Una lujosa cena en las alturas, sólo para celebrities

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Una lujosa cena en las alturas, sólo para celebrities
Florencia Torrente, Ernestina Pais, Julieta Spina, entre otros, asistieron a un evento en el helipuerto de un
edificio
Por Silvina Ajmat
Subirse a lo alto de una torre resulta excitante
por varios motivos: la sensación de ganarle a la
gravedad, la idea de transgredir un techo, y la
posibilidad de tener una vista privilegiada de la
ciudad que se mira. Quienes viajan en
helicóptero con frecuencia tal vez no se sientan
maravillados por el ventoso helipuerto en la cima
de un edificio, pero puede convertirse en un lujo
inimaginado para los peatones que recorren a
diario Buenos Aires, incapaces de ver más allá
de una cuadra por el engranaje de cemento que
conforma la gran urbe que es capital de la
Argentina. Esta semana, una experiencia inédita
tuvo lugar en el helipuerto de uno de los
edificios más emblemáticos de la ciudad: el
Edificio República. La firma de vinos Latitud
33° instaló un "restaurante efímero", solamente
abierto por cinco días, para convidar a un selecto grupo de invitados (alrededor de 20 por noche) con una experiencia exquisita:
cenar con una vista de 360°.
Por este excéntrico espacio, un cubo de cuatro metros
de altura con paredes de acrílico, pasaron distintas
celebrities a lo largo de la semana: Ari Paluch, Mike
Amigorena, Humberto Tortonesse, Geraldine
Neumann, Julieta Spina, Nacho Goano, entre muchos
otros.
Cada uno de ellos llegaba a la terraza abriendo los ojos
lo más grande que podían. "¡Qué lindo esto!", exclamó
Julieta Spina cuando terminó de subir las escaleras,
muy cuidadosa de no resbalarse subida a unos
altísimos tacos, y se encontró con la enorme estructura
cúbica dentro de la cual se había montado el
restaurante. "¿Te acabás de casar y ya estás sola?",
bromearon sus amigos cuando la vieron entrar sin
Augusto Rodríguez Larreta, su flamante esposo. Es
que era el cumpleaños de su hijo y no pudo asistir.
Julieta no quiso perderse el evento, aunque también
debía cumplir con su hijastro. "Estamos a mil porque mañana viajamos", contó la ex modelo. Hace tiempo que la pareja viene
planeando unas vacaciones de ensueño: Dubai e Islas Maldivas, hacia donde partirán este fin de semana.
Enfundada en un conjunto color crudo, Florencia Torrente llegó acompañada de una
amiga, aunque todos esperaban que asistiera con su novio. "Está en cama con fiebre", contó la actriz y modelo. Vestida por
Blackmamba, su look fue uno de los más elogiados de la noche.
Narda Lepes, súper canchera con jeans y campera de cuero negra, llegó acompañada por su novio y se enamoró de la vista y la
ambientación: luz tenue para no opacar la iluminación "natural" de las lucecitas de Buenos Aires. Entre plato y plato, la famosa
chef ponderó el servicio de Eat Catering, que ofreció deliciosas opciones, excelentemente maridadas con el vino en cuestión:
como entrada, tartare de salmón fresco y ahumado, servido con Chardonnay; el plato principal, cochinillo con puré de papas
bien cremoso, vinagreta de portobello y chutney de chiles, elegido para acompañar con Cabernet Sauvignon. "El chutney de
chile se usa para acompañar con comidas más grasosas, como el cerdo, porque el picante compensa lo más pesado", explicaba
Narda a sus vecinos de mesa, haciendo alusión a una receta aprendida en la India.
Para el postre, "arte en el mantel". Se trata de una excéntrica forma de servir el
postre que nació en Chicago y fue reformulada por los chefs Tommy Perlberger y
Bruno Gillot, especialmente para esta ocasión. Consiste en desplegar una tela
siliconada llamada Tembec en el centro de la mesa, y luego disponer los postres y
salsas directamente sobre ella, de manera que cada uno pueda probar todos los
bocadillos. La "macana de chocolate y dulce de leche" y la terrina de dátiles, fueron
los más exitosos.
Ernestina Pais hizo su entrada triunfal cuando todavía nadie se había animado a dar
la primera cucharada. Súper sexy en un vestido corto de encaje de María Cher y
sandalias altísimas de Ricky Sarkany, su ingreso a lo diva fue completado por un
abrigo de piel. Aunque estaba invitada junto a su novio, fue otra de las celebrities
que asistió sola. Llegó tarde, pero no había cenado así que marcharon los platos
servidos con la misma minuciosidad que al comienzo de la velada. Sentada al lado
de Flor Torrente, dedicaron el resto de la noche a ponerse al día.
Las velas comenzaron a titilar al mismo tiempo que las luces de las miles de
ventanitas de alrededor se iban apagando, señal clara de que la ciudad comenzaba a
dormitar. Como si todos hubieran mirado la hora al mismo tiempo, la retirada fue
casi al unísono. Pero antes, una última foto. La mayoría de los presentes capturó el
paisaje con su celular antes de bajar. Sonrisas de satisfacción dijeron adiós a una de
las vistas más glamorosas de Buenos Aires..