EL CASTILLO DE LOS BOIL, SEÑORES DE MANISES. Sus grandezas, vicisitudes y ocaso. Por José María Moreno Royo. Cronista Oficial de Manises No hemos hallado datos documentales sobre la fecha de su construcción, u otros aspectos iniciales. Pero comparando estudios sobre las torres de poblaciones vecinas o cercanas a nosotros, vemos su similitud con las de Torrent, Benifayó, Almussafes, Paterna, Silla... Algunas de ellas como la de Torrent igual que la de Manises, de planta cuadrada, al medio de la población y de fábrica con mortero, estimando ser de los siglos XIII o XIV, y alrededor de cuya torre se fueron construyendo/adosando edificios, según necesidades de la época. Y si en algunos pueblos fueron porches, mercados, juzgados como es el caso de Torrent, en nuestro caso fueron dependencias palaciegas y suntuosas, por lo que el conjunto castillo-palacio, pasa a llamarse en valenciano "El Castell" y así es hoy conocida y rotulada la plaza mayor de Manises en donde éste estaba emplazado y en la que actualmente se encuentra el Ayuntamiento, Juzgados, la Notaría, etc., y el parque municipal, éste último sobre el antiguo solar del Castillo. Y después de esta breve exposición, pasamos a ofrecer una síntesis de algunas efemérides referidas al Castillo-Palacio: Los primeros Boil. Al fallecimiento de D. Pedro Boil, llamado "El Grande" en mayo de 1554, le sucede su viuda Dª Caterina Boil y Navals, que es quien al hacerse cargo del Castillo, convoca a Asamblea General para recibir allí mismo vasallaje de sus súbditos. 15 de mayo de 1454. Asamblea en el patio del Castell, para acatar a la nueva propietaria, la Noble Madona Caterina Boil, viuda de don Pedro Boil asistiendo los cristianos y mudéjares, asegurando todos bajo juramento, que los reunidos eran más de los dos tercios de la población. Juramento en cristiano y en moro. "Queriendo recibir la posesión corporal de los dichos lugar y Castell, mandó a Johan Calderer, el justicia, a los Jurados Johan Bernat y Jacme Ferrer y al moro Mahomat Almaquef, que convocaran, mediante visita domiciliaria y por pregón hecho en las plazas y calles de la población, a los vecinos para reunirse en la forma y lugar acostumbrados". Después la señora, en el acto de toma de posesión, entró en la fortaleza vivienda y castillo, llamado "El Castell", abriendo y cerrando puertas, subiendo a la parte superior del edificio... 25 de junio de 1454. El notario Miguel Puigmichá, entra en el Castillo, a petición de la misma doña Caterina Boil para hacer el inventario de cuanto hay en el edificio. Es de destacar de este minucioso inventario, que se encuentra entre los protocolos de este notario, en el actual Archivo del Reino de Valencia, la distribución de la casa que a grandes rasgos es la siguiente: Dos puertas grandes de hierro de "castell" en la entrada principal, inmediatamente después un porche con una puerta de madera que es la propiamente de la casa. Traspasada esta, a mano izquierda, una habitación llamada "cambra de studys". En la misma planta baja, se encontraba la cocina con bodega y "pastador". Posiblemente todavía en la planta baja, (el inventario no lo aclara) la "Sala maior", con mobiliario propio de sala de reuniones y de trabajo administrativo. A continuación se detallan las diferentes habitaciones propias de dormir que suponemos estarían en la planta alta del edificio: La propia del Señor con una recámara, la cámara del "Infant" y por último la "la cambra de la torre". 17 de abril a 10 de junio de 1559. Entre estas dos fechas don Juan Aguiló y Romeu de Codinats, administrador de la herencia de don Pedro Boil y Berenguer, pide al notario de la familia Miguel Angel Almenara, la realización del inventario de los bienes existentes en el Castillo (A.R.V. Prot. MIGUEL-ANGEL ALMENARA, año 1559). En este inventario, la distribución del Palacio no es tan gráfica, pero si que se advierten en él algunas modificaciones. Sucintamente esta distribución es la siguiente: Comedor, cocina con despensa, siete habitaciones de dormir, un establo, una bodega, un granero para el trigo, otro para el arroz, una habitación pequeña en la misma entrada del Castillo, una habitación llamado del "Racó"(Rincón) aparentemente para guardar aperos y dos estudios con mobiliario propio de salas de reuniones y trabajos administrativos. 