JAZZ ESCENARIOS 29 Enero, 2016 El piano de jazz de vanguardia se libera actualmente entre la tradición afroamericana más abierta y la contemporaneidad más lacerante de la música clásica occidental. A veces ambas expresiones coinciden en un mismo teclado, aportando una tercera solución creativa a una música que nace sin antecedentes concretos y sobrevive en el filo de la inspiración. Hay, finalmente, pianistas urgentes Francotiradores del Free Jazz El pianista Agustí Fernández convoca, este sábado en el Auditorio Nacional, al trompetista Peter Evans y al contrabajista Barry Guy. Juntos desplegarán una sesión de espontaneidad jazzística entre lo carnal y lo intelectual. es el Electro-Acoustic Ensemble del saxofonista británico Evan Parker. Solos, dúos, tríos, cuartetos, orquestas… Está claro que a Agustí Fernández le vale cualquier formato, ya que su compromiso creativo siempre es el mismo: explorar nuevos lenguajes sonoros con los que descubrir emociones nuevas. Mismas intenciones comparte con los dos hombres que ahora le PETER EVANS ESTHER CIDONCHA que llevan su talento más allá de la última frontera jazzística, la que pudiera marcar el free jazz, construyendo un universo sonoro tan exclusivo como fugaz. Son instrumentistas que hacen justicia a la auténtica creatividad y cuya obra no aspira a otra cosa que a la existencia efímera, la que nace y muere en el instante, traduciendo en sonido todo un mundo de emociones que tienen que ver más con estímulos fugaces. Muchos le dicen libre improvisación y entre sus francotiradores más autorizados nuestro país cuenta con un músico con una capacidad interpretativa mayúscula, y una imaginación monumental. Se llama Agustí Fernández (Palma de Mallorca, 1954) y sobre sus manos descansa buena parte de la actitud jazzística más aventu- rera y experimental de nuestro tiempo, un claro heredero del pianismo de maestros admirados como Cecil Taylor. El mallorquín comparece estos días en el Ciclo de Jazz del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) en compañía de dos escoltas de auténtico lujo, el contrabajista Barry Guy y el trompetista Peter Evans. Agustí Fernández comentaba, a su paso por el Festival de Jazz de Madrid de Conde Duque, que la única verdad musical reside en el directo, como el que entonces firmaba junto a la baterista gallega Lucía Martínez. Además del dúo, el mallorquín se siente grande en la intimidad del piano solo e igualmente cómodo en el formato de trío, como el que presenta en el Auditorio Nacional este sábado (30). Incluye en una de las esquinas de este triángulo imprevisible y audaz a Peter Evans, el trompetista de esa formación de bebop gamberro y canalla que es Mostly Other People Do the Killing, aunque a menudo su trinchera la ocupe el baterista Ramón López. La segunda línea del trío le corresponde un viejo amigo y colaborador del pianista, Barry Guy, a cuya New Orchestra pertenece desde hace años, como también pertenece a ese otro laboratorio sin pasado, presente ni futuro que Agustí Fernández es heredero de Cecil Taylor, un músico con una capacidad interpretativa mayúscula y una imaginación monumental acompañan, ya que tanto Guy como Evans se mueven igualmente entre lo intelectual y lo físico y carnal. Profesional desde los trece años, el pianista ha sido director y cofundador de la Orquesta del Caos y del colectivo IBA (Improvisadors de Barcelona), junto con Joan Saura y Liba Villavecchia, así como el primer músico español en formar parte del prestigioso catálogo de ECM, gracias a su intervención en el álbum Memory/Vision del mencionado Evan Parker. Asimismo, Fernández fue el primer profesor de improvisación en la Escuela Superior de Música de Barcelona, trabajando actualmente con distintos proyectos como el Ensemble Improptu, los tríos Aurora y TriEZ y un sinfín más. PABLO SANZ 2 9 - 1 - 2 0 1 6 1 EL CULTURAL 35