LA PROSA DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZcon imágenes

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LA PROSA DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.
Sobre la prosa creadora de Juan Ramón Jiménez hay que empezar diciendo que no ha
recibido la atención crítica que merece. Esto se explica, en parte, por la altísima calidad
de la poesía del Premio Nobel, y también por la dispersión de la prosa en periódicos y
revistas de España y América, que provoca que pase desapercibida frente a muchos
lectores y resulte casi inaccesible para muchos críticos. Por otro lado, la poesía se
recogió de una manera regular y se publicó en volúmenes, y tuvo lo que le faltó a la
prosa: el impacto sólido de un libro. Platero y yo, Españoles de Tres Mundos y
Espacio, son los tres libros en prosa publicados bajo la supervisión directa de Juan
Ramón. Sin embargo, fueron muchísimos los libros de prosa proyectados por el poeta
que nunca se llegaron a publicar.
Desde 1960 se han publicado numerosos volúmenes de los escritos en prosa de Juan
Ramón. Contienen material inédito, casi en su totalidad extraído de los archivos del
poeta en Madrid. También contienen artículos publicados individualmente y
diseminados por las revistas y periódicos de los dos continentes durante los últimos
cincuenta años.
Primeras prosas: Muchos de los primeros poemas en prosa
de esta obra no logran transmitir una emoción coherente o una
experiencia significativa de cierta profundidad:
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Prosas varias(1898-1903): Revela la constante
nostalgia del poeta por su niñez perdida, o por una
felicidad desconocida que parece haberle esquivado.
La enfermedad y la tristeza llenan estas primeras
páginas. Refleja los primeros esfuerzos juveniles de
J.R., hacia una expresión poética en prosa. El
sentimentalismo del Romanticismo lo inunda todo; las emociones son
pueriles y superficiales; la expresión es tímida y convencional. El
estilo, igual que su autor, aún no ha madurado, y refleja la lucha del
poeta para expresarse y expresar al mundo que le rodea, pero también
refleja la herencia de una tradición literaria.
-
Palabras románticas (1906-1912): Las narraciones cortas y las
anécdotas que surgen ocasionalmente están reducidas a simples
impresiones. La emoción se contiene y, aunque quedan retazos, ya
ha desaparecido el sentimentalismo lloroso y excesivo propio del
Romanticismo. Tienen influencia modernista que se aprecia en la
preocupación por el color, la musicalidad y los elementos románticos.
Encuentra su inspiración en Moguer. Aparece el tema de la muerte
pero no como una vaga melancolía que nace de saber que todos
vamos a morir más tarde o más temprano, sino como un terror total
que surge de la propia sensación de mortalidad del poeta
-
Baladas para después: Contiene la selección más importante de las
Primeras Prosas. Es la sección mayor con 89 poemas en prosa, y son
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los que están desarrollados de una manera más consistente y acertada
en los primeros textos. Aquí, las tendencias modernistas alcanzan su
expresión más desarrollada. Que es un estilo de transición, lo prueba
el hecho de que ciertos elementos expresivos están dispuestos dentro
de una distinta visión del mundo, más coherente, que refleja los
rasgos de una mentalidad simbolista. El poeta ha disminuido el
fuerte sentimiento de la muerte de textos anteriores y lo ha
reemplazado por una preocupación más general por lo temporal y por
la tristeza que acompaña a dicha preocupación.
Platero y yo (1907-1916): La inspiración y el material del
libro se derivan de los años en los que el poeta residió en el
pueblo andaluz donde había nacido. En él ha llegado a la
madurez artística y pone fin al primer período de su prosa
poética creando una obra maestra. Destaca por su unidad y
coherencia interior, lograda por el ambiente constante de
Moguer, por sus dos protagonistas principales (Platero y su
amo) y por su elaboración especial de las estaciones del
año. Aquí vemos que el mundo simbolista de sus primeras
obras en prosa cede el paso al mundo natural del borrico y
su dueño, un mundo concreto de gentes y cosas. Su interés
principal se centra sobre la interacción del hombre con su medio natural. Se
tratan muchos temas: el carácter transitorio de la vida, la mortalidad, la
naturaleza, la violencia, la fealdad, la crueldad… que reflejan la nueva
preocupación del autor por los aspectos desagradables de la realidad social, por
la miseria del hombre y por su crueldad con los animales y los otros hombres.
