Informe Situaci n Grupos Aislados Ayor eo del Norte del Chaco PY

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Situación de los grupos Ayoreo aislados del Norte del Chaco
Paraguayo
Observación: El presente informe refleja la situación a fines de 2011
Consideraciones iniciales
Los años 2009 y 2010 permitieron elaborar una visión de la situación los grupos Ayoreo aislados
en el norte del Chaco que puede ser considerada integral y bastante completa. Durante el 2011,
sin embargo, fue más difícil mantener esta información completa al día, ya que por motivos
varios, no fue posible realizar todos los trabajos de campo requeridos para un monitoreo
igualmente detallado de todas las zonas con presencia y movimientos de los Ayoreo aislados,
tal como se hizo en años anteriores por parte de Iniciativa Amotocodie (IA) con la colaboración
de expertos Ayoreo y de la Unión de Nativos Ayoreo del Paraguay (UNAP). El principal factor
externo que determinara esta dificultad fue la campaña de criminalización de su trabajo que
Iniciativa Amotocodie soporta hace varios años, motivada por diversos sectores que se ven
afectados por la labor de protección – de los grupos aislados y del territorio Ayoreo como tal que viene realizando la institución. El 1 de diciembre de 2011 esta persecución se judicializó,
comenzando con el allanamiento de la oficina y la confiscación de gran parte de sus
documentos y equipos de trabajo. Desde entonces los integrantes de Iniciativa Amotocodie se
ven obligados a invertir una parte no despreciable de su tiempo y esfuerzo en la tarea de la
defensa frente a las acusaciones jurídicas y políticas en su contra; esto, en 2011 dificultó la
tarea, tanto el monitoreo, como y sobre todo la protección activa de los grupos Ayoreo en
aislamiento. Se menciona este caso de criminalización y judicialización expresamente aquí, ya
que no es nada ajena al tema tratado. Una protección adecuada de los pueblos y grupos
indígenas aislados confronta a las sociedades no indígenas con desafíos grandes. En el caso de
Paraguay, la misma, en vez de asumir la presencia y la defensa de los derechos de los grupos
aislados como una tarea importante para el futuro de todos, hasta ahora esquiva esa tarea. Y
hasta llega a reprimir a los defensores de los derechos de los aislados, cuando la acción de los
mismos pasa a constituir una amenaza seria para los planes e intereses de los sectores
económicos dominantes del país. Con la mencionada limitación, el presente informe brinda sin embargo un panorama
satisfactoriamente completo de la situación actual de los grupos aislados Ayoreo y sus
territorios, y muestra la gravedad de las acciones que el mundo occidental impone al mundo de
los Ayoreo. Mirando desde el punto de vista de los grupos aislados, se puede afirmar que en
muchos casos deben sentir el creciente impacto de las mismas, y una creciente presión que sin
lugar a dudas les obliga en determinados casos a alterar su vida y su andar habitual. Es
imposible saber cómo están tomando las decisiones vitales como grupo para hacer ajustes,
cómo interpretan lo que sucede con su territorio y cuáles serian sus estrategias para continuar
su vivir cotidiano en un escenario de disminución severa de espacios y recursos vitales causada
por los desmontes, y con muchos sitios de habitual refugio y rutas de migración desaparecidos
en los últimos años y también en los últimos meses.
Características generales de la situación
Ya en la información publicada por Iniciativa Amotocodie y la Unión de Nativos Ayoreo de
Paraguay en 20091 se describe la situación de seis zonas de presencia, en las que se registraron
señales de presencia de grupos aislados en los últimos años, confirmando a la presencia de al
menos seis grupos Ayoreo viviendo en situación de aislamiento en el norte del Chaco. La
referida descripción es el resultado del análisis cuidadoso de la distribución espacial de las
señales de presencia, del tiempo de aparición de las mismas en cada zona, y de otros factores
diversos (como el conocimiento sobre el uso de rutas y territorios a través de ancianos que aún
vivieron en el monte cuando joven) que se conjugaron para que las diferentes zonas de
presencia de grupos aislados se vuelvan visibles.
Los territorios de los grupos aislados
Dos años más tarde, para fines de 2011, se puede afirmar la existencia de al menos ocho
grupos en situación de aislamiento en el norte del Chaco Paraguayo. En efecto, como
consecuencia del aumento de desmontes en áreas que tan solo recientemente sufrieron
grandes transformaciones, se registró y confirmó la presencia de Ayoreo aislados en otras dos
áreas del norte del Chaco. La particularidad de estos datos nuevos y adicionales es que se
hallan en zonas que se conocen como pertenecientes a territorios vinculados con otras etnias
vecinas, y que no forman parte de lo que los Ayoreo registran en su memoria colectiva como su
territorio a mediados del siglo pasado, cuando se produjeron los primeros contactos. Por este
hecho tampoco se habían efectuado hasta ahora monitoreos ni registrado señales de presencia
en las mismas. Los registros de presencia recogidos en 2010 y 2011 en esas dos zonas nuevas
no dejan margen de dudas de que son utilizadas por grupos aislados y que los mismos, en
ambos casos, son Ayoreo.
