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Clasificación de las cataratas
Sandra Sáez de Arregui, Betty Lorente, Javier Mendicute
INTRODUCCIÓN
La catarata se define comúnmente como cualquier opacidad del cristalino. Actualmente es una de las causas más
prevalentes de disminución de la visión.
Antes de la era de los microscopios, sólo se reconocían
las cataratas en estadíos muy avanzados por la inexistencia
de medios que permitieran un diagnóstico más temprano;
así, haciendo un breve repaso histórico, durante la Edad Media, los árabes se referían a las opacidades cristalinianas utilizando el término «nuzul-el-ma» por razones puramente descriptivas debido a que su apariencia recordaba al color azul
del agua. Con la traducción de los manuscritos árabes al latín, se adoptó el término «cataracta» para describir las opacidades cristalinianas1.
Actualmente gracias al desarrollo de la biomicroscopía, de la lámpara hendidura, así como al aumento de la
demanda de una visión de mayor calidad, hemos podido
detectar cambios en el cristalino de forma más precoz,
consiguiendo así que los estadíos avanzados sean poco
frecuentes en la práctica clínica en los países desarrollados.
Para describir esta patología, se han recogido en la literatura multitud de términos que en ocasiones se superponen y
las clasificaciones son muy variadas1.
Muchas hacen referencia a su etiología:
• Senil
• Congénita
• Traumática
• Asociada a enfermedades oculares
• Asociada a enfermedades sistémicas
• Agentes externos: radiaciones ionizantes, fármacos...
En ocasiones se han utilizado términos subjetivos para
describir las cataratas:
• Inmadura, madura e hipermadura
• Incipiente
• Esclerótica (dura)
• Mínima, moderada, avanzada
El inconveniente de estos términos es que dependen de
la interpretación personal del médico que las valora.
En un intento de unificar clasificaciones y eliminar subjetividad a las valoraciones, investigadores clínicos establecieron, como referencia, la localización anatómica de la opacidad utilizando imágenes estándar para evaluar los distintos
grados de catarata.
214
Este consenso divide las cataratas seniles en tres tipos
principales: 1) Cortical; 2) Nuclear; 3) Subcapsular posterior.
Las clasificaciones que siguen este sistema son:
• LOCS II y III
• The Oxford Cataract Classification System
• Beaver Dam Eye Study
• Age Related Eye Disease study.
IMPORTANCIA DE LA CLASIFICACIÓN
Es importante una adecuada clasificación porque el tipo
de catarata determina una semiología, una pérdida de visión
funcional y un tratamiento diferente en cada caso.
Semiología de la catarata adquirida2
Los síntomas precoces que se derivan de la opacificación
del cristalino suelen ser las siguientes:
• Visión de «manchas» fijas ante los ojos, no se mueven
de manera continua como las miodesopsias, sino que
conservan su lugar relativo en el campo visual con el
ojo en distintas posiciones.
• Otro síntoma temprano es la poliopía binocular, visión
doble o triple de un objeto con un solo ojo, debido a la
refracción irregular del cristalino por lo que se forman
varias imágenes de cada objeto.
• Visión de halos coloreados.
• Cambio de apreciación de los colores porque se absorben los rayos con menor longitud de onda; los rojos se
acentúan.
• Conforme la opacidad se extiende y se hace más densa, se afecta la agudeza visual central, el deterioro depende de la densidad y localización de la opacidad.
Los síntomas también pueden estar relacionados con los
diferentes tipos de cataratas:
• Si ésta es periférica, como en la catarata senil cortical, el impulso visual se retrasa mucho y la visión mejora si la pupila se contrae con la luz brillante.
• Si la opacidad es central, el deterioro visual es temprano, el paciente ve mejor cuando la pupila se dilata con
luz tenue.
• A menudo, las cataratas corticales posteriores disminuyen la visión central de manera desproporcionada al
grado de opacidad que se observa.
16. CLASIFICACIÓN DE LAS CATARATAS
• Cuando la esclerosis nuclear es importante, los cambios en el índice de refracción producen miopía progresiva, por este motivo un paciente que tenía presbicia
puede leer de nuevo sin ayuda de sus gafas, cuando
desarrolla esclerosis nuclear senil; refiere su mejoría
visual como una «segunda vista».
• En las cataratas subcapsulares posteriores se dan frecuentes destellos por luces brillantes.