8 de febrero de 1563. La presencia de la familia Boil en sus posesiones maniseras, está nuevamente documentada con la presencia de D. Felipe Boil y Joan en el desarme de moriscos que se llevó a cabo en Manises, como en el resto del territorio por orden del rey Felipe II. Sin duda la asistencia personal del señor, era para moriscos y cristianos del lugar una garantía entre otras cosas de trato correcto hacia las viviendas de los moriscos que estaban siendo registradas y para el comisario real en la fidelidad del cumplimiento del registro ordenado. La aisiduidad de residencia de los señores de Manises en la villa (sin duda en el Palacio), sigue quedando patente, a la vista de los datos encontrados en las Visitas Pastorales celebradas a Manises entre los años 1574 a 1606. Tanto en los inventarios que se redactan de los bienes de la Parroquia, como en los mandatos de las mismas, la referencia a bienes, obligaciones y actos de los señores de Manises son constantes. En esta misma época y posteriores, en los libros parroquiales sacramentales y en el resto de la documentación de la gestión parroquial, encontramos frecuentes muestras de la presencia de la familia Boil en el pueblo, asistiendo a bodas de sus súbditos y celebrabdo la suya propia en esta parroquia, en donaciones a la parroquia, presidiendo cofradías, etc. 10 de abril de 1597. En esta fecha, el notario Francisco Almenara (A.P.P.V-Rebedor FRANCISCO ALMENARA. 1597), redacta nuevo inventario del Castillo, a petición del nuevo señor de Manises don Pedro Joan, olim Boil de la Escala, del que destaca la aparición explícita de una simbólica dependencia del Castillo, "l’Estudi del Bisbe", con una suntuosa decoración y mobiliario apropiado a este salón principal. Azulejería del "Castell". De estos tiempos o anteriores son los azulejos "de punta de sierra", por la decoración especial para las salas del Castillo de los Boil de Manises, cuyos azulejos pintados a mano en azul, representaban figuras de animales, principalmente de la muy cercana Albufera valenciana y de perros, corzos, toros y figuras antropomórficas, con bailes y músicos, una escena de joven mora con dos cántaros que va a por agua a la vecina cisterna, etc... De todo lo cual no quedó nada, suponemos que por razones propias del trasiego de hospedajes. Y menos mal que don Manuel González Martí, pudo conseguir algunas piezas, que hoy se exhiben en el Museo Nacional de Cerámica en Valencia y que ostenta este mismo nombre "Manuel Gozález Martí" su fundador. 23 de mayo de 1636. En esta fecha se registra en los quinque libris de la Parroquia, uno de los muchos acontecimientos particulares (bautizos, bodas...) de la familia Boil, que siguen avalando la presencia constante de éstos en Manises, a pesar de tener otra residencia en la propia ciudad de Valencia. En este caso se trata de la boda de doña Teresa Boil, hija de don Bernat Boil señor de Manises, con don Francisco de Bellvis, señor de la baronía de Bélgida y de Bellús,Comendador de Alcántara, hijo de don Francisco Bellvís, señor de la baronía de Bélgida y de doña María, señora del lugar de Corbera. 22 de enero 1651. Se reúnen los vecinos con las primeras autoridades al frente, en el salón llamado del "Bisbe" del Obispo, del mismo castillo de Manises, para tratar de un censal para la celebración de aniversarios en la iglesia de Manises. 31 de mayo de 1746. Asamblea del Gremio de Maestros Alfareros, celebrada en el Palacio del Señor, para tratar sobre la aprobación de las Ordenanzas, que eran 26 en total las tratadas, señalando la primera, referida al nombramiento de Santas Justa y Rufina, como patronas del Gremio de Maestros Alfareros, y acordando celebrar una fiesta anual, cuyos detalles siguen en pleno vigor, al cabo de 251 años. Mayo de 1749. Tiempos probables del inicio del "Ball de les Coveteres", que al final eran recompensadas por los señores. Se celebraba por San Juan y tenían lugar en la misma plaza del Castillo, así como en la plaza de la iglesia ante la imagen pétrea del Santo titular de la misma (San Juan Bautista). 