GUIÓN DE LECTURA DEL TEXTO DE PLATÓN, Fedón, 74a-83d 0.- Introducción. El diálogo Fedón pertenece a las obras de madurez de Platón. En él se traza una imagen idealizada del filósofo superior cuya vida es un aprendizaje de la muerte, aprendizaje que consiste en un esfuerzo por devolver el alma a ella misma, lejos del cuerpo. Este aprendizaje se realiza mediante el ejercicio de las virtudes que dan como resultado la purificación del alma, lo que se logra por el recuerdo del mundo de las ideas. Platón justifica mediante tres razones la diferencia entre el cuerpo y el alma: 1.- Partiendo del devenir, Platón afirma que tiene que haber algo que siempre sea para que no todo acabe con la muerte y se pregunta si el alma no ha sido siempre, antes y después de la muerte. Se contesta con el texto de lectura obligatoria. 2.- Se afirma que toda esencia es simple y por tanto, el alma para conocerla tiene que ser simple también. También se contiene en el texto obligatorio. 3.- La vida tiene como contrario la muerte. Lo que define al alma es su participación en la vida, por lo que se puede concluir que el alma excluye la muerte. De estas tres razones Platón concluye que el alma no nace ni perece, es eterna, lo que muestra su pertenencia al mundo de las ideas. 1.- Tema general del texto: el alma es eterna, es preexistente a nuestro cuerpo y sigue viviendo después de su muerte. La prueba de esta eternidad está en la reminiscencia o conocimiento de lo que el alma contempló en el mundo de las ideas. El recuerdo purifica el alma y nos prepara para su separación del cuerpo, para la muerte. 2.- El texto se divide en dos partes compuestas de distintos argumentos: 2.1.- 1ª parte: se defiende la preexistencia del alma mediante dos argumentos basados en la reminiscencia: Primer argumento: basado en la idea de igualdad, tiene dos partes Primera parte: - Afirmamos que existe la idea de igualdad – lo igual en sí- , lo que permite que hablemos de dos cosas iguales (dos leños). Pero ¿de dónde procede la idea de igualdad? - No puede proceder de la comparación entre cosas, pues la comparación presupone ya la idea de lo igual. - Luego ha de proceder de un RECUERDO de la idea de igualdad. Segunda parte: - Es necesario que hayamos conocido la idea de igualdad para pensar que dos cosas son iguales. - Los hombres empezamos a comparar cosas mediante la percepción (ver, oír, etc). - Pero, cuando percibimos las cosas y las comparamos, ya tenemos la idea de igualdad. - La percepción aparece con el nacimiento pero la idea de igualdad para comparar lo percibido tiene que estar en nosotros antes de nacer. Segundo argumento: - Lo mismo que con la idea de igualdad ocurre con otras ideas (mayor, bello, bueno,…). Todo lo que es en sí (esencias o ideas) ha sido adquirido antes de nuestro nacimiento. - Tras haberlo adquirido lo perdemos u olvidamos y lo recuperamos al tratar de explicar lo que percibimos. - Luego aprender es recuperar un conocimiento que ya tenemos, es REMINISCENCIA. - Ahora bien ¿todos los hombres conocen lo en sí? No, sólo algunos lo recuerdan a lo largo de su vida. - Por lo tanto el alma adquirió ese conocimiento antes de su unión con el cuerpo. - Luego las almas existían antes de estar unidas al cuerpo y poseían inteligencia. Conclusión de los dos argumentos anteriores: LAS ALMAS EXISTEN ANTES DE QUE NOSOTROS NACIÉRAMOS Y EXISTE LO QUE ES EN SÍ. 2.2.- 2ª parte: se defiende la inmortalidad del alma después de la muerte del cuerpo y se afirma que la purificación de ella consiste en el conocimiento que nos prepara para la muerte. De acuerdo con estas dos ideas se puede dividir en dos apartados: Primer apartado: se defiende la inmortalidad del alma argumentando: - Los seres a los que les corresponde disolverse o morir son los seres compuestos. A los simples, si los hay, les corresponde siempre el mismo estado, pues no pueden descomponerse al no estar compuestos. A los seres en sí o ideas les corresponde siempre el mismo estado, a diferencia de las cosas que cambian. - A las cosas se las puede percibir, mientras que a las ideas no se las percibe, se las conoce por la inteligencia. - Admitamos entonces dos realidades; una visible y otra inteligible. La visible cambia, la inteligible está siempre en el mismo estado. - La visible se asemeja al cuerpo, la inteligible al alma. Cuando el alma obedece al cuerpo en la percepción se equivoca, sin embargo cuando piensa sobre lo inmutable acierta. - Luego el alma es más próxima a lo simple e inmutable. Por ello es inmortal. Segundo apartado: - Cuando el cuerpo y el alma están unidos, el cuerpo debe obedecer al alma. - Porque el alma se asemeja a lo superior o inmortal y el cuerpo a lo inferior o mortal. - Luego EL ALMA SE ASEMEJA A LO DIVINO, INMORTAL, INTELIGIBLE, UNIFORME, INDIVISIBLE Y SIEMPRE SE PRESENTA EN IDENTIDAD CONSIGO MISMA, MIENTRAS QUE EL CUERPO ES HUMANO, MORTAL, MULTIFORME, ININTILIGIBLE, DISOLUBLE Y NUNCA ESTÁ EN IDENTIDAD CONSIGO MISMO. Luego al alma es indisoluble o inmortal y al cuerpo mortal. - Por otra parte, si el alma se purifica no arrastrará nada del cuerpo. PURIFICARSE ES FILOSOFAR, EJERCITARSE PARA MORIR CON COMPLACIENCIA. - Si no se ha purificado, el alma será arrastrada de nuevo a lo visible y atada a otros cuerpos. Dentro de ellas, las más moderadas irán a mejores cuerpos. Se defiende la reencarnación del alma. - Sólo los filósofos pertenecen al linaje de los dioses, pues sólo ellos se alejan de los placeres y dolores del cuerpo, siendo así moderados y justos. EJEMPLO DE ESTRUCTURA ARGUMENTATIVA EN UN TEXTO DE PLATÓN “El razonamiento nuestro de ahora no es en algo más sobre lo bello en sí, y lo bueno en sí, y lo justo y lo santo, y, a lo que precisamente me refiero, sobre todo aquello que etiquetamos “eso lo que es”, tanto al preguntar en nuestras preguntas como al responder en nuestras respuestas. De modo que nos es necesario haber adquirido los conocimientos de todo eso antes de nacer (…) Y si es que después de haber adquirido antes de nacer, pienso, al nacer los perdimos y luego al utilizar nuestros sentidos respecto a esas mismas cosas recuperamos los conocimientos que en un tiempo anterior ya teníamos, ¿acaso lo que llamamos aprender no sería recuperar un conocimiento ya familiar? ¿Llamándolo recordar lo llamaríamos correctamente? (Platón, Fedón) En el texto Platón alude a las diferentes formas del conocimiento. 1.- Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto propuesto. Las ideas que aparecen en el texto son: - El problema que se plantea Platón es el del conocimiento de las Ideas (eso lo que es). - Afirma que tenemos conocimiento de ellas antes de nacer. - Al nacer las olvidamos y luego, al utilizar los sentidos para percibir las cosas, recuperamos su conocimiento. - Al conocimiento se le puede llamar recuerdo. La estructura argumentativa presenta tres premisas y una conclusión: en la primera premisa se plantea el problema de cómo podemos llegar al conocimiento de lo que es en sí, de las Ideas. En la segunda se afirma que el conocimiento de ellas lo adquirió el alma antes de estar unida al cuerpo, antes de nuestro nacimiento. En la tercera se establece que con el nacimiento el alma olvida lo que conoció, pero que los sentidos al percibir las cosas (copias de las Ideas) permiten que el alma las recuerde. De todo ello concluye que el conocimiento es recuerdo, reminiscencia. RESÚMENES DE LOS AUTORES DEL PROGRAMA PARA RESPONDER A LA CUESTIÓN 2 DEL EXAMEN P.A.U. FILOSOFÍA ANTIGUA PLATÓN La teoría de las Ideas constituye el centro de todo el pensamiento platónico. De ella no ofrece una exposición sistemática y definitiva, sino que la va tratando evolutivamente en los diálogos. Junto al Mundo Sensible (físico) constituido por los cuerpos materiales, múltiples, aparentes, sensibles, particulares, mutables, compuestos, perecederos, participados, copias, generables, corruptibles (características del ser de Heráclito). Existe un Mundo Inteligible (de Ideas o eidos) constituido por formas inmateriales, únicas, reales, inteligibles, universales, inmutables, indivisibles, eternas, existen por sí, modelos, jerarquizadas (características del ser de Parménides). Esto es, junto a las cosas buenas, bellas y justas, existiría la Bondad, la Belleza y la Justicia. Las Ideas son la esencia y la causa de todas las cosas. Están organizadas jerárquicamente, la Idea de Bien aparece como la suprema. El mundo sensible ha sido hecho por el Demiurgo, no se trata de que haya creado el mundo de la nada (el concepto de creación no existe en la cultura griega), lo que hecho es actuar sobre una materia informe y caótica, que existía desde siempre, y sacarla de su estado de confusión para llevarla a un estado de orden (“cosmos”), para ello se ha servido como modelo de las Ideas, que también existían desde siempre. El mundo sensible es imperfecto porque la materia es esencialmente limitada y cambiante y no tiene capacidad para recibir perfecciones más que en grado limitado. ¿Qué relación se da entre el Mundo inteligible y el Mundo Sensible? Existen diferencias a lo largo de su obra: en sus diálogos de juventud recalca la inmanencia de las Ideas con respecto a la realidad y en los diálogos de madurez insiste en la trascendencia de las Ideas, afirma que son modelos y arquetipos de las cosas sensibles que son copias, sombras, imágenes. El conocimiento, para el autor de La República, es recuerdo, anámnesis, o reminiscencia: si las Ideas están en otro mundo diferente a aquel en el que vive el hombre, ¿cómo es posible que éste la conozca? el alma ha vivido en el mundo de las Ideas antes de su unión con el cuerpo, al producirse esta unión el alma olvida todo lo conocido. Para llegar a “recordar lo olvidado” hay que seguir un método, un camino, que el fundador de la Academia, denomina dialéctica, tiene una doble dirección: a) Ascendente: desde la visión de las sombras en el interior de la caverna a la contemplación de la luz del sol. Consiste en la indagación del principio del que dependen todas las demás realidades y que no necesita de ninguna otra realidad para existir. (Idea de Bien) b) Descendente: una vez que ha contemplado el sol el camino que ha de seguir para señalar a los demás hombres (encadenados) cómo es la auténtica realidad. Sólo los que han contemplado la Idea de Bien son capaces, después, de organizar correctamente y justamente su vida y la de los demás. Este conocimiento como recuerdo tiene que ser dirigido por el método socrático y la dialéctica platónica, formas de educación que permiten el recuerdo de lo que el alma conoció. Uno de los textos más claros sobre la reminiscencia aparece en el diálogo Fedón. La dialéctica platónica tiene su mejor expresión el diálogo La República donde Platón expone los grados de conocimiento, relacionándolos con los grados del ser. Distingue dos formas de conocimiento: la opinión (doxa) y la episteme. La doxa es el conocimiento sensible de las cosas. La episteme es el conocimiento inteligible de las Ideas, es decir, del ser eterno e inmutable. Dentro de la doxa hay dos niveles de conocimiento: la imaginación (grado inferior) y la creencia (segundo grado); pero ninguno de los dos proporciona la verdad, ya que se ocupan de lo cambiante, imágenes y cosas respectivamente. La episteme se compone de: dianoía y noésis. La primera es la razón discursiva, donde se parte de una hipótesis y se llega a conclusiones, ayudándose de imágenes sensibles, permitiendo el conocimiento de las Ideas matemáticas. La noésis es la razón propia del dialéctico, donde se emplea un método racional consistente en echar abajo las hipótesis para llegar al conocimiento intuitivo de la realidad misma: de la Idea de Bien. El recorrido de este proceso se ejemplifica en el Mito de la Caverna y en el pasaje de la Línea Segmentada, y sólo puede ser llevado a cabo mediante la educación adecuada del filósofo. El filósofo recorrerá esta línea de conocimiento de manera ascendente, hasta llegar a la Idea de Bien, teniendo los demás niveles un carácter propedeútico. Este ascenso tiene un aspecto emocional, puesto que sólo puede realizarse si el alma esta conducida por el eros o amor platónico hacia la verdad. La teoría del alma explica la psicología platónica, que tiene intenciones gnoseológicas y éticas. El alma, según Platón, tiene tres partes: una parte racional (nous) inmortal, inteligente y situada en el cabeza, cuya virtud es la prudencia y su función dirigir; una parte irascible (thymos) fuente de pasiones nobles, situada en el torax e inseparable del cuerpo, cuya virtud es la fortaleza; y una parte concupiscible (epithymía) fuente de pasiones innobles, situada en el abdomen y también mortal, cuya virtud es la templanza. El fundador de la Academia mantiene un dualismo antropológico: el ser humano es un compuesto de cuerpo y alma, siendo dos realidades heterogéneas, ya que pertenecen a distintas esferas. Siguiendo la tradición pitagórica Platón defiende que el alma espiritual y eterna está encerrada, encarcelada en un cuerpo. Entre el cuerpo y el alma no existe más que una unión accidental, es decir, las dos realidades plenamente constituidas y de naturaleza totalmente distinta. La imagen más frecuente con las que ilustra esta unión es la del jinete y el caballo. Recurre a varios símiles el más importante es aquél en el que compara al alma humana con un carro alado, en el que el auriga (racional), dirige a un corcel noble y disciplinado (irascible) y otro indómito y rebelde (concupiscible). El alma no es sólo la parte más importante del hombre, sino que además es inmortal. El alma racional, al ser inmortal, tiene su destino en el Mundo de las Ideas. El autor del Banquete admite la teoría de la transmigración de las almas. Las sucesivas reencarnaciones del alma son fruto de la elección libre del hombre, según se expone el Mito de Er. El alma superior, la racional, debe someter y dirigir a las otras dos almas. El principio socrático continúa en el pensamiento platónico: la razón es el elemento fundamental en el hombre. La virtud necesaria para alcanzar la sabiduría consiste en que la parte racional domine a las otras dos. (intelectualismo moral socrático) Junto a lo anterior, el proyecto filosófico platónico es, fundamentalmente, político. Platón ambiciona crear una sociedad justa, en el que la muerte de Sócrates “el hombre más justo de su época”, no hubiera sido posible. El autor de la Carta VII establece un primer modelo político en su diálogo La República, cuyas características principales son 1- La correlación estructural entre el alma y la ciudad-estado. 