Las zonas nuevas son 1) sureste de Toro Pampa, al este del territorio Ayoreo, en zonas
atribuidas al territorio de los pueblos indígenas Ishir y Tomarajo2; 2) al norte de Infante
Rivarola, en la frontera con Bolivia, unos 60 kilómetros al oeste de lo que el pueblo Ayoreo
considera su territorio; se trata de un grupo que probablemente viva de manera transfronteriza.
La tabla siguiente muestra las zonas con presencia de grupos aislados, y la última señal de
presencia registrada y certificada como tal, en cada una:
Zona Señal Fecha Testigos Respaldo Amotocodie Avistamiento 2011 (junio) Trabajadores de estancia Testimonios grabados y documentación de la investigación realizada. Cuyabia Huecos de miel 2011 (julio) Ayoreo (contactados) de la aldea Cuyabia Testimonios grabados y fotografías. 1
En 2009 se publicó el documento “Paraguay. El Caso Ayoreo” Informe IWGIA 4. Que fuera ampliamente distribuida. En 2010 se realizó una reimpresión actualizada, además de una versión en inglés. Se puede acceder a estos documentos a través de los sitios web de IWGIA en http://www.iwgia.org/publicaciones/buscar-­‐publicaciones?publication_id=287 2
Ambos pertenecen conjuntamente con los Ayoreo a la familia lingüística Zamuco. 2 2011 (julio) Operarios de topadora y empleados Ayoreo Transcripción de informe brindado vía radio HF. Palmar de las Islas Avistamiento, huellas, huecos de miel y otros rastros 2011 (octubre) Trabajadores paraguayos de varias estancias, propietarios y empleados Ayoreo de estancia. Testimonios grabados, registros de Militares de la zona y documentación de la investigación realizada. Chovoreca Huellas y otros rastros. Ayoreo que realizaban 2011 exploración de su propiedad Registro de testimonios (noviembre) en Chovoreca. Patrimonio Totobiegosode Avistamiento, huellas. 2011 (agosto) Toro Pampa Avistamiento, huellas y otros rastros Infante Rivarola Choza, huella y otros rastros Médanos del Chaco Avistamiento Trabajadores Ayoreo de estancia. Trabajadores Ayoreo en 2011 estancias, y lideres de la (noviembre) OPIT y la UNAP, conjuntamente 2010 Trabajadores de estancia. (junio) Testimonios grabados y fotografías. Registro de testimonios y grabaciones Testimonio grabado, fotografías. Carácter transfronterizo de los territorios
Otro rasgo resaltante de la presencia de los grupos Ayoreo aislados en el Norte del Gran Chaco
es el carácter transfronterizo de sus territorios. En efecto, por lo menos cuatro de los grupos del
listado anterior viven tanto en Paraguay como en Bolivia, dentro de sus territorios grupales
tradicionales que son parte del inmenso territorio Ayoreo en su conjunto (ver también mapa
satelital a continuación). Esta situación obliga a ambos países y estados a una definición e
implementación conjunta de medidas para la protección y para la consolidación de los territorios
de los grupos aislados.
Desde el pueblo Ayoreo mismo y en la conciencia de la importancia de defender su territorio, y
dentro del mismo, a los grupos en situación de aislamiento, las organizaciones Ayoreo de
ambos países, la UNAP (Unión de Nativos Ayoreo de Paraguay) y la CANOB (Central Ayorea
Nativa del Oriente Boliviano), han celebrado reuniones bi- nacionales en Mayo 2011 y Enero
2012. En las estrategias acordadas figura la necesidad de hacer ver a ambos estados la
necesidad de reconocer la presencia de los grupos Ayoreo en situación de aislamiento, y de
propiciar la definición de políticas y medidas conjuntas. Entre las medidas a ser encaradas está
la creación de áreas (transfronterizas, donde corresponde) de intangibilidad. Las organizaciones
Ayoreo asumen el monitoreo futuro de la situación y los territorios de los grupos aislados ellas
mismas.
3 Vista satelital con zonas de presencia de aislados a fines de 2011
4 Situación por zonas de presencia
Zona Amotocodie
Esta zona del Chaco paraguayo presentó en 2011 el mayor índice
de desmonte de toda la región del Chaco Americano. En ella se
encuentran áreas vitales para la vida de los grupos aislados que
están desapareciendo. La zona pertenece mayormente a la parte
oeste del territorio del grupo local Ayoreo Totobiegosode (la parte
este corresponde a la zona “Patrimonio Totobiegosode”).
