas de la HP al mostrar que la presencia de una PCPE alta y una RVP elevada (HP mixta) se asocia a un mayor riesgo de muerte, en comparación con la HP debida solo a una PCPE elevada o la ausencia de HP119. Aunque los datos son mucho menos abundantes respecto a la ICFEp, algunos estudios han establecido que la presencia y el grado de HP predicen claramente la evolución clínica también en este grupo de pacientes6,21. Tratamiento La notable influencia pronóstica de la HP en la IC sugiere un importante papel de los vasos sanguíneos pulmonares como nueva diana terapéutica7. Es bien sabido que los tratamientos quirúrgicos y percutáneos para la IC debida a una valvulopatía mitral producen mejoras sustanciales de la HP120–123, aunque algunos datos recientes sugieren que las consecuencias negativas de la HP pueden persistir, lo cual resalta la importancia de una intervención precoz, antes de que se desarrolle la enfermedad vascular pulmonar124. La aplicación de tratamientos establecidos para la IC como los vasodilatadores y los diuréticos puede mejorar la HP a través de la reducción de las presiones de llenado, la RVP y la insuficiencia mitral funcional125, pero los efectos de los antagonistas neurohormonales sobre la HP no se han evaluado de manera sistemática, y los fármacos vasoactivos tradicionales como los antagonistas del sistema de la angiotensina y los betabloqueantes son menos eficaces en el circuito pulmonar. No hay estrategias ni algoritmos terapéuticos aprobados para el tratamiento de la HP de grupo 2, y los ensayos de fármacos dirigidos a los vasos pulmonares que se han realizado hasta ahora no han mostrado en ningún caso un efecto beneficioso en la ICFEr. Hay una tendencia a considerar que la HP de grupo 2 tiene trascendencia clínica tan solo cuando la enfermedad vascular pulmonar y el fallo del VD se encuentran en una fase avanzada y potencialmente irreversible, y es posible que si se administrasen los tratamientos en una fase más temprana del curso de la enfermedad, éstos fueran más eficaces La mayor parte de los tratamientos que se han evaluado en el grupo 2 hasta este momento han ido dirigidos al control endotelial del tono vascular y la permeabilidad (Figura 3). El comentario que sigue se centra en los fármacos dirigidos a los vasos pulmonares, y es menos probable que estos tratamientos resulten eficaces para mejorar los resultados en los pacientes con una HP de grupo 2 puramente pasiva. Muchos de estos tratamientos van dirigidos también a anomalías situadas fuera de los vasos pulmonares, y ello puede afectar de manera independiente a su eficacia (o falta de eficacia). Tratamientos farmacológicos Prostaglandinas Las prostaglandinas son vasodilatadores potentes que conducen a una mejora hemodinámica consistente en la HP de grupo 1. Estudios pequeños, no aleatorizados y de corta duración sugirieron unos efectos prometedores en la hemodinámica de los pacientes con HP de lado izquierdo126–130. En pacientes postoperados de cirugía cardiaca, la administración de prostaciclina inhalada redujo la RVP en un 29% y mejoró la función Guazzi y Borlaug Hipertensión pulmonar debida a cardiopatía izquierda 35 del VD131. Durante la cirugía de la válvula mitral, iloprost inhalado fue superior al empleo de nitroglicerina intravenosa en la prevención del fallo VD durante la desconexión del bypass cardiopulmonar132,133. Prostaciclina intravenosa reduce la PCPE y la RVP y aumenta el GC, pero también se asocia a reducciones notables de la resistencia arterial sistémica que pueden fomentar la activación neurohormonal secundaria134. A pesar de estos efectos hemodinámicos favorables en los estudios iniciales, el Flolan International Randomized Survival Trial (FIRST, n = 418 pacientes, clase III-IV de la New York Heart Association)135 puso de manifiesto que el tratamiento con epoprostenol intravenoso se asociaba a una tendencia al aumento de la mortalidad, y ello motivó una interrupción prematura del ensayo. Debe señalarse que el ensayo FIRST incluyó una población de pacientes bastante heterogénea (por ejemplo, pacientes con enfermedad coronaria que cabría esperar que toleraran mal el tratamiento con prostaglandina), y estos criterios de inclusión amplios podrían haber comprometido la capacidad de