2- Especialización funcional. 3- Sistema educativo 1- La naturaleza humana nos empuja a vivir en sociedad. La organización de la sociedad tiene su fundamento en la naturaleza del alma humana, se da un paralelismo entre las partes del alma y las partes de la sociedad: Se dan tres almas en el hombre por ello en la sociedad hay tres estamentos distintos: aquel en el que domina el alma racional, su tarea es gobernar ya que están guiados por la prudencia, es el estamento de los Filósofos; aquel en el que domina el alma irascible, su tarea es la defensa de la ciudad y su virtud la fortaleza, es el de los Guardianes; y aquel en el que domina el alma concupiscible, cuya tarea es el trabajo agrícola y artesanal y su virtud es la templanza, es el de los Productores. De la armonía entre Filósofos, Guardianes y Productores surge la justicia en la ciudad. 2- La ciudad nace porque ningún hombre es autosuficiente. Cada uno tiene más necesidades básicas de las que puede satisfacer por sí solo. Además, cada persona está mejor dotada para realizar un trabajo que otro, por tanto, las distintas habilidades de las personas contribuyen a la satisfacción de las necesidades de los demás. Cada parte de la sociedad ha de desarrollar una función, aquélla para la cual esté más capacitado. Así solamente cuando estos tres grupos vivan en armonía, es decir, cuando cada uno cumpla con sus funciones se dará el equilibrio social y la Justicia. 3-Con el fin de que esta situación ideal de armonía y equilibrio se pueda realizar se desarrolla minuciosamente un sistema educativo. El autor del Banquete plantea la igualdad absoluta entre hombres y mujeres para acceder a cualquier posición social. Afirma además que la clase de los gobernantes y de los guardianes auxiliares no podían tener propiedad privada, ni familia, para evitar que el egoísmo y la ambición los convirtiera en tiranos. Después de haber fracasado en el intento de poner en práctica La República en tres ocasiones en sus diálogos de vejez se replantea su modelo político en El Político y Las Leyes. Aparecen significativas diferencias en esta última propuesta aparece el principio de legalidad: el sometimiento a las leyes y el considerado como mejor sistema político es uno mixto entre monarquía y democracia. GUIÓN DE LECTURA DE LOS TEXTOS DE ARISTÓTELES Ética a Nicómaco, Libro II, 4-6; Libro X, 6-8 y Política, Libro 1, 1-3. A- Textos de la Ética a Nicómaco 0.- Introducción: la obra parte de que la felicidad puede conseguirla cualquier hombre que pueda ejercitarse en la virtud. La virtud es la forma de las acciones que hace la vida dichosa. Su investigación nos hace distinguir entre la parte irracional del alma (funciones vitales y tendencias o apetitos) y la parte racional del alma (pensamiento o razón). Por ello se distingue entre virtudes éticas y dianoéticas o intelectuales. Las primeras son las virtudes de las buenas costumbres, hábitos (resultado de una repetición y aprendizaje) que consisten en elegir el término medio de la acción, elección que el hombre hace basándose en la prudencia (virtud intelectual). Las segundas son fruto de la reflexión y ordenan nuestra conducta (prudencia, ciencia e inteligencia). I.- Texto Libro II, 4-6. 1.- Tema general de estos capítulos: definición de la virtud ética como el hábito de elegir el término medio relativo a cada hombre. 2.- Capítulo 4: a diferencia de las artes (ejemplo de la gramática) en las que el hombre hace algo sin saber por qué, con las virtudes el hombre actúa sabiendo cómo lo hace, su acción parte de una elección consciente que se lleva a cabo voluntariamente. Por tanto las virtudes presentan tres condiciones: acción sabida, consciente y voluntaria. Estas tres condiciones se adquieren con la práctica (a diferencia de lo mantenido por el Intelectualismo Moral de Sócrates y Platón, no basta el conocimiento). 3.- Capítulo 5: la virtud ética es un hábito. - Parte de un análisis de aquello que contiene el alma del hombre: pasiones, capacidades y disposiciones voluntarias o hábitos: * Una pasión es todo lo que va acompañado de placer y dolor (concupiscencia, ira,…). * Una capacidad es aquello que permite experimentar una pasión, nos hace propensos a sentirlas. * Un hábito expresa cómo actuamos respecto de las pasiones. - A continuación concluye que: *Las pasiones no pueden ser virtudes porque a) no se nos critica por sentirlas y b) no provienen de nuestra voluntad, mientras que las virtudes son conscientes y voluntarias. * Las capacidades no son virtudes porque a) no se nos critica por ellas y b) la naturaleza nos las ha dado sin nuestra elección. * CONCLUSIÓN: LAS VIRTUDES SÓLO PUEDEN SER HÁBITOS. 4.- Capítulo 6: la virtud ética es un hábito que consiste en la elección del término medio. - La virtud se define como excelencia, es decir como aquello que hace perfecta la función de algo o de alguien (ejemplos del ojo y del caballo). Por eso en el hombre puede definirse como el hábito que hace perfecta la función que define la naturaleza del hombre. - Aristóteles se pregunta cómo se llega a esa perfección de la función y responde que en todo objeto y acción se da lo más, lo menos y lo igual. Lo igual es lo intermedio entre lo más o exceso y lo menos o defecto. Por ello se llama término medio a lo que se halla a igual distancia entre dos extremos. Pero este medio no es idéntico para todos los hombres (ejemplo del alimento). Como conclusión establece que el hombre sabio huye del exceso y el defecto y busca el término medio relativo a él mismo. - Según la definición de la virtud como término medio se dice que tiene relación con pasiones y acciones, porque en ellas puede darse exceso, defecto y término medio. Los dos primeros son faltas criticables, mientras que el término medio es elogiado. De todo ello se establece como conclusión que la virtud es el equilibrio entre dos extremos, siendo lo más difícil porque hay muchas maneras de equivocarse y sólo una de acertar. - Resumiendo todo lo anterior se define la virtud ética como: *Disposición voluntaria y adquirida o hábito. *Que consiste en el término medio. *Relativo a cada uno de nosotros. *Definida por la razón. *De acuerdo con la que actúa el hombre prudente. - Explica esta definición mediante dos comentarios: la virtud siempre ocupa el término medio entre exceso y defecto y afirma que por ello, según su definición es un medio, pero si se la juzga por lo que es lo mejor es un extremo. - Termina el capítulo con una precisión: no todas las acciones permiten el término medio, pues, por ejemplo no hay término medio en alegrarse de la desgracia ajena o en el adulterio, estas acciones son siempre vicios. De la misma manera no hay en las virtudes exceso y defecto. Concluye que el exceso y el defecto no admiten término medio y el término medio no admite el exceso y el defecto. II.- Texto Libro X, 6 -8. 1.-Capítulo 6: la felicidad es un bien querido por sí mismo. - La felicidad no es una capacidad o una disposición (no se nace con la tendencia a ser feliz o se adquiere el hábito de serlo). La felicidad es una actividad. Aristóteles se pregunta de qué tipo. Responde que la felicidad se desea por sí misma, no por otro fin posterior. Compara la felicidad con las virtudes y con los juegos. La felicidad, al igual que las virtudes, se quiere por sí misma. A diferencia de la felicidad, los juegos se quieren por la diversión que reportan. En conclusión, la felicidad no consistirá en la diversión. 2.- Capítulo 7: la felicidad consiste en la contemplación cuya virtud es la sabiduría. - Si la felicidad consiste en la práctica de las virtudes se identificará con la contemplación. Esta actividad es la más elevada porque a) el espíritu o alma racional que la permite es lo más elevado en el hombre, b) su acción es la más continua y c) es la más agradable. Concluye que la contemplación, que se convierte en sabiduría, supone placeres maravillosos ya que es pura, sólida y agradable. - Por otra parte la independencia es característica del sabio, lo que le hace superior a otros hombres que practican virtudes morales, ya que necesitan de otros para practicarlas. Además las virtudes morales siempre tienen algún resultado práctico, mientras que la sabiduría se puede amar por sí misma. En tercer lugar las virtudes morales que tienen que ver con la guerra y la política impiden el ocio (sosiego o tranquilidad), mientras que la sabiduría lo permite, eliminando la fatiga. En conclusión: la sabiduría no busca un bien exterior a ella, produce un placer que le es propio, se basta a sí misma y no produce fatiga, es decir, une todos los bienes que hacen al hombre feliz. - Puede ser que el hombre feliz esté por encima de las condiciones humanas, que sea divino (domine en él su alma racional parte del Entendimiento Agente Universal). Por ello, para ser felices no debemos prestar atención a las cosas mortales y humanas, sino que debemos hacernos inmortales viviendo conforme a nuestra parte más excelente, el espíritu o razón. 3.- Capítulo 8: las virtudes morales deben ser guiadas por las intelectuales. - Las virtudes intelectuales con superiores a las morales por cinco razones. Primera, la vida conforme a las virtudes morales tiene que ver con las actividades y pasiones humanas y han de guiarse por la prudencia. Segunda, la virtud intelectual tiene menos necesidades de bienes exteriores que la moral. Tercera, las morales necesitan dinero y poder para su ejercicio y más medios materiales que las intelectuales. Cuarta, los dioses son felices no porque se ejerciten en las virtudes éticas, sino porque se dedican a la contemplación. Por último, los demás seres vivos son inferiores porque no pueden dedicarse a la contemplación. Se plantea una objeción: para dedicarse a la contemplación es necesario tener ciertos bienes materiales (alimento, salud, vestido, vivienda), pero no en abundancia como afirmaron Solón y Anaxágoras (dos argumentos de autoridad). - Conclusión: el hombre racional que busca la sabiduría está dotado de las mejores disposiciones y es más apreciado por los dioses porque: * Si ellos se preocupan por los hombres lo harán de los que más se les parecen. * Los recompensarán. * Por ello el hombre sabio será más feliz. B.- Textos de Política, Libro I, 1,2 y 3. 1.- La polis existe por naturaleza y el hombre es un animal político. - Todo polis es una comunidad y toda comunidad se forma atendiendo a un bien. Como la polis es la comunidad superior, el bien al que tiende es el más alto. - Muestra su diferencia con Sócrates y Platón que afirman que gobernar una polis es como gobernar una familia o aldea y se propone explicar el porqué mediante al análisis de la polis. 