Durante mediados de 2006 la UNAP e Iniciativa Amotocodie, entre
otros con reiterados informes y solicitudes al gobierno, venían
advirtiendo sobre la delicada situación de la zona, buscando evitar
el colapso de la vida de los aislados que utilizan la región. Las entidades responsables del
Estado sin embargo no asumieron la situación hasta ahora. A raíz de los desmontes realizados
hasta la fecha hay cortes irreversibles de rutas de migración utilizados por los grupos que se
encuentran en esta zona. Hasta hace dos años todavía existían bosques que hacían las veces
de corredor, permitiendo una conexión
entre la región de Amotocodie con la
zona que los Ayoreo llaman Cucaani
(Cerro León), dentro del Parque
Nacional Defensores del Chaco, y
desde allí con otras regiones del Chaco
y Echoi (las salinas en Bolivia).
Los desmontes, las nuevas picadas
abiertas y la instalación de muchos
kilómetros de alambradas nuevas al
norte de la región de Amotocodie
pasaron a crear una suerte de cerco
natural que dificulta considerablemente
la eventual salida de los aislados que
allí se encuentran hacia otras regiones.
Con la acelerada reducción de los
espacios vitales, si continua el ritmo de
la deforestación durante el 2012, la
situación podría obligar a los Ayoreo
aislados de esta zona a plantearse
nuevas alternativas, entre las cuales la
decisión de buscar el contacto.
La imagen que acompaña esta página
muestra la situación: los polígonos de
formas geométricas son áreas
desmontadas, los blancos
correspondiendo a desmontes más
5 antiguos, los polígonos negros a los desmontes más recientes de la zona de Chunguperedate.
Muchos de estás últimas se superpusieron a sitios significativos en la vida de los grupos
aislados o rutas que utilizaban para viajar de una región a otra. En muchos casos los lugares
deforestados, gracias al íntimo conocimiento de los recursos allí disponibles y de los alimentos
que encontrarían para abastecerse, eran lugares que les permitían desplazarse en condiciones
seguras. De hecho, sus desplazamientos no son un andar por andar; las rutas se definen según
los cauces de agua y aguadas, los paleo-cauces, la existencia de suelos arenosos aptos para
plantaciones de verano, los palmares, los campos naturales, las zonas con frutos y raíces
comestibles.
Con la acelerada disminución de espacios vitales y la permanente presencia de topadoras que
hacen el desmonte se vuelve más difícil acceder al agua, sobre todo en épocas secas. Por el
otro lado, muchas estancias aprovechan e intervienen los recursos hídricos naturales,
modificándolos o cortándolos definitivamente. Se puede presumir también la existencia de un
estado de tensión acrecentada, ante la alerta que implica la presencia constante de extraños en
el territorio, y la dificultad de acceder o encontrar las rutas de escape históricamente conocidas
y utilizadas por los grupos.
Las últimas señales de presencia de aislados en la zona datan de junio de 2011, en el centro de
la zona de Amotocodie.
Zona Cuyabia
La zona Cuyabia, en informes anteriores, aún no lleva nombre
propio sino figura como parte de Amotocodie. En agosto de 2010,
un grupo de 13 familias del grupo local Ayoreo Atetadiegosode
decidió retornar a su territorio ancestral, más de 40 años después
de haber sido sacados del monte. Luego de una búsqueda de casi
tres años recorriendo todo su territorio de grupo local, se
asentaron finalmente en un lugar cuyo antiguo nombre es
‘Cuyabia’ (nombre propio de una joven Ayoreo). Apenas asentados
en el nuevo lugar,
comenzaron a rastros de la presencia de grupos
aislados por la zona. Dentro de su propiedad se halla
una aguada que los ancianos inmediatamente
reconocieron, y que se encuentra en una de sus
antiguas rutas de migración del tiempo cuando vivían
sin contacto con la sociedad envolvente; la antigua
ruta conducía hacia la codiciada zona de
Chunguperedatei (dentro de Amotocodie). Ya la
primera vez que los Ayoreo del asentamiento nuevo
llegaron hasta la mencionada ruta de migración, el 7
de agosto de 2011, pudieron ver pisadas de los aislados en los bordes de la misma.
La última señal recogida de la zona de Cuyabia corresponde a un hueco de miel en el tronco de
un quebracho, muy fresco, o sea, del que los aislados hacía muy poco habían sacado miel. La
mencionada señal data de inicios de julio de 2011.