Todo esto aparece en contraposición con la ternura y la bondad que se
despliegan en el mundo natural del borrico y su dueño.
Es, sin duda alguna, la obra más conocida de J.R. y por ello ha sido traducida a
numerosos idiomas. Como muestra aquí ofrecemos las cubiertas de algunos de
los ejemplares más significativos y curiosos:
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Diario de un poeta recién casado (1916): Se escribe
durante el viaje que Juan Ramón realiza a EEUU para
casarse con Zenobia. Salió de Madrid el 20 de enero de
1916 y volvió con su esposa el 1 de julio de 1916. Escribió
algo del libro entre Madrid y Cádiz, y la mayor parte en
América o en el mar. En esta obra se mezcla el verso y la
prosa. El libro está dividido en seis partes: “Hacia el mar”,
“El amor en el mar”, “América del este”, “Mar de retorno”,
“España” y “Recuerdos de América del este”. Todas estas
divisiones contienen composiciones en prosa, pero son en
las secciones III y IV las que interesan en cuanto a la prosa
especialmente en este estudio. De la importancia fundamental de esta obra nadie
duda. El autor mismo lo declara su mejor libro e insiste sobre los problemas
claves de él, que son los del cielo, amor y mar. Refleja la repugnancia de Juan
Ramón ante los aspectos del Nuevo Mundo y entre ellos, el que le causa una
mayor aversión es la comercialización que ha traído consigo los anuncios “más
espantosos que los túneles, o que el humo, o que los rascacielos”. El ruido de
Nueva York es tan elevado que ni siquiera puede oír el estallido de un trueno.
Es tan ensordecedora la cacofonía del hombre, que ahoga los sonidos más
impresionantes de la naturaleza. Igual que le ocurre a la vista y a los sonidos, los
olores también son ofensivos y sirven para recordar el desagradable mundo de
Nueva York. Hay olores artificiales de comercialización, olores a pobreza y
miseria... Otra fuente de horror para el poeta es la enormidad de la ciudad y a
menudo dramatiza la inmensidad de Nueva York con un detalle que refleja una
diferencia cultural: el tamaño relativo de las iglesias. La reacción del poeta ante
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Nueva York tiene un tono burlesco y ridiculizador, casi caricaturesco. Aunque
hemos presentado una visión casi ininterrumpida del desagrado y de la
repugnancia que siente J.R. por Nueva York, ahora, a modo de contraste, para
mejor destacar la sensibilidad de “El Andaluz Universal”, dejemos de lado las
impresiones satíricas y decir también que hay momentos en la obra en los que
J.R. se siente reconfortado y aliviado por el contacto con los elementos de la
naturaleza que le son familiares: una flor, un árbol solitario, una puesta de sol...
Una vez que se encuentra fuera de Nueva York, en el mar y en España, el poeta
da muestras de recobrar su intimidad con el mundo natural que le rodea, y
expresa el alivio y la alegría que siente al retornar a su tierra natal. En la última
sección de esta obra, encontramos que el horror inicial hacia la gran ciudad ha
desaparecido, pero otras facetas de su reacción, el humor y la ironía, han sido
reemplazadas por caricaturas mordaces y por un total desdén hacia la hipocresía,
la falsedad y el mal gusto, dondequiera que se encuentren y se hace una especial
crítica a los clubs.
La Colina de los Chopos: Se publicó en Barcelona a
finales de 1963 y contiene material, tanto inédito como
publicado, escrito entre 1915-1924.