2. - Analiza la formación de la polis desde sus orígenes: * La primera unión o comunidad es la de varón y hembra para mantener la especie. *La segunda es la del amo y el esclavo para realizar el trabajo. *La tercera es la familia que procede de las dos anteriores. *La cuarta es la aldea o pueblo resultado de la unión de varias familias. *La quinta, última y más perfecta es la polis formado por varias aldeas. Esta unión es autosuficiente o autárquica y aunque surgió para satisfacer necesidades, existe para proporcionar una vida buena, vivir bien. - En Aristóteles la polis existe de forma natural porque la naturaleza busca un fin en su acción (teleología) y tal fin es un bien. La polis es natural y el hombre es un ser social por naturaleza (zoon politikon). Quien no es social o es animal o es dios (menos o más que hombre). La prueba de que es así nos la da el lenguaje: a) La naturaleza no hace nada en vano, siempre busca un fin. b) Por lo tanto el lenguaje en el hombre ha de tener algún fin. c) El lenguaje no sirve sólo, como en los animales, para expresar emociones, sirve para establecer lo provechoso y justo, lo bueno y lo malo. d) Esto sólo puede ser establecido en la polis. - Por ello la polis ha de ser anterior al individuo y a la familia, como el todo es anterior a la parte, ya que les da sentido y función. Además cada individuo no se basta a sí mismo y el impulso a pertenecer a la polis está en todos los hombres. La polis, al establecer la justicia, convierte al hombre en el mejor de los animales y por eso la justicia es la virtud que regula la comunidad política. 3.- La administración de la casa. - Comienza enunciando tres tipos de relaciones: la del amo y el esclavo, la del hombre y la mujer y la del padre con los hijos. - Añade que se ha de examinar también la administración doméstica o crematística. - Por último establece la necesidad de analizar la naturaleza de la esclavitud. EJEMPLO DE ESTRUCTURA ARGUMENTATIVA EN UN TEXTO DE ARISTÓTELES “Estoy hablando de la virtud, pues ésta se refiere a las pasiones y acciones, y en ellas hay exceso, defecto y término medio. Por ejemplo cuando tenemos las pasiones de temor, osadía, apetencia, ira, compasión, y placer y dolor en general, caben lo mucho y lo poco, y ninguno de los dos está bien; pero si tenemos estas pasiones cuando es debido, y por las cosas y hacia las personas debidas, y por el motivo y de la manera que se debe, entonces hay un término medio y excelente; y en ello radica precisamente la virtud. En las acciones hay también exceso y defecto y término medio. Ahora, la virtud tiene que ver con pasiones y acciones, en las cuales exceso y defecto yerran y son censurados, mientras que el término medio es elogiado y acierta; y ambas cosas son propias de la virtud. La virtud, entonces, es un término medio, o al menos, tiende al medio” ARISTÓTELES.- Ética a Nicómaco, II,6. 1.- Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto propuesto. La idea central del texto afirma que la virtud ética es un hábito que consiste en el término medio. El argumento que utiliza Aristóteles para llegar a esta conclusión es el siguiente: 1- La virtud tiene que ver con acciones y con pasiones. 1.1.- Analiza la relación de la virtud con las pasiones: a) Dice que las pasiones son sentimientos que van acompañados de placer y dolor, como por ejemplo el temor. b) En las pasiones caben el extremo y el defecto y ninguno de los dos es bueno. c) Pero cuando las sentimos en el momento, sobre los objetos o por el motivo debido, entonces hay un término medio y eso nos hace excelentes. d) Por todo ello en el término medio de las pasiones está la virtud. 1.2.- La virtud tiene que ver también con las acciones, pues en ellas también hay también exceso, defecto y término medio. 2.- Conclusión: tanto en las pasiones como en las acciones motivadas por ellas hay exceso y defecto que siempre yerran y son criticados, pero hay también término medio que siempre es elogiado y acierta. Por todo ello la virtud consiste en el término medio. ARISTÓTELES (384-322 a C.) Al igual que en Sócrates y Platón, en Aristóteles la filosofía se ocupa del saber sobre lo general. Pero a diferencia de ellos considera que el saber filosófico es un conjunto de ciencias estructuradas. La ciencia introductoria a todas las demás es la Lógica, propedéutica o vestíbulo del saber donde aprendemos el razonamiento correcto para cualquier tema que se investigue. Los saberes propiamente dichos se dividen en saberes teóricos, saberes prácticos y saberes técnicos o productivos. A los primeros pertenece la física, matemáticas y metafísica y en ellos se busca el saber de forma desinteresada. A los segundos, la ética, economía y política, y en ellos el saber mejora la vida del hombre. A los terceros, la medicina, la gastronomía o el arte de la zapatería y se caracterizan porque tienen un resultado o producto. Para Aristóteles lo real sólo se puede explicar admitiendo una unión íntima, indisoluble entre la Forma ideal y la materia física. La Idea transcendente de Platón se convierte en forma inmanente y constituye, junto con la materia, un todo orgánico, una substancia, ousia. Todas las cosas tanto los seres naturales como los artificiales están constituidos por dos principios: La materia y la forma (teoría hilemórfica) La forma de los seres es el elemento que los configura; no se trata de una figura sensible, geométrica, sino del factor específico que les impone una determinada estructura inteligible, los informa de modo esencial y además les hace cumplir determinadas actividades; es el principio de inteligibilidad, de especificidad, de universalidad y de dinamismo (es la Idea de Platón que ahora no se encuentra fuera, en el Mundo Inteligible, sino en el interior de la realidad concreta, de cada substancia individual.) La materia substrato eterno, indeterminado y universal de donde proceden todos los seres. Hay - una materia primera, principio físico, real, potencial, distinto del no-ser, no puede existir por sí sola, sino unida a alguna forma. Sus propiedades: incorruptible, común e idéntica en todos los seres físicos, no tiene partes actuales, sólo potenciales. - Una materia segunda o próxima que forma parte de los seres junto con la forma. El bronce del que se servirá el escultor para hacer una estatua es la materia segunda. Existen dos tipos de cambio: sustancial y accidental. Todo ser se define como una substancia, en la que se dan unos accidentes o características no definitorias de su entidad (cualidad, cantidad, relación, lugar, tiempo, posición, hábito, acción, pasión). El cambio sustancial es el que genera o corrompe una sustancia y es el más radical, ya que consiste en la determinación de la materia bajo la forma; el cambio accidental explica sólo el cambio de alguna característica de la sustancia y en él no cambia la forma sustancial o definitoria (esencia), sino el accidente del que se trate y puede ser cualitativo, cuantitativo o de lugar. Explica el cambio recurriendo a los conceptos de Potencia y acto: -Potencia (dynamis): posibilidad de transformarse una cosa en otra, la capacidad de ser algo (la larva de ser mariposa) -Acto: la realización, lo que ya es (la mariposa) El movimiento o cambio es un paso de la potencia al acto. Como su concepción de la naturaleza es teleológica, el origen del cambio es el motor inmóvil (acto puro) que mueve sin ser movido. Los seres tienen a la entelequia (perfección) realización de sus potencias. Todo cambio se produce por la intervención de alguna o algunas de cuatro causas: 1-Causa material: aquella de lo que algo se hace o produce. Es un principio potencial, indeterminado. 2- Causa formal: es el modelo, definición de la esencia 3- Causa eficiente: es el principio de movimiento y del cambio 4- Causa final: la dirección, el término del cambio, el ¿para qué? En los seres naturales las causas formal, eficiente y final coinciden y de esta forma las dos causas básicas en la constitución de una realidad natural son materia y forma. A diferencia de Platón, para Aristóteles el alma se define por ser el principio de vida. Todo ser vivo la posee y le capacita para realizar determinadas funciones. Existe un alma vegetativa, propia de las plantas y común a los demás seres vivos, que les hace alimentarse y crecer; un alma sensitiva, propia de los animales, que les hace moverse y reproducirse; y un alma racional, propia del hombre que nos capacita para pensar. El alma esta unida sustancialmente al cuerpo, y, por ello, cuando el cuerpo muere, el alma muere también. Sin embargo, como en el mundo griego era común afirmar la inmortalidad del alma, Aristóteles defiende la inmortalidad del alma racional, que constituye la presencia participada en el hombre del Entendimiento Agente Universal o Razón Superior. El alma racional permite el conocimiento, pero para nuestro autor “nada hay en el entendimiento que no haya pasado antes por los sentidos”, separándose con ello de la reminiscencia platónica. El conocimiento comienza en los sentidos que captan las características esenciales y accidentales de cada cosa o sustancia. Sobre lo proporcionado por los sentidos actúa la imaginación, creando una imagen o modelo más general del objeto conocido. Sobre ella el entendimiento realiza una labor de abstracción: toma lo común y desprecia lo particular y en base a las características comunes a varios objetos crea el concepto. El concepto proporciona el saber sobre las cosas, de aquí que toda ciencia se base en lo común a varios objetos particulares. Para el estagirita toda acción humana, igual que todo acto físico, tiene un fin (teleología). La felicidad es el bien absoluto y el fin último al que tienden todas nuestras acciones. Los fines tienen una organización jerárquica: - relativos: se buscan para obtener otros fines, ejemplo: las riquezas, la fama... - absolutos. Se buscan por sí mismos, ejemplo: la felicidad (eudaimonía) ¿Y cuáles son las condiciones de la felicidad entendida como la finalidad de la vida humana? -La felicidad sólo puede consistir en lo que es propiamente humano. Algunos confunden felicidad con el placer, pero esto en nada nos diferenciaría de los animales. El ser humano es racional y la felicidad debe consistir en la actividad racional La felicidad suprema es la actividad teórica, contemplativa. Una felicidad que tiene más de divino que de humano. Pero ésta es una felicidad reservada a muy pocos. La felicidad propia para las circunstancias del hombre: -El humano es comunitario por naturaleza. Para él el hombre necesita de la convivencia con los demás, ya que por naturaleza es un ser social, zoon politikon. Esta convivencia no se reduce a estar juntos o intercambiar productos, sino que consiste en establecer que es lo justo y lo injusto para todos, en formar parte activa de la polis. La prueba de que esto es así está en nuestra capacidad para hablar, en el lenguaje. A diferencia del resto de los animales, el hombre dispone del lenguaje racional (logos). -La felicidad práctica: consiste en obrar y vivir bien en el seno de la comunidad, La vida feliz es el resultado de la práctica de la virtud, a la que se define como el término medio entre el exceso y el defecto. Para analizar qué es la virtud (areté) se parte de que en el alma del hombre se dan tres tipos de aconteceres: las pasiones, las capacidades y los hábitos. Las pasiones se sienten sin intervención voluntaria del hombre. Las capacidades son naturales en nosotros. Los hábitos son adquiridos y elegidos, de aquí que sólo los hábitos puedan ser virtudes. Así, la virtud forma parte del carácter (no es pasajero), es una actitud firme de la voluntad por realizar ciertas acciones, se da como un hábito selectivo que conduce a la consecución de un fin bueno. Las virtudes se clasifican Dianoéticas o intelectuales: deben su origen y desarrollo a la instrucción y Éticas o prácticas: proceden del hábito. La virtud ética es el término medio (mesotes) entre el exceso y el defecto “relativo a nosotros”, no es abstracto, consideración individualizada: cada uno debe calcular su aplicación. ¿Cómo saber cuál es el término medio en cada circunstancia? no hay normas, ni recetas, sólo el virtuoso lo sabe, el saber de quien es virtuoso es la prudencia (phronesis): deliberación de los fines correctos y de los medios adecuados. Así, las virtudes éticas (templanza, valor…) estén subordinadas a las virtudes teóricas o dianoéticas (prudencia y sabiduría). La política y la ética son asuntos que se hacen, no que se teorizan como pensaba Platón. Es decir, para Aristóteles ética y política son pensadas mientras se hacen, y no pueden ser diseñadas de antemano en la mente del filósofo. La ciencia acerca de los fenómenos naturales sí puede ser descubierta por el filósofo en la intimidad de su razón, porque versa acerca de