6 Gran parte de la zona de Cuyabia se halla superpuesta a las tierras de una Colonia de Reforma
Agraria llamada “Tte. Américo Picco”, cuyos lotes tienen una superficie promedio de 4.000
hectáreas cada uno. Estos lotes de propiedad privada pertenecen hoy principalmente a
empresas de capital extranjero, mayoritariamente corporaciones uruguayas y holandesas. En la
primera mitad de la década pasada, muchos de los propietarios individuales de aquel entonces
conocían los monitoreos de Iniciativa Amotocodie/ UNAP, y no pocos de ellos colaboraban en la
protección de los aislados dando informaciones sobre la presencia de aislados, cuando las
tenían. En el contexto de la asunción de Fernando Lugo al poder a mediados del 2008, muchos
de los lotes sin embargo fueron vendidos a nuevos dueños, entre ellos los dueños corporativos
y más anónimos del presente, ante el temor de una eventual revisión de su situación legal y el
anuncio de una verdadera Reforma Agraria.
De hecho, la casi totalidad tanto de los dueños originales adjudicados con esos lotes, como de
los compradores posteriores y de los que hoy son sus propietarios, no pueden ser considerados
dueños legales ya que ninguno de ellos llena la calificación como sujeto de Reforma Agraria tal
como lo estipula la ley correspondiente. El Gobierno de Lugo no trajo sin embargo la esperada y
necesaria revisión legal de estas y otras tierras extensas del norte del Chaco. Es más, lejos de
aclararse, la situación se fue volviendo más compleja, y aún en la actualidad hay funcionarios
del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) que, desde su cargo público y
aprovechando el conocimiento exclusivo de la situación de cada lote al que su cargo les da
acceso, están negociando por cuenta propia con lotes de Reforma Agraria como los de la zona
de Cuyabia.
Cabe señalar que un alto porcentaje de las tierras de las colonias de Reforma Agraria que
cubren la casi totalidad del Norte del Chaco son a la vez tierras pertenecientes al territorio
actual en uso de grupos aislados, y del territorio Ayoreo en su globalidad. Una Reforma Agraria
resolvería no solo la angustiante situación de los grupos Ayoreo aislados, sino también de los
pueblos indígenas, Ayoreo u otros, a cuyos territorios se superpone la gran cantidad de “tierras
mal habidas” (nombre que se le da a las tierras en posesión ilegal, como las mencionadas
tierras de colonias de Reforma Agraria). La cantidad de tierras mal habidas en el Norte del
Chaco Paraguayo es estimada en más de 8 millones de hectáreas. La ausencia de legalidad y la
corrupción con las tierras llegó a afectar incluso a tierras adquiridas por el estado o por terceros
para devolvérselas a los indígenas, tanto para el asentamiento de indígenas en nuevas
comunidades como en el caso de Cuyabia, cuyas tierras fueron comprados por el Instituto
Paraguayo del Indígena hacia fines de los años 90, como para garantizar la protección de los
grupo Ayoreo en asilamiento.
La situación descrita de ilegalidad y de especulación ilegal en ausencia de todo control estatal
dificulta sobre maneras las posibilidades de una protección efectiva de los territorios de los
grupos aislados de todo el norte del Chaco. Ante la situación de inseguridad legal reinante, no
es raro que los propietarios efectúen desmontes o abran caminos, con el mero fin de “marcar”
su derecho legal con la inversión de una “mejora” visible, aún cuando no tienen ninguna
intención de usar su tierra de manera productiva en el sentido moderno, y sin consideración
alguna del hecho que sus marcas de presencia destruyen el hábitat y las posibilidades de vida
de algún grupo aislados.
7 Los Ayoreo Atetadiegosode que se asentaron en sus territorios tradicionales en su nuevo
asentamiento de Cuyabia son quienes en la actualidad colaboran con la protección de sus
hermanos aislados. Es muy probable que los Ayoreo no contactados de la zona de Cuyabia sean
miembros de su mismo grupo local; de hecho, los contactos de los años 60 no lograron sacar
del monte a todos. Entre los que habían permanecido aún en el monte dentro de su territorio
grupal, un grupo quedó en la zona, mientras que otro migró hacia el norte, ya en la década del
60 y fue contactado más tarde en Cerro León.
Cabe pensar en la posibilidad de un eventual encuentro fortuito ente aislados y contactados en
la zona de Cuyabia, ya que ambas partes comparten el mismo territorio y sus recursos,
especialmente los recursos alimentarios (cacería, recolección). En el afán de evitar en lo posible
una situación de contacto, o una situación que implique como resultado final el colapso y la
salida del monte, Iniciativa Amotocodie y expertos Ayoreo acompañaron durante los últimos dos
años un proceso de reflexión con los Ayoreo asentados en la aldea nueva de Cuyabia. En el
curso del mismo, se discutió y se asentó alternativas deseables de acción para diversos
escenarios posibles de un encuentro involuntario con individuos o grupos aislados en la zona.