Conforme avanza la opacificación, la agudeza visual desciende hasta que sólo se percibe la luz. En muchos casos de
catarata senil avanzada, el sujeto aún puede contar dedos a
poca distancia o al menos distinguir movimientos de la mano;
sin embargo, en todos los casos se debe percibir bien la luz
e indicar en forma precisa de dónde proviene.
Visión funcional3
Las diferencias funcionales entre la catarata nuclear, cortical y subcapsular posterior se aprecian al realizar una serie
de cuestionarios (por ejemplo, VF-14) previos a la cirugía de
cataratas. A pesar de que la agudeza visual es comparable en
los tres tipos de catarata, los pacientes con catarata subcapsular posterior, tiene mayor alteración de la visión lejana y cercana que los pacientes con catarata cortical o nuclear, por
tanto la catarata que ha demostrado un mayor descenso de
la visión funcional es la subcapsular posterior haciendo necesaria una intervención más temprana que en los otros tipos
de catarata.
Tratamiento de la catarata4
El tratamiento más adecuado hoy en día es la facoemulsificación. Se ha demostrado una relación exponencial entre
el tiempo y la energía requerida en la facoemulsificación con
respecto a la coloración y la opacidad nuclear de la catarata.
Por tanto una adecuada clasificación preoperatoria de la
catarata, nos permite organizar, valorar y definir el plan quirúrgico adoptando así el tratamiento más adecuado en cada caso.
Ahora dedicaremos el capítulo a explicar las diferentes
clasificaciones que podemos encontrarnos.
SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN
En este apartado trataremos los sistemas clásicos de
clasificación de cataratas con el fin de profundizar en los métodos empleados y entender su nomenclatura.
LOCS: The Lens Opacities Classification System
Este sistema de clasificación fue modificado en varias
ocasiones con el fin de incorporar mejoras que se adecuasen
a las necesidades crecientes de mayor precisión en la clasificación de la catarata, siendo la LOCS III la versión más utilizada hoy en día.
1. LOCS I5
Fig. 1. LOCS I. Imagen tomada del artículo original (LOCS I) donde se
muestran los grados corticales.
En el año 1988 se creó este sistema de clasificación de
cataratas seniles en el que se utilizaban como referencia fotografías estándar obtenidas bajo iluminación directa con
lámpara hendidura y por retroiluminación (Figs. 1 y 2).
Esta clasificación utiliza una serie de fotografías en blanco y negro obtenidas por retroiluminación para las cataratas
corticales (C) y subcapsulares posteriores (P) y fotografías en
color tomadas con lámpara hendidura para clasificar las cataratas nucleares en función del color y la opacidad nuclear (N).
Siguiendo este sistema, se da un valor numérico de 0 a
2, siendo 0 la ausencia de opacidad, 1 opacificación precoz y
2 catarata definitiva. Unos ejemplos:
• N0P0C0: cristalino no opacificado
• N0P0C2: catarata cortical
• N0P1C0: catarata temprana subcapsular posterior
215
III. EVALUACIÓN CLÍNICA
Fig. 3. LOCS III. Muestra las imágenes estándar de los diferentes tipos
de cataratas.
Fig. 2. Plantilla LOCS I. Plantilla utilizada para registrar a los pacientes
según la LOCS I.
Como consecuencia de la gran incidencia de cambios menores en la corteza del cristalino, el sistema subdivide la opacidad cortical en 1a (clínicamente insignificante) y 1b (cortical
temprana).
2. LOCS II6
Esta clasificación se realizó en 1989, es una versión más
completa que la anterior en la que se utiliza un conjunto de
imágenes a color obtenidas por lámpara hendidura y por retroiluminación, para valorar los distintos grados de catarata
nuclear, cortical y subcapsular.
La mayor diferencia con respecto a la versión anterior es
el número de imágenes de referencia:
• Cuatro imágenes para valorar la opacidad y la coloración nuclear
• Cinco imágenes estándar de catarata cortical
• Cuatro imágenes para subcapsular posterior
3. LOCS III7
El sistema de clasificación de opacidades de cristalino
versión III (The Lens Opacities Classification System III) es
una forma mejorada de clasificación de cataratas seniles basada en los datos aportados por el estudio de una serie de
ojos con lámpara hendidura y retroiluminación (Fig. 3).
Con este mejorado sistema, hemos conseguimos soslayar las limitaciones de la LOCS II (1989) realizando los siguientes ajustes:
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• Los grados de la catarata que establecen el color del
núcleo (NC) han pasado de cuatro, en la LOCS II, a seis
en la LOCS III.