lo que no puede ser de otra manera (necesario), pero para trazar leyes acerca de la convivencia hay primero que convivir, o sea, compartir, porque versan acerca de lo que siempre puede ser de otro modo (contingente). No hay, pues, leyes invariables para Aristóteles en el mundo práctico, como sí las había para Platón. Cada sociedad decide en la práctica que es lo que le parece más justo y conveniente para alcanzar la felicidad, y tal decisión es objeto de acción práctica colectiva, no de contemplación científica solitaria. A diferencia de Platón considera que las formas adecuadas de organizar la polis son la monarquía, la aristocracia y la democracia. Todas ellas son justas si los que gobiernan buscan el bien común de los gobernados, y degeneradas o corruptas si buscan el beneficio propio. La monarquía se basa en la autoridad de una sola persona y su forma degenerada es la tiranía. La aristocracia se basa en el mérito de algunos, los mejores, y su forma degenerada es la oligarquía; la democracia se basa en la igualdad y su forma degenerada es la demagogia. PROBLEMAS GNOSEOLÓGICOS, ANTROPOLÓGICOS, TEOLÓGICOS, ÉTICOS Y POLÍTICOS PARA RESPONDER A LAS CUESTIONES 3º Y 4º DEL EXAMEN P.A.U. FILOSOFÍA ANTIGUA PROBLEMA CONOCIMIENTO EN PLATÓN El problema gnoseológico está estrechamente relacionado con la ontología. La teoría de las Ideas constituye el centro de todo el pensamiento platónico. De ella no ofrece una exposición sistemática y definitiva, sino que la va tratando evolutivamente en los diálogos. Junto al Mundo Sensible (físico) constituido por los cuerpos materiales, múltiples, aparentes, sensibles, particulares, mutables, compuestos, perecederas, participados, copias, generables, corruptibles. Existe un Mundo Inteligible (de Ideas o eidos) constituido por formas inmateriales, únicas, reales, inteligibles, universales, inmutables, indivisibles, eternas, existen por sí, modelos, jerarquizadas. Esto es, junto a las cosas buenas, bellas y justas, existiría la Bondad, la Belleza y La Justicia. Las Ideas son la esencia y la causa de todas las cosas. Están organizadas jerárquicamente, la Idea de Bien aparece como la suprema. El mundo sensible ha sido hecho por el Demiurgo, no se trata de que haya creado el mundo de la nada (el concepto de creación no existe en la cultura griega), lo que hecho es actuar sobre una materia informe y caótica, que existía desde siempre, y sacarla de su estado de confusión para llevarla a un estado de orden (“cosmos”), para ello se ha servido como modelo de las Ideas, que también existían desde siempre. El mundo sensible es imperfecto porque la materia es esencialmente limitada y cambiante y no tiene capacidad para recibir perfecciones más que en grado limitado. ¿Qué relación se da entre el Mundo inteligible y el Mundo Sensible? Existen diferencias a lo largo de su obra: en sus diálogos de juventud recalca la inmanencia de las Ideas con respecto a la realidad y en los diálogos de madurez insiste en la Trascendencia de las Ideas, afirma que son modelos y arquetipos de las cosas sensibles que son copias, sombras, imágenes. El conocimiento, para el autor de la República, es recuerdo, anámnesis, o reminiscencia: si las Ideas están en otro mundo diferente a aquel en el que vive el hombre, ¿cómo es posible que éste la conozca? el alma ha vivido en el mundo de las Ideas antes de su unión con el cuerpo, al producirse esta unión el alma olvida todo lo conocido. Para llegar a “recordar lo olvidado” hay que seguir un método, un camino, que el fundador de la Academia, denomina dialéctica, tiene una doble dirección: c) ascendente: desde la visión de las sombras en el interior de la caverna a la contemplación de la luz del sol. Consiste en la indagación del principio del que dependen todas las demás realidades y que no necesita de ninguna otra realidad para existir. (Idea de Bien) d) descendente: una vez que ha contemplado el sol el camino que ha de seguir para señalar a los demás hombres (encadenados) cómo es la auténtica realidad. Sólo los que han contemplado la Idea de Bien son capaces, después, de organizar correctamente y justamente su vida y la de los demás. Este conocimiento como recuerdo tiene que ser dirigido por el método socrático y la dialéctica platónica, formas de educación que permiten el recuerdo de lo que el alma conoció. Uno de los textos más claros sobre la reminiscencia aparece en el diálogo Fedón. La dialéctica platónica tiene su mejor expresión el diálogo La República donde Platón expone los grados de conocimiento, relacionándolos con los grados del ser. Distingue dos formas de conocimiento: la opinión (doxa) y la episteme. La doxa es el conocimiento sensible de las cosas. La episteme es el conocimiento inteligible de las Ideas, es decir, del ser eterno e inmutable. Dentro de la doxa hay dos niveles de conocimiento: la imaginación (grado inferior referido) y la creencia (segundo grado); pero ninguno de los dos proporciona la verdad, ya que se ocupan de lo cambiante, imágenes y cosas respectivamente. La episteme se compone de: dianoía y noésis. La primera es la razón discursiva, donde se parte de una hipótesis y se llega a conclusiones, ayudándose de imágenes sensibles, permitiendo el conocimiento de las Ideas matemáticas. La noésis es la inteligencia o razón propia del dialéctico, donde se emplea un método racional consistente en echar abajo las hipótesis para llegar al conocimiento intuitivo de la realidad misma: de la Idea de Bien. El recorrido de este proceso se ejemplifica en el Mito de la Caverna y en el pasaje de la Línea Segmentada, y sólo puede ser llevado a cabo mediante la educación adecuada del filósofo. El filósofo recorrerá esta línea de conocimiento de manera ascendente, hasta llegar a la Idea de Bien, teniendo los demás niveles un carácter propedeútico. Este ascenso tiene un aspecto emocional, puesto que sólo puede realizarse si el alma esta conducida por el eros o amor platónico hacia la verdad. PROBLEMA ANTROPOLÓGICO EN PLATÓN La teoría del alma explica la psicología platónica, que tiene intenciones gnoseológicas y éticas. El alma, según Platón, tiene tres partes: una parte racional inmortal, inteligente y situada en el cabeza, cuya virtud es la prudencia y su función dirigir; una parte irascible (thymos) fuente de pasiones nobles, situada en el torax e inseparable del cuerpo, cuya virtud es la fortaleza; y una parte concupiscible (epithymía) fuente de pasiones innobles, situada en el abdomen y también mortal, cuya virtud es la templanza. El fundador de la Academia mantiene un dualismo antropológico: el ser humano es un compuesto de cuerpo y alma, siendo dos realidades heterogéneas, ya que pertenecen a realidades distintas. Siguiendo la tradición pitagórica Platón defiende que el alma espiritual y eterna está encerrada, encarcelada en un cuerpo. Entre el cuerpo y el alma no existe más que una unión accidental, es decir, las dos realidades plenamente constituidas y de naturaleza totalmente distinta. La imagen más frecuente con las que ilustra esta unión es la del jinete y el caballo. Recurre a varios símiles el más importante es aquél en el que compara al alma humana con un carro alado, en el que el auriga (racional), dirige a un corcel noble y disciplinado (irascible) y otro indómito y rebelde (concupiscible). El alma no es sólo la parte más importante del hombre, sino que además es inmortal. El alma racional, al ser inmortal, tiene su destino en el Mundo de las Ideas. El autor del Banquete admite la teoría de la transmigración de las almas. Las sucesivas reencarnaciones del alma son fruto de la elección libre del hombre, según se expone el Mito de Er. El alma superior, la racional, debe someter y dirigir a las otras dos almas. El principio socrático continúa en el pensamiento platónico: la razón es el elemento fundamental en el hombre. La virtud necesaria para alcanzar la sabiduría consiste en que la parte racional domine a las otras dos. EL PROBLEMA ÉTICO EN ARISTÓTELES Para el estagirita toda acción humana, igual que todo acto físico, tiene un fin (teleología). La felicidad es el bien absoluto y el fin último al que tienden todas nuestras acciones. Los fines tienen una organización jerárquica: - relativos: se buscan para obtener otros fines, ejemplo: las riquezas, la fama... - absolutos. Se buscan por sí mismos, ejemplo: la felicidad (eudaimonía) ¿Y cúales son las condiciones de la felicidad entendida como la finalidad de la vida humana? -La felicidad sólo puede consistir en lo que es propiamente humano. Algunos confunden felicidad con el placer, pero esto en nada nos diferenciaría de los animales. El ser humano es racional y la felicidad debe consistir en la actividad racional La felicidad suprema es la actividad teórica, contemplativa. Una felicidad que tiene más de divino que de humano. Pero ésta es una felicidad reservada a muy pocos. La felicidad propia para las circunstancias del hombre. -La felicidad práctica: consiste en obrar y vivir bien en el seno de la comunidad, La vida feliz es el resultado de la práctica de la virtud, a la que se define como el término medio entre el exceso y el defecto. Para analizar qué es la virtud (areté) se parte de que en el alma del hombre se dan tres tipos de aconteceres: las pasiones, las capacidades y los hábitos. Las pasiones se sienten sin intervención voluntaria del hombre. Las capacidades son naturales en nosotros. Los hábitos son adquiridos y elegidos, de aquí que sólo los hábitos puedan ser virtudes. Así, la virtud forma parte del carácter (no es pasajero), es una actitud firme de la voluntad por realizar ciertas acciones, se da como un hábito selectivo que conduce a la consecución de un fin bueno. Las virtudes se clasifican Dianoéticas o intelectuales: deben su origen y desarrollo a la instrucción y Éticas o prácticas: proceden del hábito. La virtud ética es el término medio (mesotes) entre el exceso y el defecto “relativo a nosotros”, no es abstracto, consideración individualizada: cada uno debe calcular su aplicación. ¿Cómo saber cuál es el término medio en cada circunstancia? no hay normas, ni recetas, sólo el virtuoso lo sabe, el saber de quien es virtuoso es la prudencia (phronesis): deliberación de los fines correctos y de los medios adecuados. Así, las virtudes éticas (templanza, valor…) estén subordinadas a las virtudes teóricas o dianoéticas (prudencia y sabiduría). La política y la ética son asuntos que se hacen, no que se teorizan como pensaba Platón. Es decir, para Aristóteles ética y política son pensadas mientras se hacen, y no pueden ser diseñadas de antemano en la mente del filósofo. La ciencia acerca de los fenómenos naturales sí puede ser descubierta por el filósofo en la intimidad de su razón, porque versa acerca de lo que no puede ser de otra manera (necesario), pero para trazar leyes acerca de la convivencia hay primero que convivir, o sea, compartir, porque versan acerca de lo que siempre puede ser de otro modo (contingente). No hay, pues, leyes invariables para Aristóteles en el mundo práctico, como sí las había para Platón. Cada sociedad decide en la práctica que es lo que le parece más justo y conveniente para alcanzar la felicidad, y tal decisión es objeto de acción práctica colectiva, no de contemplación científica solitaria. EL PROBLEMA POLÍTICO EN PLATON El proyecto filosófico platónico es, fundamentalmente, político. Platón ambiciona crear una sociedad justa, en el que la muerte de Sócrates “el hombre más justo de su época”, no hubiera sido posible. El fundador de la Academia establece un primer modelo político en su diálogo La República, cuyas características principales son 3- La correlación estructural entre el alma y la ciudad-estado. 4- Especialización funcional. 3- Sistema educativo 1-La naturaleza humana nos empuja a vivir en sociedad. La organización de la sociedad tiene su fundamento en la naturaleza del alma humana, se da un paralelismo entre las partes del alma y las partes de la sociedad: Se dan tres almas en el hombre por ello en la sociedad hay tres estamentos distintos: aquel en el que domina el alma racional, su tarea es gobernar ya que están guiados por la prudencia; aquel en el que domina el alma irascible, su tarea es la defensa de la ciudad y su virtud la fortaleza; y aquel en el que domina el alma concupiscible, cuya tarea es el trabajo agrícola y artesanal y su virtud es la templanza. De la armonía entre Filósofos, Guardianes y Productores surge la justicia en la ciudad. 