detección de un efecto beneficioso del tratamiento con prostaglandina en la IC. Antagonistas de los receptores de la endotelina La ET1 es uno de los vasoconstrictores endógenos más potentes en el ser humano y desempeña una función crucial en la regulación del tono vascular pulmonar en la IC136. Los ensayos en los que se han evaluado fármacos antagonistas de los receptores de ET1 en la HP de grupo 2 han producido de manera uniforme unos resultados desalentadores137,138, si bien es de destacar que la presencia de HP no constituyó un criterio de inclusión en estos estudios. En un pequeño ensayo en la IC humana, el bloqueo de ET1 no selectivo, agudo y de corta duración, por vía intravenosa, con el empleo de bosentán redujo la PAP, la presión auricular derecha, la PCPE y la RVP, al tiempo que aumentaba el GC y el volumen de eyección139. Sin embargo, una serie de ensayos a gran escala llevados a cabo en pacientes con IC crónica no han mostrado unos resultados favorables equivalentes sobre variables de valoración más duras. En el estudio Endothelin Antagonist Bosentan for Lowering Cardiac Events in Heart Failure (ENABLE)140, bosentán aumentó el riesgo de agravamiento de la IC. Packer y cols.141 describieron un aumento del riesgo de hospitalización por IC durante el primer mes de tratamiento. En el ensayo Heart Failure ET(A) Receptor Blockade Trial (HEAT)142, la administración a corto plazo de darusentán mejoró el índice cardiaco, pero no produjo cambios en la PCPE, la RVP, ni en la presión auricular derecha. Se observó una tendencia al aumento de la mortalidad y a la exacerbación temprana de la IC. En el único ensayo a largo plazo en el que se ha estudiado la HP de grupo 2 como variable de valoración predefinida, los pacientes tratados con bosentán presentaron más acontecimientos adversos graves que los controles143. El ensayo Endothelin A Receptor Antagonist Trial in Heart Failure (EARTH)144 y el ensayo Value of Endothelin Receptor Inhibition With Tezosentan in Acute Heart Failure Studies (VERITAS)145 no mostraron tampoco una mejora en cuanto a la mortalidad y las hospitalizaciones por IC. Aunque los ensayos sobre antagonistas de los receptores de la endotelina han sido negativos, es posible que dosis inferiores pudieran haber resultado eficaces, sin causar toxicidad. Además, el uso de diuréticos puede haber sido subóptimo ya que el aumento de la morbilidad fue atribuible en gran parte al aumento de las hospitalizaciones por retención de líquidos. Óxido nítrico El NO inhalado difunde rápidamente a través de la membrana alveolo-capilar para pasar al músculo liso de los vasos pulmonares, y se ha evaluado el uso de concentraciones de entre 5 y 80 partes por millón en el tratamiento de la HP de grupo 2 avanzada, sobre todo tras la colocación de un dispositivo de asistencia ventricular izquierda (DAVI) y tras un trasplante cardiaco. En pacientes a los que se ha implantado un DAVI, el NO inhalado reduce los valores de PAP y aumenta el flujo del DAVI 146. En el tratamiento de la HP postransplante, el NO inhalado, en comparación con el empleo intravenoso de prostaciclina, prostaglandina E1 y nitroprusiato sódico, indujo una disminución selectiva de la RVP, sin que hubiera cambios en la resistencia sistémica147. Un posible inconveniente del NO inhalado es su semivida breve que requiere una administración continua, ya que la interrupción aguda puede conducir a efectos de rebote, incluida la hipotensión y el shock. Existe un riesgo teórico de metahemoglobinemia que rara vez se observa en poblaciones adultas. Otro motivo de preocupación en relación con el tratamiento con NO inhalado en la HP de grupo 2 es el derivado de los efectos de una vasodilatación pulmonar desequilibrada, que puede conducir a aumentos muy notables de la PCPE por exceso de precarga, en el contexto de un VI poco distensible148,149. Se ha descrito que esto desencadena un edema pulmonar agudo150, aunque otros estudios han documentado una notable elevación de la PCPE en ausencia de síntomas91. Serán necesarios nuevos estudios para definir el papel del NO inhalado en el tratamiento de la HP de grupo 2, sobre todo en pacientes a la espera de trasplante, y para definir las alteraciones hemodinámicas que se producen durante el empleo agudo