Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia MALINCHE Y DOÑA MARINA: MITO Y PARADIGMA DEL MESTIZAJE Ma. Celina Tapia En el negro espacio sideral La galaxia brilla. Pronto estalla y evoluciona En tierra, agua, aire y fuego, Luego en hombre y mujer, En Civilizaciones de Mitos Y en leyendas de paradigmas. En los círculos expansivos Se proyectan los nombres De mortales y dioses, Todos orbitando en la historia Y para credo de orgullo, O estigma de vergüenza Con la Malinche indígena Y el Doña Marina Español. Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 1 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia Algunos años antes de la llegada de Hernán Cortés a tierras mexicanas, se dieron algunas condiciones subjetivas, que posiblemente prepararon el ánimo de Moctezuma y consecuentemente de los mexicas en general. Las mismas, surgieron como consecuencia de una serie de presagios funestos, entre ellos tenemos: el incendio que sufrió el templo de Huitzilopochtli, sin que aparentemente, nadie le prendiera fuego, la caída de un rayo sobre el templo de Xiuhtecuhtli, sin que se escuchara el trueno a pesar de que solamente caía una leve llovizna, el agua de la laguna hirvió sin motivo aparente, se levantaron las aguas en México, sin viento alguno, se oyeron voces en el aire, la aparición de un ave con una especie de espejo en la mollera en la cual se veían hombres montados en una especie de venados, la presencia de hombres deformes y monstruosos, la aparición de una cometa en 1516 y que de acuerdo con los astrólogos europeos anunció la muerte del Rey Fernando el Católico y según los mexicas, la de Netzahualpilli y por último el recorrido de una mujer que llorando por la noche daba grandes voces llamando a sus hijos porque ya tenían que irse lejos. Esta última es la leyenda de La Llorona, detrás de la cual se encuentra un mito, un rito y un culto, el de la mujer serpiente. Aceves señala al respecto lo siguiente: “ ... unos diez años antes de la llegada de los españoles, cerca del Templo Mayor se apareció una mujer que lloraba; iba gritando por la noche: “Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos, ¿A dónde los llevaré?” Otras muchas noches los aztecas escucharon la misma gritería. Dijeron que era la mujer culebra (Cihuacóatl). Consumada la conquista, los nuevos habitantes de la ciudad escucharon unos lamentos agudos y tristísimos. Los que se atrevieron a salir de la casa vieron a una mujer vestida de blanco, con el rostro cubierto por un espeso velo. Los que la siguieron cuentan que se detenía en la Plaza Mayor y de rodillas daba el último, languidísimo lamento por sus hijos. Con paso lento regresaba por las calles y desaparecía a orillas de la laguna. Dijeron entonces que era un ánima en pena, luego La Llorona y, al fin, doña Marina, la Malinche”. Antiguas tradiciones de México, según el noble mestizo Fernando de Alba Ixtlilxochitl, hablaban de Quetzalcóatl, “hombre justo, santo y bueno”, que en tiempo inmemorial vino a los aztecas “enseñándole por obras y palabras el camino de la virtud, y evitándoles los vicios y pecados, dando leyes y buena doctrina”. Predicó especialmente en la zona de Cholula, y “viendo el poco fruto que hacía con su doctrina, se volvió por la misma parte por donde había venido, que fue por la de oriente”, asegurando antes de irse que “en un año que se llamaría Ceácatl volvería, y entonces su doctrina sería recibida, y sus hijos serían señores y poseerían las tierras” Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 2 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia Por su parte, Moctezuma, era considerado un dios en la tierra. Nadie lo podía tocar, quien se atreviera a mirarlo perdería los ojos, quien osara hablarle sin que él lo deseara, perdería la lengua. Contaba con todo Chapultepec para bañarse tres veces al día. Nunca se ponía una misma capa dos veces, pues éstas eran hiladas con hilo de oro y de plata y tenía incrustaciones de piedras preciosas y las mismas luego se deshilaban. Contaba con 2000 esposas y 300 platillos eran preparados diariamente para él, de los cuales solamente escogía uno. Los tamemes siempre lo cargaban por la calle, e incluso en algunas ocasiones le colocaban alfombra de flores a su paso. En su imponente palacio contaba con su zoológico particular, donde no solamente tenía animales sino también algunos hombres que habían nacido con deformidades. Pero el regreso de Quetzalcóatl significaba perderlo todo y tenía la certeza que el pueblo no iba a pensarlo dos veces para cambiar de emperador. Preocupado ante esta situación pretende mantenerse informado ante cualquier situación sospechosa que sucediese. Una de las previsiones que tomó, fue la de enviar a algunos espías enrumbados hacia diferentes direcciones. El espía que se dirigió a la zona maya, le comunica que éstos se encuentran muriéndose de hambre. Pero, para sus intereses lo más importante que le comunicó, es que 7 años antes, aproximadamente en 1512, una docena de tipos raros llegaron a tierra maya producto de un naufragio en el que los mismos se dirigían de Darién a Santo Domingo para entregar un recado a Diego Colón. Al ser rescatados por los mayas que estaban en situación de hambruna total, éstos fueron incluidos en su menú. Cinco de ellos fueron rápidamente cocinados y los otros siete fueron obligados a engordar porque se encontraban muy delgados para su gusto. Pero esta comilona fue nefasta para los mayas, ya que 18 de ellos murieron intoxicados y con terribles dolores. Los prisioneros que quedaron vivos huyeron por la selva y solamente sobrevivieron dos: Jerónimo de Aguilar y Gonzalo de Guerrero. Ambos fueron rescatados por otra tribu y enterados de que no eran comestibles, los bañaron, les asignaron mujer, y los mismos, convivieron socialmente en dicha comunidad, aprendiendo el idioma maya. El espía le comunicó además a Moctezuma, que parecía ser que había una isla llena de ellos, más allá del mar (Cuba). Por su parte, en 1492 Cristóbal Colón había descubierto la isla a la cual colonizaron y para el año de 1511 no quedaba ni un solo nativo, los habían matado a todos. Pronto se dieron cuenta de su error por que sin indígenas, ¿Quién iba a trabajar para ellos? Su mirada se dirigió hacia el mundo mexica. En la nación azteca, con su gran capital, México-Tenochtitlán, habían templos y palacios extraordinarios, con esculturas y pinturas murales, con sus centros de educación y con una conciencia histórica preservada en sus códices o libros de pinturas. Era un Estado poderoso que dominaba vastas regiones, desde el Golfo Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 3 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia de México hasta el Pacífico, y que llegaba hacia el sur, casi a las fronteras de la actual Guatemala. Su gloria y su fama eran bien conocidas por todos