Fractura compleja de la parte proximal del húmero secundaria a descarga eléctrica Complex f r a c t u r e of t h e p r o x i m a l humerus f o l l o w i n g electrical shock. ARENAS PLANELLES A., TEJERO IBÁÑEZ A., GARBAYO MARTURET C, ARIAS NIETO F.J. SERVICIO DE CIRUGÍA ORTOPÉDICA Y TRAUMATOLOGÍA. HOSPITAL DE NAVARRA. PAMPLONA (NAVARRA) Resumen. Se presenta un caso de fractura compleja de parte proximal de húmero secundaria a una descarga eléctrica de 380 voltios. Fue tratado quirúrgicamente, consiguiéndose un resultado funcional satisfactorio, sin dolor ni alteración funcional de la extremidad. Correspondencia: Antonio Arenas Planelles Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Hospital de Navarra C/Irunlarrea, 3 31008-Pamplona (Navarra) Tel. 948 422 206 42 Vol. 36 - N° 205 Enero-Marzo 2001 I Summary. A case of comminuted fracture of proximal humerus following electrical injury (380 volts) is reported. The treatment was surgical. A satisfactory result was obtained, without pain or functional impairment of the limb. Introducción. Un mecanismo descrito en la producción de fracturas y luxaciones es el debido a descargas eléctricas. Son lesiones raras, de las que existen pocos casos publicados en la bibliografía (1-8). La incidencia de fracturas en series de lesionados por descargas eléctricas ha oscilado entre 3 y 11 % según las distintas casuísticas (9,10). Este tipo de lesiones pueden darse en la extremidad inferior (a nivel del cuello femoral) (2,10) y en el raquis (6,9), pero son más frecuentes en la extremidad superior (muñeca) (7), y especialmente en las proximidades de la articulación del hombro: fracturas de la escápula (4,5), de la cabeza humeral (8), fracturas-luxaciones del hombro (1) y fracturas del cuello y de la porción proximal del húmero (3,11). La rareza de estas últimas lesiones es la que nos ha motivado a presentar el caso de este trabajo. Caso clínico. Paciente varón de 40 años que acudió a Urgencias por haber sufrido una descarga eléctrica de 380 voltios en ambas extremidades superiores mientras trabajaba. No refería pérdida de conciencia ni caída secundaria a la descarga, pero desde el momento del accidente, presentaba dolor intenso en hombro y brazo izquierdos. La exploración cardiaca y neurológica en el momento del ingreso era enteramente normal. Presentaba movilidad anormal a nivel de la parte proximal del humero, con dolor acentuado y tumefacción en la zona. No se detectaron alteraciones sensitivas ni motoras en esa extremidad. El estudio radiográfico demostraba una fractura compleja de la porción proximal del húmero izquierdo (Fig. 1). En la intervención se procedió a la reducción de la fractura y estabilización con tornillos (3 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR tornillos de cortical para la fractura espiroidea del húmero y 2 de esponjosa para estabilizar el troquíter avulsionado) (Fig. 2). Tras la intervención se inmovilizó la extremidad durante mes y medio, siguiendo posteriormente tratamiento rehabilitador. En la revisión efectuada al año del accidente, el paciente se encontraba prácticamente asintomático, sin dolor y con una recuperación funcional completa. El estudio radiográfico efectuado en dicha revisión demostraba una correcta consolidación de la fractura (Fig. 3). Discusión. El daño que puede producir la corriente eléctrica en el hueso puede ser por 2 mecanismos: directo e indirecto. El hueso, al tener mayor resistencia eléctrica que otros tejidos, produce mayor calor cuando actúa de conductor de la corriente eléctrica. Debido a esto, puede sufrir necrosis, generándose secuestros asépticos en dicho hueso. Además del mecanismo directo, también pueden producirse otras lesiones óseas como fracturas y luxaciones, de forma secundaria a caídas o contracciones musculares tetánicas relacionadas con la descarga eléctrica (10). La corriente de bajo voltaje, especialmente la corriente alterna, puede dar lugar a una contracción muscular mantenida, que puede condicionar una fractura de los huesos adyacentes o una luxación de las articulaciones vecinas afectadas (3). Cuando se producen lesiones por descargas eléctricas, generalmente ocurren tras descargas de alto voltaje (superior a 500 voltios) o de forma asociada con una caída concomitante a la descarga (5,10), aunque también pueden darse tras descargas de menos voltaje (220 voltios) (2,5, 6). DiVincenti et al. (1969), evaluaron 65 casos de lesiones de electrocución por alto voltaje. En la mayoría de ellas, dicho mecanismo se asociaba a traumatismos por deceleración debidos a la caída secundaria a la descarga eléctrica (electricistas que reparaban líneas de alta tensión, técnicos que trabajaban con antenas de televisión, etc.). A pesar del traumatismo rela- cionado con dicha caída, estos autores atribuían las fracturas a los efectos tetanizantes de la corriente alterna sobre la musculatura voluntaria estriada (9). Además de las descargas eléctricas, existen otras situaciones y procesos que pueden producir fracturas por mecanismo indirecto como consecuencia de contracciones musculares violentas y bruscas: atletas en pleno esfuerzo (4), pacientes psiquiátricos o de otro tipo tratados con electroshock sin utilizar relajantes musculares de forma asociada (2,4,10,12,13), convulsiones por hiponatremia o en pacientes con osteodistrofia (13), o en crisis conFigura 1. Radiografía en proyección A-P del hombro y vulsivas epilépticas de gran mal (2x húmero izquierdo. 5x10x13). A nivel del hombro, las crisis convulsivas son probablemente la causa más común de luxación posterior o fractura-luxación de dicha articulación. Shaw (1971) postulaba en su trabajo que la contracción masiva de los músculos del hombro impulsaba de forma violenta a la cabeza humeral en sentido superior y posterior contra el acromion y medialmente contra la cavidad glenoidea, condicionando estas lesiones (14). En el paciente que presentamos, la fractura está claramente relacionada con la contracción muscular violenta secundaria a la descarga eléctrica, ya que el paciente no sufrió otro traumatismo que pudie- Figura 2. Estudio radiográfico del húmero izquierdo realizado tras la intervención. ra justificarla. El tratamiento de estas lesiones debe ser el habitual de las mismas, independientemente del mecanismo que las provocó. A modo de ejemplo, en los casos de fractura compleja de la escápula el tratamiento será conservador, consistiendo en una inmovilización durante poco tiempo, seguida de fisioterapia precoz de la articulación del hombro (4x5). Las fracturas vertebrales, si son estables, pueden seguir tratamiento conservador con un Vol. 36 - N° 205 Enero-Marzo 2001 43 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR corsé de yeso, alcanzándose la consolidación correcta a los 3 meses del accidente (6). Por el contrario, la conducta a seguir ante las fracturas del cuello femoral debe ser quirúrgica, encaminada a la reducción de la fractura y estabilización mediante osteosíntesis (10). En líneas generales, si el diagnóstico es precoz y el tratamiento es el adecuado, la morbilidad producida por estas lesiones puede ser mínima, consiguiéndose una curación sin secuelas y con una recuperación funcional casi completa (2-5,10), como ocurrió con el paciente que presentamos. Figura 3. Situación final en la que se aprecia la correcta consolidación de la fractura. Bibliografía 1. Salem MI. Bilateral anterior fracture-dislocation of the shoulder joints due to severe electric shock. Injury 1983;14:361-3. 2. Shaheen MA, Sabet NA. 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