Los textos
publicados están extraídos de: Índice, Unidad, El Sol,
Revista de Occidente, Antolojía para niños y
adolescentes. El volumen contiene seis secciones de
páginas en prosa: “La colina de los chopos”, “Cerro del
viento”, “Cuentos largos”, “Disciplina y oasis”, “La
alameda verde”, “Poesía en prosa”, son de carácter
provisional. Lo que encontramos en estas secciones son
piezas fragmentadas, sin fecha, sin pulir ni revisar.
La obra trata de Madrid, especialmente del paisaje, de la luz y del color de
Madrid. La estancia de Juan Ramón en la Residencia de Estudiantes, desde
1912-16, inspira estas páginas aunque su forma última, su expresión final,
no se concretara hasta años más tarde. Es entonces cuando el autor adquiere su
visión única de la ciudad. El tema principal, el paisaje que rodeaba la
Residencia es el que da unidad a toda la obra en general apareciendo su
preocupación característica por los elementos naturales y por la reacción del
hombre ante ellos. Incluso en las ciudades el hombre debe vivir en contacto con
su ambiente natural y, de este modo, el poeta retorna a su tema principal.
Cuadernos: Entre 1925 a 1935 Juan Ramón publicó su
obra, tanto en prosa como en verso, en una serie de
“cuadernos” y de “hojas sueltas”: Sucesión, Obra en
marcha, Presente y Hojas. Estas páginas han sido
reunidas en el volumen Cuadernos, publicado en 1960.
Algunas de las páginas en prosa datan de fechas tan
tempranas como 1915-17, aunque tal vez no fueron
revisadas y publicadas hasta diez años después o más. Por
ello, efectivamente, la prosa que estamos estudiando no
cubre un periodo de diez años, sino de veinte (1915-35).
De las 230 páginas de Cuadernos, 100 páginas contienen
poemas en verso; las 130 páginas últimas son prosa, agrupada en cinco
divisiones principales. Mucha de la prosa de cada división está reunida y
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aumentada con material inédito en volúmenes separados, publicados desde 1960.
La primera sección de Cuadernos es “Poesía en prosa”; escenas que en su
mayoría están contenidas en La Colina, y algunas son de interés autobiográfico.
La segunda división no constituye una sección única, sino que está compuesta
por material diverso reunido y muy ampliado en Por el cristal amarillo. La
tercera división incluye un tercio de las “caricaturas líricas” de Españoles. La
cuarta división contiene una colección de aforismos, incluidos en parte, y muy
aumentados, en La Colina. Finalmente, hay varias cartas, la mayor parte de las
cuales están incluidas en otros epistolarios.
Españoles de Tres Mundos: Fue publicado, por vez primera, en
Buenos Aires, el año 1942. En la portada, el autor colocó dos fechas
1914-1940, indicando el largo período de gestación que precedió a
su publicación en forma de libro. Los primeros “retratos” datan los
días pasados en la Residencia de Estudiantes. Comenzaron a
publicarse en los periódicos madrileños hacia 1924 y por los años
treinta su publicación se extendió a las revistas y periódicos de
Hispanoamérica. Juan Ramón dedicó más tiempo y energía a los
retratos entre 1926 y 1934 que en cualquier otro momento. El lector
reconocerá en los retratos a un distinguido grupo de poetas y líderes
intelectuales de la misma generación de Juan Ramón o la anterior, a
los que contemplaba y admiraba de maneras diferentes: Bécquer, Rosalía de
Castro, Giner, Cossío, Unamuno, Machado, Alberti, Lorca, Aleixandre... Este
libro es su última colección de prosa lírica, consistentemente creadora, la más
inspirada, representa la culminación de toda la prosa anterior, y da máxima
expresión, como veremos, a la singular visión del mundo de “El Andaluz
Universal”.
