Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR resection of malignant glioma: a randomised controlled multicentre phase III trial. Lancet Oncol. 2006;7(5):392-401. 7. Herman MA, Webber J, Fromm D, Kessel D. Hemodynamic effects of 5-aminolevulinic acid in human. J Photochem Photobiol B. 1998; 43(1):61-5. 8. Toda M. Intraoperative navigation and fluorescence imagings in malignant glioma surgery. Keio J Med. 2008;57(3):155-61. 9. Rigal JC, Blanloeil Y. Anaesthesia and porphyria. Minerva Anestesiol. 2002;68(5):326-31. IMPLICACIONES Y ACTITUD ANESTÉSICA ANTE LA UTILIZACIÓN DE 5-ALA COMO MARCADOR TUMORAL EN LA RESECCIÓN DE GLIOMAS MALIGNOS Fig. 2. Pieza quirúrgica tumoral. Se observa la fluorescencia rojiza que presentan las células neoplásicas cuando están expuestas a la luz ultravioleta. valores dentro de la normalidad. Fueron dados de alta a la sala de hospitalización en las primeras 24-48 horas sin aparición de complicaciones derivadas del uso del 5-ALA en ningún caso. Siguiendo recomendaciones previas, las medidas de protección ocular se mantuvieron durante 8 días en todos los pacientes7,8. En definitiva el empleo de 5-ALA, recientemente usado en nuestro medio, surge para conseguir una resección más precisa de los gliomas de alto grado de malignidad y así aumentar la supervivencia de los pacientes que los sufren, pero es importante reseñar que, para ello, los neurocirujanos deben haber realizado primero un curso de capacitación. Además, el anestesiólogo debería conocer las características de este fármaco y considerar al paciente como susceptible de sufrir un ataque agudo de porfiria, por lo que es esencial evitar fármacos anestésicos porfirinogénicos y tener especial cuidado con la protección solar, usando gafas oscuras al menos durante 8 días, controlando los focos de luz en quirófano, unidades de reanimación o cuidados intensivos y realizando controles analíticos con perfil hepático durante las primeras 24-48 horas9. M. Carretero1, N. Negrete1, G. Muñoz1, J. Sánchez1, L. M. Bernal2 Servicio de Anestesiología y Reanimación. 2Servicio de Neurocirugía. Complejo Hospitalario Universitario. Badajoz. 1 BIBLIOGRAFÍA 1. Stummer W. Gliolan for visualization of malignant tissue during surgery for malignant glioma. Training manual. 2007. 2. Fernández PL, Esquinca MT, Rodríguez MV, Valdespín R. Porfirias: consideraciones anestésicas. An Med (Mex). 2007;52(3):130-42. 3. Jensen NF, Fiddler DS, Striepe V. 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El objetivo de la cirugía es resecar tanto el tumor como sea posible sin dañar el tejido sano, siendo la resección completa el factor pronóstico más favorable en estos casos1,2. En general, es muy difícil definir durante la intervención los márgenes tumorales de un GBM, siendo solamente posible la resección parcial del tumor o, por el contrario, dando lugar a una resección inadvertida de tejido sano. Generalmente, las células malignas invaden más allá de la captación de contraste visible por resonancia magnética. Con el fin de mejorar los resultados clínicos y de supervivencia de la cirugía de cáncer, se han realizado numerosos esfuerzos dirigidos a desarrollar marcadores visuales para la detección de tumores. Recientemente se ha aprobado en España el uso compasivo de clorhidrato de ácido 5-aminolevulínico (5-ALA) en la resección de gliomas malignos. En comparación con otras técnicas que facilitan la resección (navegación, resonancia intraoperatoria, temozolamida intracavitaria, etc.), el 5-ALA presenta un nivel de evidencia y recomendación muy elevado3-6. El 5-ALA es absorbido por las células del organismo, y mediante transformación enzimática se convierte en sustancias químicas fluorescentes, en particular protoporfirina IX (PPIX). Las células del glioma absorben rápidamente más cantidad de 5-ALA que el tejido sano y lo convierten en PPIX, que al ser fluorescente, permite distinguir mejor el tumor durante la cirugía y de esta manera extraerlo con mayor precisión. La administración del mismo se realiza por vía oral diluido en 50 mL de agua, a dosis de 20 mg/kg, entre 2 y 4 horas previas a la inducción anestésica. Esto se debe a que el efecto máximo de fluorescencia ocurre entre las 6 y 9 horas después de su administración, y este tiempo se corresponde de forma aproximada, con el tiempo en que el neurocirujano extirpa el tumor (teniendo en cuenta el tiempo de monitorización, colocación y disección hasta el tumor). Utilizando una modificación de la luz del microscopio convencional, se ilumina el tumor con una luz azul a una longitud de onda determinada, de forma que la PPIX emite un intenso res395 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR plandor rosa, mientras que el tejido sano aparece azul, haciendo posible la extracción más adecuada del mismo7. Aún así, la fluorescencia del tejido cerebral inducida por el 5-ALA no proporciona información sobre la función neurológica del tejido