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0813UPGY
ACCIÓN
URGENTE
Estado Paraguayo incumple fallos
judiciales. Comunidades Indígenas siguen
muriendo de hambre
Paraguay 28.08.2008
Las comunidades Yakye Axa y Sawhoyamaxa en el Paraguay han sido víctimas
de la privación de acceso a sus tierras y al agua. Sus miembros están sometidos
a vivir en condiciones precarias. En el 17 de junio del 2005 y el 29 de marzo del
2006 la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló con referencia a los
dos casos y ordenó la restitución de las tierras y medidas adicionales para
asegurar la subsistencia de las comunidades. El Estado no ha cumplido. Los
miembros de las comunidades siguen presentando cuadros de desnutrición y
deterioro de su salud, e incluso muriendo por la inefectividad estatal.
PROPUESTA DE ACCIÓN
Es importante enviar inmediatamente cartas a la Presidencia de la República de Paraguay, exigiendo que se
agilice el cumplimiento de las sentencias de los casos Yakye Axa y Sawhoyamaxa. El término de cumplimiento
del primer fallo venció hace más de un mes. El del segundo vencerá en mayo del próximo año, sin embargo
las tierras no han sido restituidas ni se han cumplido los fallos.
CONTEXTO
Las comunidades indígenas Yakye Axa - compuesta por 55 familias- y la comunidad Sawhoyamaxa – 100 familias - han habitado
tradicionalmente el Chaco paraguayo. Ambas comunidades han sufrido graves problemas en cuanto a la tenencia de las tierras que
ancestralmente les pertenecían. Especialmente en los años 30 aumentó la presencia de pobladores no indígenas en la región, debido a
la transferencia de sus tierras a terceros privados. Estos nuevos propietarios fraccionaron las tierras, desconociendo los derechos de los
indígenas. Los ocuparon como mano de obra en condiciones precarias, limitando su acceso a la tierra y desconociendo la importancia
de estos recursos para la subsistencia de su cultura.
Por entonces, los miembros de la comunidad Yakye Axa trabajaban principalmente en la hacienda Loma Verde, de donde se vieron
forzados a trasladarse hacia el asentamiento El Estribo en 1986, tratando de escapar de las condiciones de explotación a las que se
encontraban sometidos. Este traslado sin embargo no mejoró su situación y se vieron sometidos a condiciones de vida precarias,
padeciendo hambre y desnutrición. En 1996 intentaron regresar a su territorio originario, pero el acceso a las tierras les fue negado.
Así vieron forzados a asentarse frente a las mismas, al borde de la carretera que conduce de Pozo Colorado a Concepción, en donde
viven bajo extremas condiciones de pobreza, puesto que no pueden acceder a la tierra que les pertenecía para cultivar o cazar. Por su
parte los miembros de la comunidad Sawhoyamaxa se dispersaron en varios asentamientos ubicados en diversas estancias de la zona,
sin sueldos ni subsistencia asegurados. En 1997 la comunidad se reorganizó para fortalecer su lucha, asentándose frente a las tierras
que reclamaban, también al costado de la ruta que une las localidades de Pozo Colorado y Concepción, en una situación similar a la
de la comunidad Yakye Axa. En este caso el dueño de las tierras que deberian ser expropiadas es un alemán.
En ambos casos las comunidades lograron que el Estado paraguayo fuera condenado por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. En el caso Sawhoyamaxa el Estado incluso fue condenado por su desidia, como responsable de la muerte de 18 niños. El
plazo para la restitución de tierras a Yakye Axa se cumplió el pasado 13 de Julio. El de Sawhoyamaxa se cumplirá en mayo del 2009.
No obstante las decisiones de la CIDH no han sido cumplidas. La gente sigue muriendo de enfermedades relacionadas con la falta de
acceso a los recursos básicos. En el caso Yakye Axa, desde la notificación de la sentencia han fallecido 8 personas más, debido a las
condiciones precarias de vida a que se encuentran sometidas las comunidades y la falta de adopción de medidas para superar esta
situación. El número de víctimas de Sawhoyamaxa desde la notificación de la sentencia aumenta a 13.
."/%"5O DE FIAN
El Estado paraguayo ratificó el Convenio Nr. 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países independientes, así como los Pactos
Internacionales de Naciones Unidas sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales y derechos Civiles y Políticos. Por esto debe
respetar, proteger y garantizar estos derechos, entre ellos el derecho a la alimentación. En este sentido Paraguay debe proteger y
garantizar igualmente el derecho a la propiedad y a la tenencia de la tierra en que las comunidades indígenas han vivido
tradicionalmente y que necesitan para su subsistencia.
