Generosidad es un concepto que procede del latín generositas y que refiere a la inclinación de dar y compartir por sobre el propio interés o la utilidad. Se trata de una virtud y un valor positivo que puede asociarse al altruismo, y a la caridad. El valor de la generosidad consiste en dar a los demás más allá de lo que nos corresponde por justicia u obligación. implica la capacidad de salir de nosotros mismos y, por un acto de amor, enfocar las necesidades de los otros. Se expresa en diferentes dimensiones de la acción humana. En la dimensión material significa compartir nuestras pertenencias. En la dimensión espiritual consiste en poner nuestras capacidades y atributos al servicio de quienes nos rodean mediante una acción objetiva de ayuda. Además la generosidad también es: cuidar, ayudar y servir; es permitir que otros conozcan la misericordia a través de nosotros y es a su vez recibir la misericordia para nosotros como lo dicen las Escrituras en el libro de Mateo 5:7, “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. Si Dios es generoso, por consiguiente su pueblo está destinado también a ser generoso, pues la generosidad es una característica que identifica al cristiano; nosotros los Providencianos somos parte de ese pueblo cristiano generoso, puesto que somos sensibles a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas pobres, generosidad que la vemos plasmada en el aporte anual que hacemos para el comedor San Vicente, en nuestra entrega generosos por la fiesta de nuestro santo Fundador Vicente de Paúl, y en la Navidad mes de alegría para niños y adultos. Amiga/o providenciana o vicentino de corazón recuerda que Jesús nos dice en Mateo 25, 40 lo que hiciste por uno de estos mis humildes hermanos conmigo lo hiciste, con este versículo de San Mateo quiero invitarte a que abras tu corazón al gran amor que Dios nos tiene y dejes que él te hable a través de su palabra y de nuestros hermanos que sufren, no cerremos nuestros oídos al clamor del hermano, recuerda que el Papa Francisco nos invita a compartir el pan con el necesitado. Dios te ama, gracias por tu aporte generoso desde el lugar que te encuentres: en el salón de clase, en tu trabajo de oficina, en tu casa como madre responsable, y se generoso con familia dando a tus hijos un poco de tu tiempo. Mateo 25, 40 Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.”