10 de marzo de 1811. La Marquesa de la Escala, Señora de Manises, regala un manto nuevo a la virgen de la Soledad y las Camareras de la Virgen de Agosto (que igualmente lo son de la Soledad) Luisa Royo y María Matheo, se hacen cargo de la imagen de la Soledad para llevarla al Castillo, vestirla y luego devolverla para que el Jueves Santo esté en el Monumento (Junta de Fábrica del 10 de marzo de 1811). Año 1864. El Ayuntamiento paga alquiler anual de 750 Rvs. a los Señores, para utilizar el castillo como cuartel del Destacamento de Fusileros, designado a esta villa para la persecución de malhechores, repitiéndose este alquiler en años posteriores, hasta que entre los años 1891-1892, se hacen las obras para disponer de 14 dependencias para habitación del Destacamento de la Guardia Civil de Caballería destinado en Manises, donde además de personal y familias, disponía también de amplias cuadras para los caballos. 28 junio 1929, el Ayuntamiento que presidía don José Mª Martínez Aviñó, adquiere por compra al Sr. Conde de Villagonzalo, su propietario, la casa principal o Castillo, sito en Manises, por un precio de 46.000 pesetas, entregando a cuenta 10.000 pesetas, y el resto en anualidades por cantidades no inferiores a 5.000 pesetas (Notaría de don Arturo Pertegaz Ruiz, Torrente, protocolo de 1929). 16 de noviembre de 1942. Dado el retraso en el pago de las anualidades, se llega a un acuerdo con la propiedad, a quien en ese momento se le adeudaban 22.371’33 pesetas, por varios años e intereses, acordándose un pago finiquito, por 15.000 pesetas, con lo cual terminaba la deuda y la casa-castillo, pasaba a plena propiedad del municipio, siendo alcalde don José Requena Mas. 29 de diciembre de 1959. Dado el estado de ruina del edificio ocupado por la Guardia Civil, el Ayuntamiento que presidía don José Maria Tadeo Sanchis, acuerda que se proceda a la evacuación de las fuerzas, escuela y del almacén municipal, y que se continúe la tramitación oportuna. 29 de julio de 1960. Precediendo los trámites legales, se acuerda la demolición de todo el edificio. 4 de noviembre de 1960. Conseguida ya la calificación de ruina, se procede a la subasta del derribo, que se adjudica a don Pedro Baides Rosa, por 20.000 pesetas, como mejor postor. Al demoler las obras, se vio que la casa estaba adosada a una torre central, cuadrada y de fuerte argamasa, en cuyo hueco se hallaba la amplia escalera que comunicaba todas las plantas del edificio. Y dada su fortaleza, se tardó varias semanas en su demolición y ello tras la colocación de fuertes y potentes barrenos. La demolición, que por supuesto no pasó desapercibida por lo aparatosa de la misma, tuvo reacciones de rechazo en la opinión pública, que se manifestaba -aunque ya demasiado tarde, puesto que ya se había llevado a cabo en noviembre de 1960-, en un artículo publicado en la sección de "Cartas al director" del diario LAS PROVINCIAS del 31 de marzo de 1961. Pero no fue solamente alguna voz de la ciudadanía de Manises, la que se manifestara, días antes -29 de marzo de 1961-en el mismo periódico, se publicaba una nota de prensa de la Comisión Provincial de Monumentos, por la que entre otros asuntos se daba por enterada con: "...profundo descontento, de que en Manises ha sido derribada la antigua casa palacio de los egregios señores de Boil, ejemplar de carácter del siglo XV..." No obstante, esta reacción popular, fue contestada días más tarde -15 de mayo de 1961, y en el mismo medio-, por el alcalde de Manises, cuyos argumentos eran escuetamente la no declaración previa de la Casa como bien cultural ni monumento de interés, y principalmente un "...simplemente, ponerse a la altura de las circunstancias de los tiempos en que vivimos." El solar resultante de la demolición iba a servir para construir un "...mercado moderno y capaz que supla las deficiencias del actual y las necesidades de la cada día más creciente población manisera." En definitiva, el mercado no se construyó, pero el solar quedó para ampliación del Parque Municipal, en la plaza llamada del Castillo, como recuerdo de que allí estaba el Castillo-Palacio y con él, "enterrados" casi siete siglos de la Historia de Manises. Nota: Agradecemos la colaboración prestada por D. Vicente Masó Talens, archivero municipal del ayuntamiento de Manises. Recuerda que todos los textos e imágenes están sujetos a la Ley de Propiedad Intelectual y especialmente sus autores y propietarios, merecen el respeto de ser citados convenientemente.