Circunferencia de cintura: una medición importante y útil del riesgo

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EDITORIALES
C
ircunferencia de cintura: una medición importante y útil
del riesgo cardiometabólico.
Manuel Ignacio Moreno González
Departamento de Nutrición, Diabetes y Metabolismo
Facultad de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile.
Recibido el 1 de Febrero de 2010, Aceptado el 12 de Marzo de 2010
Rev Chil Cardiol 2010; 29: 85-87
La Obesidad es una enfermedad crónica
caracterizada por la acumulación excesiva de grasa
corporal, lo cual se asocia a riesgo para la salud,
especialmente en el área cardiovascular. Esta
patología se ha convertido en un tema abrumador
para médicos, salubristas y gobiernos en todo el
mundo por su persistente aumento en prevalencia,
por su complejidad etiopatogénica y finalmente por
sus graves consecuencias tanto médicas como
económicas para los países.  
La Encuesta Nacional de Salud realizada en
Chile el año 2003 mostró que alrededor del 19%
de los hombres y el 25% de las mujeres presentaban 
obesidad, aumentando con la edad hasta alrededor
de los 60 años1b. El promedio de la circunferencia
de cintura (CC) para la población chilena es de
90.7 cm para los hombres y de 86.2 cm para las
mujeres. 
El indicador más utilizado para cuantificar la
obesidad es el Índice de Masa Corporal (IMC), que
se refiere a la relación entre el peso, expresado
en kilos y la estatura al cuadrado, expresada en
metros. El valor actualmente utilizado para diagnosticar obesidad debe ser igual o superior a
30 kg/m2. Sin embargo, el IMC no proporciona
información acerca de la distribución de la grasa
corporal. Esto es un aspecto de relevancia, ya que
se ha establecido que el lugar de depósito y la
distribución de la grasa en el cuerpo representa un
riesgo diferente, correspondiendo al tejido adiposo
abdominal y más específicamente al tejido adiposo
perivisceral (mesenterio, omentos) el que se asocia con
mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes
mellitus tipo 2, y cáncer, entre otras2. 
El tejido adiposo es considerado actualmente un
verdadero órgano endocrino, el cual no sólo cumple
su más conocido rol de almacenar grasa, sino que
además secreta una serie de proteínas conocidas
como adipoquinas que presentan una función
endocrina variada según la interacción que presenten
con el Sistema Nervioso Central o con otros órganos
del cuerpo3. Entre las adipoquinas más conocidas
secretadas por el tejido adiposo se encuentran
leptina, TNF-α, interleukina-6, PAI-1, angiotensinógeno,
adiponectina, visfatina, resistina, etc. También se
secretan enzimas tales como la aromatasa y la 11
beta hidroxiesteroide deshidrogenasa (11-β-HSD)  que
participan activamente en la regulación hormonal. 
Especial interés existe hoy en día en relación al
rol de la sobreexpresión de la 11-β-HSD en pacientes
obesos, en quienes se observa un aumento de
la conversión de cortisona en cortisol, lo cual se
asocia a mayor riesgo de presentar factores de
riesgo cardiovasculares, tales como hipertensión
Correspondencia: Dr. Manuel Moreno González
Departamento de Nutrición, Diabetes y Metabolismo
Facultad de Medicina P. Universidad Católica de Chile
Correo Electrónico: [email protected]
Revista Chilena de Cardiología - Vol. 29 Nº1, 2010
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M Moreno.
arterial, resistencia a la insulina y dislipidemia4. Por lo
anterior, se encuentra en desarrollo un atractivo
campo de investigación farmacológica con inhibidores
específicos de esta enzima para contrarrestar los
efectos adversos asociados al hipercortisolismo. 
La leptina es otra adipoquina que ha sido de
gran interés en los últimos años por su rol destacado
como señal de saciedad vía hipotalámica y por la
ilusión de ayuda farmacológica en pacientes obesos.
Sin embargo, la gran mayoría de los sujetos obesos
cursan con niveles plasmáticos elevados de leptina,
y no responden en forma satisfactoria al tratamiento
con leptina recombinante, al revés de lo que se
ha observado en los pocos casos reportados
de déficit congénito de leptina, en quienes
efectivamente representa una terapia ideal.
El TNF-α participa en forma relevante en la
generación de la resistencia insulínica, condición
frecuentemente observada en los pacientes con
obesidad abdominal.
Por otro lado, la adiponectina ha emergido en
los últimos años como un importante protector
cardiovascular. Tiene un rol destacado en el
metabolismo de los lípidos y de la glucosa. Se
ha visto que niveles bajos de adiponectina se
asocian a resistencia insulínica. También se ha
demostrado que la adiponectina tiene propiedades
antiaterogénicas, a través de inhibición de la
expresión de moléculas de adhesión, menor captación
de moléculas de LDL oxidada, menor formación de
células espumosas y por inhibición de la migración
y proliferación de células musculares lisas. También
se le atribuye potencialidad anti diabética a través
de una mayor oxidación de ácidos grasos libres,
mayor captación de glucosa y disminución de la
gluconeogénesis hepática. Arnaiz y cols, han podido
demostrar en niños chilenos la asociación entre niveles
bajos de adiponectina y un mayor riesgo cardiovascular5. 
La medición de la CC ha sido planteada hace
ya varios años como una herramienta fácil y útil de
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emplear en la práctica clínica para evaluar el riesgo
cardiovascular de los pacientes con sobrepeso u
obesidad, e implementar medidas terapéuticas o
preventivas destinadas a disminuir este riesgo6. 
