Cardo Nombre Común: Cardo Borriquero Nombre Científico: Silybum marianum Familia: Asteraceae Clase: Magnoliopsida Protección CLM: No Protegida 1/3 Cardo Descripción: Cardo de gran porte, cuyos tallos superan usualmente 1 m de altura; las hojas son lúcidas, de color verde oscuro, y tradicionalmente teñidas de manchas blancas, sobre todo a lo largo de los nervios. Como la mayoría de cardos, tanto el borde de las hojas como los capítulos florales poseen fuertes espinas. El capítulo o ‘flor’ –en realidad una agrupación de centenares de minúsculas flores tubulares de intenso color rosado-, está cubierto de brácteas espinosas; la mayoría de flores son fértiles, produciendo cada una de ellas una sóla semilla, coronada por un vilano o fascículo de pelos destinado a facilitar su dispersión por el viento. Hábitat: Se localiza en los hábitats denominados ‘nitrófilos’ -ricos en urea y otros compuestos de nitrógeno fácilmente asimilables por las plantas-, producidos por la frecuentación del hombre y el ganado, tales como bordes de caminos, escombreras, etc... Es una especie más exigente en nitrógeno y humedad que el resto de cardos, por lo que coincide con plantas de similares apetencias como las ortigas (Urtica) o los saúcos (Sambucus), colonizando las inmediaciones de estercoleros, cochiqueras y corrales de ganado. Suele huir de los arroyos frescos y limpios, prefiriendo a cambio los que recogen purines y vertidos urbanos. Usos: El epíteto ‘borriquero’ hace referencia a la apetencia que sus hojas tiernas despiertan, antes de que las espinas se endurezcan, entre los asnos y el resto del ganado caballar. En el norte de España, sus capítulos florales, muy parecidos a los del cardo común, se consumían igual que las alcachofas, siempre que fueran suficientemente tiernos; desposeídos de las espinas, y de las flores jóvenes, se tomaban cocidos o asados, o formando parte de guisos tradicionales. Como la mayoría de grandes cardos, sus pencas o nervios de la base de la hoja son 2/3 Cardo comestibles, aunque a menudo se han desechado por asociarse la especie a estercoleros y corralizas. Las semillas, apreciadas por las aves canoras, eran recolectadas en ocasiones y añadida a la dieta de jilgueros, verderones o canarios para ‘afinar el canto’ de dichos animales. Más recientemente, la especie ha despertado el interés por diversos usos industriales, aún en estudio. Así, este cardo posee significativas concentraciones de inulina, uno de las principales fuentes de azúcares aptos para el consumo por diabéticos; igualmente, y dado su rápido crecimiento, se ha utilizado en experiencias de producción de biocombustibles. 3/3