El Guardián Entre El Centeno (Parte II) En la primera parte nos quedamos en que Holden acompaña a Ward a los lavabos. Él se queda a ver como Ward se rasura con un rastillo oxidado y lleno de pelos y de espuma. Se quedan hablando hasta que Holden se pone nervioso al escuchar a Ward hablar sobre una chica que él conoció en algún momento de su vida, llamada Jean Gallaher. Holden hablaba mucho sobre ella, decía que jugaban damas y que nunca movía las piezas, pues le gustaba ver las fichar alineadas o que ella tenía un perro, y ese tipo de cosas pero Ward no le estaba poniendo atención. Holden se preocupó aun más cuando supo que Ward saldría con ella, pues el tipo se dejaba llevar un poco por su libido y a Holden le preocupa mucho la chica. De alguna forma se dejaba entre ver que a Holden le gustaba mucho la chica, o incluso yo llego a la conclusión de que esta muy enamorado de ella. Antes de irse, Ward le pide a nuestro protagonista que le escriba un ensayo con una descripción de lo que sea y que además le preste su chamarra, cosa que el chico aceptó de mala gana. Holden se aleja al ver a Ward retirarse, así que va a su habitación y se pone la pijama, se pone a pensar sobre lo que pondrá en el ensayo de su compañero de habitación para no pensar en Jean y en la preocupación que sentía al saber que Ward estaría con ella, y en eso ve el guante de su hermano menor fallecido, Allie, a quien describe como un verdadero genio. El guante tenía varios poemas que Allie leía cuando tenía que esperar para ponerse a jugar beisbol, y debido a que no sabía cómo hacer la descripción de una casa o una habitación como su compañero se lo encargó, decidió hacerlo sobre el guante. Paralelamente Holden comenta un poco más sobre su pequeño hermano. Dice que el fallece de leucemia el 18 de julio de 1946 a la edad de trece años. Lo describe como un sujeto fenomenal que nunca se enfadaba. También comentó que su madre quería llevarlo con el siquiatra pues cuando se entero de la muerte de su hermano, rompió todas las ventanas que se encontraban en el garaje y que se fracturó su mano derecha. Holden no recordaba algunas cosas que pasaron después de eso, pero en eso escucha a su compañero de cuarto entrar. Inmediatamente le entran unos nervios enormes, pues no sabe lo que Ward hizo con Jean. Ward le pregunta sobre el ensayo y el dice que está en la cama. Ward lo lee y dice que es un tarado y que hace todo al revés, pues eso no era lo que él le había encargado. Holden, molesto, toma el ensayo y lo rompe, su enojo sumando a sus nervios y el hecho de que Ward no le dice que fue lo que hizo con Jean lo hacen estallar, haciendo que en un arrebato de ira, Holden golpeara a Ward con el cepillo de dientes llevaba en las manos este ultimo. Aunque Holden logra dañar un poco a Ward, este termina muy dañado y sangrando a chorros. Molestos ambos se separan y Holden se va a ver a Robert pues se siente solo, desesperado y nervioso por Jean. Al no encontrar consuelo con su sucio vecino, decide no esperar a abandonar Pencey el miércoles, decide dejar la escuela de una vez por todas, gritando “Que duerman bien, tarados”. Holden se va por tren y encuentra a la madre de uno de sus ex compañeros de clase. La señora se le hizo muy simpática a chico y admitió que le atraía de alguna u otra forma. Holden no quiso seguir mintiendo, así que decide salir del tren y tomar un taxi a Nueva York. Llega a un hotel lleno de depravados sexuales. Ve a un hombre usando ropa y de mujer y a una pareja escupiéndose agua en la cara, lo cual se le hace estúpido. Para pasar el rato, decide llamar a una chica, pero la chica se niega a pasar tiempo con él, debido a lo tarde que era. Al recibir la negativa, Holden se va a un salón donde estaban tocando jazz. Pide unos tragos, pero cuando el camarero le pide su identificación, Holden decide pedir una Coca-Cola. El chico divisa a 3 chicas horribles, pero una de ellas, no estaba del todo fea, así que decide ir con las 3 e invitarlas a bailar. La chica que estaba más bonita, una rubia, bailaba excelente, pero era muy tonta, y las otras dos no bailaban tan bien como la rubia, una era simpática y la otra era muy ingenua. Holden platicó con las chicas un buen rato, el les ofreció que se fueran con el pero ellas se negaron excusándose con que debían levantarse temprano. Al pasar una mala velada, Holden sale del salón. En esta ocasión, la lectura se me hizo más interesante, sobre todo por el hecho de la pelea y de que Holden se puso nervioso por una chica que conoció en su infancia. Es muy evidente que esta persona es una parte clave en la vida de Holden y de la misma lectura. Holden habla más sobre sus hermanos y abre un poco mas su corazón, evidenciando que les tiene mucho aprecio a pesar de todo, lo cual es muy lindo de alguna forma y mas proviniendo de alguien como este personaje.