Sin embargo, han sido controversiales los
diferentes valores propuestos como puntos de
corte de la CC en cuanto a clasificar a los individuos
con un mayor riesgo, ya que este valor podría
variar según grupo étnico7. Según la recomendación de las Guías Clínicas para la Obesidad
del Instituto Nacional de Salud de los EEUU, se
considera como punto de corte para los hombres
valores mayor a 102 cm y para las mujeres, mayor
a 88 cm. Estos son los valores considerados en la
definición del Síndrome Metabólico, según la
ATPIII-NCEP 2001.
En el año 2005, la Federación Internacional de
Diabetes (IDF) incorporó población no obesa para
determinar los puntos de corte de la CC y redujo los
puntos de corte para definir obesidad abdominal,
considerando de mayor riesgo cifras > 94 cm para los
hombres y > 80 cm para las mujeres, en población
de origen europeo8. Distintas etnias, entre las cuales
se encuentra la población chilena, podrían presentar
diferentes puntos de corte de CC, lo cual requiere
estudios locales que permitan determinar con mayor
precisión los valores de riesgo. Por ahora, en Chile
se tiende a utilizar los puntos de corte planteados
por la ATPIII-NCEP. 
La medición de la circunferencia de cintura debe
ser realizada a nivel la línea media axilar, en el
punto medio entre el reborde costal y la cresta iliaca,
con una huincha plástica no deformable. Se realiza
con el paciente en posición de pie, y al final de una
espiración normal. Se recomienda realizar al menos
2 mediciones las cuales deben ser promediadas.  
El artículo que se publica en esta edición de la
Revista de la Sociedad Chilena de Cardiología y
Cirugía  Cardiovascular, “Relación entre el perímetro
abdominal, nivel socioeconómico y presión arterial”,
de los autores Fasce E y cols1a, corresponde a la
Revista Chilena de Cardiología - Vol. 29 Nº1, 2010
Circunferencia de cintura: una medición importante y útil de riesgo cardiometabólico
continuación de un trabajo en el área de la
hipertensión arterial en una comunidad de población
adulta urbana y su relación con la  distribución de la
grasa corporal medida a través del perímetro abdominal
y el nivel socio-económico según la Encuesta de
Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN)
2003. Se pudo demostrar mediante una metodología
validada, que la prevalencia de hipertensión arterial
es mayor en los estratos socioeconómicos más bajos.
Concordante con lo anterior, se demostró cifras más
altas de CC en los niveles socieconómicos más bajos. 
Se muestra finalmente que al separar la población en
cuartiles según CC, a medida que aumenta el cuartil, se
observa un significativo aumento de los niveles
de presión arterial tanto sistólica como diastólica,
en ambos sexos.  
Fasce y cols, nos sugieren con este estudio que
dados los mecanismos fisiopatológicos propuestos
como vinculantes entre la obesidad y los niveles
más elevados de presión arterial observados en las
personas de los niveles socioeconómicos más bajos,
se postula a la obesidad abdominal como la
responsable, a lo menos en parte, de los mayores
niveles de presión arterial detectados en este
grupo socioeconómico. 
Por lo señalado, me parece que es de gran
importancia incorporar el hábito de la medición
de la circunferencia de cintura en los pacientes que
son evaluados desde el punto de vista del estudio
del riesgo cardiometabólico, ya que esta sencilla
medición ha demostrado ser una herramienta útil
para
detectar
poblaciones
más
vulnerables.
Finalmente, los hallazgos de este estudio nos
indican que debemos ser capaces de diseñar
estrategias efectivas, tanto para la prevención como
para el de manejo efectivo de la obesidad, especialmente de la obesidad abdominal, y muy especialmente
en los niveles socioeconómicos más bajos.
Referencias:
1a.FASCE E, FASCE F, ZARATE H, CAMPOS I, FLORES
M, IBAÑEZ P. Relación entre perímetro abdominal y nivel
socioeconómico y presión arterial. Rev. Chil. Cardiol 2010;
29: 11 - 18
1b.MINSAL. Departamento de Epidemiología. Encuesta
Nacional de Salud, 2003
2. LEE CM, HUXLEY RR, WILDMAN RP, WOODWARD M.
Indices of abdominal obesity are better discriminators
of cardiovascular risk factors than BMI: A meta-analysis.
J Cin Epidemiol 2008; 61: 646-53
3. SHARMA AM. Adipose tissue: a mediator of cardiovascular
risk. Int J Obes 2002; 26: S5-7
4. BAUDRAND R, CARVAJAL CA, RIQUELME A, MORALES
M, SOLIS N, PIZARRO M, et al. Overexpression of
11beta-Hydroxysteroid Dehydrogenase Type 1 in
Hepatic and Visceral Adipose Tissue is Associated
5.
with Metabolic Disorders in Morbidly Obese Patients.
Obes Surg 2010; 20: 77-83.
ARNAIZ P., ACEVEDO M, BARJA S, AGLONY M,
GUZMÁN B, CASSIS B, et al. Adiponectin levels,
cardiometabolic risk factors and markers of s u b c l i n i c a l
atherosclerosis in children. I Int J Cardiol. 2010; 138: 13844.
6. LEAN ME, HAN TS, MORRISON CE. Waist Circumference
as a measure for indicating need for weight management.
BMJ 1995; 311: 158-161
7. MISRA A, WASIR JS, VIKRAM NK. Waist circumference
criteria for the diagnosis of abdominal obesity are not
applicable uniformly to all populations and ethnic groups.
Nutrition. 2005; 21: 969-976
8. International Diabetes Federation. Worldwide definition of
the Metabolic Syndrome. Available at: http//www.idf.org.
Revista Chilena de Cardiología - Vol. 29 Nº1, 2010
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