El Congreso de 1824 y la Constitución Unitaria de 1826. Luego de varios pactos interprovinciales en donde la temática de la unión política y la organización constitucional fueron aspectos centrales, finalmente se llega a la reunión de un Congreso en la ciudad de Buenos Aires. La organización del país seguía pendiente y el sucesor de Martín Rodríguez en la gobernación de Buenos Aires, Gregorio las Heras, convoco a un Congreso Constituyente. Los representantes para este Congreso fueron elegidos por las provincias en número proporcional a su población, por lo que la delegación porteña tuvo mayor presencia a la hora de las decisiones. El Congreso tuvo que atender dos problemas urgentes en sus inicios. Por un lado la posibilidad de una guerra con el imperio de Brasil, debido a la ocupación brasilera de la Banda Oriental. Por otro lado el gobierno de la provincia de Buenos Aires estaba negociando un préstamo y un tratado comercial con gran Bretaña, que se harían efectivos cuando existiera un gobierno central. Las gestiones fueron hechas por Rivadavia quien más adelante sería elegido presidente de la República Unitaria. Igualmente aunque no se conformo un gobierno nacional, la casa prestamista británica Baring Brothers, envió el dinero de Buenos Aires (1824), con la idea de que esos recursos sean utilizados para la modernización económica. En 1825, mediante la Ley Fundamental, el Congreso estableció un poder ejecutivo provisorio en manos del gobierno de la provincia de Buenos Aires, que quedaba a cargo de las relaciones exteriores y la guerra. Las provincias conservaban sus autonomías y la constitución que dictase el congreso debía ser ratificada por ellas para entrar en vigencia. Ese mismo año se firmo el tratado de amistad, comercio y navegación con Gran Bretaña. El Congreso al poco tiempo dicta dos leyes más: Ley de Presidencia y Ley de Capitalización. La primera creaba un poder ejecutivo unipersonal, mientras que la segunda capitalizaba nacionalmente la ciudad de Buenos Aires. Este Congreso emite tres leyes y una Constitución de carácter unitario y una concepción fuertemente restrictiva en cuanto a otorgar derechos de ciudadanía. En su artículo 26 establecía que “Se suspenden (los derechos del ciudadano): 1- Por no haber cumplido veinte años de edad, 2- por no saber leer y escribir, 3- por el estado de deudor fallido (…) 6- por el de doméstico a sueldo, jornalero, notoriamente vago o legalmente procesado en causa criminal en la que pueda resultar pena aflictiva o infamante.” Es decir que toda la clase trabajadora quedaba totalmente excluida de la política, mientras las clases propietarias se aseguraban la administración del gobierno. Por otra parte la Constitución, no respetaba las autonomías provinciales, que según ella era el presidente quien designaba directamente al titular de estados provinciales. De esta manera excluía a los caudillos de la posibilidad hacerse fuerte en sus provincias y de decidir sobre los recursos estratégicos de mismas. ya los de las Ante esta Constitución excluyente, los caudillos del Interior se opusieron firmemente a la figura de Rivadavia y al mismo texto constitucional. Rivadavia, sin apoyo interno debe renunciar y el país vuelve a un período de Federalismo de hecho con la Autonomías Provinciales. Guerras Civiles y la oportunidad de Juan Manuel de Rosas. La Constitución genera un auge de las guerras civiles. Dos sucesos trágicos van a signar este período: el fusilamiento de Manuel Dorrego y el asesinato de Facundo Quiroga. Se crea una anarquía en el gobierno que demanda orden y seguridad para seguir los negocios de la exportación del ganado vacuno. Será Juan Manuel de Rosas un caudillo terrateniente bonaerense , quien “aproveche” estas dos muertes para organizar sus dos períodos de gobierno (1829-1832 / 1835-1852). Rosas como garantía del orden, exige Facultades Extraordinarias para poder gobernar en Buenos Aires, éstas le son dadas y ampliadas. Gobernará con mano muy dura y se opondrá al orden constitucional hasta el año 1852 en el que perderá su poder a manos de Justo José de Urquiza en la batalla de Caseros. Análisis y significado del proceso de reformas constitucionales. En su artículo N° 30 la CN establece que: La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus partes. La necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros; pero no se efectuará sino por una Convención convocada al efecto.” Reforma de 1860 Cuando la Provincia de Buenos Aires se incorporó a la Confederación, luego de firmar el Pacto de San José de Flores, se realizó una Convención provincial, la cual sugirió diversas reformas a la Constitución. Estas reformas variaban desde las cosméticas (eliminación de frases como "ejecuciones a lanza y cuchillo", y reemplazo de la palabra Confederación para poder llamarse Nación) a otras más importantes (eliminación del requisito de aprobación por el Congreso para la entrada en vigencia de las constituciones provinciales). Ese mismo año, una Convención Reformadora en Santa Fe aprobó estas reformas