2-La ciudad nace porque ningún hombre es autosuficiente. Cada uno tiene más necesidades básicas de las que puede satisfacer por sí solo. Además, cada persona está mejor dotada para realizar un trabajo que otro, por tanto, las distintas habilidades de las personas contribuyen a la satisfacción de las necesidades de los demás. Cada parte de la sociedad ha de desarrollar una función, aquélla para la cual esté más capacitado. Así solamente cuando estos tres grupos vivan en armonía, es decir, cuando cada uno cumpla con sus funciones se dará el equilibrio social y la Justicia. 3-Con el fin de que esta situación ideal de armonía y equilibrio se pueda realizar se desarrolla minuciosamente un sistema educativo: en el que distingue dos etapas: a- Una educación obligatoria, común a todos que alcanzaría más o menos hasta los 20 años. Esta comprendería la música (para permitir el control del hombre sobre las partes inferiores del alma) y la gimnasia (para el control del cuerpo). b- Una segunda etapa destinada sólo a los futuros gobernantes (de los 20 a los 35 años) Una primera de aprendizaje de las matemáticas y la dialéctica de las Ideas superiores. El autor del Banquete plantea la igualdad absoluta entre hombres y mujeres para acceder a cualquier posición social. Afirma además que la clase de los gobernantes y de los guardianes auxiliares no podían tener propiedad privada, ni familia, para evitar que el egoísmo y la ambición los convirtiera en tiranos. Aunque Platón defiende el gobierno de una monarquía de la virtud y el saber, afirma en la Carta VII que no cesará en sus males el género humano hasta que los que son filósofos ocupen los cargos públicos aunque se da cuenta que la historia de Grecia es la historia de la degeneración progresiva desde la forma política perfecta aquel en el que gobierna el mejor o los mejores, los sabios, (la monarquía o la aristocracia) degenera en timocracia que es el gobierno en que están guardianes no aptos, quienes ansían honores y riquezas. Este afán de riqueza hace que la timocracia se transforme en oligarquía, es decir en el gobierno de los más ricos, quienes poseídos por la ambición y la envidia acaban reduciendo a sus conciudadanos a situaciones de extrema pobreza. Cuando los pobres expulsan a los ricos la oligarquía se transforma en democracia, el pueblo asume el poder, se impone una libertad inmoderada y se desprecian las leyes, todos mandan y legislan a la vez generando el caos. Esta situación conduce al peor de todos los regímenes posibles: la tiranía. La tiranía es el gobierno de un individuo preocupado sólo por sus intereses que acaba sometiendo a la más salvaje esclavitud a los demás. Después de haber fracasado en el intento de poner en práctica La República en tres ocasiones en sus diálogos de vejez se replantea su modelo político en El Político y Las Leyes. Platón no se retracta de la República, sino que plantea un segundo modelo basado en la forma de “ser” de los hombres en vez de cómo “deberían ser” (República). Se dan parecidos entre su pensamiento político de madurez y de vejez, en ambos defiende que a la razón correspondería gobernar, que debe darse una correspondencia entre el alma del hombre y la sociedad, y que la justicia genera felicidad. Pero también aparecen significativas diferencias en esta última propuesta aparece el principio de legalidad: el sometimiento a las leyes y el considerado como mejor sistema político es uno mixto entre monarquía y democracia. GUIÓN DE LECTURA DEL TEXTO OBLIGATORIO DE SAN AGUSTÍN 1.- Texto de san Agustín: Del libre arbitrio. Libro II, 1-2. - Introducción a la obra: san Agustín reflexiona en esta obra sobre la existencia del mal, sobre Dios y sobre la libertad del hombre. La forma es la de un diálogo entre dos interlocutores: Evodio y san Agustín. Se puede reconocer la influencia de los diálogos platónicos. Capítulo 1: - Se plantea el problema: ¿por qué ha dado Dios al hombre el libre albedrío? - Se afirma que Dios ha dado al hombre el libre albedrío y que en él está la causa del pecado. Se explica esta afirmación diciendo que todo en nosotros procede de Dios, le pertenecemos, y que Él premia y castiga a los hombres, siendo benigno y justo. Estas ideas se aceptan por autoridad (fe en los contenidos bíblicos) y por coherencia con todo lo dicho anteriormente. - Se pregunta ¿por qué sabemos que el hombre procede de Dios? Se responde diciendo que puesto que el hombre es un bien y todo bien procede de Dios, el hombre ha de proceder de Él. - San Agustín establece la conclusión: el hombre es un bien y actúa bien cuando quiere, por lo que de ello se sigue que tiene libre albedrío. Ahora bien, el libre albedrío no lo ha puesto Dios en nosotros para pecar, aunque sea la causa del pecado, está en nosotros porque sin él no podríamos actuar bien. Dios puede castigar al pecador porque le ha dado una voluntad libre y actúa con justicia cuando le castiga por pecar. Capítulo 2: - Se plantea el problema: Dios da al hombre la libertad para actuar bien y esto excluiría el pecado. - Para contestar a este problema es necesario que el hombre busque en la iluminación interior y conteste a la pregunta de si Dios nos ha dado la libertad y con qué fin. Si descubrimos una razón por la que Dios nos la ha dado, entonces, conoceremos que es un bien, si no la descubrimos entonces no procederá de Dios. - Para contestar, san Agustín recurre a un argumento por negación: suponemos que Dios nos da la libertad para obrar bien, aunque podemos utilizarla para pecar y entonces nos preguntamos si debió dárnosla, porque si no debió dárnosla, entonces puede ser que no proceda de Él. - Sabemos que Dios existe por la fe, porque si no tenemos fe no podemos entender (“si no creéis no entenderéis”), pero tampoco podemos decir que se ha hallado lo que se cree sin entenderlo. Por todo ello es necesario ser constantes en el conocimiento pues, iluminados por él, encontraremos lo que buscamos y nos entregaremos a amar a Dios. EJEMPLO DE ESTRUCTURA ARGUMENTATIVA DE UN TEXTO DE S. AGUSTÍN “Si el hombre es en sí un bien y no puede obrar rectamente sino cuando quiere, síguese que por necesidad ha de gozar de libre albedrío, sin el cual no se concibe que pueda obrar rectamente. Y no porque el libre albedrío sea el origen del pecado, por eso se ha de creer que nos lo ha dado Dios para pecar. Hay pues una razón suficiente para habérnoslo dado, y es que sin él no podría el hombre vivir rectamente (…) Si el hombre no estuviera dotado de voluntad libre, sería injusto el castigo e injusto también el premio. Más por necesidad ha de haber justicia., así en castigar como en premiar, porque éste es uno de los bienes que proceden de Dios. Necesariamente debió, pues, dotar al hombre de libre albedrío.” SAN AGUSTÍN.- Sobre el libre albedrío. Libro II, cap. 1. En este texto san Agustín justifica la existencia del libre albedrío. 1.- Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto. La tesis central del texto afirma que Dios ha tenido que dar al hombre el libre albedrío. Esta tesis se justifica mediante dos argumentos: 1.- El primer argumento afirma que Dios nos hace libres para que escojamos el bien o podamos vivir rectamente. San Agustín establece primero una afirmación condicional: si el hombre es un bien o algo bueno creado por Dios y no actúa bien más que cuando así elige hacerlo, entonces el hombre es libre. Esta libertad o libre albedrío permite actuar bien y no debe pensarse que porque también nos permita actuar mal o pecar, Dios nos la haya dado para pecar. Dios nos ha hecho libres para que podamos elegir el bien. 2.- El segundo argumento establece que sin darnos la libertad Dios no sería un Ser Justo. La justica de Dios consiste en premiar lo que el hombre hace bien y castigar lo que hace mal. Si el hombre no pudiese elegir su comportamiento, el premio y el castigo de Dios no tendría justificación, no habría justicia en Él. Pero Dios es justo, luego ha de haber dotado al hombre de libre albedrío. SAN AGUSTÍN Como resultado del encuentro entre filosofía y cristianismo surge en el siglo IV el problema de las relaciones entre la razón y la fe. Mientras la filosofía está guiada por la razón, el cristianismo procede de la fe, y, puesto que pueden diferir, hay que deslindar lo que corresponde a cada una de ellas. En san Agustín no aparece una demarcación clara entre una y otra. Considera que, en un primer momento, la razón ayuda al hombre a alcanzar la fe, pero una vez en posesión de la verdad dada por la fe, la razón tiene como finalidad ayudarle a comprender la verdad. Así la razón queda subordinada a la fe. Es famosa su fórmula “Intellige ut credas, crede ut intelligas”, donde la fe no es algo irracional, sino que se busca la razón o inteligencia de ella. Tanto la razón como la fe son fuentes de conocimiento. San Agustín parte de una concepción de la verdad y del ser de influencia platónica: la verdad y el ser están en lo inmutable. Considera que toda verdad parte de nuestro interior, de lo que pensamos, pues incluso cuando nos equivocamos estamos pensando (enin fallor sum). Somos conciencia pensante. De este punto de partida se pasa al descubrimiento de la verdad y de Dios. El proceso de conocimiento es el siguiente: los sentidos nos dan lo cambiante, pero la verdad y el ser están en lo inmutable, para descubrirlo el alma debe buscarlo en su interior. Esta interiorización comienza con el descubrimiento de nuestras propias sensaciones cambiantes, de las que ascendemos a verdades permanentes, por ejemplo las verdades matemáticas. Si estas verdades no proceden ni de lo mostrado por los sentidos, ni de la propia alma, tendrán que proceder de algo inmutable, es decir, de Dios. Por tanto el proceso de conocimiento culmina en Dios. Al conocimiento de Dios lo denomina san Agustín sabiduría, frente a la ciencia que es el conocimiento de verdades eternas. A la pregunta de cómo el alma llega a descubrir las verdades eternas Platón contestaba con la teoría de la reminiscencia. San Agustín, al ser cristiano, no puede aceptar esta solución y recurre a la teoría de la iluminación. La iluminación es la acción de Dios que permite la captación de la verdad por parte del alma y es un proceso similar al de la luz para lo sensible. Al hablar de Dios se plantea el problema de su existencia. En san Agustín no hay una demostración expresa, pero su pensamiento sobre este problema se puede estructurar en tres pasos: se parte de que el hombre conoce verdades eternas (por ejemplo las matemáticas), nos preguntamos de dónde proceden tales verdades y concluimos en que sólo pueden proceder de Dios que también es eterno. Esta demostración tiene influencia posterior en Descartes. Sobre la esencia de Dios afirma que es el creador del mundo. Tal creación se realiza tomando como modelos las ideas de las cosas que están en su mente, como Ideas Ejemplares. De acuerdo con ellas Dios introduce en la materia “razones germinales” o semillas, que al desarrollarse originan las cosas. Dios no crea las ideas, sino el mundo sensible, por lo que tiene una existencia positiva, frente al platonismo. Con la creación del mundo aparece el tiempo, que es explicado de forma lineal (comienzo y fin), frente a la concepción cíclica de los presocráticos. Uno de los problemas asociados a Dios es la existencia del mal. La pregunta por el mal aparece de la siguiente forma ¿por qué siendo Dios bueno permite la existencia del mal? Para el santo, el mal no es nada en sí mismo, es ausencia de bien y por ello no se puede decir que haya sido creado por Dios. Distingue entre mal moral y mal físico. El primero procede de los hombres, que anteponen lo sensible a Dios; el segundo es una consecuencia del mal moral. El hombre es un compuesto de alma y cuerpo. El alma es inmortal pero se hereda de los padres y el cuerpo es mortal. No distingue partes en el alma, pero si concede especial importancia a la memoria y al amor. La memoria organiza nuestra vida interior y el amor eleva al hombre hacia el conocimiento y hacia Dios. El hombre hace el mal cuando peca. Ahora bien para pecar es necesario que el hombre sea libre. Esta libertad se aleja del pecado cuando el hombre cuenta con la gracia, don divino que Dios concede a quien quiere según sus designios. Así distingue entre libertad y libre arbitrio. El libre arbitrio es la capacidad de elegir del hombre que puede llevarle a caer en el pecado o a hacer el bien. La gracia permite al hombre elegir el bien y a esa orientación le llama san Agustín libertad. Con san Agustín cambia el concepto de virtud griego ligado al intelectualismo moral. La virtud no es producto del conocimiento, es una elección de la voluntad que consiste en poner en práctica la caridad, el amor a Dios y a los hombres. En su obra La Ciudad de Dios expone la idea de tiempo lineal frente a la circularidad griega y afirma que es el amor lo que mantiene unidos a los hombres formando una comunidad. Los objetos de amor definen a la comunidad, pudiendo ser comunidad terrenal o ciudad terrenal, si se vive según la carne, o Ciudad de Dios, si se vive según el espíritu. La paz es el mayor anhelo social y se da como orden garantizado por la justicia, siendo perfecta en la Ciudad de Dios, pero imperfecta en la terrena, por lo que ha de ser impuesta por coacción legal. Esta coacción le corresponde al Gobierno mediante la ley positiva, ley que tiene que estar inspirada en la ley de Dios, de donde se sigue la preeminencia de la Iglesia sobre las formas de organización políticas. GUIÓN DE LECTURA DEL TEXTO OBLIGATORIO DE SANTO TOMÁS Texto de Sto. Tomás. Suma Teológica, primera parte, cuestión 2, artículos 1-3. 