los rumbos del mundo indígena. Precisamente por todos estos hechos tuvieron información de la misma los conquistadores españoles, que se encontraban establecidos en Cuba. Tres años después de la aparición del cometa, el 18 de febrero de 1519 Hernán Cortés zarpó de la isla de Cuba, llevando 11 navíos, más de 500 soldados, cerca de 100 marineros, 16 caballos, 14 cañones, 32 ballestas y 13 escopetas. Pocos días después llegó a la isla de Cozumel y al entrar en contacto con algunos de sus habitantes, le sorprendió mucho que pequeñas embarcaciones indígenas se acercaran a sus navíos, y que éstos al verlos gritaran “castellani, castellani”. Cortés extrañado de que los nombrasen por su gentilicio envió a un grupo de soldados para que averiguaran la causa de tan extraña coincidencia y con este hecho la “buena suerte” comenzó a ponerse de su lado. Los soldados regresaron, llevando con ellos a Jerónimo de Aguilar, el fraile español superviviente del naufragio ocurrido 7 años antes, el que inmediatamente se unió a Cortés, convirtiéndose en un elemento primordial de la conquista, pues había aprendido el idioma maya, por lo demás, común en toda esa región, por lo que Cortés, apenas pisadas las nuevas tierras, comenzaba a enterarse de las costumbres que prevalecían en la región, podía hacerse entender de los nativos y empezó a escuchar del inmenso Imperio Mexica y de su emperador Moctezuma. Al continuar su camino y con las embarcaciones bordeando los litorales de la península de Yucatán hasta el río de Tabasco que se conoció a partir de entonces como Grijalva, en el pueblo de Centla, en Tabasco, ocurrió el primer enfrentamiento bélico con sus habitantes. Consumada la victoria de Cortés, los señores maya tomaron la decisión de buscar favores de los españoles en lugar de pelear con ellos. Se celebró una entrevista entre Cortés y los principales señores de esta región y pudieron entenderse, gracias a Jerónimo de Aguilar, que sirvió de intérprete. De esta manera Cortés se enteró de que la región se encontraba sujeta a la tiranía de los mexicas, y que éstos eran odiados, sobre todo por los inmensos tributos que les hacían pagar, a la vez se informó de que el poderío de ese imperio era inmenso y que sus riquezas eran muy cuantiosas. Hernán Cortés, magnífico diplomático como siempre fue, de inmediato les prometió que los liberaría de la tiranía mexica si a cambio se convertían en sus aliados. Con esto él resolvía dos problemas; al marcharse no dejaba enemigos a sus espaldas y a la vez, tendría quien le cuidara la retaguardia. En son de paz, los españoles fueron agasajados y recibieron regalías que consistieron en alimentos, vestidos, oro y esclavos. Este botín incluyó a veinte jóvenes mujeres, entre las que Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 4 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia se encontraba la célebre Malintzin o Malinche, que posiblemente tendría aproximadamente veinte años cuando fue entregada como obsequio. Es en este momento que se da el punto de partida de la significación que esta mujer tuvo en la historia de la conquista de México. ¿Quién fue en realidad esta mujer, cuyo nombre ha pasado a la historia como sinónimo de traición, de preferencia de lo extranjero sobre lo patrio, originando el término malinchismo? Conociendo su historia personal, resulta mucho más sencillo explicarnos las posibles causas de su comportamiento. La Malinche, figura fundacional de la historia méxicana y de las interpretaciones acerca de la identidad latinoamericana, se convirtió en uno de los personajes más apasionantes y controversiales que han existido desde esta época. Su existencia, además de mítica es histórica. Se ignora el año exacto de su nacimiento, la mayoría de los estudiosos de su vida lo ubican entre l500 y l502. A partir de aquí, surgen las opiniones encontradas que su historia le ha legado al mundo latinoamericano y que tiene que ver con interpretaciones acerca de nuestra identidad. Fue vista por los conquistadores españoles como una heroína y como una traidora por su propia gente, los indígenas aztecas. Lizandro Chávez Alfaro en su Apología de Malintzin ha señalado al respecto: “Es así que un hecho de la conquista española del Imperio Mexica –el enlace de El Cortés y la Malinche- ha trascendido su espacio y su tiempo para latinoamericanizarse y llegar hasta nosotros convertido en falso estigma, en salivoso vituperio, en símbolo maldito”. En la historia de México, Malinche se convertirá en un símbolo del indio seducido y abandonado, dando lugar al término malinchismo, con el que se señala la entrega a lo que viene de fuera y la incapacidad para valorar lo propio. Esta imagen, además, ha sido usada para juzgar a la mujer como símbolo de traición y de poder a lo largo de la historia. Pero, Malinche también fue querida y admirada tanto por hombres como por mujeres que creían en ella y se admiraban tanto de su conocimientos como de su belleza. Parece ser, que desde su infancia demostró una inteligencia superior y grandes habilidades aunadas a un inmenso interés por aprender. Creció en Tabasco donde también fue admirada por las mismas razones. En relación a esto último Matt Lazenby, en relación a una leyenda tejida en su nombre, dice de ella: “...lucía un huipil de vistosos colores, en su pecho, pendían las gargantillas de cuentas de vidrio, imitando esmeraldas, turquesas y amatistas, que como valiosas joyas había recibido de Cortés, y que resaltaban su singular hermosura; pues era de cutis bronceado, pupilas cintilantes, cabellos de azabache, dientes perlados, cuerpo grácil y labios ardientes, como toda mujer tropical...” Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 5 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia Los estudiosos del tema, se contradicen cuando se trata de profundizar en la infancia de Malintzin. Unos señalan que la fecha y localización exacta de su nacimiento son inciertas por no tener archivos confiables y que tampoco se pueden explicar las circunstancias de su vida antes de la llegada de los españoles. Pero la mayoría coincide en que antes de convertirse en propiedad del cacique de Tabasco, su infancia y adolescencia transcurrieron sin cariño, sin protección, ni respeto de nadie, sin sentir amor por sus tradiciones, ni afecto por los de su raza. Malintzin, conocía todas las tradiciones del país, pues con los comerciantes, a los cuales pertenecía, había recorrido casi todo mesoamérica y sabía expresarse en maya, por ser el idioma que aprendió en Tabasco, y tenía un dominio absoluto del náhuatl, en tanto fue el idioma que aprendió en su infancia y que usó todo el tiempo que convivió con los comerciantes mexicas. Volviendo a Cortés, quien ya con intérpretes, siguió avanzando y combatiendo. Resultó ventajoso para él, el hecho de que las culturas mesoamericanas nunca