• Se ha establecido una relación entre la escala de referencia del color del núcleo (NC) y dos medidas objetivas del mismo.
• Se han expandido las escalas que definen la opacidad
nuclear (NO).
• Ha permitido seleccionar grados intermedios de catarata entre los estándares establecidos.
• Permite medir valores intermedios de NO y NC.
• Valora estadíos tempranos de catarata subcapsular (P).
• Utiliza una escala decimal con un límite de confianza
del 95%.
Método de valoración:
• NO y NC: se han seleccionado fotografías en color
(Center for clinical cataract Research, Boston) de 5 x 5,
de ojos con NO o NC pero con mínima catarata cortical (C) (ver línea superior de la imagen).
• Catarata cortical (C): cada uno de los estándares de
catarata cortical han sido obtenidos de imágenes realizadas mediante retroiluminación, midiendo el porcentaje de área pupilar opacificado (ver línea media de la
figura 3).
• Catarata subcapsular posterior (P): se han recogido fotografías del Lens Opacities Case-Control Study, seleccionando aquellas con evidencia de p pero sin una C
significante, obteniendo cinco imágenes que oscilan
entre una p muy escasa y una muy significativa.
Reglas generales:
• Todos los estándares, se miden por intervalos numéricos sin contar el 0, el valor asignado indica en qué lugar
clasificamos la catarata a estudio o catarata problema.
• Las escalas oscilan entre 0,1 (claridad o no coloración) hasta 5,9 (muy opaco en caso de C y P) o 6,9
(muy opaco o turbio en caso de NO o NC)
• Se utilizan intervalos de 0,1 unidades; por tanto una
catarata clasificada como 2,5 se incluirá en un valor intermedio entre los estándares 2 y 3.
• La opacidad nuclear (NO) se obtiene comparando la
imagen tomada con lámpara hendidura con los están-
16. CLASIFICACIÓN DE LAS CATARATAS
dares que hacen referencia a la opacidad nuclear (1 a
6 con intervalos desde 0,1 a 6,9)
• La coloración nuclear (NC) se hace de forma similar a
la anterior comparando el color de la catarata problema con los estándares de la primera fila (1 al 6 con intervalos de 0,1 a 6,9)
• La catarata cortical (C) se visualiza en imágenes por
retroiluminación tomadas bien en el plano del iris (anteriores), bien en el de la cápsula posterior del cristalino (posteriores). Para decidir dónde clasificar una
opacidad, debe compararse con el tamaño de la zona
opacificada situado a las 6 horas en las imágenes de
referencia de C (de 1 a 5), y se valorarán en intervalos
desde 0,1 a 5,9.
• Para valorar la catarata subcapsular posterior (P) se
utilizan imágenes de cápsula posterior con luz indirecta, comparando con los estándar del 1 al 5 asignando
valores desde 0,1 a 5,9.
La clasificación LOCS III es una forma más objetiva de conocer la opacidad cristaliniana, que incluso nos puede dar
gran información sobre las posibles complicaciones de la cirugía de catarata, donde se ha visto que el grado de opacidad
nuclear se relaciona con la incidencia de rotura capsular durante la facoemulsificación, por ejemplo.
The Age–Related Eye Disease Study (AREDS) System8
El sistema AREDS clasifica las cataratas utilizando imágenes obtenidas por lámpara hendidura (Topcon® SL-6E, Japón) y cámaras de retroiluminación Neitz® (Neitz instruments
company, Japón) de once centros clínicos diferentes.
Fig. 4. Sistema AREDS. Se muestran las fotografías de referencia utilizadas para la clasificación de la catarata nuclear con este sistema.
Las fotografías se evalúan en un centro de lectura común
y se clasifican por grados en función de la severidad de la catarata.
1. Opacidad nuclear
Las imágenes obtenidas con lámpara hendidura, permiten analizar el grado de opacidad nuclear, comparando las fotografías con siete modelos de cristalino con una opacidad
nuclear creciente. Para valorarlas se utiliza un sistema numérico que va desde 0,9 (menos severo que el estándar 1) a 7,1
(más severo que el estándar 7) (Fig. 4).
2. Opacidad cortical y subcapsular posterior
Las fotografías obtenidas por retroiluminación, se usan
para clasificar la opacidad cortical y subcapsular posterior siguiendo el Wisconsin system for Classifying cataracts From
Phothographs.
