IN Ji` EREN e I! - Biblioteca Digital de APA

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I N Ji' E R E N
GRUPAL
MECANIS,MOS
e I!A
DE
S
DEL
ESTUDIO
"NOTAS
SOBRE
ESQUIZOIDES"
EDGARDO H. ROLLA, .ALBERTO 'CHABB, ISABEL DE F AILLA,
SHEILLA L. DE LÓPEZ, JUAN GÓMEZ MARIANTI
''''',
Trataremos de formular en esta breve aportación alguno de los contenidos latentes que hemos inferido de la lectura de este artículo de Klein.
-Su bema principal parecería ser el manejo del concepto de ansiedad, aparentemente sólo mencionando la proyección y la identificación proyectiva como un instante técnico del sujeto; sin embargo nos ha parecido
que toda la exposición está dedicada a hacernos sentir la importancia
capital que la autora asigna a esa técnica de vida que es la identificación
proyectiva; inferimos que esta importancia es tal, como que es sine qua
non para la vida, y de que si no es posible dicha técnica de comunicación
con un objeto externo, el sujeto la establece con sus objetos internos,
autísticamente, 10 que por un tiempo le evita la sensación de aislamiento
y soledad, comparable a la inminencia de muerte; pero una buena identificación proyectiva no puede ser por mucho tiempo intrapsíquica y
necesita del objeto externo, de lo contrario el próximo paso será la alucinación.
Ese sentimiento de soledad que es subsecuente a la separación, al aislamiento, nos hizo pensar que todo individuo tiene primigeniamente su
vivencia, sentimiento o sensación de muerte o aniquilación, llamado instinto de muerte, perceptible por primera vez de inmediato a su separaeión del estado simbiótico con la madre. También le es inherente el instrumento de acción con el que tratará de liberarse de aquel sentimiento
de aniquilación, llevándole lejos de sí, hasta encontrar resonancia en
algo. Este algo es el objeto, que significaría así para el individuo simultáneamente la liberación de su sentimiento de muerte, así como también
la terminación de su sentimiento de soledad, la sensación de desembarazarse de un peligro, la posibilidad de continuar la vida.
Aunque inherente, el yo no maneja la implementación y tiene que
realizar un aprendizaje del uso de la identificación proyectiva; en ese
compás de espera hasta que es forzosa la iniciación de la técnica, sobreviene la angustia que remarca simultáneamente la alarma de aniquilamiento, la necesidad de desprenderse de ella, e instintivamente el primer
paso para el uso del instrumento.
Instinto y mecanismos de defensa son así actividades jerárquieameñte
organizadas para la preservación de la vida; implícitamente, puesta en
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INFERENCIAS
DEL ESTUDIO GRUPAL •.•
marcha de la identificación proyectiva significa disociación esquizoide ;
consecuentemente distorsión de la identificación proyectiva implica incongruencia en la disociación; o en otros términos perturbación de la
conducta.
Repetimos que la identificación proyectiva no podría sentirse como
expresada sin la presencia del objeto, que condiciona esa suerte de conducta del instrumento, aceptando, rechazando, devolviendo empobrecido
o enriquecido, siempre modificado entonces, el mensaje proyectivo.
En los comienzos de la vida esa proyección se hace metaméricamente ,
un trozo de mente con su correspondiente trozo de cuerpo se proyecta en
un trozo de ambiente en un trozo de tiempo. Es tetra dimensional y sin
embargo estática; el niño estira su brazo y su mano toca el objeto, percibe la sensación; pero al retirar su mano ya no tiene la percepción del
objeto sino que se le hace ostensible la pérdida del mismo; o sea que la
identificación introyectiva que completa el ciclo no puede ser satísfaetoria, no puede lograrse a través de ese vínculo metamérico, y el niño
tendrá que repetir la acción. Sostenemos que esto, favorecido por el objeto o no corregido en una realimentación o feed-back educativo, es el
fundamento del acting-out, de la compulsión respectiva o de ciertas deformaciones corpóreas, por ejemplo la obesidad.
Un buen aprendizaje de la proyección llevará a ésta a efectuarse en
un plano de elivaje entre la conducta de la mente y la del cuerpo. Mientras el ojo se queda en el Yo corpóreo, la mirada se proyecta, se pone
en contacto con el objeto; el oído queda en el cuerpo, pero la atención,
laespectativa, se proyectan y se contactan, se meten en el objeto. En la
Psicosis el sujeto pierde pedazos de sus ojos que se van ligados a los objetos, o alucina voces.
El objeto devuelve el mensaje, modificado como señalábamos, con un
significado de adquisición para el sujeto, lo que a su vez implica una
modificación subsecuente de la pauta de conducta inmediata anterior.
Esto es sentido como una pérdida y hay que hacer un duelo. Cuando 'el
mensaje es simplemente rechazado, o por una respuesta tangencial el
objeto no provee sentimiento de aceptación, el sujeto aumentará la identificación proyectiva; si no ha logrado un buen manejo de la misma, en
la tentativa de impresionar más al objeto, el sujeto comenzará a emplear
trozos de su cuerpo; ya en un proceso regresivo, caerá en la proyección
metamérica.