habían visto un caballo. Así que cuando vieron a los españoles montados, pensaron que era un solo hombre o animal, pero su sorpresa fue mayor aún, cuando vieron y escucharon los cañones. Se sorprendieron ante un tubo que escupía fuego y obviamente pensaron que eran dioses, posiblemente los hijos de Quetzalcóatl. Los informantes de Moctezuma describieron de la siguiente forma lo que ellos observaron: “Sus grandes cerros que van sobre el agua de un lado a otro, con sus tubos que escupen fuego, todo retumba, va lloviendo fuego y el humo que de él sale huele a lodo podrido y si va a dar a un cerro como que lo hiende y lo desquebraja. Son todos de hierro, de hierro se visten, de hierro son sus armas. Los soportan en lo alto sus venados, tan altos están como los techos de las casas, sus perros son enormes, de orejas ondulantes y aplastadas, de grandes lenguas colgantes y los ojos amarillos”. Por supuesto, todos estos informes hicieron que Moctezuma, se pusiera más nervioso de lo que ya se encontraba, y este evidente miedo era comprensible. Siendo él un hombre profundamente religioso, como guardián del reino y del culto, “quedó lleno de terror, de miedo y todo el mundo estaba muy temeroso. Moctezuma tenía ganas de huir, esconderse… pero los blancos barbados, se aproximaban a Tenochtitlán, y el tlatoani, no hizo más que esperarlos, se resignó: había vuelto Quetzalcóalt que ahora se llamaba Hernán Cortés”. Para su benefico, Cortés en el trayecto, no encontró enemigos sino aliados. Los Totonacas colaboraron con ellos para que llegaran a Tenochtitlán y por supuesto no eran los únicos, ya que casi la totalidad de habitantes que se encontraba poblando desde la costa hasta la ciudad de Tenochtitlán eran vasallos de Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 6 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia Moctezuma y deseaban vengarse de los aztecas. Los españoles con todas estas condiciones a su favor se tomaron Cempoala creyendo, entre otras cosas, que era una ciudad construida con plata, pero pronto se percataron que en realidad lo que sucedía era que la ciudad se encontraba recién encalada. De todas formas saquearon la ciudad, entraron a los templos y a las casas de habitación llevándose consigo todo lo que brillaba. Si acaso Cortés, como es lógico de suponer, sintió miedo de internarse al país con solamente la cantidad de hombres que llevaba, fue el mismo, ingenuo y temeroso Moctezuma, el que logró hacer desaparecer todo temor, ya que le hizo llegar, al poco tiempo de estar instalado en Veracruz, la visita de cuatro príncipes aliados, cargados de bellos y costosos presentes, a la vez que, por palabras traducidas por Malintzin, Cortés comprendió lo que le parecía inconcebible: era confundido con un dios llamado Quetzalcóaltl y se le estaba dando el trato sumiso y respetuoso que se le otorga a una deidad!! Y el emperador del más vasto imperio hasta entonces descubierto, se inclinaba ante él y se declaraba su vasallo. Fueron los mismos protagonistas quienes señalaron: ...“y envió Moctezuma que le fueran entregados: una máscara de hechura de turquesas, un escudo de travesaños de oro con plumas de quetzal en el borde, una ajorca de jade con cascabelitos de oro, una lanza de dardos guarnecida de turquesas, un capacete en forma cónica con travesaño todo de oro y concha nácar, unas orejeras de jade, un chalequito matizado de turquesas, una diadema de piel de tigre con plumas de faisán y sobre ella una enorme esmeralda y muchos otros objetos elaborados con piedras preciosas”. Contribuyendo de esta forma -sin pretenderlo- exacerbar la ambición de los invasores españoles. Retomando el hilo de nuestra protagonista, hay que señalar que existen diferentes teorías acerca de la infancia de Malintzin. Una de ellas, señala que la misma era hija de Taxumal, quien gobernaba a la tribu Payla, dominada por los aztecas y su madre se llamaba Chituche. A los nueve años, la misma tenía muchos conocimientos que le eran transmitidos por su abuela paterna. Entre ellos, sabía leer el calendario sagrado, dibujar los signos de los 18 meses del año, conocía las unidades del tiempo, también los nombres de todos los dioses, así como el día en que se celebraba la fiesta de cada uno de ellos, distinguía las fases de la luna, las mejores épocas para plantar y recoger las cosechas y también conocía todo sobre los volcanes y terremotos, pues Payla era una zona sísmica. Cuando ella tenía esta edad, una picadura de serpiente causó la muerte de su padre, quien en su lecho de muerte dijo que dejaba su lugar de líder a su primogénita. Sin embargo, su madre no quería que ella sucediera a su padre, con el argumento de que una mujer no era capaz de gobernar ninguna ciudad. Por ello, ante la insistencia de Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 7 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia Malinche de cumplir los deseos de su padre, Chituche la vendió como esclava a hombres de Tabasco y aseguró ante la gente de su pueblo que su hija había muerto. Otra teoría acerca de su infancia, se conoce por la narración de Bernal Díaz del Castillo quien dice haber conocido a la madre de Marina, -nombre con que Cortés la llama después del encuentro entre ambos-, el escritor señala que el nacimiento de la niña ocurrió en la provincia de Painala o Paynalla en la provincia azteca de Coatzalcoalcos, en la región de Veracruz. Hija de un cacique. Su nombre original era Malinalli. Según el autor del famoso libro, La verdadera historia de la Conquista de México, La Malinche, Malinalli, Malintzin, Malintzin Tenepal, Malinal, Malinalli Tenepal o Doña Marina, distintos nombres con que se le conoce, era hija de un cacique, que murió siendo ella muy niña. Luego su madre se casó con otro cacique y dio a luz a un niño. Aunque Marina era la primogénita y heredera legítima, su madre y su padrastro quisieron favorecer al nuevo bebé. Para que el niño no tuviera ningún impedimento de obtener el puesto de poder en la familia, su madre vendió o entregó a Malinalli como esclava a unos mercaderes y aprovechó la muerte de la hija de una esclava suya para celebrar una entierro con gran solemnidad y hacer pasar a su propia hija por muerta. Las fuentes señalan que posteriormente se le vio eventualmente en condición de esclava de un cacique maya de Chokan-Patun en Tabasco. Otra teoría, posiblemente la menos difundida, nos informa que la Malinche fue una indígena que nació en la provincia azteca de Coatzacoalcos que desde su infancia demostró grandes habilidades e interés por aprender y que después de la muerte de sus padres, su abuela la vendió al cacique de Tabasco. Una última narración de los hechos señala que fue el mismo progenitor de la niña quien la entregó a unos mercaderes. Obviamente la verdad se debe encontrar en esta mezcolanza. En este caso da igual y como