La telenovela como género o subgénero Bianca Estela Sánchez Mientras los torcedores de puros hacían su trabajo en las fábricas de habanos de Cuba a finales del siglo XIX, los conocidos como lectores profesionales, que en más de una ocasión recordó Cabrera Infante, leían lo que los primeros pedían para hacerles más llevadero el trabajo. Aquella concepción de la literatura como entretenimiento se había hecho muy extensible, en especial desde los folletines franceses que trajeron consigo toda una saga de obras y creadores, en la que Alejandro Dumas y su supuesto taller tuvo un éxito arrollador. También en las fábricas de habanos, Dumas era el más solicitado. El Conde de Montecristo gozó de tanto prestigio que hasta una línea de puros fue llamada de ese modo. Se preguntarán qué tiene todo esto que ver con la última novela de Alberto Barrera Tyszka, titulada Rating y publicada en España por la editorial Anagrama. Rating es una novela que plantea la siguiente pregunta desde su propia contraportada: ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar la televisión en su desesperada búsqueda de audencia? Barrera lo sabe bien, conoce el género, ha trabajado como guionista de la industria y consigue que la trama y el vértigo inunden cada página de su historia, que explora los límites morales en el crudo mundo de los reality shows y que hurga, desde su interior, en la exitosa industria de la telenovela latinoamericana. Alberto Barrera Tyszka: Rating. Anagrama, Barcelona, 2011. 132 Rating fusiona la voz de Manuel Izquierdo, un guionista descreído, cansado de escribir melodramas televisivos y en plena crisis de los cincuenta, con la de Pablo Manzanares, un estudiante de literatura que está descubriendo el mundo y ha conseguido, gracias a los contactos de su madre, un trabajo de asistente a gerente del canal. A partir de la narración de estos dos personajes, cuyas vidas se ven forzosamente cruzadas, Barrera Tyszka construye una única historia que nos ofrece una mirada crítica sobre el mundo de la televisión y su capacidad para transformar la tragedia social de un país en rating. Y es precisamente la telenovela la que ocupa un eje principal, un especial que se podría denominar casi genérico. Para Cabrera Infante el origen de esas telenovelas están en los folletines franceses. Las mujeres que trabajaban en las fábricas de tabaco haciendo trabajos como despalillar las hojas, separarlas y clasificarlas, también tenían a quienes les leyeran, sus profesionales, y sus obras favoritas, que escuchaban con auténtico fervor. Lo que ellas elegían para escuchar eran novelas románticas. Esta historia la narra espléndidamente Ibsen Martínez en un artículo en el que opina que «secreción característica de nuestra América es la telenovela». N o puedo estar más de acuerdo, sobre todo después de leer la novela de Barrera. Si aquellos lectores profesionales luego se convirtieron en narradores de radio novelas y el nacimiento del género procede del folletín francés habría que preguntarse qué se ha aportado de característico pero también de universal, ya que las telenovelas no funcionan sólo en América. De hecho, han sido uno de los grandes promotores del idioma en el extranjero. Durante un viaje llegué a conocer a un guía sirio que era capaz de comunicarse en un español muy escaso, un idioma que no había estudiado pero que en cierta manera conocía gracias a las ¡telenovelas! Como se desprende de Rating, la telenovela hoy en día está marcada por la angustia del mercado masivo, por la necesidad de encontrar los espacios comunes en los que una historia puede funcionar de forma universal. Barrera, durante una entrevista declaró que «en la vida misma todos solemos tener otras obligaciones y deberes aparte de enamorarnos», en referencia al argumento de las telenovelas. 133 Es cierto que la banalidad llega a extremos enormes y también la ambición, el poder y el dinero que se generan alrededor de un mundo en el que las cosas no son como parecen, en el que lo que resulta a simple vista más artificial puede ser complejo y programático mientras que la espontaneidad está controlada, medida por milímetros. El mundo de la televisión, la creación de una telenovela con sus presidentes de proyectos especiales, guionistas, secretarias, ejecutivos, empleados de la limpieza... todos protagonizan Rating, que en una encrucijada de caminos, como toda buena historia, se encarga de adentrarnos en la realidad del mundo artificial de la televisión. La vida fácil, el éxito, el dinero... pero también la privación de privacidad, el periodismo amarillo y una decadencia moral más que significante que hacen de Rating un libro que pierde el pulso de la tensión, con un argumento que engancha y mantiene atento al lector, que no lo suelta. Alberto Barrera Tyszka nació en Caracas, Venezuela, en 1960. Poeta y narrador, es autor de una novela anterior titulada También el corazón es un descuido, con la que obtuvo el Premio Herralde. Junto con Cristina Marcano publicó la primera biografía documentada del presidente de Venezuela: Hugo Chávez sin uniforme. Una historia personal. Es licenciado en la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, donde también ejerce de profesor. Durante años ha trabajado como guionista de televisión, escribiendo telenovelas en Venezuela, Argentina, Colombia y México G 134