ANA MARIA ^ALON Desde comienzos del pasado año se está produciendo un constante incremento en el precio del gasóleo agrícola que está repercutiendo en las cuentas del agricultor, como ya se han encargando de poner de manifiesto las organizaciones agrarias y la confederación de cooperativas. urante los últimos meses estamos pretienciando un cruce continuado de comunicados y manifestaciones entre los agricultores y la Administración yue están creando una creciente confusión sobre este problema, yue vamos a tratar de clariticar. En primer lugar habría que explicar cómo se forma el precio. ■ EL PRECIO DEL GASOLEO En la formación del precio tinal al agricultor intervienen tres componentes: a) El coste del producto sin impuestos, en el yue se engloban las cantidades percibidas por las empresas petroleras junto con los costes de transporte y distribución. b) EI impuesto de hidrucarhuros, yue en el caso del ga^óleo B r^ dr 13.097 PTA/L c) EI IVA, yue es el tipo normal, rs decir 16^7^^ de la suma de la^ dos partidas anteriores. A titulo de e,jemplo, cl ro^te t^inal de un litro de gascíleo B en el mes de junio. yue podría ser dc 6K FYI'A/L, se desglosaría en los si^uiente^ conceptu^: • Costc del producto: 45.5?4 PTA/I. • Impuesto e^pecial: 13.0^)7 PTA/l. • IVA: c).37^) PTA/l. ----------------------------------------TOTAL 6K.OOO N"I'A/I. Se puede afirmar, por tanto, yue del precio final pagado por lo^ agricultores una tercera parte va a las 'arcas' de Hacienda. Aun sicndo Ilamativu estr comrntario, habría yue decir yuc en el ca^o auuo 200o agrolc^rnic^u ^; La espectacular subida del precio del gasóleo aL;rícola es objeio de polémica. del gasóleo A, que es el que utilizan las empresas de transporte, el impuesto especial es de 44.901 PTA/L (más de 30 pesetas que en el agrícola). Este impuesto, junto con el del valor añadido, representa en este caso más de la mitad del precio final. No deberían, por tanto, manipularse las cifras diciendo que el gasóleo B ha subido más que el gasóleo A, pues aunque en porcentaje esta afirmación es cierta, no lo es en valor absoluto (PTA/L). El truco está en utilizar como denominador un valor inferior (el precio del gasóleo B) cuando el numerador es muy similar en ambos casos. EL CONSUMO NACI,ONAL DE GASOLEO Existe también una gran discrepancia entre las cifras que se manejan para cuantificar la repercusión del incremento del precio del combustible en las cuentas del sector agrario. Parece disparatada la estimación del consumo anual de gasóleo B que fijan algunos OPAS. Así, la UPA hace sus cálculos con un consumo de 4 950 millones de litros, mientras que desde el Ministerio de Agricultura se rebaja esta cantidad hasta unos l 500 millones de litros. La diferencia es, pues, manifiesta. Es una lástima que no haya una estadística fiable sobre el consumo real de combustibles en la agricultura, pero ^ agrotécnica haciendo cálculos con el consumo unitario de gasóleo por hectárea para los distintos cultivos (que en el caso del cereal de secano no Ilegaría a los 100 L/ha) y el número de hectáreas cultivadas, llegamos a una cifra muy cercana a la utilizada por el MAPA. Utilizando la cifra de 1 600 millones de litros, a un precio tinal de 68 PTA/L, se cuantiiica en 108 800 millones de pesetas el gasto anual de gasóleo B por parte de la agricultura española. Si a este mismo consumo de gasóleo B le aplicamos el precio medio que regía en estos mismos meses del pasado año (48 PTA/L) se podría afirmar que el incremento en el precio del gasóleo se ha traducido en 32 000 mi]lones de pesetas más de gasto para el sector (un 42% más que en el año anterior en conceptos de consumo de carburantes). iPODEMOS BAJAR EL ^ GASTO EN COMBUSTIBLE? Desde luego, no queremos trasmitir una imagen de falta de apoyo a las revindicaciones de las OPAS de rebajar la factura del combustible mediante la reducción de impuestos. Es la forma más fácil y sencilla: "Bajemos el preeio del litro de gasóleo eliminando en todo o en parte la imposición fiscal". Pero esta fórmula no parece contar con el asentimiento del Ministerio de Hacienda, que