subyacente. Por tanto, hay que sopesar cuidadosamente la resección del tejido fluorescente en base a la función neurofisiológica que éste desempeña. A pesar de tratarse de una sustancia que se presenta de forma natural, su uso a esas dosis no está exento de efectos secundarios. En primer lugar, después de la administración de 5-ALA se debe evitar, durante 24 horas, la exposición de los ojos y la piel a fuentes de luz directa (p.ej. luz solar, iluminación del quirófano o focos en habitaciones), ya que puede desencadenar desestructuración de las células sebáceas, reducción de folículos pilosos, edema e inflamación dermis, e incluso necrosis epidérmica focal. Por este mismo motivo se deben evitar fármacos potencialmente fototóxicos, como tetracicilinas, sulfonamidas y fluorquinolonas. Además, al tratarse de una sustancia implicada en la vía de metabolización de las porfirinas, está contraindicada en caso de porfiria o hipersensibilidad a las porfirinas, ya que podría desencadenar una crisis. Por otro lado, se recomienda evitar fármacos como el tiopental, el halotano, la fenitoína y el diazepam, considerados inseguros en caso de alteración en el metabolismo de las porfirinas. Algunos estudios en animales 8 sugieren actividad embriotóxica en relación con el uso de 5-ALA junto a la exposición lumínica, por tanto no está recomendado su uso en niños ni durante el embarazo. También se desconoce si se excreta con la leche materna, por lo que la lactancia debe interrumpirse durante 24 horas tras el tratamiento con 5ALA. En pacientes con enfermedad cardiovascular preexistente, se debe utilizar el 5-ALA con precaución (puede descender la presión arterial sistémica y pulmonar). También pueden aparecer efectos adversos hematológicos (anemia, trombocitopenia y leucocitosis), náuseas y alteración de las enzimas hepáticas, por lo que debe realizarse un seguimiento del paciente desde el momento de la administración del fármaco. En nuestro centro se han realizado 5 intervenciones (2 con anestesia general y 3 con el paciente despierto y sedado), utilizando esta sustancia. Siguiendo las recomendaciones mencionadas, durante el traslado de la planta a quirófano y a sala de Reanimación, los pacientes fueron cubiertos totalmente con tallas. En quirófano, se realizó la monitorización convencional (ECG, presión arterial no invasiva, pulsioxímetro) e invasiva (cateterización de vía central y arterial) y la anestesia general utilizando luz indirecta procedente del negatoscopio. Si la cirugía requería que el paciente estuviese despierto se administraba sedación con remifentanilo. En caso de ser necesaria anestesia general se asociaba propofol en perfusión como agente hipnótico. No 396 se observaron cambios hemodinámicos clínicamente relevantes durante todo el procedimiento. En sala de Reanimación, los pacientes permanecieron con la monitorización completa en una habitación aislada con cortinas durante 24 h. Transcurrido este tiempo no aparecieron efectos adversos derivados de la interacción del 5-ALA con el manejo anestésico y la monitorización empleada. No se han encontrado en la bibliografía recomendaciones específicas en relación al manejo anestésico de estos pacientes. Nuestra muestra de pacientes es pequeña, pero puede servir de guía de actuación en estos casos. En resumen, el uso de 5-ALA puede suponer un avance en el tratamiento de los pacientes que padecen gliomas malignos, ya que facilita la extirpación completa del tumor marcado con contraste, dando lugar a una supervivencia libre de progresión más alta que con microcirugía convencional guiada por luz blanca. Sin embargo, la utilización de este fármaco, debe ir acompañada de una correcta actitud anestésica que minimice las posibles complicaciones, especialmente en cuanto a la protección de la luz, interacciones farmacológicas y control de los posibles efectos adversos. J. Fernández-Candil1, S. Pacreu1, G. Villaba2, S. Fernández Galinski1 Servicio de Anestesiología y Reanimación. 2Servicio de Neurocirugía. Hospital del Mar-Esperança. Barcelona. 1 BIBLIOGRAFÍA 1. Sanai N, Berger MS. Operative techniques for gliomas and the value of extent of resection. Neurotherapeutics. 2009;6(3):478-86. 2. McGirt MJ, Chaichana KL, Attenello FJ, Weingart JD, Than K, Burger PC, et al. Extent of surgical resection is independently associated with survival in patients with hemispheric infiltrating low-grade gliomas. Neurosurgery. 2008;63(4):700-7. 3. Stummer W, Novotny A, Stepp H, Goetz C, Bise K, Reulen HJ. Fluorescence-guided resection of glioblastoma multiforme by using 5-aminolevulinic acid-induced porphyrins: a prospective study in 52 consecutive patients. J Neurosurg. 2000;93(6):1003-13. 4. Márquez J, Ollero A, Rivero M. Resección frente a control neuroquirúrgico local en entorno de realidad aumentada. Evidencia disponible. Controversias y Evidencias en Neurooncología. 2009;3:14-22. 5. 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