podemos ver, en lo que todos los autores coinciden es en el linaje de su origen y su posterior condición de esclava. Cuando los hechos son tan lamentables, las condiciones en que se suscitaron no son relevantes y ninguna de las narraciones acerca del rumbo en la infancia de Malintzin alivia o gusta. Al respecto Chávez Alfaro señala: “No menos escabroso ha sido el tránsito de nuestra madre maldecida. La Malinche, desde su condición de maltratada niña precoz hasta su transmutación en polo convocador de un hostil sentimiento ya generalizado en la América Mestiza”. Retrospectivamente, se visualiza a una niña, de unos 8 o 9 años aproximadamente, muy asustada y confusa ante tal actitud. Seguramente debió sentirse empequeñecida, rechazada y muy poco valorada al verse convertida en mercancía a tan temprana edad y con el posible consentimiento o iniciativa de un Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 8 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia ser querido para ella y del cual solamente se espera protección y cariño. Posiblemente éste sea el capítulo más importante, el momento clave en la vida de esta mujer, que nos brinde las pautas para comprender su posterior comportamiento. Su existencia a partir de este momento, será una odiosa repetición de aquel suceso en el que ella fue vendida como esclava. El segundo trueque en el que ella de nuevo es la víctima y protagonista tiene lugar el 12 marzo de 1519, en la que es ofrecida como “presente” junto con las otras 19 esclavas a Hernán Cortés y sus hombres de parte de los asustados caciques de Tabasco, que con este obsequio creían lograr calmar los ánimos del invasor.Aguilar, quien también se había ordenado como sacerdote, además de servir como intérprete ayudó en la conversión de los maya. Las mujeres, Marina entre ellas, fueron bautizadas en marzo de l519. Así nace Mallinali, por segunda vez a la leyenda y, para este bautizo histórico contará con dos nombres: Doña Marina, el nombre oficial tras su bautizo cristiano, conservando el Doña, indicador de nobleza y rango; y el segundo nombre, Malinche, voz desvirtuada de Malintzin, usadas por los españoles. Carlos Hernández, citado por Aceves al respecto ha señalado lo siguiente: “Los indios que a diario se agrupaban al campo del conquistador, adoraban a Doña Marina entrañablemente y como ellos pronunciaran con dificultad su nuevo nombre, al agregarle según gramática nahualeca la partícula “tzin”, que equivale al don, nació la palabra “Malinche”.”Chávez Alfaro, en relación a su nombre dice lo siguiente: “Si su nombre derivó de ce malinalli, octavo signo de la astrología judiciaria elaborada por Quetzalcóatl según los adivinos mexicas; si de la ausencia del sonido r en las fonéticas indígenas, por lo que el nombre cristiano de Marina se convirtió en Malina y luego, ya investido del sufijo reverencial, en Malinatzin o Malintzin, si Malintzin Tenepal es la conjunción del día de su nacimiento y de su alcurnia, atribuyéndole a Tenepal el significado de “persona que habla muncho y con animación”, todo ello me parece menos sorprendente que el nombre de Malinche haya sido para los autóctonos tan válido para ella, la mujer-amanteintérprete, como para el Cortés, tan poderoso como inseparable de la mujer que lo asistía en todo. Federico Gómez de Orozco, descendiente de La Malinche y Cortés en undécima generación quien es citado por el mismo Chávez Alfaro propone la tesis“ de que fue una resentida ironía de Moctezuma prisionero la que originó la ambivalencia del nombre Malinche. Veía Moctezuma tan inseparable al conquistador y su imprescindible intérprete, que con amarga sutileza se refirió al Cortés como el “Señor Malinche”. Expresaba así desaire al que con sus actos había negado ser Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 9 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia reencarnación del Dios Qutzalcóatl, y ahora se mostraba mortal común, merecedor del mismo nombre de la mujer mortal que adonde quiera lo acompañaba; era su sombra parlante…” Considera el mismo Chávez que “ por la interpretación que Federico Gómez de Orozco da a una enigmática línea de Bernal Díaz del Castillo, en el primer encuentro de Cortés con Moctezuma, Malintzin la intérprete desacatadora le tendió la mano derecha a Moctezuma para saludarlo de igual a igual, cuando los cánones mandaban que nadie osara levantar la vista ante el tlatoani (…). Naturalmente que el tlatoani esquivó a la desacatada mujercita para ir frente a Cortés-Quetzalcóatl. Sin embargo, cuando moctezuma ya convertido en prisionero de Cortés y Marina vivía su momento de dueña y señora del palacio de Axayácatl, en las crónicas puede entreverse, cierta inclinación compasiva de ella hacia el tlatoani caído… Cuando Cortés recibió como regalo a las esclavas no dio mucha importancia a ese „presente‟ ya que a su vez repartió a estas mujeres a los militares que le acompañaban. Malintzin fue destinada en un primer momento a Alonso Hernández de Puertocarrero, sin embargo después de transcurrido algunos pocos meses, Cortés se percata de la habilidad de ella en el manejo de los idiomas, así como para ganarse el respeto y la confianza de su pueblo. No hay que perder de vista que ella fue una princesa india, poseedora de una vasta cultura, que dominaba a la perfección las lenguas maya y náhuatl, y que, poco tiempo después aprendió el castellano. Al ganar la confianza de su amo, se convirtió primero en su secretaria, luego en su intérprete y diplomática y finalmente en su mujer y madre del único fruto producto de esta relación: su hijo Martín, quien recibió el mismo nombre de su abuelo paterno, hecho muy significativo por cierto. Posiblemente el amor que ella le profesó a Cortés fue muy grande con independencia de si él le amó o no, aunque aparentemente fue correspondida. En esta historia, resulta relevante señalar que el mismo fue estudiante universitario, tenía conocimientos de latín, los romances y la historia, lo que le permitió expresarse con soltura, fue escribano en Valladolid, tenía mucha experiencia con las mujeres y era físicamente atractivo. Razones suficientes para que Malitzin, quien también era una mujer bella e inteligente se sintiera atraída por él. Posiblemente ésta se haya constituído en una relación en la que los dos se complementaban. Además, ella creció sin el amor de la figura paterna y pudo haber encontrado en él todo: protección, amor y un lugar en la sociedad, que por derecho le pertenecía. No hay que perder de vista que Cortés le doblaba la edad cuando la recibió “en calidad de concubina tortillera. Era una entre las veinte muchachas regaladas para que durante la noche yaciera con sus nuevos dueños y Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 10 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia durante el día repitiera el duro