¿Vitalidad bajo mínimos?

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¿Vitalidad bajo
mínimos?
Pautas nutricionales
para sentirte a tope
Llevar un estilo de vida saludable no solamente te permite ganar vitalidad
y belleza, también te hace sentirte bien contigo mismo, te conecta con tu
Por Marta Bellmont
verdadero ser y aumenta tu potencial
creador. Solo requiere que cambies
algunos hábitos, entre ellos, tu manera de alimentarte
C
Por Carla Zaplana, coach nutricional
uántas veces has probado mil y una dietas
en busca del cuerpo deseado? ¿Cuántas has
hecho verdaderas atrocidades con la comida
solo por caber en aquel vestido que compraste
cinco años atrás? ¿Cuántos suplementos proteicos has tomado para definir tu musculatura y lucir palmito en la playa?
¡Basta ya! Ha llegado el momento de abandonar las dietas,
de dejar de probar suplementos milagrosos que prometen lo
imposible y de poner fin al maltrato de tu cuerpo. Piénsalo:
si no lo cuidas, ¿en qué cuerpo vas a vivir? Él es lo único que
te pertenece de verdad y que llevarás siempre contigo. Pero
¿cómo cuidarlo, conservarlo sano y conseguir mantener el
peso adecuado para siempre?
En estas páginas vas a descubrir que el secreto no es otro
que llevar un estilo de vida saludable que puedas mantener
toda la vida. Un estilo de vida que te permita sentir que estás
viviendo tu mejor potencial y te haga apreciar tu cuerpo y
tu manera de ser. Que te mantenga alineado con tus valores y te ayude a alcanzar tus metas. Un estilo de vida en el
que la alimentación no requiera contar calorías, sino que
sea compatible con tus obligaciones y que te haga sentirte
pleno.Veamos en qué consiste…
ERES LO QUE COMES
Somos lo que comemos, pensamos y sentimos. Somos el
resultado de todas nuestras vivencias sensoriales y emocio94 ■ Psicología
nales, por lo tanto, también fruto de aquello de lo que nos
alimentamos.Y en este ámbito de la alimentación, te contaré
mi vivencia para que entiendas mejor esta idea.
De pequeña me fascinaban las frutas. Me encantaba subirme
a los árboles del huerto de mi abuelo, y allí, sentada en sus
ramas, zamparme las cerezas, los albaricoques y los melocotones como si fueran caramelos. Sus colores me cautivaban,
y su sabor aún más. Cuando aprendí a leer, recuerdo que me
pasaba horas y horas hojeando los libros de alimentación
que mi madre tenía en casa. La idea de que esos alimentos
que tanto me gustaban me ayudaban a estar sana empezó a
grabarse en mi subconsciente. Hasta que llegó el momento
de ir a la universidad: un momento delicado en casa me
llevó a orientar mi carrera hacia algo que me conectara a mi
raíces, algo tan íntimo y tan esencial como es la nutrición.
Y así me gradué como dietista-nutricionista, y poco a poco
mi alimentación fue equilibrándose más.
Después me fui a Estados Unidos a seguir indagando en
nuevos estilos de alimentación, y allí descubrí que, a pesar
de mantener las mismas costumbres y cocinar de la misma
forma que en España, los efectos sobre mi cuerpo no eran
los mismos: subí de peso, me sentía hinchada, me apareció
acné y mi ánimo y energía bajaron en picado. ¿Qué me
estaba pasando? Mi fe en el poder curativo de los alimentos
me llevó a investigar cómo se cultivaban y procesaban los
alimentos, y a partir de ello, me volví más selectiva. Descarté
+ INFO
SUPERFOODS.
Carla Zaplana.
Editorial: Planeta.
Páginas: 230.
Precio: 17,90 € (en
papel) y 9,99 € (ebook).
www.carlazaplana.com
Psicología ■ 95
el consumo de todo tipo de carne y los lácteos, y
empecé a ingerir más verduras, sobre todo vegetales
frescos y crudos.
Aprender de grandes maestros y escuelas, como
la Mathew Kenny Culinary Academy, el Living
Light Institute de California y el Ann Wigmore
Institute en Puerto Rico, y poner en práctica sus
conocimientos me ayudó a recuperar mi peso, a
tener mi piel clara y limpia, y lo más importante,
a ganar vitalidad y optimismo. Los zumos verdes
fueron la clave de mi cambio de alimentación, y
con ello de mi estilo de vida. Más tarde conocería
los superalimentos, con los que enriquecer los platos
y aumentar la vitalidad.