sugeridas, dando paso así a la reunificación nacional. A su vez, limitó los derechos de exportación. Reforma de 1866 En el año 1866, debido al marcado aumento de los gastos nacionales generados por la Guerra de la Triple Alianza, se reformó la Constitución en el sentido de garantizar que los impuestos de importación y de exportación fueran exclusivamente de propiedad del Estado Nacional. Reforma de 1898 Hacia fines del s. XIX, se hizo evidente que el crecimiento de las actividades del gobierno desbordaba las instituciones previstas en la Constitución. Por eso, en 1898 se reunió una Convención en Buenos Aires que aprobó, entre otras menores, estas reformas: Cambio de la base de elección de Diputados. La constitución de 1853 indicaba que se elegiría un diputado cada 20 000 habitantes. El crecimiento poblacional demostró la necesidad de un cambio. El artículo se reformó para que indicara que se elegiría un diputado cada 33.000 habitantes, y que el Congreso pudiera elevar la base de elección de diputados para poder mantener su número en una cantidad razonable (de no haber sido así, de acuerdo con los datos del Censo de Argentina de 2010 la Cámara debería estar formada por 2004 miembros). Aumento de los ministerios. La Constitución fijaba en cinco el número de ministerios y deslindaba sus ramos (Relaciones Exteriores, Interior, Justicia e Instrucción Pública, Hacienda, Guerra y Marina). Con la reforma, su número aumentó a ocho y su deslinde se dejó a la legislación. Reforma de 1949 La necesidad de incorporar nuevos derechos sociales y las nuevas funciones del Estado fueron los argumentos básicos que motivaron esta reforma constitucional. Fueron incorporadas numerosas cláusulas sociales, tales como los derechos de la ancianidad, los derechos del niño, derechos de la mujer, derecho laboral con fuerte protección de los trabajadores, el hábeas corpus las mismas estaban contenidas en el art. 37 (posterior art 14 bis incorporado por el gobierno del 56). Esta reforma constitucional fue promovida por el gobierno de Juan Domingo Perón. La modificación incorporó en sus artículos los derechos de segunda generación (laborales y sociales), reconoció la igualdad jurídica del hombre y la mujer, incorporó la función social de la propiedad, estableció la autonomía universitaria, los derechos de la niñez y la ancianidad, entre otras normas. También posibilitó que el presidente pudiera ser reelegido indefinidamente, y dispuso su elección y la de los diputados y senadores por voto directo. Esta reforma será declarada nula en 1956, debido a que la Asamblea Constituyente reunida al efecto se autoproclamó soberana, e incursionó en modificaciones que no habías sido aprobadas previamente por la Asamblea Legislativa, debido a que la Constitución Argentina es considerada "dura", y las modificaciones que se le hagan sólo pueden versar sobre los artículos previamente aprobados de la Asamblea que le da origen. Hay que aclarar que esta Convención se hace posterior al golpe al segundo gobierno peronista y que el gobierno era de facto. Esto se debió a que se llamó a Convención Constituyente para incorporar derechos sociales, y la misma luego modificó artículos para beneficiar al gobierno y partido político en el poder. Reforma de 1994 La reforma de la Constitución de la Nación Argentina de 1994 es una importante modificación realizada al texto constitucional. Modernizó la misma y definió el texto constitucional, sobre cuya legitimidad plena no existía consenso. Entre otros cambios, introdujo los derechos de tercera y cuarta generación, normas para defensa de la democracia y la constitucionalidad, las características de los órganos de gobierno, y nuevos órganos de control. La Convención Constituyente se celebró en las ciudades de Santa Fe (sede tradicional de las convenciones constituyentes) y de Paraná (primera capital de la Confederación). Esta reforma constitucional abarca 44 artículos y tiene 17 disposiciones transitorias, estableciendo entre otras normas: el reconocimiento de los derechos de protección ambientales, del consumidor, derechos de los pueblos originarios, a la información, la acción constitucional de amparo simple y colectivo, los delitos contra la constitución y la democracia, la preeminencia de los tratados internacionales, el voto directo y la reelección presidencial por una vez y acortamiento del mandato de 6 a 4 años, la reglamentación de los decretos por razones de necesidad y urgencia, el tercer senador por la minoría, el Consejo de la Magistratura, la posibilidad de traslado de la Capital de la República, la autonomía a la Ciudad de Buenos Aires, etc. También estableció el sistema de balotaje, una segunda vuelta electoral en la elección presidencial en caso de que ningún candidato obtuviese más del 45 % de los votos válidos emitidos o sacando un mínimo de 40 % superase al segundo por más del 10 %. Entre las disposiciones transitorias se destaca la primera, que ratifica la legítima e imprescriptible soberanía argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes.