Para acabar con la violencia contra las mujeres Debemos unirnos todos y todas Mensaje de la Secretaria General Adjunta de ONU Mujeres, Michelle Bachelet Nos unimos a los millones de mujeres y hombres, grupos comunitarios, redes de derechos de las mujeres, contrapartes del gobierno, parlamentarias/os, trabajadores/as de la salud y profesores/as, quienes han hecho del 25 de noviembre -el Día Internacional para poner Fin a la Violencia contra las Mujeres- un día para unirnos y renovar nuestro compromiso común para terminar con la pandemia global de violencia contra las mujeres. Alrededor del mundo, mujeres y niñas continúan sufriendo violencia dentro y fuera de sus hogares, a menudo en manos de sus parejas o personas de confianza. La violencia de género, particularmente la violencia sexual, se ha convertido también en un problema persistente en situaciones de conflicto armado. Detener las violaciones de los derechos de la mujeres es un imperativo moral y por lo que debemos juntarnos para combatirlo. El impacto de este un azote de la sociedad- psicológico, físico y económico – no puede ser exagerado. Abordar esta violación persistente puede también revertir en un impacto económico reduciendo significativamente la productividad e incrementando los costos del cuidado de la salud – fondos desperdiciados en un problema prevenible. La Campaña del Secretario General “Únete para poner fin a la violencia contra las Mujeres” ha dado nuevo ímpetu a los esfuerzos para eliminar la violencia contra las mujeres. Más de 130 países tienen ahora leyes contra violencia doméstica, sin embargo, se necesita hacer más para reforzarlas y luchar contra la impunidad. Más hombres y organizaciones de hombres están uniéndose a la campaña para poner fin a la violencia contra mujeres y niñas, pero necesitamos combatir actitudes y comportamientos que permiten o incluso fomentan esta violencia. Necesitamos servicios para que millones de mujeres y niñas que sobreviven al abuso cada año, puedan recuperarse y obtener justicia. Necesitamos que los perpetradores rindan cuentas. Necesitamos intensificar los esfuerzos de prevención para que algún día no necesitemos reunirnos más el 25 de noviembre y pedir que se ponga fin a la violencia contra las mujeres. Unirnos en los esfuerzos para poner fin a la violencia es responsabilidad de todos y todas. Gobiernos, compañías privadas, grupos de la sociedad civil, comunidades y ciudadanos/as individuales, todos/as pueden hacer una contribución importante. Hombres y niños deben ser activos en el fomento del respeto por las mujeres y tolerancia cero para la violencia. Líderes culturales y religiosos pueden enviar mensajes claros sobre el valor de un mundo libre de violencia contra las mujeres. En la medida que nos unimos para eliminar la violencia, una parte básica de nuestra responsabilidad debe ser proveer recursos suficientes. Hasta ahora, esta inversión ha sido inadecuada. El año pasado, el Fondo Fiduciario de Naciones Unidas para eliminar la violencia contra las mujeres, cumplió solamente con el 3% de las solicitudes recibidas para programas vitales para el progreso. El Fondo tiene una meta de financiamiento de US$100 millones anuales, que todos/as podemos hacer lo posible para que se alcance. Estos fondos irán a gobiernos, grupos de la sociedad civil y Agencias de Naciones Unidas, a la vanguardia del cabildeo e innovación para eliminar la violencia contra las mujeres y niñas. Paso a paso, podemos trabajar juntos/as hacia el día en que todas las mujeres vivan libres de violencia y desarrollen todo su potencial como agentes poderosas para lograr sociedades prósperas y pacíficas.