CARD. 131 apuerca hasta aquel punto. Pasado mas tiempo se sube mas , sacando la tierra de los intermedios de golpe á golpe. D e resultas de esta maniobra sigue creciendo y aumentando el cardo al mismo tiempo que se perfecciona para el uso. N o le causan daño alguno las lluvias abundantes por.este método, y resiste al frió mejor. La tierra ha de estar suelta y desmenuzada , y se coloca desde la parte inferior progresivamente, de suerte que tome la figura de una pirámide redonda, por donde escurran las aguas, pues en penetrando la humedad interiormente se cuecen y pierden los cardos : se precaverá igualmente que no se introduzca ninguna tierrecilla en el centro del cardo al tiempo de atar las ligaduras , y de aporcar , pues esto perjudica mucho á la planta. Para atar el cardo espinoso sin que incomoden las ' espinas, se juntan dos hombres con horquillas , y uno á cada lado abraza por su parte con la horquilla el card o , apretándolas hacia arriba una con otra. Estas horquillas las fixan en tierra, y asegurando de este modo el cardo uno de los dos con guantes y botines, para no picarse las piernas y m a n o s , vá reuniendo las hojas para que las ate el compañero. D e esta suerte executan esta operación , y no obstante el mayor cuidado , siempre sufren algunos pinchazos los operarios. Este ha sido motivo para que no se cultive dicha especio con la generalidad que pudiera. Recolección de la simiente. Entre los cardos de hoj a mas ancha y de mayor altura se apartarán algunos pies para semilla. Deben abrigarse para que no hagan impresión en ellos los hielos del invierno ; y lo m e jor es aporcarlos hasta cierta altura, reservando las demas partes de la planta con basura. Llegado el mes de Marzo se descubrirán para que se acostumbren al ayre libre, labrando la tierra al rededor de los golpes para r a