Las imágenes de retroiluminación en la catarata cortical
y subcapsular posterior, muestran zonas de sombreado en el
reflejo rojo-anaranjado del fondo.
La extensión y la localización de la opacidad se valoran
mediante una gradilla formada por tres círculos concéntricos
que divide las fotografías obtenidas con la cámara Neitz® en
17 áreas (incluye el círculo central) (Fig. 5).
Para clasificar la opacidad cortical, la gradilla se coloca
delante de la imagen de cápsula anterior obtenida por retroiluminación (Fig. 6). El grado se catarata se dará en función
del porcentaje ocupado (con respecto a las 17 áreas en que
se divide la gradilla)
Para valorar la opacidad subcapsular posterior, se coloca
la gradilla sobre las imágenes de retroiluminación posteriores
y se valora, tan sólo, el porcentaje que se ocupa de entre las
9 regiones centrales de la gradilla (Fig. 7).
Fig. 5. Gradilla para clasificar opacidades corticales y subcapsulares
posteriores. Hay 17 áreas (8 en el anillo concéntrico periférico, 8 en el
anillo más central y la última es el círculo central).
217
III. EVALUACIÓN CLÍNICA
Tabla I. Características de la medida y método de valoración
Fig. 6. Valoración de la opacidad cortical. Utilizando la gradilla, se superpone la foto obtenida por retroiluminación, teniendo en cuenta las 17 áreas.
Característica medida
Método de valoración
• Espesor C1α a
• Haz de lampara hendidura a 45º
• Opacidad subcapsular anterior
• Haz focal ancho
• Opacidad cuneifore
• Haz focal estrecho
• Grietas
• Haz focal estrecho
• Vacuolas
• Retroiluminación
• Retropunteados
• Iluminación especular y retroiluminación
• Opacidad subcapsular posterior • Focal y retroiluminación
Fig. 7. Valoración de la opacidad subcapsular posterior. Utilizando la
gradilla, se superpone la foto obtenida por retroiluminación, teniendo en
cuenta las 9 áreas centrales.
De esta forma tenemos un sistema de clasificación que podría ser utilizado en estudios donde se necesite una colección de
datos estandarizados, pero tiene una serie de limitaciones como
son la relación coste-beneficio y actualmente, las limitaciones en
la evaluación de opacidades cristalinianas más severas.
The Oxford Clinical Cataract Classification and Grading
System9
Esta clasificación se basa en la morfología de la catarata
comparándola con unos diagramas estándar.
En ella se definen las zonas del cristalino en función de
las propiedades de dispersión de la luz.
La división más grosera la hace entre el núcleo y la corteza; esta última la divide en varias áreas concéntricas al núcleo, cada una de ellas con una zona anterior (A) y otra posterior (P) en relación a la localización con respecto al núcleo:
• C1: la parte más anterior de la corteza tras la cápsula.
A su vez la divide en α y β‚ en función del grado de dispersión de la luz.
• C2: área que sigue a C1.
• C3: pertenece junto a C4 a la corteza perinuclear.
• C4: La zona más cercana al núcleo.
Las características que evalúa esta clasificación son las
siguientes:
• Corticales:
– Opacidad subcapsular anterior: definida como área
de opacificación adyacente a la cápsula anterior.
– Opacidad subcapsular posterior: localizada en la
zona C1 P.
– Opacidades cuneiformes: cuñas opacificadas periféricas visibles por retroiluminación.
– Fisuras: localizadas de forma más frecuente en la
zona C2.
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• Punteados focales
• Haz a 45º
• 2 mm de altura
• 0,7 mm de anchura
• Turbidez del núcleo
• Haz a 45 º
• En núcleo posterior y máxima
potencia
• Reflexión de la luz en el núcleo •
•
•
•
Haz a 45 º
En núcleo anterior
0,3 mm de anchura
Máxima potencia
– Vacuolas: vistas como espacios quísticos, típicamente en la zona C2.
– Punteados posteriores: diferenciados de las vacuolas por el tamaño y las propiedades refractivas, situados típicamente en las zonas C3 y C4.
– Punteados focales: opacidades puntiformes que varían de color desde azules, grises o blancas, son
más frecuentes en C2.
– Espesor de la zona C1Δ A: se evalúa en el centro del
eje óptico.
• Nucleares:
– Turbidez o coloración nuclear (se examinará el color
de la zona posterior del núcleo): amarillo pálido, amarillo oscuro, naranja, marrón rojizo, marrón oscuro.