trabajo de hacer el “pan de maíz” que alimentaba a los recién venidos”. Por otro lado, también son muchos los que piensan que Cortés nunca la amó y que lo único que hizo fue utilizarla para conquistar a los aztecas, pero a lo mejor no fue así, y él mismo, también la quiso intensamente, o a lo mejor fue una gran pasión. Una prueba de este hecho podría ser el comportamiento de Cortés posterior a su convivencia con Malintzin. Al conquistador a menudo se le ofrecían otras mujeres y él siempre las rechazó a pesar de tener una imagen ganada como un hombre que mostraba debilidad ante el sexo opuesto y aunado a esto, sus biógrafos lo describen como un hombre que además de ser bien parecido, no se preocupaba por ocultar esa fogosidad sexual tan intensa que le caracterizaba. El mismo Bernal Díaz del Castillo lo señala: “Era con demasía dado a las mujeres, y se acuchilló con hombres y siempre salió con victoria”. Existe además una carta en la que el conquistador se refiere a ella con mucho respeto y en la cual escribió lo siguiente: “Después de Dios, le debemos la conquista de la Nueva España a Doña Marina”, lo cual se puede interpretar de multiples formas, pero, es esta expresión posiblemente una de las que ha contribuido a que la imagen y el recuerdo de esta mujer haya sido tan polémico y tan enjuiciado durante tantos años. Además, ella estuvo a su lado todo el tiempo, a quien en un principio creyó un Dios, lo ayudó a combatir y conquistar a los indígenas, esta situación hizo que se ganara el odio de algunos indígenas quienes hasta el día de su muerte la llamaban “la traidora o la chingada”. Según Chávez, “el símbolo se construye con deseos respondidos, certidumbres derrumbadas, amores y rencores, o con instintos y fantasmas del simbolizado. Cada noche creamos en sueños nuestros efímeros símbolos individuales. Más lentos en su formación y mucho más duraderos son los símbolos culturales. Arraigados en la conciencia y la subconciencia colectiva, se levantan con fuerza representativa, aunque no necesariamente para representar nuestro flanco más lúcido ni el más razonable. Por lo contrario tienden a funcionar estos símbolos con características semejantes a las del prejuicio, según lo estudia Jung”. En Cholula tuvo lugar un acontecimiento por el cual el adjetivo “malinchista” es sinónimo de traición. Estando en la ciudad, una anciana advierte a Marina de la emboscada a la que estaban expuestos los españoles. Los aztecas habían planificado todas las condiciones para sorprenderlos al día siguiente y luego asesinarlos. La anciana mujer la previene para que ella abandone lo más pronto posible a los enemigos, si desea salvar su vida. Pero, ella hizo todo lo contrario de lo que se le aconsejó y previno a Cortés y a sus hombres y la furia vengativa del mismo no se hizo esperar y ese mismo día, mandó a asesinar a 2,000 guerreros Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 11 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia aztecas, informándoles así mismo el motivo de esta masiva ejecución. Otro elemento de controversia en torno a la Malinche, es que algunos señalan que si no hubiera sido por la ayuda que ésta le ofreció a los españoles, ellos jamás hubieran conquistado a los aztecas y desde ese ángulo la perciben como una traidora de su propia gente, otros la visualizan como una víctima explotada por Hernán Cortés y algunos, la consideran el chivo expiatorio del fracaso de Moctezuma, quien no fue capaz de defender su reino. Sin embargo el punto coincidente de todos es que La Malinche es la que le dio vida a una nueva raza, la mestiza. El 8 de noviembre de 1519, Cortés y su gente hicieron su primera entrada en México-Tenochtitlán, llegando por la calzada de Iztapalapa que unía a la ciudad con la ribera del lago por el lado sur. Alojados en los palacios reales, pudieron percatarse de la grandeza y poderío de la ciudad. Moctezuma que los recibió como huéspedes, pronto se convirtió en su prisionero. En mayo de 1520 llegó Pánfilo de Narváez a la región de Zempoala, enviado por el gobernador de Cuba para deponer y hacer preso a Cortés. Este salió de México-Tenochtitlán para hacerle frente y lo derrotó. Esto le permitió acrecentar el número de sus hombres pero, en el período en que Cortés estuvo fuera, Pedro de Alvarado acometió a los mexicas durante la gran fiesta de Tóxcatl, en honor de su Dios Hutzilopochtli. Al regresar Cortés a la ciudad, la encontró conmocionada y consideró que era mejor salir a escondidas de ella. Fue entonces que perdió la vida Moctezuma. Según unos, al tratar de apaciguar a los mexicas, éstos le lanzaron varias pedradas, una de las cuales lo hirió en la cabeza. Según otros, murió de manos de los españoles que le dieron más de una cuchillada en el bajo vientre. La noche del 30 de junio de ese año Cortés y sus hombres con gran sigilo abandonaron la ciudad. Los mexicas que dieron la voz de alarma, los atacaron con furia. Los españoles perdieron entonces más de la mitad de sus hombres, así como todos los tesoros de los que se habían apoderado. Esta noche se conoce como la “noche triste” del 30 de junio de 1520. ¿Porqué los mexicanos le llaman la “noche triste”, y no la noche de la derrota española? En todo caso es triste para los invasores. Los conquistadores marcharon en busca del auxilio de sus aliados tlaxcaltecas y fue hasta casi un año después, el 30 de mayo de 1521, cuando dieron inicio al asedio formal de la ciudad de México-Tenochtitlán. Para tal fin concentró Cortés más de 80,000 tlaxcaltecas y reforzó sus tropas con la llegada de otras varias expediciones a Veracruz. Las crónicas hablan de la elección del señor Cuitláhuac como sucesor de Moctezuma y de la epidemia de viruelas en la que murieron él y muchos otros, Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 12 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia peste que a la vez sirvió de aliada a los propósitos de Cortés. Tomó entonces el poder el joven príncipe Cuauhtémoc. El asedio y la resistencia indígena se extendió aproximadamente por casi ochenta días. El 13 de agosto de 1521 cayó la ciudad de México-Tenochtitlán en manos de Hernán Cortés que aprisionó al joven príncipe gobernante, quien más tarde fue torturado y asesinado en la actual región de Chiapas. Después de la conquista de México, Doña Marina acompañó a Cortés a Hibueras, donde se encontró a su madre y hermano y perdonó a la primera por lo que hizo, lo cual la adjetiva como un ser humano extraordinario. En relación a los últimos tiempos vividos por Doña Marina, las crónicas señalan que en 1524, Cortés, en absoluto estado de embriaguez hizo que ésta contrajera matrimonio con Juan Jaramillo, uno de sus capitanes, en el pueblo de Ostotipec, y de la que se dice fue una buena esposa. Tuvieron una hija llamada María, que quedó huérfana al morir Malintzin en el año 