Toda esa formación y experiencia me han llevado
a creer en las bondades de los alimentos naturales,
en especial de los crudos y los que conservan todos
o gran parte de sus micronutrientes, pues estos son
las piezas esenciales que nuestro organismo necesita
para funcionar correctamente, combatir el envejecimineto de las células y disfrutar de gran vitalidad.
VEGETALES CRUDOS: APUESTA SEGURA
A partir de esa formación y experiencia, adquirida a
través de la experimentación con mi propio cuerpo
así como de los logros conseguidos por mis clientes,
he desarrollado una filosofía o estilo de vida saludable a la que he llamado Comer Limpio. Gran parte
de ella se basa en la alimentación, pues es a través
de esta como podemos cambiar nuestra manera de
vivir y nuestra visión del mundo. Se fundamenta
en los siguientes cinco pilares:
1. Del huerto a la mesa. Supone comer alimentos que estén lo menos procesados posible, es
decir, lo más parecido a los que la naturaleza nos
ofrece. Asimismo, conviene que sean tan ecológicos como podamos con el fin de evitar las
toxinas expuestas en la comida, como herbicidas,
pesticidas, edulcorantes artificiales y otros aditivos utilizados por la industria alimentaria.
2. Dar prioridad a los vegetales verdes. Estos
vegetales de hoja verde han de ser la base de la
alimentación, pues son muy depurativos, tonificantes y oxigenadores y nos permiten seguir una
alimentación alcalina. Además hay que incluir
otros en crudo para que aporten el máximo
en vitaminas, minerales, antioxidantes, enzimas
activas y otros fitoelementos claves.
3. Evitar posibles alérgenos. Se trata de aquellos alimentos que pueden, en algunas personas,
desencadenar cuadros de irritación, hipersensibilidad y alergia, como el gluten, los lácteos y
la cafeína.
4. Cuidar el sistema digestivo. De hecho, mantenerlo sano es el secreto para disfrutar de un estado de salud general bueno. La filosofía “comer
limpio” respeta la combinación de los alimentos
para agilizar las digestiones, conservar una adecuada flora intestinal, reforzar las defensas, ganar
energía, mejorar condiciones de la piel, deshincharnos y perder o mantener el peso correcto.
5. Recargarse de energía. Lo puedes conseguir
incorporando a tu día a día aquellos factores
que, sin ser comida, alimentan tu alma y te car-
Alimentos que potencian tu buen humor
Muchos factores contribuyen
a aumentar los niveles de
serotonina y a mantener un
buen estado de ánimo. Así,
empezar el día con un desayuno saludable y completo
nos permitirá enfocar el día
con buen pie. Además practicar deporte, exponernos al
sol, descansar, hacer el amor
y ser agradecido son piezas
clave para mantener la sonrisa en la cara. Y no hay que
olvidar que una alimentación
96 ■ Psicología
sana te ayuda a sacar lo mejor
de ti y a mantener una actitud
positiva ante la vida. Estos
nutrientes ayudan:
Carbohidratos complejos: aumentan los niveles
de serotonina, hormona de la
felicidad. La clave es consumir los mínimamente procesados y que no desencadenen
subidas ni bajadas de azúcar
en sangre. Opciones: arroz
integral, arroz salvaje, quinoa,
mijo, avena y amaranto.
Alimentos ricos en selenio: la deficiencia de este
mineral genera irritabilidad,
depresión y problemas de
tiroides. No se necesita una
gran cantidad y se puede
alcanzar consumiendo, por
ejemplo setas, nueces de Brasil, marisco, atún, cereales,
semillas y otros frutos secos.
ricos en folatos: la carencia de folatos se relaciona
con la bajada de los niveles
de serotonina en el cerebro,
y por lo tanto, con la depresión. Para compensarla, toma
alimentos ricos en vitamina
B9 y en ácido fólico, como vegetales de hoja verde oscuro
como la col kale, las acelgas y
espinacas, y legumbres como
guisantes, lentejas y judías.
ricos en ácidos grasos
omega-3: un estudio de
la Universidad de Pittsburg
mostró que las personas con
niveles de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 tenían
gan de energía para continuar. Básicamente son
las emociones positivas generadas por las relaciones (familiares, sociales y de pareja), el trabajo,
el ejercicio físico, las aficiones y la espiritualidad
las que ayudan en tal propósito.