Creímos ver que Klein nos muestra cómo ampliando el concepto de
proyección ya enunciado por Freud desde mucho antes, introduce la d-enominación identificación proyectiva , el trabajo de duelo estaría expresado en la aceptación de denominar posición esquizo paranoide, a su
primitiva posición paranoide ; en sus protestas sobre prioridad y descriptiva, relacionadas con Fairbairn, muestra que este último como objeto resonador, fué positivo y devolvió el mensaje enriquecido lo que
correspondería a duelo fácilmente superado; en otras palabras,' el mensaje kleiniano fué bien formulado, el objeto Fairbairn respondió adecua(lamente y la integración se produce en Klein.
E. H. ROLLA, A. CHABB,
r.
DE FAILLA, S. L. DE LÓPEZ, J. G. MARIANTI
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Cuando el mensaje que lleva la identificación proyectiva en un momento dado, no produce el impacto esperado en el objeto, se incrementan
la proyección, y en un momento dado el sujeto puede tener el sentimiento
de vaciarse completamente, y sin siquiera ensayarse una técnica metamérica, todo el cuerpo participa y se realiza la fuga fóbica. En general, antes
de que tal suceso pueda detectarse la disociación cada vez más profunda,
va produciendo en el sujeto incremento de 'la angustia, por la sensación
de dispersión esquizoide. El ejemplo que nos da Klein sobre la paciente
que interrumpe el análisis, creemos que está citado como un ejemplo de
tal situación mencionada; la enferma maneja su disociación controlándola hasta determinado punto con las técnicas ciclotímicas; cuando el
transcurso de su análisis le hace sentir que va a emprender una regresión
mucho más profunda para mostrar sus elementos psicóticos, hace primero
un retiro autístico , en la disociación correspondiente que se hace ostensible en el dormir, y sobre todo en el dormir con soñar; durante la vigilia
la parte que sigue en contacto con la terapeuta, puede comunicar la alucinación autística del sueño, mostrando la imposibilidad de seguir la identificación proyectiva en el vínculo con el objeto terapeuta, y como esto
es presentido por la propia enferma como una amenaza de dispersión,
que le significaría la ceguera, la muerte, y la necesidad de un sostén muy
riguroso, tal como sería un chaleco de fuerza, un vestido abotonado hasta
el cuello.
Pensamos que de no haber huido la paciente hubiera llegado a una
regresión psicótica, la llamada psicosis transferencial, en pleno tratamiento; lo cual nos serviría de paso para señalar cuando tal suceso ocurre, el desarrollo transferencial debe haber sido muy positivo; todo el
transcurso está rubricado por una fuerte ambivalencia del sujeto.
Además en ese mismo ejemplo creemos ver que la regresión es teleológica tanto de la dispersión psicótica procesal como en la psicosis transferencial; con la salvedad de que en la última el sujeto conoce la presencia del terapeuta, que ya iha entrado a formar parte de su estructuración.
Como inferencia de síntesis, inferencia holística, pensamos que la
identificación proyectiva puede distorsionarse en cuanto a su calidad, o
a lo direccional o en el factor temporal.
La distorsión de calidad tiene su paradigma en la divalencia de la
regresión psicótica, así también como de la disociación regresiva del dormir con soñar; también la polivalencia afectiva simultánea de algunos
instantes del momento psicótico agudo sería una distorsión de calidad;
o los procesos delirantes del período psicótico crónico.
La distorsión direccional se presenta cuando un afecto, como por
ejemplo el odio, destructivo, es dirigido, y vinculado a un objeto bueno
sin conciencia de la desviación; la envidia que parece un afecto primario
o tal vez una distorsión de la calidad, sería en realidad una distorsión
direccional: el hambre destructivo del sujeto que puja por salir de su
autismo y conectarse con los objetos del mundo, va dirigida a los objetos
buenos, abundantes, que darían si se los conquistara previamente, grati-
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DEL ESTUDIO
GRUPAL
ficándolos j pero por distorsión se desea quitar o por lo menos destruir
lo que el objeto bueno tiene con un afecto como el odio. También pues,
sería distorsión direccional el desprecio, y un punto de nivelación la
indiferencia.
La distorsión temporal se presenta en los individuos que en vez de
lamentar depresivamente una pérdida realzan las cualidades del objeto
perdido, lo que semejaría una idealización para la defensa del duelo, de
la depresión y la consiguiente persecusión; nos parece una tentativa de
aprendizaje hecha en base a una situación repetitiva de conexión metamériea, en un tiempo ya pasado j que da como resultado el apreciar lo
bueno solamente cuando ya no se lo tiene. El objeto perdido, por ello
mismo, tendría que ser malo j pero a través de la distorsión temporal el
afecto se exterioriza ligado con aspectos parciales del objeto, que significan por sí una situación pasada, no del aquí y ahora, que como dijimos evita el sentimiento de pérdida y por ende el duelo.
'También consideramos una distorsión temporal, si bien favorable, a
la esperanza, que sería la prospectiva potencial de la identificación proyectiva directamente tendiente a preservar la vida.
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