– Reflexión de la luz si no hay turbidez (debe valorarse en la zona anterior del núcleo): valora el reflejo
blanco de la luz al impactar con el núcleo.
Los grados vendrán dados en función de las características descritas:
• Características corticales:
– Espesor C1 (grado 1: < ó = 25 micrómetros de tamaño; grado 2: > 25; < ó = 75 micrómetros de tamaño; grado3: > 75; < ó = 125 micrómetros de tamaño; grado 4: > 125; < ó = 175 micrómetros de
tamaño; grado 5: > 175 micrómetros de tamaño).
– Opacidad subcapsular anterior (grado 0: ausencia;
grado 1: hasta un 20% de diámetro; grado 2: > 20%
16. CLASIFICACIÓN DE LAS CATARATAS
a 40%; grado 3: > 40% a 60%; grado 4: >60% a
80%; grado 5: > 80% a 100%).
– Opacidad cuneiforme (grado 0: ausentes; grado 1:
hasta un 20% del área; grado 2: > 20% a 40%; grado 3: > 40% a 60%; grado 4: > 60% a 80%; grado
5: >80% a 100%).
– Fisuras: siguen una configuración radial (grado 0:
ausentes; grado 1: hasta un 20% del área; grado 2:
> 20% a 40%; grado 3: > 40% a 60%; grado 4: >
60% a 80%; grado 5: > 80% a 100%.
– Vacuolas: se clasifica en función del número de vacuolas presente (grado 0: ausentes; grado 1: 1 a 4;
grado 2: 5 a 20; grado 3: 21 a 90; grado 4: 91 a
403; grado 5: > 404).
– Retropunteados: clasificación similar a las vacuolas
(grado 0: ausencia; grado 1: 1 a 3; grado 2: de 4 a
11; grado 3: de 12 a 36; grado 4: de 37 a 121; grado 5: > 122).
• Opacidad subcapsular posterior: son típicamente circulares y al igual que las opacidades anteriores se clasifica en
función del diámetro (grado 0: ausencia; grado 1: hasta un
20% de diámetro; grado 2: > 20% a 40%; grado 3: > 40%
a 60%; grado 4: > 60% a 80%; grado 5: > 80% a 100%).
• Punteados focales: suelen incrementarse hacia la periferia (grado 0: ausentes; grado 1: de 1 a 3; grado 2:
de 4 a 9; grado 3: de 10 a 27; grado 4: de 28 a 81;
grado 5: más de 82).
• Características nucleares; se valoran la coloración y la
reflexión nuclear.
– Coloración nuclear (grado 0: no color amarillo detectable; grado 1: amarillo claro; grado 2: amarillo oscuro; grado 3: anaranjado; grado 4: marrón rojizo;
grado 5: marrón negruzco).
– Reflexión del núcleo: en función de la cantidad de luz
blanca que se refleja hacia el observador por el núcleo del cristalino. Se clasifican en función del porcentaje de luz reflejada (grado 1: 19,8%; grado 2: 30%;
grado 3: 43,1%; grado 4: 59,1%; grado 5: 78,7%).
Este sistema de clasificación se confeccionó en 1986, se
convirtió en una herramienta clínica valiosa por la facilidad de
su uso y porque además podía combinarse con otros métodos fotográficos. Uno de los mayores inconvenientes es el
tiempo que requiere para realizarlo de forma correcta.
Fig. 8. Gradilla utilizada en el Beaver Dam Eye study. Gradilla utilizada para la clasificación de la opacidad cortical y subcapsular posterior.
Beaver Dam Eye study10
Esta clasificación se desarrolló en 1990 con el fin de valorar la presencia y severidad de la catarata senil estudiando
pacientes con edades comprendidas entre 43 y 84 años.
En ella se valora la esclerosis nuclear en cinco niveles y
las opacidades corticales en función del área afectada.
Para llevar a cabo este estudio, tras la dilatación pupilar
se realizaron fotos a los pacientes por retroiluminación y con
iluminación directa mediante lámpara hendidura. Se separaron las fotografías en función del ojo estudiado (izquierdo o
derecho) y se analizaron de forma independiente.
• La clasificación de la esclerosis nuclear se hizo comparando los cristalinos a estudio con 4 estándares, obteniendo varios grados (grado1: claro o más claro que
el estándar 1; grado 2: más claro que el estándar 2
pero menos que el 1; grado 3: más claro que el estándar 3 pero menos que el 2; grado 4: más claro que el
estándar 4 pero menos que el 3; grado 5: más severo
que el estándar 4).