APRENDER A QUERERTE
ES EL PUNTO DE PARTIDA
La filosofía Comer Limpio es apta para todo el
mundo. No implica ser vegano, pues contempla
también productos de origen animal, e incluso
carne, siempre que sean de calidad y se consuman
de forma moderada y consciente. Comer limpio
también supone aprender a quererse y perdonarse
en todo momento. Estamos en esta vida para vivir
muchas experiencias, y todas ellas aparecen en nuestro camino para acercarnos más a nuestro propósito.
A continuación quiero contaros en qué se traduce
un día concreto siguiendo este estilo de vida:
✽ Me despierto a las 6:30, me lavo la cara, los
dientes y la lengua, tomo un vaso de agua tibia
con el zumo de medio limón, me pongo ropa
deportiva y voy al estudio de yoga o bien salgo a
caminar a paso ligero en compañía de una buena
amiga. Esto me carga las pilas para afrontar el
resto del día.
✽ Al llegar a casa, me ducho, y antes de entrar
a la oficina, preparo un generoso zumo o batido
verde enriquecido con superalimentos (polen de
abeja, hierba de trigo, maca, acai…).
✽ Cuando llego al despacho, conecto los dispositivos electrónicos y empiezo mis sesiones con
un riesgo más elevado de
sufrir una ligera depresión y
un humor pésimo. Tomar semillas de lino o de chia, algas
o pescado azul, todos ricos en
omega-3, mejora el ánimo.
ricos en vitamina D: la
fuente por excelencia de vitamina D es la exposición solar.
En invierno es recomendable
tomar una suplementación
de esta vitamina, así como
alimentos ricos en ella como
setas, pescado y huevos.
clientes, reuniones, redacción de artículos y otros
proyectos que requieren concentración. Siempre
tengo cerca una botellita de agua o infusiones
para hidratarme. Entre tarea y tarea, estiro las
piernas, movilizo el sistema linfático y estimulo la
circulación de la sangre.
✽ A mediodía, cuando siento hambre, tomo un
almuerzo sencillo, que suele ser una ensalada a
base de hortalizas de temporada, semillas o frutos
secos y una buena salsa como aderezo. Dos o tres
veces por semana le añado cereales sin gluten
(arroz salvaje, quinoa) o legumbres.
✽ Por la tarde sigo trabajando en el despacho o
salgo a reuniones o a hacer recados, y a la hora de
cenar, o bien me encuentro con amigos y vamos
a explorar nuevos restaurantes con opciones saludables, o bien preparo en casa cremas de verduras
o sopas a las que añado levadura de cerveza, crudités o copos de algas, acompañado de algún tipo
de galleta salada o cracker. Si tengo más hambre,
preparo hummus con legumbres o frutos secos.
✽ Siempre ceno temprano, así dejo tiempo
suficiente para terminar la digestión antes de
meterme en la cama. En ese rato aprovecho para
leer, ver alguna película o documental, escuchar
audios o escribir en mi diario mientras tomo la
última infusión del día.
✽ Antes de apagar la luz, pongo el teléfono
móvil en modo avión, practico cinco o diez
minutos de respiración consciente, recuerdo
tres cosas por las que estoy agradecida…
¡y a por unos dulces sueños!
ricos en magnesio: este
mineral relaja los músculos,
reduce el estrés y mejora el
humor. Así pues, aumenta tu
ingesta de vegetales, legumbres, frutos secos y cacao
crudo y lo notarás.
ricos en hierro: cuando
falta hierro, aumenta la fatiga
y el cansancio y se produce
irritabilidad y tristeza. Mantener una alimentación rica en
hierro le conviene a tu rendimiento físico e intelectual y a
tu salud emocional. Las algas,
legumbres, vegetales de hoja
verde, pipas de calabaza y
cacao crudo tienen mucho
hierro.
Grasas vegetales: el
cerebro las necesita para
funcionar correctamente, y
las poliinsaturadas que se
encuentran en los vegetales
son responsables de una piel
bonita, limpia y más joven, lo
que sin duda es satisfactorio.
No lo dudes e incorpora en tu
alimentación aceitunas, aguacate, frutos secos, semillas y
aceites vegetales como el de
coco y oliva, aunque siempre
todo ello con moderación.
Alimentos picantes:
muchos de ellos tienen un
efecto termogénico que
incrementa la circulación,
haciendo que el cerebro libere
más endorfinas y que suba tu
estado de ánimo. Añade a tus
platos chiles y especias como
el jengibre.
Psicología ■ 97
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