Espacio: Es un poema redactado en enero de 1941. Desde su creación hasta su
publicación en abril de 1954, fueron muchas las correcciones sufridas. Si Juan
Ramón Jiménez sometía los poemas breves a modificaciones constantes, el
poema de mayor extensión que escribió debía padecer inevitables cambios. El
más significativo fue su conversión de verso en prosa. Parece claro que el poeta
quiere establecer una ordenación lógica dentro del conjunto. El libro se abre y
se cierra con la presencia del mar. En su forma completa, es un largo poema en
prosa seguida, sin párrafos, dividido en tres partes: “Fragmento primero”,
“Fragmento segundo” y “Fragmento tercero”. Al final de cada una de ellas
figuran los títulos, que son, respectivamente: “Sucesión: 1”; “Cantada”;
“Sucesión: y 2”. Al pie del poema, entre paréntesis, un lugar y unas
fechas:”(Por La Florida, 1941, 1942, 1954)”.
Espacio es un triunfo del pensar poético de su creador: “este ininterrumpido
monologar de la conciencia es un fluir del instinto interpretado por la
inteligencia”. El instinto va trayendo al texto palabras que generan nuevas
palabras; sonidos que proyectan sonidos-eco... Todo lector que se aproxime a
las páginas de Espacio captará de inmediato esta sucesión de palabras –y de
sonidos- que, a manera de conjuro, arrastran tras de sí nuevas palabras.
Se puede intuir fácilmente, la vida vivida por su creador, las palabras, las ideas,
los sentimientos del protagonista y hasta muchos sucesos fueron sus vivencias
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antes de llegar a transfigurarse en esa nueva realidad que es el poema. Hay que
destacar que en la obra se mezclan y funden las realidades vividas con lo leído,
lo soñado, lo imaginado, lo que debió haber sido, etc. En varios momentos, el
autor menciona nombres, que para él han tenido y siguen teniendo una
significación.
Tiempo: Poema en prosa redactado en Florida en 1941 de forma paralela a
Espacio. Es un texto insólito porque su autor no sólo enumera pormenores de la
sociedad española y americana de aquella época, sino que entra en detalles
íntimos, y cuenta particularidades de su vida y de las vidas de personas
allegadas, como la muerte de su madre, la forma de arreglarse de su mujer, las
cartas y libros de amigos, las críticas injustas recibidas, las críticas suyas hacia
otros, sus tareas diarias, sus ideas sobre la literatura, etc. Estos detalles dentro de
este poema no tienen precedente en la obra anterior de J.R.J, y los que conocen
su obra quedan asombrados no ya por la cantidad de datos que contienen el
texto, sino por el hecho de que el autor parece ir en contra de la “poesía
desnuda” a la que se había suscrito desde temprana edad. Los datos personales
que forman la materia de Tiempo son, por consiguiente, inusitados y es quizá por
eso por lo que cuando se publicó el poema en 1986, algunos críticos pensasen
que esta prosa autobiográfica, escrita sin orden aparente, en un estilo cercano al
de la conversación, rompía con los esquemas poéticos de su autor y parecía más
bien un borrador de Espacio, poema en el que se mencionan experiencias y
temas similares. Una lectura cuidadosa de este texto revela que se trata de un
texto muy contemporáneo que entra dentro de una fase nueva de la poesía de
J.R.J., en la que el autobiografismo y el monólogo interior ocupan un lugar
preeminente.
En la obra encontramos alusiones a la política y a la sociedad de entonces que
muestran, entre otras cosas, la preocupación del poeta de Moguer por España y
por el momento de inestabilidad política por el que pasaba el mundo occidental.
Así, podemos ver un trasfondo moral y ético y un poeta implicado en su tiempo
y en su sociedad.
BIBLIOGRAFIA: Juan Ramón Jiménez: Antología Poética. Selección, introducción y notas de
Carmen Jiménez y Eduardo Márquez. Ed. Planeta/Autores Hispánicos. Barcelona, 1988. Fotos:
Fundación Juan Ramón Jiménez
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