Procesal penal. Objeto del proceso penal

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SECCIÃ N IV: EL OBJETO DEL PROCESO PENAL
TEMA 10: EL OBJETO DEL PROCESO PENAL
1. LA PRETENSIÃ N PUNITIVA DEL ESTADO
El “ius puniendi” (el derecho a penar) es un derecho cuya titularidad pertenece al Estado, luego es el único
que tiene la titularidad punitiva y no los particulares, a los que solo se les permite la solicitud de inicio de un
procedimiento que dé respuesta a los derechos transmitidos a través de la maquinaria judicial.
AsÃ−, tratarán de conseguir resolución motivada que de algún modo va a satisfacer el derecho a la
acción y, por tanto, satisfaciendo el derecho a la tutela efectiva (derecho que no ampara la obtención de una
resolución favorable, sino el de una resolución motivada).
2. LA PRETENSIÃ N DE LAS PARTES ACUSADORAS
Nos encontramos aquÃ− como la pretensión va apareciendo gradualmente a lo largo del proceso.
Efectivamente, al inicio del mismo solo se traslada al órgano judicial la mera existencia de un hecho
delictivo, no una pretensión propiamente (se fijan los hechos, no lo que se pide). Esta pretensión va a ir
tomando forma según se va llevando a cabo el proceso.
Por primera vez aparece nuestra pretensión en el escrito de calificaciones para, más adelante, ir cobrando
mayor virtualidad con la práctica de la prueba (art. 650 LECrim). AsÃ− se irá materializando a lo largo del
proceso penal.
3. LA IDENTIFICACIÃ N DEL OBJETO DEL PROCESO: LA IDENTIFICACIÃ N DEL HECHO
A EFECTOS PROCESALES (IMP)
Tenemos derecho a iniciar el proceso poniendo en conocimiento unos hechos al órgano judicial. Los hechos
que se ponen en conocimiento corresponden a hechos, que en principio, se consideran hechos delictivos. El
órgano judicial no puede cambiar los hechos pues, por un lado, no caben dos procesos sobre los mismos
hechos (ejemplo: la litispendencia), y por el otro, no cabe el volver a juzgar unos hechos sobre los que ya
recae sentencia que dio fin al proceso (efecto de cosa juzgada). AsÃ−, aquÃ− la clave está en determinar
cuando el hecho es el mismo.
Para que nos encontremos ante objetos distintos, los hechos han de cambiar de tal manera que supongan una
alteración del bien jurÃ−dico protegido por la norma, pues este cambio en el bien jurÃ−dico se altera el
derecho a la defensa. Luego si esta defensa se mantiene estable, no se alterarÃ−a o limitarÃ−a esta capacidad,
a pesar de la modificación de los hechos. Esto es fundamental si recordamos que el juez juzgará
ateniéndose a lo alegado por las partes, con la excepción del error en la calificación de los hechos, donde
utilizará la fórmula expresamente recogida del art. 733 LECrim (el juez puede invitar a las partes a
reflexionar sobre la posición que han adoptado y si estas las mantienen, el juez, para no violar el principio
acusatorio, deberá absolver).
Si el juez calificase de manera distinta a lo pedido por las partes esta sentencia podrÃ−a ser recurrida en
casación, en virtud del art. 851.4 LECrim.
El objeto no son los hechos naturales ni los históricos, sino que el objeto es el bien jurÃ−dico protegido, por
lo que la modificación de éste altera la naturaleza del proceso.
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4. OTROS ELEMENTOS CONFIGURADOS DEL OBJETO DEL PROCESO
Existen otros elementos que también configuran el objeto del proceso. Estos elementos son elementos
secundarios, no principales. Estos elementos subsidiarios se refieren a los artÃ−culos de previo
pronunciamiento. Estos hacen referencia a una serie de circunstancias que las partes pueden poner de
manifiesto (excepciones, oponer) en la fase intermedia del proceso en el escrito de calificaciones. Estas
circunstancias hacen referencia a ineficiencias procesales que impiden la prosecución del proceso. Vienen
recogidas en el art. 666 LECrim. Son homólogas a las excepciones procesales civiles recogidas en el art. 416
LEC. NO obstante, son similares en la forma, pero no en el contenido, Puesto que, mientras que las
excepciones procesales civiles del art. 416 LEC no cierran de forma definitiva el proceso, se dicta una
sentencia absolutoria en la instancia que permite a las partes iniciar un nuevo proceso previa subsanación de
los defectos procesales. En el proceso penal, por el contrario, la aplicación de estas circunstancias conlleva
un auto de sobreseimiento (sentencia con valor de cosa juzgada) que cierra de forma definitiva el proceso.
ArtÃ−culo 666 LECrim:
“Serán tan sólo objeto de artÃ−culos de previo pronunciamiento las cuestiones o excepciones siguientes:
• La de declinatoria de jurisdicción.
• La de cosa juzgada.
• La de prescripción del delito.
• La de amnistÃ−a o indulto.
• La falta de autorización administrativa para procesar en los casos en que sea necesaria, con arreglo a la
Constitución y a Leyes especiales”.
Ahora bien, también existen otras circunstancias que configuran el objeto del proceso referido a los hechos,
como es el caso de las exenciones del art. 20 CP, en lo referente a la culpabilidad, dolo o negligencia, que por
estar estos elementos en conexión con los hechos, delimitan totalmente el objeto del proceso.
5. EL OBJETO CIVIL DEL PROCESO PENAL
Es el objeto eventual, es decir, es el posible objeto que puede existir junto a la solicitud de una pena. En otras
palabras, es la posibilidad de acumular, junto con la penal, la responsabilidad civil.
La responsabilidad civil NO procede de la existencia de un hecho ilÃ−cito y antijurÃ−dico, esto es, no
depende de la existencia de un hecho punible (culpable, ilÃ−cito y antijurÃ−dico), sino que procede de la
alteración del curso normal de los hechos, es decir, depende de la existencia de un daño que ha existido y
no tenÃ−a que haberlo hecho (principio “alterum non laedem” que supone que nadie tiene que soportar el
daño de un 3º). Es decir, esta responsabilidad civil surge del daño ocasionado, independientemente de la
culpa.
Tema 10 PP
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