• Para valorar la opacidad cortical y subcapsular posterior, se utilizó una gradilla dividida en 9 áreas: 1 central y 8 periféricas. Los grados se estiman en función
de las áreas opacificadas (Fig. 8).
Clasificación de Barraquer11
Esta clasificación sigue unas pautas muy similares a las
de la LOCS III.
Fig. 9. Clasificación de Barraquer. Imágenes de referencia para la clasificación de cataratas de Barraquer.
219
III. EVALUACIÓN CLÍNICA
Se pretende dividir a las cataratas determinando su densidad en tres aspectos: nuclear (N), cortical (C) y subcapsular posterior (SCP) (Figs. 9 y 10).
• N (nuclear): se clasifica de 1 a 10, según la densidad
del núcleo, siendo el 0 cristalino transparente.
• C (cortical): de 0 a 3 cruces según el área y la densidad del córtex anterior y el posterior si es visible (0: no
existe; +: < 1/4 ó leve; ++: 1/4 a 2/3 ó moderada;
+++: > 2/3 ó severa).
• SCP (subcapsular posterior): de 0 a 3 cruces según el
área y densidad afectada (0: no existe; +: < 1/4 ó leve;
++: 1/4 a 2/3 ó moderada; +++: > 2/3 ó severa).
Otras clasificaciones
Se han descrito multitud de clasificaciones:
• Clasificaciones que se basan en imágenes de lámpara
hendidura y oftalmoscopio directo12.
• Clasificaciones que designan en función de la coloración del núcleo, la dureza, su diámetro y espesor nuclear13 mediante una serie de fórmulas:
– Dureza núcleo: 0,256 x color + 0,146 N (donde el
color es: 1+: amarillo/gris; 2+: marrón claro; 3+:
marrón; 4+: marrón oscuro; 5+: negro; y N la fuerza
que se requiere para cortar el núcleo con una guillotina expresada en newtons).
– Espesor del núcleo: 0,209 x color + 2,611 mm.
– Diámetro del núcleo: 0,274 x color + 6,556 mm.
• En función del color del núcleo y la concentración de
sodio y proteínas14.
• Cálculo de densitometrías del cristalino basado en métodos con cámara Scheimpflug.
Como ya hemos comentado, hay multitud de clasificaciones siguiendo diferentes criterios, por lo que resulta poco
práctico e inabarcable, incidir en todas ellas; por esto, hemos
tratado de explicar, a grandes rasgos, los sistemas de clasificación de catarata más clásicos con el fin de entenderlos y
sobretodo ser conscientes de que una correcta clasificación
de la catarata es una herramienta clínica muy valiosa a la
hora de entender las manifestaciones, establecer el tratamiento más adecuado y valorar posibles complicaciones. Sin
embargo, tal vez la mayor utilidad que se puede derivar de un
sistema de clasificación de cataratas es poder definir los posibles factores de riesgo sobre cada tipo de catarata y valorar la posible eficacia de medidas preventivas sobre su evolución.
TENDENCIAS DE CLASIFICACIÓN ACTUALES
Actualmente se están utilizando técnicas que eliminan
totalmente la subjetividad y que permitan objetivar la información recogida. Entre tales sistemas, destacaríamos las
valoraciones obteniendo datos densitométricos con cáma220
Fig. 10. Clasificación de Barraquer. Notas incluidas en la clasificación
de Barraquer.
ra Scheimpflug15 (ver capítulo correspondiente). Otros métodos similares estarán en uso clínico en el futuro inmediato.
El futuro de los sistemas de clasificación está en estos
nuevos métodos que, además, serán de gran valor a la hora
de programar los parámetros óptimos para realizar la facoemulsificación minimizando así el daño producido por los ultrasonidos.
CONCLUSIONES
La correcta clasificación de la catarata es un proceder de
gran importancia en nuestra práctica clínica, pero cuya importancia se infraestima en muchas ocasiones.
Debemos insistir en la necesidad de clasificar adecuadamente las cataratas; tal esfuerzo es de gran utilidad tanto
para realizar estudios epidemiológicos, indicaciones quirúrgicas, valoración adecuada de la técnica de facoemulsificación
requerida así como para tener en cuenta las posibles complicaciones que pueda haber durante la cirugía.
16. CLASIFICACIÓN DE LAS CATARATAS
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