nota de prensa

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28/10/2008
La crisis actual se parece a la de 1929, salvando las distancias
El origen y las respuestas son comunes, sin embargo, el contexto económico global y
el mercado financiero son sustancialmente diferentes.
E. Morales / V. Relaño / C. Porras
EL 24 de octubre de 1929 se produjo el crash de Wall Street. Ese día más de 13 millones de títulos no
encontraron comprador lo que provocó la ruina de miles de inversores. Tras un viernes de subida, el
lunes y sobre todo el martes siguiente, días 28 y 29 de octubre, la bolsa entró en caída libre. Hoy se
cumplen 79 años de aquel martes negro en el que se produjo el cataclismo bursátil que provocó que
cientos de estadounidenses se arruinasen en cuestión de horas, que numerosas fortunas
desapareciesen del mapa contable y que muchos, que no lograron asumir las pérdidas de su dinero, se
lanzasen desde las ventanas de Wall Street.
Las consecuencias en la economía real, que en la actual crisis están por ver, fueron devastadoras.
Uno de cada cuatro estadounidenses perdió su trabajo y millones de personas se quedaron en la
miseria. Cientos de empresas quebraron y la crisis derivó hacia todos los sectores.
Causas y respuestas
Si bien muchos analistas y economistas admiten importantes coincidencias entre una crisis y otra,
sobre todo los que defienden que lo peor está por llegar, son muchas las diferencias, aunque sólo sea
por lo que ha cambiado el contexto económico y financiero.
Para el profesor Juan Hernández Andreu, autor del libro España y la crisis del 29, Estados Unidos
vive la actual crisis con mayor fortaleza que la del 29, que dejó un largo sendero de desempleo y
pobreza. De nada sirvieron las tradicionales medidas anticrisis, como el control de los gastos y la
disminución de los créditos y se optó por un radical intervencionismo.
El presidente americano Franklin Roosvelt impulsó el popular New Deal, un plan diseñado para
regularizar la economía y que favorecía la presencia del Estado en la misma. Se iniciaba así un larga
etapa de fuerte intervención económica.
El catedrático de Economía, Ramón Tamames sostiene que “está sobrevolándonos la gran depresión
del 29”. Sin embargo, en declaraciones realizadas a LA GACETA asegura que aunque “la actual crisis
tiene una gravedad extraordinaria, se está interviniendo rápidamente. Ha habido fallos terribles, como el
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de Lehman Brother, un banco al que no se debía haber dejado en quiebra”.
Para Tamames una diferencia sustancial entre ambas situaciones es la rapidez con que se trasladó a
la economía real en 1929. “Aquella crisis se inició con un crack bursátil de dimensiones mayores que la
actual y se contagió enseguida a la economía real.
En la crisis actual, creo que siendo importante el contagio, la célebre metástasis, todavía no es tan
brutal. Vamos a ver si llegan a tiempo las medidas impulsadas por los Gobiernos y si la banca
empiezan otra vez a desempeñar su papel en los mercados interbancarios y en los de créditos para las
familias. Esto todavía no se ve muy cerca, pero por el momento se ha parado la crisis sistémica”.
El catedrático de Economía en la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín, ve más diferencias,
al menos seis, que similitudes. En un reciente artículo en La Vanguardia señala que los depósitos
bancarios en el 29 no estaban asegurados, lo que provocó el pánico de los ahorradores. En segundo
lugar, aquel sistema monetario se basaba en el patrón oro, lo que impedía a la Reserva Federal
incrementar la liquidez del sistema, como se ha hecho ahora. La tercera diferencia es que en 1929
había deflación y esto provocaba que, mientras la deuda de las familias se mantenía constante, su
capacidad de pago se reducía.
Renta
Una cuarta diferencia es que en no es lo mismo una caída del 25% de una renta per cápita de 6.000
euros en 1929, que de los 36.000 de ahora. Quinta diferencia: Estados Unidos quiso resolver la crisis
de 1929 con proteccionismo, al culpar de ella a los extranjeros y promover las compras de productos
americanos, poniendo aranceles a importaciones.
La sexta diferencia que manifiesta Sala en La Vanguardia es que mientras que en 1929% el
rendimiento de las inversiones de las empresas era del 0,5%, en este momento alcanza el 10%.
Pero sí que hay similitudes entre la crisis actual y la de 1929. El catedrático de Economía de la
Empresa en la Universidad Autónoma de Madrid, Emilio Ontiveros recordaba ayer mismo unas
imágenes de la BBC de dos colas en una oficina del Northern Rock antes de su nacionalización. “Si
quitabas el color al televisor, parecía una película de Frank Capra de la crisis de 1929, con una cola
para la sopa y otra para recuperar los depósitos”.
Interrelación
En cualquier caso, en la época del crash de 1929, las economías tenían una menor interrelación,
mientras que ahora el mundo está mucho más globalizado, lo que acelera el contagio de las situaciones
de crisis entre las diferentes economías.
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