de NO inhalado en la dinámica del VI y la distensibilidad de los vasos pulmonares. La infusión aguda de L-arginina, el substrato para la producción de NO por parte de la NO sintasa, ha producido una reducción de la PAP y la RVP en pacientes con HAP, pero en este estudio no se examinó a pacientes con IC con HP151. Inhibición de la fosfodiesterasa 5 Los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (IPDE5) son muy prometedores para el tratamiento de la HP en la cardiopatía izquierda puesto que aumentan los niveles de cGMP, con los consiguientes efectos vasodilatadores y antiproliferativos152. A diferencia de lo que ocurre con otros vasodilatadores pulmonares, cada vez hay más evidencias sugiriendo la eficacia de los PDE5I en la HP de grupo 2. Estos compuestos resultan especialmente atractivos para los pacientes con IC que son propensos a la hipotensión sistémica127. La administración aguda153–157 y crónica158 –161 de sildenafilo oral reduce la presión AP y la RVP sin causar cambios sustanciales de la presión arterial y la resistencia sistémicas. No se han descrito casos de edema pulmonar, y la administración a largo plazo ha sido bien tolerada hasta ahora en ensayos clínicos de pequeño tamaño. En un reciente estudio de Lewis y cols.102 el aumento del GTP durante el ejercicio submáximo fue atenuado por sildenafilo, lo cual sugiere una reducción favorable del tono vascular precapilar. Sildenafilo puede mejorar la conductancia de la membrana 36 Circulation Enero, 2013 alveolo-capilar y el intercambio de gases, lo cual sugiere una función importante en la vía distal del cGMP en la protección de la permeabilidad endotelial, la atenuación de la hipoxia alveolar y la facilitación de la conductancia gaseosa alveolar154. En los ensayos tanto agudos como crónicos realizados hasta la fecha en la HP de grupo 2 en pacientes con una fracción de eyección reducida se ha demostrado que los IPDE5 mejoran la capacidad de ejercicio, la eficiencia ventilatoria, los patrones respiratorios y la calidad de vida155–160. Estos efectos pueden deberse a las acciones favorables sobre el tono vascular pulmonar y la función del VD, la reducción de la PCPE, o una modulación directa de la sobreestimulación de ergorreceptores del músculo esquelético periférico, posiblemente a través de mejoras de la vasodilatación dependiente del endotelio de vasos pequeños. En un reciente estudio de Melenovski y cols.157, se evaluó la liberación transpulmonar de cGMP en pacientes con HP de grupo 2 con IC antes y después de una dosis única de sildenafilo (40 mg). Los pacientes con una RVP elevada mostraron un deterioro de la liberación de cGMP en comparación con los que tenían una RVP normal, y el empleo agudo de IPDE5 restableció el gradiente de cGMP en este grupo de pacientes, con independencia de los efectos sobre la PCPE. Los efectos favorables de los IPDE5 se han extendido recientemente a los pacientes con IC que presentan una HP refractaria a pesar de la reducción de la carga hemodinámica con el empleo de DAVI161. Dos estudios han abordado la cuestión de si la respiración oscilante con el ejercicio puede ser una diana específica de los IPDE5 crónicos en la IC sistólica, y ambos han mostrado la efectividad de los fármacos para revertir el patrón de respiración oscilante anormal hacia un comportamiento fisiológico105,162. Recientemente se han investigado los efectos a largo plazo (1 año) del IPDE5, sildenafilo, en un ensayo controlado y aleatorizado de pacientes con HP e ICFEp. Sildenafilo fue bien tolerado y redujo la vasoconstricción pulmonar y la hipertensión auricular derecha. Además, el tratamiento crónico se asoció a una reducción de la dilatación del VD, un aumento de la función contráctil del VD y mejoras de las determinaciones del intercambio gaseoso alveolo-capilar163. Se observaron también efectos beneficiosos menos extraordinarios pero significativos en el corazón izquierdo, con una reducción del 15% de la PCPE y mejoras de las determinaciones de la función VI mediante Doppler tisular. El mecanismo a través del cual otros vasodilatadores pulmonares aumentan la PCPE mientras que los IPDE5 no ejercen este efecto no está claro, pero es posible que tenga relación con los efectos favorables directos sobre la rigidez