%IRECCIONES
Fernando Lugo
Presidencia de la República de Paraguay
Palacio de Gobierno
El Paraguayo Independiente entre Ayolas y
O’Leary
Asunción, Paraguay
Fax: +595 21 414 0204
Telef. +595 21 414 0212
[email protected]
Enrique González Quintana
Senador Nacional
Presidencia del Congreso Nacional
Palacio Legislativo
14 de Mayo y Avenida República
Asunción, Paraguay
Fax: +595 21 414 5905
Teléf: +595 21 414 5000
[email protected]
Margarita Mbywangi
Presidenta del Instituto Paraguayo del Indígena
(INDI)
Instituto Paraguayo del Indígena
Don Bosco Nº 745 c/ Humaitá
Asunción, Paraguay
Fax: + 595 21 440 046 / 498 389
Teléf: + 595 21 440 046
FIN DE LA ACCIÓN
30 de Octubre, 2008
Porfavor informar a FIAN Internacional
de cualquier respuesta recibida a sus
faxes o cartas.
'* "/ * / 5 & 3 / "C* 0 / " -
P.O. Box 10 22 43
D-69012 Heidelberg
Tel:+49-6221-6530030
Fax:+49-6221-830545
E-mail: [email protected]
www.fian.org
'*"/]Combatiendo el hambre con Derechos Humanos
Señor
Fernando Lugo
Presidente de la República de Paraguay
Palacio de Gobierno
El Paraguayo Independiente entre Ayolas y O'Leary
Asunción, Paraguay
Respetado señor Presidente:
Por medio de la presente me comunico con Ud. en relación a los casos Yakye Axa y Sawhoyamaxa,
que habitan en el Chaco paraguayo, cuyos miembros viven una continua situación de violación de sus
derechos humanos. Desde 1996 y 1997 respectivamente, las comunidades vivien en el área de las
tierras que reivindican, Estancia Loma Verde y Estancia Michi y Retiro Santa Elisa, al borde de la
carretera que conecta a Concepción y Pozo Colorado. En ambos casos la Corte Interamericana de
Derechos Humanos adoptó decisiones judiciales para proteger de los derechos de las víctimas,
ordenando al Estado la restitución de las tierras ancestrales, el suministro de bienes y servicios básicos
para su subsistencia, la adopción de medidas de reconocimiento y de otras para evitar la repetición de
las violaciones. No obstante, en incumplimiento de sus obligaciones adquiridas bajo la Convención
Interamericana de Derechos Humanos el Estado paraguayo se encuentra en mora de cumplir los fallos.
En el caso Yakye Axa el término de 3 años establecido por CIDH para el cumplimiento de la decisión
ha vencido el 13 de julio pasado. En el caso Sawhoyamaxa vencerá el 29 de mayo del 2009. A causa de
este incumplimiento las comunidades siguen viviendo en situaciones de violación. En el caso
Sawhoyamaxa incluso han muerto a causa de la reticencia por lo menos 13 personas más después de la
notificación de la sentencia debido a la negligencia estatal.
Las tierras reivindicadas por Yakye Axa se encuentran bajo la propiedad de la compañía Agroganadera
Loma Verde S.A., cuyo representante legal es la familia Domínguez Dibb. Las reivindicadas por
Sawhoyamaxa se encuentran bajo titularidad de las empresas Kansol S.A. y Roswell S.A. cuyo
representante es el alemán Heribert Roedle. La carencia de tierra impide a los miembros de las
comunidades producir los alimentos que requieren para subsistir.
De acuerdo con las obligaciones adquiridas por el Estado Paraguayo a la luz de la Convención
Interamericana de Derechos Humanos, la Convención 169 de la OIT y el PIDESC el Estado de
Paraguay debía respetar, proteger y garantizar estos derechos, entre ellos el derecho a la alimentación.
En atención a lo anterior le solicito respetuosamente cumplir las sentencias de la CIDH. Para el efecto
sugiero la creación de un grupo interinstitucional que tenga a su cargo la implementación de las
sentencias, con un cronograma de trabajo definido y coordinado con otras instituciones públicas
competentes para la ejecución de las medidas concretas, con la participación de los miembros de la
comunidad que ésta designe y de los representantes convencionales de las víctimas en el grupo
interinstitucional.
Le agradezco Informarme sobre los avances logrados y las medidas tomadas en este sentido.
Cordialmente,
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