Como medida inmediata, se logró consolidar un sistema de comunicación permanente por
medio de una radio HF, entre la aldea Cuyabia y los Ayoreo expertos de otros asentamientos.
En esta comunicación, que ahora es permanente, se analiza las observaciones de los
pobladores de Cuyabia relacionadas con el movimiento del grupo aislado de la zona, y se
consensua las posturas y acciones necesarias para su protección.
En esta zona, la especulación con las tierras y el avance de la frontera ganadera son las
amenazas principales para el colapso de la vida del grupo Ayoreo aislados, pero no son las
únicas. En el noroeste de la región se observan
actividades de elaboración de carbón vegetal
para la venta en Europa. El impacto de esta
actividad, más allá de sus consecuencias para el
ambiente a largo plazo, riñe directamente con las
necesidades básicas de los Ayoreo aislados, ya
que la materia prima principal para la producción
del mismo es el quebracho blanco. Este árbol es
el más utilizado por las abejas para la
construcción de sus panales y elaboración de
miel, ya que el centro del tronco, por lo general
ahuecado, es un refugio excelente para las
mismas. La miel que los aislados sacan de los huecos en árboles – principalmente de
quebrachos blancos – es uno de sus alimentos principales en la primavera, cuando los
posteriores cultivos de verano aún no producen. La industria del carbón vegetal por tanto está
amenazando la producción de miel y la reducción de las abejas con sus consecuencias para la
alimentación, salud y polinización. El humo que se produce con la elaboración también hace
que las abejas se retiren a grandes distancias. La falta de miel es un problema, igual que la
destrucción de áreas boscosas también afecta a la calidad de vida de los aislados.
8 Zona Médanos del Chaco
Es una de las zonas en las que se pretendía realizar, a fines 2010, la
expedición científica Chaco Seco 2010, que fuera finalmente
suspendida por el Gobierno. Hasta hace poco, esta zona presentaba
el menor índice de deforestación del Chaco Paraguayo,
principalmente porque gran parte del territorio de uso por el grupo
aislado de la zona corresponde a partes de dos Parques Nacionales,
la parte norte del Parque Nacional Médanos del Chaco, con sus
zonas de amortiguamiento, y el Area Protegida Pública Cabrera
Timane.
Entre octubre y noviembre de 2010, como preparativos para la llegada a la expedición Chaco
Seco 2010 se limpiaron caminos y se abrieron algunas brechas en el Parque Cabrera Timane,
para facilitar el acceso de los científicos de la expedición. El trabajo lo realizaron guarda
parques del Parque Nacional Defensores del Chaco, quienes relataron que al realizar esas
tareas notaron la existencia de varias sendas evidentemente utilizadas por grupos humanos de
manera constante.
En esta zona hay reportes frecuentes sobre de señales de presencia de aislados. El último
registro data de julio de 2011; se trata del avistamiento de dos personas de un grupo de
Ayoreo aislado, por parte de un grupo de trabajadores que estaban viajando en camioneta por
el camino que une Lagerenza’i con Gabino Mendoza.
Ya en octubre de 2010 Iniciativa Amotocodie brindó a las autoridades nacionales lo detalles de
la presencia de los aislados, acompañándolos con el gráfico siguiente (que en la parte este
9 muestra otra zona con grupos aislados, Chovoreca, que también fue uno de los destinos
seleccionados por la expedición científica).
Menos de un año más tarde, puede observarse un rápido proceso de ocupación de la zona, con
apertura de picadas e inicio de desmontes, todos dentro del área de amortiguamiento al norte
del Parque Nacional Médanos del Chaco y
del área protegida Monumento Cerro
Cabrera. Llama la atención que estas
acciones antrópicas se dan poco tiempo
después de que la UNAP e IA hayan
tomado medidas para la protección de una
propiedad adquirida a favor de los Ayoreo
aislados, y titulada a nombre de la UNAP.
En agosto de 2011, aprovechando un viaje
de monitoreo por la zona, se colocó dos de
carteles indicando la propiedad. Esta
acción pretendía evitar cualquier situación
que amenace su integridad, como lo son la
venta de la propiedad con otro título falso o la ocupación de las mismas por parte de
especuladores.
En la zona Médanos del Chaco, en años anteriores, se realizaron también estudios de
prospección de petróleo, dentro y fuera del parque nacional de Médanos del Chaco. En la
actualidad hay dos pozos de gas operando en la zona.