no quiere renunciar a una importante fuente de financiación del Estado como son los impuestos especiales sobre hidrocarburos. Tal vez debería intentarse el camino de reducir la carga impositiva, vía minoración del IVA, que podría pasar del 16% actual al tipo reducido del 7%, que es el que tienen otros medios de producción como los fertilizantes, las semillas o incluso la contratación de maquinaria a empresas de servicios. Pero además de lo anterior, hay otros procedimientos que están siendo olvidados por muchos agricultores y desde luego por sus organizaciones profesionales. Nos referimos a los siguientes: a) Instalación de estaciones de servicios en cooperativas u otras agrupaciones de agricultores. b) Información garantizada oficialmente sobre el consumo unitario de combustible para cada uno de los modelos de tractores que se comercializan en España. c) Mantenimiento y revisiones periódicas de los tractores. d) Mejor utilización del tractor durante el trabajo. No vamos a entrar en detalles en ninguno de ellos y especialmente en los dos últimos, pues es de suponer que otros técnicos más cualificados tratarán de estos temas, pero sí vamos a hacer un breve comentario sobre estos puntos. En cuanto a la primera medida, hay yue destacar que desde hace años se están instalando depósitos con postes de gasóleo B en numerosas cooperativas, lo que permite conseguir un mejor precio de las empresas suministradoras, que está en función del volumen de litros contratados y de la capacidad de negociación de los gerentes. Además, habría que añadir que existe una línea de ayuda por parte del MAPA, a través de las comunidades autónomas, que subvenciona hasta el 40% el coste total de la instalación. au^^o 2000 1 • ' La segunda medida está muy relacionada con la homologación de los tractores. Con la creciente introducción de la homologación CE de estos vehículos, ya no se dispone de una información contrastada sobre el consumo específico de los tractores, por lo cual el agricultor encuentra muchas dificultades para establecer comparaciones entre distintos modelos de tractores, basados en el consumo de combustible por sus motores. Estimamos que las organizaciones deberían presionar a las empresas de maquinaria y al Ministerio de Agricultura para que establecieran un procedimiento de información al agricultor sobre el consumo específico de los tractores, dado que podría suponer un importante ahorro de energía. En cuanto a las medidas relacionadas en tercer y cuatro lugar, invitamos al equipo de especialistas del Prof. Luis Marquez a desarrollar desde estas mismas páginas una serie de artículos sobre las condiciones de mantenimiento, revisiones y procedimientos de trabajo aconsejables para reducir el consumo de gasóleo. Sin olvidar el protagonismo que sobre estos asuntos deberían tener las Consejerías de Agricultura de las CCAA, entre cuyas funciones y competencias están el asesoramiento y formación de los agricultores asentados en sus territorios. ■ TAREA DE TODOS A lo largo de estas líneas hemos intentado clarificar y cuantificar, en lo posible, el problema derivado del aumento en el precio del gasóleo agrícola, sobre el que se está hablando mucho pero no acaban de encontrarse soluciones. Sería lamentable que nos olvidáramos del tema cuando baje el precio del crudo de petróleo. Creemos que ahora es el momento de asentar las bases para que todos, organizaciones de agricultores, empresas de maquinaria y sobre todo las distintas Administraciones (MAPA, Hacienda, CCAA...), establezcan un programa para abaratar el precio del gasóleo y reducir su consumo. ^^ JULIO 2000 1 Después de la recolección es importante aprovechar los restos e incorporarlos al terreno dando riqueza de nuevo al suelo. Para ello hacen falta máquinas duras y robustas. Paja, maíz, algodón... son nuestros campos de trabajo y rendimiento. lisa y IlarrameMe AGRIC•B^MVÍG s. A. Ctra. Nal. 152, km 80 • 08508 MASIES DE VOLTREGÁ Barcelona - España Tels. 93 850 25 25 - 24 50 - 27 00 • fax 93 850 20 77 - 93 857 08 93 e-mail: [email protected] • http://www.agricbemvig.com