MICHAEL CASTILLA Detenerse, mirar el cielo y sentir las nubes corriendo por la sangre. VOLAR DE OLVIDO He dejado de comer desde hace Olvidarte es fácil, unos días, basta con despedirse de aquellos dejé tus recuerdos en el piso, trozos necios de mí; mis miedos en el escritorio. quitar pedazo a pedazo la piel que El pasado lo quemé junto con tus insiste en recordarte, fotos. las orejas que anhelan tu voz, Fui dejando nuestra historia en el mis ojos que no quieren dejar de camino verse en los tuyos, arranqué página por página, mis cabellos que extrañan tus con ellas se fue el odio dedos, con las piernas el rencor. cada uña que aún tiene pedazos de Me volví ligero para volar como tus caderas. nadie, como nunca, tan lejos que no haya modo de Así, hasta quedarme en huesos, regresar. y como en el tuétano está tu recuerdo me quedo hecho un alma que anhela estar con la tuya. ¿Qué es para mí la poesía? Recuerdo a mi madre recitando con una dulce voz a Lorca, Benedetti o Gabriela Mistral, mientras las palabras me recorrían la piel y se impregnaba sus significados. La poesía ha sido un punto de fuga, por el cual puedo hacer frente a mis miedos y reconciliarme con ellos. Con ella puedo mostrar a los demás mi forma de entender el mundo. MONTERROSO Desperté y descubrí que te amaba tanto que no podía seguir viviendo conmigo. SOLEDAD Hoy te extraño tanto, que podría besar la soledad que van dejando tus pisadas tan cansadas de ser ayer, tan dolidas de seguir tus rumbos sin encontrarte, de no complementar los jardines de tu cuerpo. Hoy la distancia no ayuda.