Hay intención de hacer más prospecciones. Desde el Vice
Ministerio de Minas y Energía se pronuncian
frecuentemente voces que manifiestan el interés por
extraer petróleo del subsuelo Chaqueño, sin embargo
hasta hoy se desconoce los planes para la región más en
detalle. Al parecer, las actividades de prospección
efectuadas hasta ahora, no contaban Menos con estudios
de impacto ambiental en los que se contemple la
existencia y las necesidades de los grupos Ayoreo
aislados en la región. La consulta previa, libre e
informada no se aplica (en el caso de grupos aislados, la
ausencia de una voluntad de contacto es considerada como rechazo a cualquier
emprendimiento externo en su territorio). Tampoco se consultó a los Ayoreo ya contactados, a
quienes pertenece el territorio. El derecho a la consulta estipulada en leyes nacionales y el
convenio 169 de la OIT es violado constantemente; mientras tanto, las autoridades de
aplicación de las leyes ni parecen percatarse de ello.
La zona de Médanos del Chaco es utilizada por los Ayoreo aislados de manera transfronteriza. A
escasos 5 kilómetros de la frontera, hace dos años fueron vistos grupos aislados viajando hacia
el noroeste, cruzando campos naturales donde se encontraban patrullando militares
paraguayos. También en la zona del Hito V, Cerro Coronel Cabrera, los guaradaparques
hallaron hacia fines de 2010 sendas de uso constante dirigidas al norte y oeste del Cerro,
entrando en Bolivia. Se trata de testimonios debidamente registrados y certificados. Otro detalle
importante es aportado por ancianos Ijnapuigosode, grupo local que habitaba esa zona, los que
10 identificaron en la misma zona sitios muy buenos para los cultivos de verano, que a su criterio,
son utilizados hasta hoy día por Ayoreo aislados.
Zona Palmar de las Islas
Es otra zona de uso transfronterizo por parte de los grupos
aislados. La región es de vegetación más tupida y de mayor altura,
y ofrece un sinnúmero de recursos para los Ayoreo en general, y
especialmente para los que viven en aislamiento. La mayor parte
de la zona es de suelo arenoso.
En esta zona vivían varios grupos Ayoreo hasta mediados de los
años 60 del siglo pasado. Con el proceso de contacto en el norte
del Chaco fueron obligados a dejarla los integrantes de varios
grupos locales, entre ellos los Ijnapuigosde, Tiegosode,
Ñamocodegosode, Erampepaigosode y otros
grupos pequeños, los que habían pasado a
integrar, a principios del siglo 20, con otros
grupos más, una alianza conocida como
Guidaigosode. Varios de estos grupos recuerdan
a miembros de su grupo que quedaron a vivir
en el monte, y no fueron contactados en lo
sucesivo ni en Paraguay ni en Bolivia. Es
probable que sean esas personas y sus
Remanente de agua en Palmar de las Islas. Ancianos Ayoreo y descendientes quienes están ocupando esta
pobladores afirman que nunca vieron la laguna tan seca. De zona y otras aledañas.
fondo se divisa el Cerro San Miguel, en Bolivia. La región tiene además una importancia estratégica, ya que en ella confluye históricamente un
número de rutas de migración pertenecientes a diversos grupos locales, todas dirigidas hacia
Echoi, las salinas situadas en el lado Boliviano de la
frontera (hoy conocidas como salinas de San Miguel y
Santiago, situadas a unos pocos kilómetros al oeste del
cerro San Miguel). Este dato es vital, porque anual o
bianualmente cada grupo enviaba, y tal vez envía todavía
delegaciones hacia la región de las salinas, a unos 40
kilómetros al noroeste del Hito V, Palmar de las Islas para
proveerse de sal mineral. En el presente, del lado
paraguayo, la ocupación de la zona con propiedades,
desmontes, caminos y con colonos no- indígenas
agrupados en asentamientos nuevos, puede afectar de
manera severa la adquisición de la sal por parte de los
grupos aislados en caso que la practiquen todavía.
Asimismo, la destrucción de esta zona, al decir de los
ancianos Ayoreo, va a afectar gravemente la existencia y
disponibilidad de las tortugas, porque es la zona de
reproducción y de mayor concentración de las mismas. La tortuga es un alimento básico de los
Ayoreo aislados, y es el más preciado hasta hoy para los Ayoreo ya contactados.
11 Durante el último recorrido por la zona se constató la apertura de varias brechas en el monte,
así como la presencia de puestos de vigilancia privada; son maneras con las que algunos
propietarios, frecuentemente impulsados por superposiciones de títulos de propiedad marcan
sus derechos sobre un lote determinado, para mostrar como prueba las “mejoras”
(alteraciones) realizadas.