1530, posiblemente a causa de la peste de viruela, muy común en la época. Algunos historiadores interpretan que Cortés consigue consumar este matrimonio para “deshacerse” de Doña Marina. Sin embargo, las actuaciones humanas y los hechos históricos deben ser analizados en su contexto. No hay que perder de vista, que una mujer sin esposo en aquella época, era una mujer devaluada y al ser Hernán Cortés un hombre casado y tener otros intereses, no podía convertirla en su esposa, nada más justo que dejar a la mujer amada protegida por un hombre de su confianza que le diera su apellido y que la enalteciera ante la sociedad. Más de quinientos años después, gran parte de las sociedad continúan pensando de esta manera. Sin embargo, obviamente, hay diferencias de opinión al respecto. La opinión de Chávez es la siguiente: “…fue entregada una vez más a un tercer marido: Juan Jaramillo. Era la quinta vez que Malintzin en cuerpo y alma era lanzada como ficha rodante entre manos de hombres. En el apogeo de su trayectoria, El Cortés colmaba su imagen de señor feudal, casándola con su amigo fiel y convirtiéndola en encomendera. En la misma ceremonia matrimonial le entregó públicamente los títulos de posesión de los pueblos que habían pertenecido a sus progenitores”. Entregada como instrumento necesario para cumplir y hacer llevaderas las tareas de la vida diaria de los soldados, incluidas las tareas reproductivas, Malinche, cuyo nombre designa una fatalidad, según el calendario o tonalpoualli azteca, y condenada al silencio historiográfico como dice Angelo Morino en su libro La donna Marina, citado por Glantz, su liga con Cortés la convierte en uno de los personajes más frecuentados de la escritura de los conquistadores y en figura esencial de los códices de los vencidos, a tal punto que en algunas crónicas y en Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 13 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia algunos códices es convertida en diosa. Glantz señala lo siguiente: “Cada vez que consulto las fuentes tradicionales que sobre ella existen, soy objeto de manera invariable, de una fascinación peculiar. Procedo, de inmediato, a un ejercicio de limpieza para recuperarla debajo de tantas gallinas y gallipavos, mantas de algodón bien labradas, joyezuelas, turquesas de poco valor, maíz y las otras diecinueve mujeres que formaban parte del lote entregado a Cortés después de la batalla de Cintla”. Se comparte de manera absoluta esta opinión. La imagen de Malinche ha sido percibida de diferentes maneras. Los diversos comentarios de los escritores que la han estudiado, son producto del momento histórico que les tocó vivir, su origen, su concepción del mundo, y sobre todo, de sus propios principios e intereses. A través de la historia una dicotomía singular la persigue, ya sea como elemento providencial para el triunfo de Cortés o como la culpable de la desgracia de su pueblo, al extremo que en El Laberinto de la Soledad, uno de los más difundidos e importantes escritos de Octavio Paz, el mismo, la fusiona con La Chingada. Este escritor, recordando la imagen de nuestra protagonista, dedica toda una sección de su obra para hablar de los hijos de la malinche. Al analizar este personaje, Paz la relaciona con “todas las indígenas que fueron fascinadas, violadas o seducidas por los españoles”. Al hablar de las mujeres “chingadas”, las describe como seres pasivos que no oponen resistencia. Al contrastar la imagen de la Malinche con la de Cuauhtémoc, la primera es la chingada, y el segundo, es el héroe, imagen del hijo sacrificado. Esta visión corresponde a la de una sociedad patriarcal, en la que los hombres deben se los ambiciosos y fuertes, en cambio las mujeres deben ser tiernas, sumisas y preocuparse únicamente por los asuntos domésticos. Al comprarar la imagen de la Virgen de Guadalupe, con la de la Malinche, Paz aclara que las dos son madres, sólo que una, por ser Virgen, es aceptada, respetada y venerada; y la otra, por haber sido violada, es rechazada. Paz refleja el rechazo que muchos mexicanos aún sienten por lo que consideran la deslealtad de la Malinche, un desprecio que dio origen al calificativo “malinchista”, para denunciar a todas aquellas personas que tienen tendencias extranjerizantes. Al respecto, refiere Chávez: “Rica es la imaginería que los códices recogen de Malintzin en los años que fue sombra del conquistador: Malinche ella y malinche él. Luego se esfuma en un anonimato tan oscuro que no hubo mano que recogiera la fecha de su muerte ni el sitio de entierro de aquella protagonista a quien nadie había pedido permiso para venderla, regalarla, permutarla, traspasarla, exprimirla, Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 14 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia apartarla o negarla en su auténtica humanidad”. Sin embargo, en el caso de Cortés, no ocurrió la misma cosa. Tras una serie de acontecimientos irrelevantes en este estudio, Cortés murió a la edad de 62 años, el dos de diciembre de 1547. Su primer entierro fue en la Iglesia de San Isidro del Campo en Sevilla. Años después sus restos fueron trasladados a la Nueva España y enterrados en la Iglesia adjunta al Convento de San Francisco en Tezcoco. De ahí pasaron a la Capilla Mayor del Convento de San Francisco en la ciudad de México. Su último reposo lo alcanzó en la Iglesia de Jesús Nazareno, contiguo al hospital de Jesús fundado por él. Actualmente, se conservan en una urna colocada en un nicho en el muro del costado del evangelio. ¿Porqué el sí y ella no? Gracias a esta obra, en la que Paz hace una crítica de principios, el mismo pasó a formar parte del gran movimiento cultural, conocido como filosofía de lo mexicano, o como posteriormente se le llamó, búsqueda de la esencia del Ser del mexicano, movimiento que además de filosófico es psicológico, y que incluye a pensadores tan eminentes como Antonio Caso, Samuel Ramos, Leopoldo Zea, entre los más importantes filósofos latinoamericanos. Aceves, en su obra Alquimia y Mito del Mexicano, refuta las ideas esenciales de Paz, en El Laberinto de la Soledad, con su antilaberinto. Como su nombre lo indica, éste se propone refutar las ideas de Octavio Paz, acerca de los mexicanos y señala: “ ¿Somos hijos de la nada -la chingada-, de la orfandad y el abandono -de ahí nuestra condición de solitarios-?. Esta concepción de tomarse en serio, produce efectos despersonalizadores y desnacionalizadores. Según Paz, los dioses precolombinos traicionaron a su pueblo y, de acuerdo con un mito que él mismo compone, La Malinche, como madre de la nueva raza mestiza, es “la Chingada en Persona”. Un pueblo así, al que se le ha escamoteado su verdadero origen, efectivamente no es nada, ni aún poéticamente” La imagen de la Malinche en Carlos Fuentes, es la de la intérprete, pero también la amante, la mujer