0.- Introducción al texto: pertenece al tratado sobre la existencia de Dios, dividido en tres partes. La primera trata sobre la esencia divina y se subdivide en tres subapartados que tratan la existencia de Dios, lo que Dios no es y lo relativo a sus operaciones. La segunda trata la distinción de personas y la tercera, la creación. 1.- Desarrollo del texto: recoge parte del primer apartado de la primera parte, la existencia de Dios, y dentro de ella hay que distinguir tres problemas: la necesidad de demostrar la existencia de Dios, la posibilidad de demostrar su existencia y la realidad de la demostración. - Artículo 1: Necesidad de la demostración. Se parte de la pregunta ¿es evidente la existencia de Dios? a) Dificultades: algunos han dicho que la existencia de Dios es evidente, ya que: - El conocimiento de Dios nos es connatural: - Es evidente lo que se comprende con conocer sus términos. Aquí se apoya la fuerza probatoria del argumento ontológico. - Es evidente la existencia de la verdad. b) Problema: la existencia de Dios puede ser negada, luego no es una verdad evidente. c) Respuesta: una proposición puede ser evidente en sí misma o para nosotros: - En sí misma: si el predicado está incluido en el concepto de sujeto. Así la proposición “Dios existe” es evidente en sí misma. - Para nosotros: si se conocen los términos del sujeto y predicado. Así la proposición “Dios existe” no es evidente para nosotros, y necesitamos demostrar a Dios por sus efectos. d) Soluciones: por todo lo anterior: - Nuestro conocimiento de Dios es un conocimiento difuso. - Hay quien oyendo el término Dios no entiende que haya de existir en la realidad. - Se puede admitir que la verdad, en general, existe, pero no que existe la Verdad Suprema. - Artículo 2: Posibilidad de la demostración. a) Dificultades: parece que la existencia de Dios no es demostrable ya que: o es un artículo de fe, o de Dios sólo sabemos lo que no es, o sus efectos son desproporcionados a Él como causa. b) Problema: podemos demostrar la existencia de Dios por dos tipos de demostraciones: - “Propter quid” o demostración por lo que, que parte de la causa hacia el efecto. - “Quia” o demostración que va del efecto hacia la causa. Así es posible demostrar a Dios por sus efectos, pues conociéndolos es necesario que exista la causa. c) Soluciones: por todo lo anterior la existencia de Dios no es sólo un artículo de fe, demostrar a Dios por sus efectos es posible tomando lo que su nombre significa y si bien los efectos son desproporcionados a Él, indican la existencia de la causa. -Artículo 3: Realidad de la demostración de la existencia de Dios. a) Dificultades: parece que Dios no existe ya que existe el mal en el mundo y no es necesaria su existencia para explicar la naturaleza y al hombre. b) Problema: sin embargo el Éxodo afirma su existencia. c) Respuesta: se puede demostrar a Dios a través de 5 vías: - Primera vía: Vía del movimiento. Parte del hecho del móvil; afirma que todo lo que se mueve es movido por otro; no es explicativa del primer móvil una cadena indefinida de motores; es necesario un Primer Motor al que llamamos Dios. - Segunda vía: Vía de la Causalidad Eficiente. Parte de la causa del movimiento; afirma que toda causa es causada por otra anterior; no se puede alargar la cadena de causas indefinidamente; es necesaria una Causa Primera a la que llamamos Dios. - Tercera vía: Vía de la Contingencia. Parte de que los seres son limitados y contingentes en su existencia; afirma la necesidad de una causa para su existencia; es imposible seguir una cadena de seres contingentes para su explicación; ha de existir un Ser Necesario al que llamamos Dios. - Cuarta Vía: Vía de los grados de perfección. Parte de los distintos grados de perfección; afirma la necesidad de su explicación por otro más perfecto; en todas las perfecciones ha de existir un máximo que las explique; a ese Ser Perfectísimo le llamamos Dios. - Quinta Vía: del gobierno del mundo. Parte del hecho de que todo lo inanimado tiende a un fin; afirma la necesidad de un Director de tal tendencia; a ese Director le llamamos Dios. d) Soluciones: por todo ello pertenece a la infinita bondad de Dios permitir los males para de ellos obtener bienes y tanto la naturaleza como el hombre necesitan de Dios para ser explicados. EJEMPLO DE ESTRUCTURA ARGUMENTATIVA DE UN TEXTO DE STO. TOMÁS “La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve más que en cuanto está en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v.gr. , el fuego hace que un leño que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino respecto a cosas diversas: lo que, v.gr., es caliente en acto, no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia, es a la vez frío. Es, pues imposible que una cosa sea por lo mismo motor y móvil, también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro. Pero, si lo que mueva a otro es a su vez movido, es necesario que lo mueva un tercero y a éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y, por consiguiente no habría motor alguno pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y, éste es el que todos entienden por Dios.” STO. TOMÁS DE AQUINO.- Suma Teológica. Primera parte, cuestión 2, artículo 3. En el texto el autor establece la existencia de Dios. 1. Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto propuesto. 2. Este texto de la primera vía tomista demuestra la existencia de Dios partiendo de la existencia de lo que se mueve y concluye en la necesidad de que exista un Primer Motor. La estructura del argumento es la siguiente: 1.- Punto de partida: los sentidos nos muestran que en la naturaleza hay cosas que se mueven. 2.- Primer grado de la vía: Sto. Tomás aplica el principio de causalidad al hecho de experiencia anterior y afirma que todo lo que se mueve es movido por otro. Justifica esta afirmación aplicando la definición de movimiento aristotélica: lo que se mueve está en potencia para hacer acto su movimiento, mientras que el motor tiene que estar en acto para mover a otro. 3.- Segundo grado de la vía: una cadena indefinida de motores no puede ser explicativa del movimiento del primer móvil, ya que no encontraríamos explicación para cada motor y, por lo tanto, para el móvil punto de partida. 4.- Término de la vía: es necesaria la existencia de un primer motor, al que todos llamamos Dios. SANTO TOMÁS DE AQUINO El tema de las relaciones entre razón y fe recorre todo el medioevo. Ya san Agustín había afirmado la supremacía de la fe frente a la razón, aunque ésta sirva para comprender la fe y san Anselmo (siglo XI) señaló la primacía absoluta de la fe en su fórmula “credo ut intelligam” Sin embargo la relación entre ambas era motivo de controversias, dando lugar a dos bandos: dialécticos que concedían un papel importante a la razón contra antidialécticos que lo limitaban al máximo. En este contexto surge la teoría de la doble verdad de Averroes: una verdad dada por la fe y otra por la razón. Santo Tomás definirá las relaciones entre ambas al separar los campos de los que se ocupan. Por su origen, la razón tiene un origen natural, la fe sobrenatural. Por su objeto, la razón se ocupa de lo que nos muestran los sentidos, la fe de lo oculto a éstos. Por la facultad en la que se apoyan, la razón lo hace en el entendimiento y la fe en la voluntad. Si hay una zona de confluencia entre ellas, la fe es siempre el criterio externo para la razón. El santo dedicó sus mejores escritos a la teología y el centro de ella es la demostración de la existencia de Dios, expuesta en las cinco vías tomistas. El primer problema que aborda es el de la necesidad de la demostración de la existencia de Dios, ya que ésta no es una verdad evidente. En segundo lugar se plantea la posibilidad de la demostración. Tomás de Aquino rechaza las demostraciones que parten de la idea de Dios o demostraciones propter quid, que van de la causa a los efectos, como las de san Agustín o el argumento ontológico de san Anselmo, y defiende las demostraciones quia, que parten de los efectos para concluir en la causa. Elabora cinco demostraciones o vías que parten de hechos empíricos. Todas ellas tienen la misma estructura: 1) punto de partida: parte de un hecho de experiencia o hecho conocido a través de los sentidos. 2) primer grado de la vía: este hecho de experiencia necesita una causa explicativa. 3) segundo grado de la vía: esta causa está causada por otra anterior, pero no es posible seguir una cadena indefinida de causas para explicar el punto de partida. 4) término de la vía: existe una causa explicativa a la que todos llaman Dios. Las cinco vías son: vía del movimiento, vía de la causalidad eficiente, vía de la contingencia, vía de los grados de perfección y vía de la causalidad final. LAS CINCO VÍAS Vía de Vía del causalidad movimiento eficiente Punto partida los sentidos nos muestran que en el de mundo hay cosas que cambian la la experiencia muestra que en el mundo sensible hay causas eficientes Vía de los Vía Vía de la grados de orden contingencia perfección mundo encontramos que las cosas pueden existir o no existir (son contingentes) en la naturaleza hay una jerarquía de valores o perfeccione del del hay cosas que no tienen conocimient o y sin embargo obran por Principio metafísico los seres contingentes todo lo que se no hay nada mueve es no tienen el que sea causa movido por principio de de sí mismo su existencia otro en sí mismos en la serie de Imposibilida motores no se d de las puede seguir series hasta indefinidament el infinito e Término CONCLUSIÓN en las causas eficientes no es posible proceder indefinidament e s un fin lo perfecto no puede tener su origen en lo imperfecto sino sólo en algo aún más perfecto los cosas que carecen de conocimient o solo puede tender a un fin si alguien que entiende las dirige no es posible la serie indefinida de seres relativament e necesarios Debe existir un Ser Debe Debe haber un Debe existir Debe existir existir un Inteligente Primer Motor una Causa un Ser Ser que dirija a no movido por Eficiente absolutament Perfectísim todas las nadie Primera e Necesario cosas o naturales DIOS EXISTE Una vez establecida la existencia de Dios, el filósofo escolástico se ocupa de caracterizar su esencia. En primer lugar afirma que no es posible conocer plenamente a Dios ya que su perfección supera nuestro entendimiento. Sin embargo podemos acercarnos a lo que Él es a través de dos vías: vía de la negación en la que negamos en Dios todo lo que es imperfección en nosotros y vía de la perfección, predicamos de Dios todo lo que es positivo en nosotros, pero en grado máximo. Santo Tomás elabora una tercera distinción sobre las aristotélicas de materia-forma y potencia-acto: la de esencia (essentia) y existencia (esse). La esencia es “lo que la cosa es”, su naturaleza o forma, pero es independiente de la existencia en cuando hecho real. Así, al no corresponder a la esencia de las cosas como una nota definitoria la existencia, Dios da existencia o crea esencias que están en su mente como ideas. A diferencia de las cosas creadas que existen y dejan de existir o pudieron no haber existido nunca, Dios ha existido desde y para siempre. Esta distinción nos lleva a considerarlo un Ser Necesario frente a las cosas contingentes. El hombre es una sola substancia compuesta de cuerpo y alma. El alma es la forma que puede existir separada del cuerpo sólo de forma incompleta y posee una inclinación natural a unirse con el cuerpo. El alma, al igual que en Aristóteles, tiene tres niveles: vegetativo, sensitivo y racional. Los dos primeros nos relacionan con los demás seres creados y explican nuestros apetitos y tendencias corporales. En el alma racional nos asemeja a Dios y en ella se pueden distinguir dos facultades: el entendimiento y la voluntad, que se ocupan respectivamente del conocimiento teórico y del práctico. El entendimiento tomista es como una tabla rasa: carece de contenidos