En ese mismo contexto, otra de las mejoras para demostrar la inversión que se hizo en algún
lote son los tajamares para la recolección de agua. La instalación de estos sistemas pensados
para juntar agua con las lluvias se realizan frecuentemente asentándolos sobre cauces hídricos
naturales que transportan el agua durante la temporada de lluvias; significa que el agua que
pasa por estos cauces encuentra una suerte de presa que corta su paso y su fluir natural, y
queda estancada. A partir de allí, esas aguas beneficiarán principalmente a las estancias o
ganaderas del caso. Es una forma de privatizar el recuso vital para la población chaqueña, y en
este caso, para los grupos aislados. A mediano y largo plazo, esta practica termina por secar y
destruir el cauce natural, y va afectando paulatinamente también la coherencia ambiental de
toda la zona.
Los últimos registros de presencia documentados para esta zona son de octubre de 2011,
cuando se registraron avistamientos, huecos nuevos en los troncos de donde se extrajo miel, y
nidos de tortuga
recientemente
vaciados. Estas
señales corresponden
a lugares al sur de la
frontera con Bolivia,
entre el hito VI y el
VII (ver imagen
satelital a la derecha).
En diciembre de 2011,
hubo además
información dando
cuenta de la existencia
de chozas muy recientemente hechas, en la zona del Hito VII, en un lugar en donde se están
abriendo nuevas picadas. Trabajadores testigos afirman que los aislados de estas chozas muy
probablemente se hayan ido hacia Bolivia dado que del lado Paraguayo había mucha actividad.
Zona Chovoreca
La región de Chovoreca también es territorio transfronterizo de al
menos un grupo de Ayoreo aislado. Invariablemente soporta un
número creciente de de deforestaciones realizadas por paraguayos,
menonitas del Chaco Central Paraguayo, y extrajeros.
Esta zona estuvo también en la mira de la Expedición Chaco Seco
2010 (como la de Médanos). La expedición anunciada y
posteriormnte suspendida significaba también en esta zona un
12 riesgo de encuentros involuntarios con los grupos aislados muy elevado. Fue avistado un grupo
con más de 25 personas en esta zona.
Los últimos datos de presencia registrados corresponden a fines de septiembre de 2011; son
datos brindados por una comisión de Ayoreo del grupo local Garaygosode que fue para realizar
estudios ambientales en la propiedad de 20.000 has. titulada a nombre de la UNAP que queda
en esa zona.
Huellas frescas de Ayoreo aislados encontradas durante un viaje de monitoreo en agosto de 2009. Un tajamar casi seco era utilizado por el grupo aislado para abastecerse durante los tiempos de sequía. Accedían al sitio ya que la estancia a la que pertenece el tajamar se encontraba hace tiempo fuera de uso. El tajamar está a 300 metros del bosque virgen de la zona y a menos de 50 kilómetros de la frontera con Bolivia (zona de Chovoreca). En la fotografía de la izquierda, al fondo, puede verse un sitio con ramas donde los aislados se apoyaban para sacar el agua, cuando el agua estaba aún en un nivel más alto, unos dos meses antes. Zona Patrimonio Totobiegosode
Esta zona hace referencia a la parte este del territorio del grupo
local Ayoreo Totobiegosode, gran parte de la cual es objeto, ya
desde principios de los años 90, de un reclamo territorial por parte
de aquellos Ayoreo Totobiegosode que fueron sacados del monte
por misioneros evangélicos -un grupo a finales del 70, y otro
mediados de los 80; los mismos son complementados por un grupo
de 16 personas en contacto inicial, contactadas en marzo de 2004,
los últimos salidos del monte en Paraguay hasta la fecha.
Agrupados desde 2005 en su propia organización OPIT, tratan de
lograr la titulación del recalmo en su totalidad; mientras, y como
una medida de protección, lograron con la ayuda de la ONG que los acompaña (GAT/ “Gente,
Ambiente y Territorio”, antes “Grupo de Apoyo a los Totobiegosode”) que la zona fuera
reconocida por el estado Paraguayo como “Patrimonio Natural y Cultural Ayoreo
Totobiegosode”. El reclamo territorial en sí apunta a la devolución del territorio a los ya
contactados, y a que se constituya en refugio de los aisaldos. De hecho, en la zona hay
confirmación de la presencia de un grupo aislado.
Los esfuerzos de la Organización Payipie Ichadie Totobiegosode (OPIT) por recuperar y
proteger su territorio y proteger a sus hermanos aislados, chocan y tienen que enfrentarse a
13 grandes empreas ganaderas – principalmente brasileras - que dentro del reclamo y de la zona
declarada “Patrimonio” operan a su antojo y frecuentemente pasan por alto las normas
nacionales vigentes.
