Dia 3 “Entren por sus puertas con acción de gracias; vayan a sus atrios con alabanza.” Salmos100:4 (NTV) Donde comienza la oración ¿Como piensas que es Dios? Si se te hace difícil responder esta pregunta, deberías echarle un vistazo a tus oraciones, porque ellas revelan como ves a Dios. Si todo lo que haces es pedir que Dios conceda tus necesidades y deseos, probablemente lo ves como un genio mágico, si siempre te acercas a El con una actitud de vergüenza por tus errores, lo ves como un Dios sin gracia y que no perdona. Y si no dedicas ningún tiempo a la oración, es problamemente por que piensas que El no te escucha. Sin embargo, cuando tienes una opinión correcta acerca de Dios, puedes adorarlo por quien El es, entrar por la puerta de su presencia y vivir un estilo dinámico de oración. El Salmo 100 aclara esto cuando nos dice "entrad por su puertas con acción de gracias; por sus atrios con alabanza;” (Salmo 100:4). La alabanza es la llave para entrar en la presencia de Dios. Y como la oración es un acto de venir ante Señor y dedicar tiempo en su presencia, la alabanza es también la llave de la oración. Jesús nos mostró esto en la oración del padre nuestro. El comenzó y terminó la oración con declaraciones de alabanza y adoración; Mateo 6:9 "Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre", y el verso 13 finaliza la oración "por que tuyo es el reino, y el poder, y la gloria por todos los siglos. Amén". La alabanza y oración están conectados; no pueden ser separados el uno del otro. La alabanza y adoración preparan nuestros corazones para comunicarnos con El y escuchar a Dios através de la oración. Hebreos 4:16 nos dice "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia". ¿Te acercas confiadamente a Su trono en oración? ¿Oras como alguien que realmente conoce a Dios en un nivel personal? Si no es así, te animo a hacer de la alabanza el fundamento de tus oraciones. Pero antes de que puedas alabar realmente a Dios, tienes que saber quién y cómo es El realmente. En el verso 4 del Salmo 100, el Salmista nos instruye a "entrar a sus atrios con alabanza", pero en el verso 5 nos aclara el ¿porqué? "Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones." ¿Por qué el autor de Salmo 100 alaba a Dios? ¡Porque él sabe que Dios es bueno! El sabe que el amor de Dios nunca falla. El está seguro de que Dios es para siempre fiel ¿Y tu... lo sabes? Cuando la oración parece una lucha, o hasta imposible, medita en quién Dios es. Recuerda que El te ama. Recuerda que El envió a su Hijo para morir por ti. Mira todas las cosas que El ha hecho por ti personalmente (muchos salmos hablan de reflexionar en cómo el Señor te ha bendecido en el pasado, para recordar su misericordia). Dedica tiempo pensando en El y en todo lo bueno que viene de El. Cuando tengas una revelación en tu corazón de quién es Dios, no podrás contener tu alabanza. Esto se desbordará naturalmente de un corazón agradecido. Y cuando le agradezcas y lo elogies (alabes), podrás entrar en Su presencia con alegría y orar verdaderamente ¡Comienza tu oración con alabanza y adoración y acércate confiadamente a su trono en oración! Es en el proceso de adoración donde Dios comunica Su presencia al hombre. C.S. Lewis Oración: Señor, yo se que tu eres bueno. Tu amor es para siempre. Tu me has salvado y has hecho muchas cosas buenas por mi, por eso no puedo dejar de alabarte. Que mis oraciones estén siempre basadas en alabanza y adoración. En el nombre de Jesús, Amén. Acción: ! Lee Salmos. Encuentra uno o dos que te hablen a ti y léelos audiblemente como parte de tus oraciones. ! Antes de orar, escucha tu música de adoración favorita y pasa tiempo adorándolo a El. ! Escribe una lista de cosas que Dios ha hecho por ti en el pasado y da gracias a El. Para estudiar más: Salmos Salmos Salmos Salmos 28:6 71:8 100:1-5 148:1-14 Salmos 150-1 Hebreos 2:12 Hebreos 4:16