diastólica del VI con los IPDE5, a través de la fosforilación de la titina dependiente del cGMP, o con la reducción de la presión arterial sistémica y la postcarga del VI164–166. El ensayo PhosphodiesteRasE-5 Inhibition to Improve Quality of Life And EXercise Capacity in Diastolic Heart Failure (RELAX) que se está realizando actualmente evalúa los efectos del tratamiento crónico con IPDE5 sobre la capacidad de ejercicio y la estructura y función ventriculares en la ICFEP. Los IPDE5 no se han estudiado en otras formas de IC; como las valvulopatías cardiacas o la descompensación aguda de la IC. El uso de los IPDE5 para producir una descarga del VD con efectos directos biológicos sobre los miocitos del VD constituye un campo prometedor para la investigación167, sobre todo teniendo en cuenta la reciente demostración de una regulación positiva de los niveles de PDE5 en miocitos aislados procedentes de VD de pacientes con HP en IC168. Hay una urgente necesidad de ensayos multicéntricos, prospectivos y controlados más amplios, para definir mejor la seguridad, tolerabilidad y efectividad de los IPDE5 en la HP de grupo 2, puesto que es posible que los efectos beneficiosos hemodinámicos y funcionales a corto plazo no se extiendan al uso crónico169. Otras estrategias para aumentar los niveles de cGMP que están siendo investigadas en la actualidad consisten en el uso de activadores y estimuladores directos de la guanilato ciclasa170. Tratamientos no farmacológicos Se han descrito mejoras en la presión AP, la RVP y el remodelado del VD con el empleo de la terapia de resincronización cardiaca, aunque serán necesarios nuevos estudios sobre los mecanismos por los que se producen estos efectos, ya que es posible que estos beneficios se produzcan simplemente a través de los efectos favorables de la resincronización sobre la función VI y la PCPE171–174. También se ha descrito la mejora o la reversibilidad de lo que anteriormente se consideraba una HP fija con el empleo de DAVI175. La mayor parte de los resultados obtenidos en pacientes con una HP fija tratados con DAVI sugieren que puede observarse una reversibilidad en un plazo de 6 meses tras la implantación176, lo cual hace que muchos pacientes con HP avanzada que antes no eran aceptados sí lo sean ahora en las listas de espera para el trasplante cardiaco177–179. No disponemos de datos de comparación de la supervivencia de pacientes con HP tratados con DAVI frente a los que no han recibido este tratamiento. Conclusiones La HP de grupo 2 es una consecuencia frecuente de la hipertensión auricular crónica en la IC causada por enfermedades miocárdicas y valvulopatías. Estos procesos activan una cascada de alteraciones anatómicas y funcionales nocivas en la circulación arterial, capilar y venosa pulmonares, que en última instancia conducen a la disfunción y el fallo del VD. Estas alteraciones están claramente asociadas a un aumento de la morbilidad y mortalidad tanto en la ICFEp como en la ICFEr, a través de efectos sobre múltiples sistemas. Las intervenciones terapéuticas dirigidas a controlar o prevenir las anomalías vasculares pulmonares y la aparición o progresión del fallo del VD en la HP de grupo 2 constituyen prioridades importantes de cara al futuro. Los IPDE5 parecen muy prometedores a este respecto. Existe una urgente necesidad de nuevas investigaciones para definir los procesos que fomentan el remodelado vascular pulmonar en la IC, además de ensayos multicéntricos, aleatorizados y controlados de fármacos dirigidos a estas alteraciones, para tratar y prevenir la HP de grupo 2 y sus efectos sobre el corazón derecho. Fuentes de financiación Este trabajo fue financiado por la Monzino Foundation, Milán, Italia (Dr. Guazzi) y el Marie Ingalls Career Development Award in Cardiovascular Research (Dr. Borlaug). Ninguna. Declaraciones de intereses Guazzi y Borlaug Hipertensión pulmonar debida a cardiopatía izquierda 37 Bibliografía 1. Butler J, Chomsky DB, Wilson JR. Pulmonary hypertension and exercise intolerance in patients with heart failure. J Am Coll Cardiol. 1999;34:1802–1806. 2. Abramson SV, Burke JF, Kelly JJ Jr, Kitchen JG 3rd, Dougherty MJ, Yih DF, McGeehin FC 3rd, Shuck JW, Phiambolis TP. 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