COMENTARIO: KOUROS Y KORE ANÁLISIS DE LA OBRA 1) Descripción Nos encontramos ante dos fotografías de dos esculturas exentas o de bulto redondo. En este caso son de cuerpo entero y se representan de pie. La primera figura representa un atleta masculino desnudo y la segunda, una figura femenina, una doncella o sacerdotisa vestida. El material utilizado es mármol en el caso de la figura masculina y mármol policromado en la femenina. En ambos casos la técnica utilizada es el tallado y son piezas independientes de la arquitectura, ya que no están relacionadas con su colocación en un friso, frontón, etc. 2) Elementos Formales Son figuras con superficies lisas, finas y pulidas y que nos dan una sensación de dureza o tersura. Además, representan el sentido del volumen propio del cuerpo humano aunque todavía poseen cierta frontalidad al representar los brazos y piernas extendidos y unidos al cuerpo. Estas figuras están basadas en la simetría, es decir, ambas se pueden dividir mediante un eje central que nos muestra dos mitades exactamente iguales. La excepción a esa simetría la encontramos en el pie adelantado del kuros y la posición del brazo en la kore. Son figuras reposadas, serenas y con actitud hierática, realizando tanto el cuerpo como la cabeza en posición frontal. También se observa la rigidez al representar los brazos pegados al cuerpo en forma de bloque y ciertos elementos geométricos en la representación del cabello o de los músculos. Por otro lado, esos dos elementos que rompían con el eje de simetría, aportan cierto movimiento o dinamismo a las figuras. La utilización del contraposto (adelantar un pie) o el brazo levantado rompen con la rigidez de los demás elementos corporales. En esta tipología de figuras también era frecuente la utilización de la policromía para resaltar algunos elementos de forma naturalista como el cabello o los adornos o decoración de las túnicas. 3) Elementos no formales Estamos ante una forma de expresión figurativa, definida por la representación de las figuras y representadas de forma natural, realista pero idealizada. Se intenta representar la figura humana basándose en modelos reales pero idealizando algunos elementos con el fin de buscar la belleza o la perfección. Aunque también se pueden encontrar algunos elementos antinaturales como el hieratismo en la representación. En cuanto a los elementos de expresión, se representa la anatomía de forma correcta, proporcionada, (las medidas son 1,95 m para el kuros y 1,20 m para la kore), pero utilizan algunos elementos geométricas que restan cierta naturalidad a la expresión: la sonrisa arcaica, los ojos exagerados y almendrados, el tamaño de las orejas, la geometrización en músculos y cabello o la rigidez en el cuerpo. Además, la vestimenta de la mujer, con pliegues que caen totalmente verticales, también aportan esa sensación de poca expresividad o hieratismo. La función de los ropajes no era la de cubrir el cuerpo, sino intentar resaltar lo máximo posible la perfección del cuerpo humano. Finalmente, estaríamos ante dos obras de carácter eterno, ya que la pretensión era que durasen en el tiempo para ser contempladas continuamente. COMENTARIO DE LA OBRA 1) Clasificación de la obra Resumiendo las características de las obras: figuras en actitud de marcha, basadas en la frontalidad y en el eje de simetría, hieráticas, con sonrisa arcaica, con los ojos y las orejas exagerados y representando algunos elementos como los músculos o el cabello de forma geométrica, nos encontramos ante dos esculturas griegas del período arcaico (siglos VII-V a.C.), concretamente del siglo VI a. C. La figura masculina se conoce como Kouros de Anavisos y la femenina como Kore del peplo, por el tipo de túnica con que estaba vestida. El autor de ambas obras es desconocido. 2) Contenido y función Eran esculturas de carácter votivo. Se cree que estas figuras se han encontrado en diversos sitios, como santuarios y tumbas de Grecia y eran encargados tanto por particulares como entidades públicas. Generalmente, los kuroi eran representaciones en honor de los grandes atletas ganadores en los juegos de Olimpia, pero en la base esculpida del Kouros de Anavisos, además de conmemorar una victoria deportiva, fue una estatua funeraria en honor del joven Kroisos muerto en combate. Las korai eran doncellas o sacerdotisas que siempre aparecían vestidas y solían llevar un fruto, una flor o un animalillo en una mano. Eran pequeñas estatuas votivas dedicadas al culto. 3) La obra Como ya se ha comentado en el punto anterior, las obras son el Kouros de Anvisos y la Kore del peplo, que representan a un atleta y a una doncella o sacerdotisa. Este tipo de esculturas tiene su antecedente en las estatuas egipcias. La escultura griega imitó aspectos como la monumentalidad o el movimiento de la extremidad inferior y la técnica de la talla en piedra. Pero la escultura griega presenta algunas novedades con respecto a Egipto, como la desnudez y el hecho de no utilizar soporte posterior. También evoluciona en cuanto al naturalismo y anticipa algunas características que serán básicas para el gran período de la escultura griega, el período clásico. CONCLUSIÓN Finalmente, destacar que nos encontramos ante un primer período de la escultura griega, a partir del cual se irá avanzando hacia una mayor naturalidad, expresividad, mejora de la anatomía y concepción de la belleza que se dará a partir del período clásico y que servirá de canon o estereotipo en períodos posteriores de la historia como el Renacimiento o el Neoclasicismo.