de Cortés, la fundadora del hecho central de la civilización multirracial, mezclando el sexo con el lenguaje. Fue la madre del hijo que simbólicamente se constituyó en el primer mestizo. En él, esta imagen se encuentra más ligada a los valores de la modernidad, como la iniciativa, el esfuerzo, el respeto, la dignidad, la inteligencia y la audacia, cuando dice que La Malinche: “parió hablando la nueva lengua que aprendió de Cortés, la lengua castellana, Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 15 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia lengua de la rebelión y de la esperanza, de la vida y la muerte, que habría de convertir en la liga más fuerte entre los descendientes de indios, europeos y negros del hemisferio americano”. Abiertamente, Fuentes pide el reconocimiento de Malinche como madre del mestizaje, al igual que la paternidad de Cortés, con lo que enfatiza la equidad entre colegas. Su representación de la misma, es la de un personaje de hibridismo cultural, que asume el entrelazamiento de prácticas que generarán nuevas formas sin desplazar a las anteriores. Jordi Corominas, aborda esta temática en su trabajo “¿Malinhe, Marina o Malitin?...”La tragedia de la identidad latinoamericana” y lo hace desde el punto de vista del mito, del símbolo y señala lo siguiente: “La historia de la Malinche constituye una historia ejemplar, un mito de origen donde podemos leernos a nosotros mismos. Su comprensión quizá sea el mejor camino para exorcizar las fuerzas que a veces nos atenazan y subyugan. Además de ser un símbolo de la mujer, del alma mestiza y de la tragedia de la identidad latinoamericana, es un símbolo universal, con toda la fuerza, fascinación, terror y ambigüedad que guardan los símbolos de cualquier cultura. […]. La Malinche es el Edipo de nuestra Grecia, de nuestros orígenes. Su relato nos conmueve porque toca fibras profundas de nuestro ser. [...] Los símbolos siempre dan que pensar, todo es que los recuperemos en su plenitud y riqueza de significado.” Aceves, presenta un conjunto de testimonios históricos que de alguna manera permiten reconstruir de una manera relativamente fiel la personalidad de Malintzin, de tal forma que los investigadores, novelistas y todos aquellos interesados en la apasionante historia de esta mujer extraordinaria puedan disponer de la casi totalidad de cinco siglos de información acerca de la misma. Veamos algunos de ellos: Mariano G. Somonte: “Hubo vez que el Padre Olmedo bautizó a más de 15 mil indios en un solo día, y se catequizaron, antes que los frailes pudieran hacerlo, más de un millón y medio de personas. ¿Quién sino Doña Marina pudo llevar a cabo tal catequización?” Gutiérrez Tibón “La Malinche fue la diosa que se opuso al sacrificio humano y la mujer graciosa por cuya participación en la conquista se acabaron tales Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 16 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia holocaustos.” César Cantú “Una india que había recibido Cortés como regalo (…), instrumento de su elocuencia y sus manejos, intérprete y consejera suya, le prestó más servicios que un ejército.” Tzvetan Tódorov “Malinche es el primer ejemplo y por eso mismo el símbolo del mestizaje cultural, comprendido éste como afirmación de lo propio en la asimilación de lo ajeno.” William H. Prescott “(…) Siempre será recordada con gratitud, tanto por los españoles por los importantes servicios que les hizo ayudándolos en la conquista, como por los mexicanos también por su benevolencia, y la simpatía que les mostró, mitigando sus infortunios.”Rosa María Zúñiga “Octavio Paz es el único que coloca a La Malinche en el extremo exacerbante y la coloca peor que una prostituta, es decir, ella es la Chingada, la nada, la mujer que ha parido a los mexicanos y por lo tanto somos hijos de la Chingada. Paz escribió esta versión para los franceses y para justificarse ante ellos como mexicano, y la distorsión que hace de ese personaje es absoluta…” Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 17 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia Mariano G. Somonte, quien la valora en su plano espiritual y de valores, así como en el de mujer señaló: “Durante toda la conquista, Doña Marina fue el único amor del conquistador, y acabada la misma, él dio expansión a su fogocidad sexual y tuvo muchas amantes y varios hijos. Pero ella, hasta casarse con Juan Jaramillo, nunca se separó de Cortés, y aún después, olvidada toda relación sexual, siguió sirviéndole y colaborando en pro de su grandeza. ¿Se le puede pedir más a una mujer? (…) Si Cortés se casa con Marina y permanece en México, se hubiera evitado todos los sinsabores que arruinaron su vejez. Le perdió su vanidad, el deseo de títulos nobiliarios…” Como se parcibe, nuestra protagonista, es deificada por algunos y satanizada por otros, Malinche o Doña Marina, ha inspirado tragedias, dramas románticos, crónicas, poemas, canciones y hasta caricaturas. Como todo personaje mítico e histórico, se debe necesariamente revisar y replantear, con el ánimo de intentar aclarar los múltiples significados de esta mujer que se ha convertido en uno de los enigmas culturales más poderosos en latinoamerica. Todos los hechos históricos que se han entretejido en este relato, tienen su intencionalidad, y obviamente serán de gran utilidad teórica, para visualizar de la manera más objetiva posible este fenómeno cultural. Son precisamente estos mismos acontecimientos, los que nos ofrecen las pautas para intentar comprender desde el plano humano, social y cultural, el comportamiento de este personaje femenino en su contexto y que ha sido motivo de controversia de connotados intelectuales a lo largo de los siglos, no sólo de latinoamérica, sino también de otros continentes. Aceves, asevera como un hecho histórico y religioso, (…) que como último recurso en la defensa de Tenochtitlán contra los españoles, se usó el arma misma de Dios y esa arma divina fracasó. Sin embargo, a pesar de que Paz considera que los dioses traicionaron a su pueblo, en la realidad los que traicionaron a su pueblo fueron las tribus que apoyaron a Cortés movidos por el odio hacia Moctezuma quien era considerado un tirano, que cometió muchos abusos imperdonables, que los tenía oprimidos y que además les hacía pagar grandes tributos. El argumento de Paz sobre la traición de los dioses tiene su base en un hecho histórico. Se conoce que como último recurso en la defensa de Tenochtitlán, se intentó usar el arma del dios, la Serpiente de Fuego Xiuhcóatl. Ignacio Bernal citado por Aceves cuenta este episodio: “En 1521, en los últimos días de la defensa de la capital azteca contra Cortés, Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 18 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia Cuauhtémoc decide que ha llegado el momento de