innatos y tampoco cuenta con la iluminación divina. Necesita de contenidos sensoriales, que actúan como materia del conocimiento. Sobre la materia sensible actúa el entendimiento realizando su labor de abstracción, en la que el entendimiento agente ilumina y abstrae la esencia oculta en las imágenes sensibles y el entendimiento posible produce el concepto y el juicio. La voluntad se encarga del conocimiento ético. La ética de Tomás de Aquino hay que entenderla desde una perspectiva teológica. La moral es el camino para alcanzar la salvación junto a Dios. Este camino debe recorrerlo el hombre usando correctamente su libre albedrío. El modelo de conducta apropiada es el de Cristo. El contenido ético de la Suma Teológica está basado en la Ética a Nicómaco de Aristóteles, ya que mantiene que toda acción humana está encaminada a un fin último que es la felicidad. Para alcanzarla el hombre debe adquirir hábitos morales buenos y éstos dependen de la repetición de acciones que emplean los medios adecuados para alcanzar el fin propuesto. El medio principal es la ley natural. La ley natural coincide con la ley moral y es el reflejo de la ley eterna, o providencia divina, en el hombre. La ley natural está constituida por los primeros principios del orden moral y consiste en una serie de disposiciones que nuestra razón identifica como buenas. El principio de la ley natural afirma: “El bien ha de hacerse y el mal evitarse”. La ley moral se basa en la inclinación que todos los hombres sentimos hacia lo bueno y guía cada una de nuestras tendencias vegetativas, sensitivas y racionales. Se manifiesta en una serie de inclinaciones que la razón capta como buenas y que consisten en el precepto de conservar la vida, en el de procreación y educación de los hijos y en el precepto de nuestra participación en lo social. En ella se ha de inspirar la ley positiva o disposiciones particulares establecidas por la razón humana. Siguiendo La Política de Aristóteles, Tomás de Aquino mantiene que el hombre es sociable por naturaleza y la sociedad civil es necesaria para el perfeccionamiento de la vida humana. Considera que la forma de gobierno más perfecta es la monarquía corregida con elementos aristocráticos y democráticos. Toda sociedad tiene un fin último que es la visión de Dios en la vida sobrenatural, lo que conduce a subordinar el Poder político a la Iglesia y a concebir la sociedad civil con una misión religiosa, si bien reconoce alguna independencia del poder político respecto del religioso. Para el Santo todo poder deriva de Dios, situando el poder político dentro del orden racional sobrenatural. FILOSOFÍA MEDIEVAL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO EN SAN AGUSTÍN San Agustín parte de una concepción de la verdad y del ser de influencia platónica: la verdad y el ser están en lo inmutable. En Las Confesiones se expone la búsqueda de la verdad como meta para adquirir la felicidad. En el conocimiento se distingue tres niveles distintos: - El conocimiento sensible es la captación de los objetos por nuestros sentidos. El alma percibe la modificación que ha sufrido el cuerpo y a través de él tiene sensaciones de las cosas. No se trata de un conocimiento verdadero. - El conocimiento racional parte de los datos de la sensación y emite juicios sobre los objetos que conoce a través de ellos comparándolos con los modelos eternos. - El conocimiento de contemplación consiste en ver las “ideas eternas” tal cual son, así se contemplan los verdaderos modelos de las cosas y por ello se alcanza el conocimiento objetivo. La influencia platónica es aquí clara, ya que se pasa de los objetos mutables a los inmutables. El proceso de conocimiento es el siguiente: los sentidos nos dan lo cambiante, pero la verdad y el ser está en lo inmutable, para descubrirlo el alma debe buscarlo en su interior. Esta interiorización comienza con el descubrimiento de nuestras propias sensaciones cambiantes, de las que ascendemos a verdades permanentes, por ejemplo las verdades matemáticas. Si estas verdades no proceden ni de lo mostrado por los sentidos, ni de la propia alma, tendrán que proceder de algo inmutable, es decir, de Dios. Por tanto el proceso de conocimiento culmina en Dios mediante un proceso de autotranscendimiento. Al conocimiento de Dios lo denomina san Agustín sabiduría, frente a la ciencia que es el conocimiento de verdades eternas. Considera que toda verdad parte de nuestro interior, de lo que pensamos, pues incluso cuando nos equivocamos estamos pensando (enin fallor sum). Somos conciencia pensante. De este punto de partida se pasa al descubrimiento de la verdad y de Dios A la pregunta de cómo el alma llega a descubrir las verdades eternas Platón contestaba con la teoría de la reminiscencia. San Agustín, al ser cristiano, no puede aceptar esta solución y recurre a la teoría de la iluminación. Al igual que para conocer las cosas del mundo sensible es necesario la luz del sol, también para las ideas eternas se necesita una iluminación que haga al humano capaz de verlas. Esta iluminación capacita al hombre para superar la limitación de su mente finita, temporal y mutable y alcanzar así lo inmutable y eterno. La iluminación es la acción de Dios que permite la captación de la Verdad. PROBLEMA ANTROPOLÓGICO EN SANTO TOMÁS DE AQUINO La concepción antropológica de Santo Tomás está basada en la concepción aristotélica combinada con las creencias cristianas de la inmortalidad del alma y la creación. Para Santo Tomás de Aquino el hombre es una sola substancia compuesta de cuerpo y alma. El filósofo escolástico acepta la definición aristotélica del alma como principio de vida, como forma y acto del cuerpo; admite la concepción hilemórfica del hombre. El cuerpo es la materia y el alma es la forma; que puede existir separada del cuerpo sólo de forma incompleta y posee una inclinación natural a unirse con el cuerpo (rechazando la interpretación platónica del cuerpo como cárcel del alma) El alma, al igual que en Aristóteles, tiene tres niveles: vegetativo, sensitivo y racional. Los dos primeros nos relacionan con los demás seres creados y explican nuestros apetitos y tendencias corporales. En sus funciones vegetativas el alma se ocupa de todo lo relacionado con la nutrición y el crecimiento y en sus funciones sensitivas regula los sentidos externos, imaginación y la memoria. El alma racional nos asemeja a Dios y en ella se pueden distinguir dos facultades: el entendimiento (agente y paciente) y la voluntad, que se ocupan respectivamente del conocimiento teórico y del práctico. Como filósofo cristiano, Tomás de Aquino, defiende la inmortalidad del alma por ello afirma que en ella existe ciertas facultades que le pertenecen como tal y que no dependen de su relación con el cuerpo, no pertenecen al compuesto humano. La racionalidad es una de estas facultades. Sostiene la inmortalidad del alma, con un argumento similar al de Platón en el Fedón, el alma al ser inmaterial es incorruptible e inmortal. PROBLEMA ÉTICO EN SANTO TOMÁS DE AQUINO La ética de Tomás de Aquino hay que entenderla desde una perspectiva teológica. La moral es el camino para alcanzar la salvación junto a Dios, ya que el hombre está hecho a su imagen y semejanza. Este camino debe recorrerlo el hombre usando correctamente su libre albedrío. El modelo de conducta apropiada es el de Cristo. El contenido ético de la Suma Teológica está basado en la Ética a Nicómaco de Aristóteles, ya que mantiene la concepción teleológica: que toda acción humana está encaminada a un fin último que es la felicidad. Está de acuerdo con el estagirita en que la felicidad no puede consistir en la posesión de bienes materiales y que para alcanzarla el hombre debe adquirir hábitos morales buenos y éstos dependen de la repetición de acciones que emplean los medios adecuados para alcanzar el fin propuesto. El análisis de los medios se hace primero desde ellos mismos, en segundo lugar, desde los principios en los que se apoyan. Tales principios pueden ser internos al hombre, o virtudes y vicios, y externos al hombre, constituidos por la ley y la gracia Sto. Tomás distingue tres formas de ley: 1) Ley eterna: está en Dios y es producida por la razón divina, de forma que la razón humana en todas sus formas deriva de ella. Es a lo que llamamos Providencia Divina. 2) Ley natural: que coincide con la ley moral y es el reflejo de la ley eterna en el hombre. La ley natural está constituida por los primeros principios del orden moral y consiste en una serie de disposiciones que nuestra razón identifica como buenas. El principio de la ley natural afirma: “El bien ha de hacerse y el mal evitarse”. La ley moral se basa en la inclinación que todos los hombres sentimos hacia lo bueno y guía cada una de nuestras tendencias vegetativas, sensitivas y racionales. Se manifiesta en una serie de inclinaciones que la razón capta como buenas y que consisten en el precepto de conservar la vida, en el de procreación y educación de los hijos y en el precepto de nuestra participación en lo social. Esta ley está presente en todos los hombres como precepto general de comportamiento, aunque puede variar según épocas y costumbres en algunas concreciones particulares. En ella se ha de inspirar la ley positiva. 3) Ley positiva: disposiciones particulares establecidas por la razón humana. Estas tres formas de leyes son preceptos que sigue la razón y que se encaminan hacia el bien común o fin de toda sociedad. El filósofo cristiano identifica la felicidad con la contemplación beatífica de Dios, dado que el alma del hombre es inmortal el fin último del las acciones trasciende la vida terrestre y se dirige a la contemplación de Dios. PROBLEMA POLÍTICO EN SANTO TOMÁS DE AQUINO Santo Tomás se plantea el problema político inspirado por Aristóteles aunque teniendo en cuenta las necesarias adaptaciones al cristianismo. Siguiendo la Política de Aristóteles, el autor de la Suma Teológica mantiene que el hombre es sociable por naturaleza y la sociedad civil es necesaria para el perfeccionamiento de la vida humana; y como cristiano asigna al hombre un fin trascendente. Diferencia tres formas buenas y tres malas (degeneradas) formas de gobierno, considera que la forma de gobierno más perfecta es la monarquía corregida con elementos aristocráticos y democráticos. El filósofo dominico defiende la concepción teleológica aristotélica. Toda sociedad tiene un fin último que es la visión de Dios en la vida sobrenatural, lo que conduce a subordinar el Poder político a la Iglesia y a concebir la sociedad civil con una misión religiosa, si bien reconoce alguna independencia del poder político respecto del religioso. Del mismo modo que distingue entre la razón y la fe concedía la primacía a la fe sobre la razón, por lo que respecta a la sociedad, aun aceptando la distinción y la independencia del Poder político y la Iglesia, aquél ha de someterse a ésta. El Poder Político procurara el bien común legislando de acuerdo con la ley natural. SantoTomás distingue tres formas de ley: 1) Ley eterna: está en Dios y es producida por la razón divina, de forma que la razón humana en todas sus formas deriva de ella. Es a lo que llamamos Providencia Divina. 2) Ley natural: que coincide con la ley moral y es el reflejo de la ley eterna en el hombre. La ley natural está constituida por los primeros principios del orden moral y consiste en una serie de disposiciones que nuestra razón identifica como buenas. El principio de la ley natural afirma: “El bien ha de hacerse y el mal evitarse”. La ley moral se basa en la inclinación que todos los hombres sentimos hacia lo bueno y guía cada una de nuestras tendencias vegetativas, sensitivas y racionales. Se manifiesta en una serie de inclinaciones que la razón capta como buenas y que consisten en el precepto de conservar la vida, en el de procreación y educación de los hijos y en el precepto de nuestra participación en lo social. Esta ley está presente en todos los hombres como precepto general de comportamiento, aunque puede variar según épocas y costumbres en algunas concreciones particulares. En ella se ha de inspirar la ley positiva. 