INTRODUCCIÓN Escribir correctamente constituye una de las preocupaciones en todos los niveles educativos, pero cobra mayor fuerza cuando de educación superior se trata; todavía más cuando se habla de futuros docentes en diversas ramas o campos de la enseñanza. El punto de partida es que todos los docentes y no docentes utilizan el mismo código tanto para hablar como para escribir; no hay excusa que valga para decir que en algunas menciones o especialidades no es obligante el uso correcto del código. La ortografía o escritura correcta es un punto álgido y complejo. Generalmente los docentes de niveles superiores le echan la culpa a los docentes de niveles inferiores: el liceo a la escuela básica y la universidad al liceo. Especialmente la culpa de la mala ortografía se la endilgan a los docentes del área de castellano. Cualquiera podría preguntarse: ¿Qué hacen los docentes por mejorar la ortografía?. Las respuestas no se hacen esperar: Algunos se conforman con criticar a los profesores de castellano de años anteriores; otros pasan de largo los errores ortográficos de sus alumnos; otros alegan que ese punto no es parte de su especialidad; algunos y lamentablemente muy pocos son conscientes de la situación pésima en el orden de la ortografía y hacen esfuerzos aislados por mejorar. El presente trabajo de investigación se plantea el problema de la escritura en lo referente a la ortografía y pretende exponer el dictado como un recurso o medio para evaluar precisamente la ortografía en función del mejoramiento de la escritura. La propuesta central es que el dictado es un instrumento o medio válido para enseñar y aprender ortografía; es un recurso donde se aplican las reglas o normas de la ortografía castellana. A partir de errores y aciertos se puede hacer un seguimiento a un grupo de alumnos y a cada uno en particular. La proposición del dictado como instrumento de evaluación es asequible a todos los docentes de todas las asignaturas; el objetivo es integrar el dictado en el plan de evaluación de cada período escolar (semestre o anualidades). La investigación se realiza como un proyecto de aula por cuanto se involucran alumnos de una sección de cuarto año de Castellano y Literatura de la Universidad de los Andes Táchira durante el período lectivo 2003-2004. Es un curso de 41 alumnos que se sometieron metodológicamente a la prueba de cinco dictados durante el año escolar y al final se les aplicó una encuesta para que emitieran su opinión sobre la experiencia. Con base en los resultados de los dictados y de la encuesta se hacen proyecciones sobre la efectividad y validez del dictado como instrumento de evaluación de la ortografía, específicamente en cuanto a letras (grafemas) y tildación (acento ortográfico). El proyecto se desarrolla en cuatro etapas que corresponden a cuatro capítulos. En primer lugar se plantea una conceptualización del dictado y un marco teórico donde se exponen los principios en los cuales se fundamenta la investigación. Luego se describe la situación concreta que se percibe en relación con el problema de la ortografía: opinión y comentarios de docentes; reflejo de artículos de opinión; manifestaciones cotidianas en periódicos particularmente; carteleras y medios de publicación en institutos educacionales. En tercer lugar se hace referencia a la organización y diseño del dictado: alumnos participantes y su entorno; instrumento de recolección de datos; metodología; aplicación y evaluación del dictado. Finalmente se dan a conocer en forma descriptiva y analítica los resultados de la investigación: datos aportados por cinco dictados aplicados y análisis de los mismos; una encuesta con sus resultados y análisis; inferencias y deducciones en base a los datos obtenidos. El trabajo no pretende agotar ni cerrar la investigación en cuanto al dictado; simplemente es un a proposición en el sentido de que puede ser uno de los medios de evaluación de la ortografía, específicamente en cuanto a las letras (grafemas) y la tildación (acento ortográfico). Quedan otros campos donde el dictado puede fructificar: caligrafía, legibilidad, acento diacrítico, transmisión de información sobre tópicos seleccionados. El dictado fue en la escuela tradicional un recurso para enseñar, evaluar, orientar y fijar conocimientos en relación con la ortografía; sin embargo, se utilizó en los prim eros grados y con una metodología propia para alumnos que estaban aprendiendo a escribir. En la propuesta de este trabajo el dictado se convierte en un nuevo paradigma porque se dirige a los alumnos de educación superior y con una metodología que busca detectar errores ortográficos en forma individual para corregir según el diagnóstico de cada uno. En efecto, la aplicación del dictado parte de un conocimiento teórico acumulado en relación con la ortografía; el objetivo terminal es la concientización del alumno en cuanto a sus fallas y su correspondiente autocorrección. Además el campo experiencial de los alumnos es vasto por cuanto han pasado los niveles inicial y medio del sistema educativo. Finalmente, la propuesta de este trabajo pretende contribuir al mejoramiento de la escritura porque resulta muy cierto que generalmente se habla mal y se escribe peor; lo ideal es que la academia lleve al aprendiz a escribir correctamente y sobre todo que el docente sea un punto de referencia en la escritura correcta.