CÓMO MEJORAR LA EXPRESIÓN ORAL: MONÓLOGOS Elena Jover Bettwy English teacher – EOI ALICANTE Los exámenes orales de cualquier idioma en la EOI constan de dos partes: monólogos y diálogos. En los primeros es donde el estudiante decide qué decir y cómo decirlo, mientras que en los diálogos es más difícil prepararse algo ya que se trata de una interacción donde tu respuesta depende de la pregunta de tu compañero y viceversa. El objetivo del diálogo es por tanto, que haya comunicación, es decir, que contestes a lo que te preguntan y que de ahí resulte una conversación lo más natural posible dentro del contexto en el que, obviamente, se está. Sin embargo el monólogo debe de verse como una oportunidad para demostrar al examinador todo lo que uno ha aprendido durante el curso. Desde mi punto de vista ésta es la parte del examen que el estudiante puede preparar activamente de muy diversas formas. Lo más importante es tener presente qué estructuras se han dado durante el curso y qué nivel se tiene de producción en la lengua. Si os fijáis en cómo habla un niño veréis que no utiliza vocabulario complejo y que sus estructuras son muy básicas. A todos nos sorprende ver que un niño razona y se expresa usando una tercera condicional, desde luego no es algo habitual. El problema de aprender un idioma cuando ya se es adulto es que en nuestra mente sí existe pensamiento complejo y es por ello que tendemos a querer usarlo sin darnos cuenta de que no sabemos lo suficiente como para hacerlo. Por tanto, deberíamos ver el idioma como si fuera un puzle donde cada pieza es una estructura gramatical aprendida y que sabemos con seguridad es correcta. A mis alumnos de básico (A2) a menudo les digo que tienen la mentalidad de un niño de 4 años cuando hablan inglés, así que si quieren decir algo complicado deberán explicarse usando muchas frases sencillas y no una sola compleja. Podríamos decir que un B1 equivaldría al nivel de producción oral de un niño de unos 12 años, el B2 a un adulto de unos 20 y los C1 y C2 estaría formado por aquellas personas que dominan el idioma y aparte tienen un nivel de estudios y cultura altos. Por esta razón una persona que se examine para obtener un B2 no puede limitarse simplemente a hablar sin cometer errores básicos, debe además hacer todo lo posible por demostrar que sabe expresarse utilizando estructuras gramaticales y vocabulario complejos. Muy a menudo me encuentro alumnos que me dicen que el aprobar o suspender el examen oral dependerá del tema que les toque en el monólogo. Personalmente creo que es una lástima atribuir tanto poder al contenido del monólogo. Todos somos capaces de hablar sobre cualquier tema durante unos minutos, simplemente requiere una lluvia de ideas o “brainstorming”. Para ello se debe pensar en lo que uno ha leído en revistas, libros, Internet, ...etc; lo que ha visto en la televisión, películas, documentales, noticias; lo que uno ha vivido o las experiencias de sus amigos, familiares o conocidos; y por último una visión longitudinal del tema en cuestión donde se compare cómo eran las cosas en el pasado, cómo son ahora y cómo pensamos que serán en el futuro. Si se tienen en cuenta todos estos elementos es muy improbable que una persona se quede en blanco durante un examen. Lo más importante es no dejar de hablar por “quedarse en blanco”. Hay que llevar cuidado porque hablar “en general” de un tema puede hacer que sólo utilices el presente simple, por ello un ejemplo breve de vez en cuando comentando una experiencia propia o ajena relacionada con el tema puede darte la posibilidad de usar diferentes pasados, condicionales, ...etc. Normalmente se permite escribir palabras clave en un folio para organizar lo que quieres comunicar en tu monólogo. Tras el brainstorming ya mencionado toca ordenar las ideas y ver en qué orden las vas a ir diciendo y también cómo te vas a expresar, es decir, qué estructuras utilizarás en cada una de ellas. En cuanto al vocabulario, yo no me arriesgaría a aprender de memoria demasiadas cosas porque luego en el examen con los nervios es muy posible que no salgan bien, no estén adecuadamente pronunciadas o no se utilicen correctamente. Durante el curso mientras se estudia sí se debe utilizar la mayor cantidad de vocabulario posible para practicar, pero en el examen sólo debes utilizar lo que se te ha quedado totalmente grabado y sabes que no fallarás. Es esencial ser consciente de lo que uno sabe para mostrarlo y de lo que uno no sabe para evitarlo. Es por esto que ser flexible es imprescindible para evitar atascos. Cuando una persona sabe perfectamente lo que quiere decir pero no es capaz de expresarlo es simplemente porque está pensando en castellano y no encuentra cómo expresarlo en el otro idioma. Ser flexible implica aceptar la frustración de no saber cómo hacerlo y cambiar rápidamente de idea para continuar hablando y que el atasco no se produzca. Los nervios hacen estragos en un examen y por eso es buena idea practicar en casa grabándose. Date cinco minutos para preparar un monólogo siguiendo el procedimiento que he explicado y grábate hablando del tema durante los minutos que te correspondan (depende del nivel). Cuando hayas acabado coge un bolígrafo y un papel y sé tu propio profesor, es decir, haz dos columnas y en una de ellas apunta tus aciertos y en la otra los fallos cometidos. Pregúntate a ti mismo si dijiste todo lo que tenías pensando decir y cómo podrías mejorar. Puedes intentar hacerlo de nuevo a ver si a la segunda sale mejor. Cuando creas que ya lo tienes bastante dominado espera que pase un tiempo prudencial (mínimo unos días) y vuelve a enfrentarte con este mismo monólogo para ver qué tal sale. Haciendo esto se mejora muchísimo, pero aviso que es muy frustrante oírse hablar y ver tus fallos. Una vez superada esa fase os aseguro que las cosas mejoran y mucho, pero hay que aguantar. No es raro que el día del examen uno rinda mucho menos por los dichosos nervios, pero si te preparas de esta manera los diferentes temas de monólogos que suelen salir en certificación es seguro que al menos rendirás el 60% que te hace falta para aprobar. Todo lo que aquí explico son “tips” que me han funcionado a mí como estudiante para aprender idiomas y también como profesora para ayudar a mis alumnos a mejorar y obtener mejores resultados. Sólo me queda desearte “good luck” en tus exámenes aunque seguro que no te hace falta.