3) Ley positiva: disposiciones particulares establecidas por la razón humana Estas tres formas de leyes son preceptos que sigue la razón y que se encaminan hacia el bien común o fin de toda sociedad. PROBLEMA DE DIOS EN SANTO TOMÁS DE AQUINO Santo Tomás dedicó sus mejores escritos a la teología y el centro de ella es la demostración de la existencia de Dios, expuesta en las cinco vías tomistas. El primer problema que aborda es el de la necesidad de la demostración de la existencia de Dios, ya que ésta no es una verdad evidente. En segundo lugar se plantea la posibilidad de la demostración. Tomás de Aquino rechaza las demostraciones que parten de la idea de Dios (demostraciones propter quid, que van de la causa a los efectos, como las de san Agustín o el argumento ontológico de san Anselmo) y defiende las demostraciones quia, que parten de los efectos para concluir en la causa. Elabora cinco demostraciones o vías que parten de hechos empíricos. Todas ellas tienen la misma estructura: 5) punto de partida: parte de un hecho de experiencia o hecho conocido a través de los sentidos. 6) primer grado de la vía: este hecho de experiencia necesita una causa explicativa. 7) segundo grado de la vía: esta causa está causada por otra anterior, pero no es posible seguir una cadena indefinida de causas para explicar el punto de partida. 8) término de la vía: existe una causa explicativa a la que todos llaman Dios. Las cinco vías son: vía del movimiento, vía de la causalidad eficiente, vía de la contingencia, vía de los grados de perfección y vía de la causalidad final. LAS CINCO VÍAS Vía de Vía del causalidad movimiento eficiente Punto partida Principio metafísico la Vía de los Vía Vía de la grados de orden contingencia perfección mundo la experiencia muestra que en el mundo sensible hay causas eficientes encontramos que las cosas pueden existir o no existir (son contingentes) en la naturaleza hay una jerarquía de valores o perfeccione s todo lo que se no hay nada mueve es que sea causa movido por de sí mismo otro los seres contingentes no tienen el principio de su existencia lo perfecto no puede tener su origen en lo los sentidos nos muestran que en el de mundo hay cosas que cambian del del hay cosas que no tienen conocimient o y sin embargo obran por un fin los cosas que carecen de conocimient o solo puede en sí mismos imperfecto sino sólo en algo aún más perfecto en la serie de Imposibilida motores no se d de las puede seguir series hasta indefinidament el infinito e Término CONCLUSI ÓN en las causas eficientes no es posible proceder indefinidament e tender a un fin si alguien que entiende las dirige no es posible la serie indefinida de seres relativament e necesarios Debe existir un Ser Debe Debe haber un Debe existir Debe existir existir un Inteligente Primer Motor una Causa un Ser Ser que dirija a no movido por Eficiente absolutament Perfectísim todas las nadie Primera e Necesario cosas o naturales DIOS EXISTE Una vez establecida la existencia de Dios, el santo se ocupa de caracterizar su esencia. En primer lugar afirma que no es posible conocer plenamente a Dios ya que su perfección supera nuestro entendimiento. Sin embargo podemos acercarnos a lo que Él es a través de dos vías: - Vía de la negación: negamos en Dios todo lo que es imperfección en nosotros. - Vía de la perfección: predicamos de Dios todo lo que es positivo en nosotros, pero en grado máximo. Además, para explicar el problema de la creación, Santo Tomás elabora una tercera distinción sobre las aristotélicas de materia-forma y potencia-acto: la de esencia (essentia) y existencia (esse). La esencia es “lo que la cosa es”, su naturaleza o forma, pero es independiente de la existencia en cuando hecho real. Así, al no corresponder a la esencia de las cosas como una nota definitoria la existencia, Dios da existencia o crea esencias que están en su mente como ideas. A diferencia de las cosas creadas que existen y dejan de existir o pudieron no haber existido nunca, Dios ha existido desde y para siempre. Esta distinción nos lleva a considerarlo un Ser Necesario frente a las cosas contingentes Guión de lectura del texto obligatorio de R. Descartes Texto de R. Descartes. Meditaciones Metafísicas. 3ª meditación. 0.- Introducción al texto: la Meditación Tercera trata sobre la existencia de Dios y se centra en la explicación de la Sustancia Infinita. 1.- Desarrollo del texto: 1.1.- Se establece el criterio de certeza cartesiano: todas las ideas que concebimos clara y distintamente son verdaderas. 1.2.- Descartes establece dos clasificaciones de las ideas: a) Según su origen pueden ser: - Ideas innatas o nacidas conmigo. - Ideas adventicias u oriundas de fuera de mí. - Ideas facticias o inventadas por mí. b) Según el contenido que representan pueden ser: - Ideas que representan realidad objetiva: se representa en la idea distintos grados de perfección del ser al que la idea alude. - Ideas que representan realidad formal: afirman la existencia de la idea en el mundo además de en el pensamiento. 1.3.- De estas clasificaciones se concluye: a) Que debe haber tanta realidad formal en una idea como realidad objetiva tiene el efecto que se pretende explicar desde ella. b) Que las ideas que hay en mi espíritu son: las que me representan a mí mismo, la que representa a Dios y las que representan seres corporales, inanimados o no, y hombres. 1.4.- Pruebas sobre la existencia de Dios: aparecen aquí dos pruebas: a) Primera prueba: sólo la idea de Dios no puede proceder del yo, ya que tal idea presenta mayor realidad objetiva que realidad formal la idea de yo, por lo que no cumple la primera de las conclusiones anteriores. Por ello ha tenido que haber sido puesta en mí por alguien cuya realidad formal sea tanta como la realidad objetiva de la ideas de Dios, es decir por Dios mismo, y para ello tiene que existir. b) Segunda prueba: mi propia existencia como yo pensante no puede tener su causa más que en Dios, ya que no puede tener su causa en mí mismo porque entonces no me habría hecho imperfecto, tampoco puede proceder de mis padres, por la misma razón, ni de otras causas menos perfectas. Por lo tanto Dios existe para ser la causa de mi yo. 1.5.- La idea de Dios es la segunda de las ideas innatas: ha sido puesta por Dios en mí como sello de su creación. Dios posee todas las perfecciones y por ello no puede ser engañador. EJEMPLO DE ESTRUCTURA ARGUMENTATIVA DE UN TEXTO DE R. DESCARTES. “Para poder suprimir del todo (la razón de dudar), debo examinar si hay Dios, tan pronto como encuentre ocasión para ello; y si encuentro que lo hay, he de examinar también si puede ser engañador (…). Bajo el nombre de Dios entiendo una sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente, por la cual yo mismo y todas las demás cosas que existen –si es que existen algunas- han sido creadas y producidas. Ahora bien: tan grandes y eminentes son estas ventajas, que cuanto más atentamente las considero, menos me convenzo de que la idea de que de ellas tengo pueda tomar su origen en mí, y, por consiguiente, es necesario concluir de lo anteriormente dicho que Dios existe; pues si bien hay en mí la idea de la sustancia, siendo yo una, no podría haber en mí la idea de una sustancia infinita, siendo yo un ser finito, de no haber sido puesta en mí por una sustancia que sea verdaderamente infinita”. (DESCARTES, Meditaciones Metafísicas) En el texto, su autor reflexiona sobre el problema de la demostración de la existencia de Dios. 1. Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto propuesto. El texto recoge una de las demostraciones de la existencia de Dios de Descartes. Las ideas que aparecen en él son: - Descartes se propone examinar si Dios existe para eliminar la duda metódica y, con ello, analizar si Dios puede hacer que me engañe. - Define el contenido de lo que entiende por Dios: una sustancia perfecta (infinita, eterna…). - Esta idea de perfección no puede tener origen en mí, en el yo. - Dios existe, pues aunque hay en mí la idea de sustancia, siendo yo una, no podría proceder de mí la idea de sustancia infinita siendo yo finito, de no haberla puesto en mí una sustancia infinita. La estructura argumentativa del texto recuerda la explicación que de Dios hace san Agustín partiendo de las verdades eternas, y es la siguiente: - Primero Descartes plantea el problema: ¿existe Dios? Porque si existe podemos salir de la duda sobre la verdad de las ideas que piensa el yo y establecer que Dios no es engañador. - En segundo lugar analiza el contenido de la idea de Dios: ésta es la de una sustancia infinita, en la que pensamos todas las perfecciones. - En tercer lugar se pregunta por el origen de esta idea de sustancia infinita. Su origen no puede estar en el yo, por lo que debemos concluir que Dios existe. - Por último aclara esta conclusión: aunque el yo posee una idea clara y distinta de lo que es la sustancia, al ser el yo sustancia pensante, sin embargo de él no puede proceder la de sustancia infinita, pues al ser el yo finito su realidad formal es menor que la realidad objetiva de la idea de Dios, por tanto la idea de sustancia infinita ha sido puesta en mí por una sustancia infinita. R. DESCARTES Descartes inicia el movimiento racionalista. Su preocupación central es lograr la verdad mediante el buen uso de la Razón. Dudando de todo conocimiento anterior, para ello se sigue un camino (Método). Descartes volvió la espalda a la idea aristotélica y escolástica de los diferentes tipos de ciencia, con sus diferentes métodos y la reemplazó por una ciencia universal con un método universal. Cuyas raíces (la metafísica) se sostiene el tronco (la física) y las ramas (las ciencias prácticas) Su método está tomado de la matemática y se compone de cuatro reglas, -inicialmente eran 21 redujo las reglas a 4 en el Discurso del Método: 1ª Regla o de la Evidencia: no aceptar nada como verdadero sino es evidente. La evidencia solo se da en la intuición racional o acto de la mente por el que se ve de modo inmediato una idea. Las características de estas ideas evidentes son la claridad y la distinción. 2ª Regla o del Análisis: se descomponen los problemas en partes, se dividen las ideas compuestas en ideas simples. 3ª Regla o de la Síntesis: manda recomponer el problema cuando las partes hayan sido conocidas de forma clara y distinta. 4ª Regla o de la Revisión: se revisa todo el proceso. Aplicando su método el fundador de la filosofía moderna comienza dudando de todo lo que conoce. La duda no es una actitud escéptica sino una actitud instrumental, un momento del proceso metódico para conseguir precisamente lo contrario: llegar a la verdad indudable. Este proceso de duda metódica tiene tres niveles: - Nivel de duda de los sentidos: algunas veces nos engañan, y por tanto, no son fiables, se rechaza como dudoso e inseguro todo lo que proviene de ellos. - Nivel de duda de la existencia del mundo exterior: por la dificultad de distinguir con claridad el sueño de la vigilia. - Nivel de duda de los propios razonamientos porque incluso la certeza de las verdades matemáticas puede ser ilusoria, ya que un Genio Maligno puede estar induciéndonos a error. En esa situación global (duda hiperbólica) aparece la primera verdad: si pienso es que existo, COGITO ERGO SUM. Si dudo, si me engaño, estoy pensando, y para pensar tengo que ser, tengo que existir como pensante. Esta verdad es intuitiva, evidente, clara y distinta. Todo contenido de la mente es una Idea. Las ideas pueden ser consideradas desde dos puntos de vista: a) Como acto b) Según su contenido Por su origen se clasifican en tres tipos: -Ideas adventicias: parecen provenir del mundo externo -Ideas facticias: las formamos nosotros, provienen de mi imaginación y voluntad -Ideas innatas: el entendimiento posee por sí mismas, por su naturaleza racional. Descartes para salir del círculo de su yo solipsista parte de las ideas, de ellas destaca la idea de perfección. Se pregunta por ella y se plantea la existencia de Dios (idea innata) que demuestra deductivamente mediante tres pruebas: a) A partir del origen y contenido de la idea de Dios b) A partir de la causa de mi propia existencia finita c) Argumento ontológico Si Dios existe no puede dejar que me engañe. Probada la existencia de un Dios veraz a partir de mi yo pensante elimina al Genio Maligno. Dios garantiza la capacidad de la razón humana para encontrar la verdad y recupera la existencia del mundo. Este mundo, la realidad está compuesta de substancias (no necesita de ninguna otra para existir). Las substancias tienen atributos y modos, los atributos son componentes esenciales, si se pierde también la substancia se pierde. Los modos son cualidades accidentales. Hay tres substancias: Substancia infinita (Dios) cuyo atributo es la perfección. Substancia pensante cuyo atributo es el pensamiento y sus modos son las distintas formas de pensamiento: dudar, afirmar, negar... Substancia extensa cuyo atributo es la extensión, y sus modos son la figura, volumen,... El humano está formado por dos realidades (dualismo antropológico): el alma y el cuerpo. El alma se identifica con la substancia pensante y es inmortal. El cuerpo lo hace con la substancia extensa y es mortal.