Zona Toro Pampa
Desde 2010 se cuenta con registros de presencia de grupos
aislados en esa zona. La misma presenta un alto nivel de
incremento de la deforestación, especialmente como expansión de
la incursión de ganaderos brasileños que llegan a comprar tierras
entrando desde el este por el río Paraguay. La mayor parte de la
zona se compone de palmares y humedales.
Habitualmente la zona no se identifica como territorio de los
Ayoreo, sin embargo, al parecer pasó a servir de refugio de algún
grupo aislado que tuvo
que huir de otras zonas por causa de la presión
antrópica. Esta área es colindante a la región del
Patrimonio Natural y Cultural de los Ayoreo
Totobiegosode, que en los últimos años está
soportando el acoso de empresas brasileñas que
van deforestando áreas de uso de los grupos
Ayoreo Totobiegosode aislados y en contacto inicial.
Las últimas señales en esta zona fueron registradas
por la UNAP y la OPIT conjuntamente, en
Verificación de un utensilio hallado por trabajadores noviembre de 2011. El grupo aislado – claramente
Ayoreo contratados por una estancia de Alto Paraguay. identificado como grupo Ayoreo - que ocupa esa
Fotografía de Mayo de 2010. zona podría tener al menos 12 integrantes, según
datos recogidos de varios testigos en los últimos dos años.
Zona Infante Rivarola
En esta zona – atribuida más comúnmente al territorio del pueblo
Guaraní- Ñandeva - se encuentra un grupo aislado viviendo desde
hace varios años. Los indígenas Guaraní de las comunidades
Syrakua, 3 Trincheras y Pykasu, percibían su presencia hace
tiempo, aunque no se imaginaban que se trataba de grupos
indígenas en aislamiento. Cazadores y trabajadores de las
mencionadas comunidades de los Guarani encontraron
sucesivamente huellas de gente caminado en áreas donde solo hay
bosque, al igual que huecos de miel en los árboles con cortes muy
característicos de los Ayoreo. En 2008 y 2009, los líderes de las
14 mencionadas comunidades reportaron el hallazgo de huellas y señales de presencia en varias
oportunidades. También se registraron, en 2009, reportes de jornaleros que dijeron haber visto
a gente desnuda caminando por el monte, pero sin poder precisar los lugares con exactitud.
En 2010 aumentaron los reportes de señales desde esas zonas. Trabajadores contratados para
ir a trabajar en esa zona aseguraban haber visto señales como las publicadas en el documento
“El caso Ayoreo” (el que llegó también a manos de pobladores chaqueños). A mediados de
julio, IA y UNAP realizaron un viaje de monitoreo a esta zona y conversaron con los testigos.
Este trabajo confirmó la presencia de aislados, claramente identificados como Ayoreo. Aún
quedan pendiente otros monitoreos para conocer mayores detalles.
El estudio de imágenes satelitales muestra que la zona empezó a soportar deforestaciones
desde hace unos tres años. También pueden verse kilómetros y kilómetros de brechas abiertas,
muchas para realizar pruebas sísmicas para buscar petróleo, y otras para mensuras de
propiedades. Por lo tanto, de nuevo es el proceso
de deforestación el que hace que se evidencien
señales de grupos aislados que hasta hace unos
años atrás ni se pensaba que existían. No es difícil
de imaginar que podían sobrevivir particularmente
bien en esta región hasta hace unos años, porque
el monte todavía presentaba una amplitud y
coherencia que permitía desarrollar el modelo de
vida tradicional de los Ayoreo en el monte. Sin
embargo, como se observó en otras zonas, con el
comienzo de la instalación de estancias sobre el
territorio, comienzan a aparecer señales de
presencia de aislados, que no siempre son
reconocidas como tales por los pobladores no
adiestrados o informados. Para los grupos aislados
empieza un “vivir huyendo”, buscando espacios
remanentes de bosques y en un estado de alerta
a cualquier movimiento extraño, en especial si no
encuentran vías de acceso a otras regiones que
representen mayor tranquilidad y seguridad.
Como sucede en otras regiones, por la ubicación
de la choza y las referencias recolectadas, sumado
al ya mencionado estudio de imágenes satelitales,
se trata de un grupo que vive de manera
transfronteriza.
Choza encontrada en la zona de Infante Rivarola por trabajadores de una nueva estancia cuando estaban deforestando. Debajo había herramientas, restos de caparazón de tortugas, y raíces de bulbos que conservan agua, recién sacadas de la tierra. La fotografía es gentileza de un informante que tomo fotos con un teléfono celular. Redacción: Miguel Ángel Alarcón, Iniciativa Amotocodie / Enero 2012.
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