EFICIENCIA ENERGÉTICA JOSÉ LUIS GANDÍA GERENTE DE FUNDACIÓN PARA LA EFICIENCIA ENERGÉTICA (F2E) La Directiva de Eficiencia Energética: una larga espera La Directiva de Eficiencia Energética 2012/27/UE, que debería ya encontrarse totalmente transpuesta al ordenamiento jurídico español, presenta una elevada complejidad en su transposición, pues requiere de la coordinación del Ministerio de Industria con muchos otros ministerios. H ay que reconocer que el trabajo inicial del Ministerio de Industria fue bastante eficiente pero las últimas obligaciones, pendientes de publicación desde junio de 2014, se están demorando bastante más de lo que esperaba el sector. Una parte importante de las obligaciones que marca la Directiva ya se encuentran implementadas. Estas son principalmente: • La definición de la Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España. • El Inventario de los Edificios de la Administración General del Estado. • El Plan Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética. • La obligatoriedad de las Administraciones Públicas del Sector Público Estatal de adquirir bienes, servicios y edificios que tengan un alto rendimiento energético mediante la disposición adicional decimotercera de la Ley 15/2014. • La creación del Fondo Nacional de Eficiencia Energética mediante la ley 8/2014. El problema para el sector es que estas acciones, de forma aislada, no generan un incremento de actividad sino que, en su mayor parte, suponen simplemente la elaboración de documentos sobre estrategias a largo plazo u obligaciones genéricas. En lo que respecta al último de los puntos señalados, el Fondo Nacional de Eficiencia Energética, este necesita que se reglamente un sistema de certificados para que las empresas obligadas, que figuran en el Anexo XII de la Ley 8/2014, dinamicen el 72 mercado a través de la ejecución de acciones de reducción de consumo. De lo contrario, tal como se ha realizado en el año 2014, este Fondo ha quedado limitado hasta este momento a ser una simple actividad recaudatoria. Y en este sentido, no podemos obviar que estos importes que se requieren por el momento a los sujetos obligados acaban repercutiéndose en el precio a los consumidores. Un ejemplo reciente lo encontramos en la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), cuando argumentaba que el precio de los carburantes incluía dentro de sus costes “el coste de la aportación al Fondo Nacional de Eficiencia Energética, que se aplica desde julio de 2014 y por el que las empresas operadoras pagaron 54 millones el año pasado y pagarán otros 108 durante la presente anualidad”. Por su parte, el IDAE, junto con los sujetos obligados, lleva meses trabajando en la definición de un catálogo de acciones para estos certificados, y se espera que en breve este trabajo deje de ser un documento interno para convertirse en una posible oportunidad para muchas empresas. Del mismo modo, los proveedores de servicios de eficiencia energética siguen esperando la publicación del Real Decreto que transpone la directiva en lo referente a auditorías energéticas, acreditación de proveedores de servicios y auditores energéticos, promoción de la eficiencia energética, y contabilización de consumos energéticos. Desde enero del 2014 existe un borrador de RD cuya publicación se esperaba para antes del 5 de junio de 2014, fecha en que finalizaba el plazo legal de transposición de la Directiva. Las informa- ciones “off the record” suministradas por el Ministerio han ido retrasando, sin embargo, la fecha de publicación en varias ocasiones, de tal modo que a día de hoy se sigue esperando su publicación, la cual parece ahora sí inminente. Uno de los aspectos que más controversia ha levantado dentro del sector es la regulación de auditorías planteada en el susodicho borrador. Desde A3e (Asociación de Empresas de Eficiencia Energética) consideran la propuesta de transposición como poco ambiciosa al permitir que las auditorías a las que estarán obligadas las grandes empresas puedan ser realizadas por personal interno y sustituidas parcialmente por el certificado energético del edificio siempre que estos incluyan recomendaciones. El registro de las auditorías se realizará a través de las comunidades autónomas, que serán las encargadas de remitirlas al Ministerio y serán también las comunidades autónomas las competentes en materia de inspección. Finalmente, la contabilidad individualizada de consumos no entrará en vigor hasta el 1 de enero del 2017. Esta media obligará a que en los edificios existentes se instalen contadores de consumo individuales que midan los consumos de cada vivienda o usuario final. En el caso de la calefacción, cuando el uso de contadores individuales no sea técnicamente viable, se permitirá que se utilicen sistemas alternativos (e.g. repartidores de costes de calefacción). No obstante, y como excepción, determinadas zonas climáticas (de acuerdo con el CTE) quedarán exentas la instalación de estos sistemas de reparto de gastos de calefacción energética XXI · Nº 147 · ENE|FEB15