recurrir al arma suprema. Se implora al Dios Huitzilopochtli y se viste a un guerrero joven y valiente con los vestidos de un antiguo emperador conocido como general victorioso. Sobre todo se le pone en la mano el arma del Dios con la cual podrá vencer a los españoles. Sale a la lucha, pero tras una ligera escaramuza en la que sólo logra tomar prisioneros, tiene que retirarse. El arma divina había fracasado. La conquista era inevitable. […]. Lo que faltó fue la magia de una serpiente de turquesa frente a la espada y a la pólvora de los invasores”. Nuevamente, es imperante destacar la superstición de los mexicas y su emperador que después de los supuestos presagios funestos, y que tuvieron un significado simbólico negativo en la toma de decisiones importantes para defender el poder, aunado a la espera de Quetzalcóatl, hicieron que las decisiones tomadas por él mismo, fueran absolutamente subjetivas. Tampoco Malintzin tiene nada que ver en este asunto. Sin embargo, según opinión de Aceves, tampoco Quetzalcóatl es un desertor ni “un gran dios pecador” como lo juzga Paz, ya que según el mito, fue el dios que impuso de nuevo los sacrificios humanos, Tezcatlipoca, que lo enloqueció con su espejo mágico de resplandores, y logró que se contemplara en él y obviamente se vio a sí mismo envejecido. “Prueba de este elixir de la juventud, me lo agradecerás”, le dijo. Quetzaolcóatl bebe el pulque, se emborracha y manda a traer a su hermana mayor, la sacerdotisa Quetzalpétatl, con la cual cometió el pecado de incesto. Como expiación de su falta, el Dios se inmoló en Tlillapa o Tizapan, cerca del mar. Juró que regresaría bajo la forma de otro arquetipo. Hernán Cortés capitalizó el mito del regreso de Quetzalcóatl, cuando se enteró que se espera el regreso del mismo, quien “habría de venir por la mar de hacia donde sale el sol”, y el gran emperador mexicano entregó su reino a aquel hombre venido de otras tierras. Se dice que Malinche fue una traidora, que desprecia a los suyos por su inferioridad, y se humilla ante la superioridad del conquistador, según Rubén Salazar Mallén, citado por Aceves o como lo dijo Carlos Fuentes, somos hijos de la prostituta del conquistador, interesada en el poder y el dinero, Sin embargo las fuentes reflejan a una mujer que no fue dueña de nada de valor, no poseyó tierras, ni joyas. Cortés, España y la Iglesia jamás dieron nada a Marina. Tampoco tomó nada de los despojos de la guerra. Eso muestra que ella nunca estuvo interesada en ser dueña de ningún bien. Por otro lado, siendo el pueblo mexicano tan religioso y deboto, especialmente de la Virgen de Guadalupe, deberían agradecer en ella el esmero con que evangelizó a los indígenas, fue la primera catequizadora de América, simboliza así mismo, a la primera mujer que recibió la fe en Cristo. Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 19 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia Malinche, es despreciada por que supuestamente sin su ayuda la conquista de México no se hubiera dado, sin embargo, después de la muerte del Conquistador, los mexicanos cargaron sus restos desde España hasta que finalmente lo colocaron en un lugar de honor en México. ¿Cómo debe entenderse tal actitud? Tampoco la historia refleja un odio de manera exacerbada a Moctezuma, ni a los nobles que llenaron de agasajos a Hernán Cortés y que obsequiaron a Malinali, ni maldicen a los miles de indígenas que seducidos por las palabras del mismo le acompañaron para que finalmente el pueblo mexica cayera en sus manos ambiciosas. Es la Malinche la que ha recibido todos los insultos a través de las generaciones, por ser mujer es ella quien debe cargar con la culpa y toda la responsabilidad al respecto Aceves cita a Shirlene Soto, quien ha dicho: “Malinche ha sido definida a partir de su sexualidad, más que ser reconocida por su inteligencia, su determinación, su coraje y su diplomacia en momentos de gran incertidumbre. Aún así, es acusada de ser una traidora ¿porqué? ¿a quién traicionó?” Para concluir queremos retomar las reflexiones finales del trabajo de Chávez Alfaro por compartirlas de manera absoluta: “También el símbolo maldito surgió de la mala conciencia de quienes siglos después captaron la herencia histórica de los encomenderos. Ninguno de los historiadores de la primera generación de mexicanos -Chimalpahin, Alvarado Tezozomoc, Alva Ixtlixóchitl- se atrevió a satanizarla, entre otras cosas porque ninguno de ellos, próximos a los hechos, hubiera podido señalar a qué pueblo, a qué patria, a qué rey había traicionado, la traicionada tantas veces. Fueron los patriotas del S XIX quienes en su odio necesario al ejército realista, el origen mismo de ese ejército opuesto a la independencia, fijaron su abominación en la persona de Hernán Cortés, arrastrando con él a su esclava-concubinaintérprete. Hicieron de ella la endemoniada culpable de todos los males de la conquista. Una mujer, claro, un blanco fácil, irracionalmente reproducible, y no los centenares de miles de indígenas de todo Anáhuac que gozosos murieron en la campaña militar contra Tenochtitlán. Me parece por completo un inicuo recurso para proyectar nuestras culpas, para resistirnos a admitir nuestra mitad sepultada, donde encontraremos la carne, los huesos y los suspiros de una gran madre simbólica para amarnos, la única que nos rescataría de la confusión. No obstante, seguimos cobrándole a aquella mujer, Malintzin, el atrevimiento transgresor del mandato que de sus dueños originales había recibido: ser tortilleraconcubina, y nada más; nunca se le mandó ser protagonista de nuestra Cátedra • Facultad de Educación e Idiomas (UNAN-Managua) • N°13 • julio-diciembre 2007 20 Malinche y Doña Marina: Mito y Paradigma del Mestizaje María Celina Tapia semienterrada historia de latinoamericanos. Esta es la manipulación que los mestizos de todo el continente seguimos usufructuando, al grado de transmitirle a los movimientos indígenas de hoy la ficticia maldición, el falso estigma. Así, culpable de la continuada opresión del indio real es el fantasama de la Malinche, y no el sistema sostenido por la dominación mestiza que todavía está por resolverse”. Bibliografía Aceves, Manuel. Alquimia y mito del mexicano. Aproximaciones desde la psicología de C. G. Jung. Editorial Grijalvo.2000. Impreso en México. Arredondo, Muñozledo. Benjamín. Segundo Año de Historia. México 1977. Bolaños, Raúl. Historia Patria. EPSA. Pp 58-68 México 1994. Chávez Alfaro, Lizandro. Apología de Malintzin. La Universidad. Revista de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. agosto-octubre de 1992. Volumen 1 No. 4. Managua. Corominas, Jordi. Malinhe, Marina o Malitin?. La tragedia de la identidad latinoamericana. Internet. Cortés Hernán. Cartas de Relación de la Conquista de México, 3a. 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