Año Global Contra el Dolor en las Mujeres Mujeres Verdaderas

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Año Global Contra el Dolor en las Mujeres
Mujeres Verdaderas, Dolor Verdadero
Vulvodinia ¿Qué es la vulvodinia? La vulvodinia es un síndrome de dolor crónico en el área vulvar en ausencia de un proceso infeccioso, dermatológico, metabólico, autoinmunitario o neoplásico. Durante muchos años, la vulvodinia ha sido reconocida como un problema clínico común, y el dolor crónico de la vulva ya ha sido descrito en los libros de texto ginecológicos de los Estados Unidos y Europa hace más de 100 años. En 1976, la Sociedad Internacional para el Estudio de la Enfermedad Vulvovaginal (International Society for the Study of Vulvovaginal Disease, ISSVD) identificó el dolor vulvar idiopático como una entidad única y, como consecuencia, inventó el término vulvodinia (1). Desde un punto de vista más amplio, la vulvodinia puede agruparse con los síndromes no malignos crónicos de origen urogenital que tienen lugar tanto en los hombres como en las mujeres (2). Estos síndromes de dolor incluyen, además de la vulvodinia: síndrome uretral, coccigodinia, dolor perineal generalizado, orquialgia, prostatodinia (síndrome de dolor pélvico crónico en los hombres), dolor peniano crónico y cistitis intersticial. ¿Cuáles son los síntomas? Por lo general, las mujeres que sufren de vulvodinia se quejan de una sensación de calor, ardor y escozor, y/o una sensación de inflamación en el área vulvar. El dolor puede estar ubicado en un área muy específica del perineo (y, por lo general, las pacientes pueden identificar en forma exacta los “puntos” de dolor), tales como el vestíbulo vulvar, los labios o el clítoris, o puede afectar la totalidad del área perineal. Estos dos subtipos de vulvodinia han sido denominados vulvodinia “localizada” y vulvodinia “generalizada”. La vestibulitis vulvar, uno de los subtipos de vulvodinia, se refiere al dolor localizado en el vestíbulo vulvar, el área que rodea la abertura vaginal. Por lo general, las mujeres con vestibulitis vulvar experimentan dolor cuando se aplica presión sobre el vestíbulo vulvar durante las relaciones sexuales, la colocación de tampones o los exámenes ginecológicos. Desde el punto de vista clínico, se han descrito dos grupos diferentes de pacientes con vestibulitis vulvar: la vestibulitis vulvar primaria es la dispareunia proveniente del primer intento de mantener relaciones sexuales, mientras que en la vestibulitis vulvar secundaria, la dispareunia aparece después de un período de mantener relaciones sexuales sin dolor. En las mujeres con vulvodinia generalizada, el dolor perineal se exacerba por permanecer sentadas durante períodos largos, y por realizar actividades tales como andar en bicicleta y montar a caballo. ¿Quiénes sufren de vulvodinia? La vulvodinia afecta a mujeres de todos los grupos etarios. El incidente de aparición de los síntomas alcanza su punto máximo entre los 18 y los 25 años, y su punto mínimo después de los 35 años (3). Los estudios realizados en la comunidad sugieren que el dolor vulvar es común, y se han informado tasas de prevalencia de hasta el 18% (4). Se ha descrito la vestibulitis vulvar en hasta un 15% de las pacientes ginecológicas ambulatorias (5). Si bien los informes iniciales postularon que la vulvodinia afecta principalmente a las mujeres caucásicas, una encuesta reciente realizada en mujeres de diversos orígenes étnicos demostró una prevalencia similar durante toda la vida al dolor por ardor vulvar crónico o al dolor por contacto (3). ¿Cómo se realiza el diagnóstico de la vulvodinia? Para diagnosticar la vulvodinia se utiliza el método de exclusión. El diagnóstico diferencial es amplio y puede incluir: candidosis vulvar, infecciones herpéticas, liquen plano, enfermedad de Paget, carcinoma espinocelular, neuralgia posherpética o compresión del nervio espinal. Por lo tanto, es necesario realizar una evaluación ginecológica exhaustiva, y en algunos casos específicos, también es necesario realizar evaluaciones neurológicas y dermatológicas. ¿Qué causa la vulvodinia? La etiología de la vulvodinia es multifactorial. Existen evidencias experimentales provenientes de varios estudios psicofísicos que indican que la sensibilidad al dolor ante estímulos mecánicos y térmicos en el área vulvar se encuentra alterada en las mujeres con vulvodinia (6, 7). Además de la sensibilización periférica demostrada en el área vulvar,
existen evidencias de sensibilidad central. Existen evidencias de la presencia de un posible componente genético en la etiología de la vulvodinia (8). Se ha considerado una etiología neuromuscular, que provoca opresión (espasmos) del suelo pélvico. Se ha demostrado que en un subgrupo de mujeres la vulvodinia está asociada con antecedentes de abuso físico y sexual (9). Diagnóstico y tratamiento: Estudios de investigación actuales indican que la vulvodinia es un trastorno heterogéneo, multiorgánico y multifactorial. Por lo tanto, se recomienda un enfoque de tratamiento multidimensional y multidisciplinario. En la actualidad, no existe cura alguna para la vulvodinia, aunque algunas pacientes experimentan una remisión espontánea. El primer paso importante es reconocer que la paciente tiene vulvodinia. Muchas mujeres con dolor vulvar crónico no han sido diagnosticadas ni tratadas, dado que los profesionales de la salud no conocen ampliamente la presentación clínica y los enfoques de tratamiento. Un estudio reciente llevado a cabo en los EE. UU. demostró que el 60% de las mujeres consultan a, al menos, tres médicos para recibir un diagnóstico médico. Asombrosamente, el 40% de las mujeres que buscan ayuda profesional siguen sin recibir un diagnóstico después de tres consultas médicas (3). Como primera medida para el tratamiento de la vulvodinia, es importante identificar y eliminar los factores irritantes locales y los posibles alérgenos. En las pacientes con vulvodinia localizada, en las cuales existe una pequeña área de dolor, es posible que los regímenes de tratamiento tópicos reduzcan el dolor. Se ha considerado el uso de medicamentos orales recomendados para el tratamiento del manejo del dolor neuropático. Los procedimientos quirúrgicos han estado avocados a extirpar el área hiperalgésica de la piel en pacientes con vulvodinia localizada. Se ha informado que la biorretroalimentación vaginal y la terapia de comportamiento cognitivo reducen el dolor. Al igual que con muchas otras condiciones de dolor de origen multifactorial, por lo general, no existe un único enfoque de tratamiento que reduzca sistemáticamente el dolor en mujeres con vulvodinia, sino que existe una combinación de tratamientos (10). Copyright International Association for the Study of Pain, September 2007. References available at www.iasp­pain.org.
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