Consideramos como abono mixto el constituído por sustancias de

IX
ABO*10^ 39IXTOS
Consideramos como abono mixto el constituído
por sustancias de origen diverso, procedentes unas
veces de animales y vegetales, otras de animales
y minerales, otras de vegetales y minerales y algunas pertenecientes a]os tres reinos.
Según la manera de eIaborar estos abonos podemos dividirlos en naturales y artificiales.
_Abonos mixtos naturales.-En este grupa comprendemos aquellos abonos que se elaboran sín
el empleo de procedimientos químicos, siendo los
principales de ellos el pstiércol, los compuestos
fertilizantes, las barreduras de población, los ^légamos o cienos, el estiércol artificial y algunos
otros productos comerciales obtenidos por mezcla
de sustancias sin someterlas a tratamientos de orden químico, productos que enumeraremos rápidamente.
Estiércol.-El estiércol es un abono mixto constituído por la mezcla de ]as deyecciones de los
animales con las sustancias que les sirven de camas o lechos, íntimamente unidas y sometidas a
una serie de tratamientos que faciliten su transformación en un producto de composición va-
- r21 -
riahle, rico en principios nutritivos, sobre todo en
nitrógeno, y de una utilidad grandísima en ]a explotación agrícola al restituir con su empleo el
humus destruído por las cosechas y que tan importante papel desempeña en los suclos, hasta cl
punto de poder decirse que un campo sín humus
es como tm cuerpo sin alma, pues faltando este
importante elemento regulador y modificador de
las condiciones físicas, químicas y hiolr^gicas del
suelo, las cosechas son escasas o ntilas, sin que
los abonos minerales puedan producir efectos sensibles sobre la groductividad del suelo.
El estiércol es el abono más antiguo conocido,
remontándose su empleo a las primeras épocas
de la agricultura, considerándosele como único
abono desde el momento en que el hombre, al someter las tierras al cultivo, agotó en ellas los elementos nutritivos acumulados por los siglos. Hasta la aparición de los abonos minerales a mediados
del siglo pasado, se siguió considerando el estiércol como la única strstancia capaz de reponer en
los suelos los elementos nutritivos absorbidos por
las plantas, existiendo todavía hoy algunas zonas
en las que se le considera como el único abono.
Desde la introducción en el campo de los abonos
minerales, a causa de los sorprendentes resultado^
de éstos al movilizar las reservas acumuladas por
los siglos en los suelos y retenidas en ellos por
el poder absorbente del humus, fué desechado el
uso del estiércol, que requería para producirlo la
existencia de una considerable ganadería de renta,
adecnás de ser un abono más costoso de trans-
porte y disiribución, a causa de su gran volumen,
yue los ahor^os minerales. Esta práctira trajo consigo el agotamiento dc la materia orgánica ^de los
suelr^s y consecaentemente la disminución rle la
productividad ^íe los mismos, productividad que
sólo pue<le restituirse con la incorporación al suelo
dc grandes cantidades de sustancias orgánicas ;
,iendr,^ el esti^•rcr^l uno ^le los principales, lwr no
decir el princil>al elemento, con que el agricultor
cucnta para restituir a los suelos el humus destruído por las cosechas.
Itada esta ligerísima idea de la importancía dei
estiércol, vamos a hacer un rápido estudio de este
fertilizante, deteniéndonos, sobre todo, en la elaboración del mismo.
LI estiércol, siendo una mezcla de las deyecciones de los animales juntamente con las sustancias utilizadas para camas o lechos, será un producto de composición variadísima, depcndiendo
ésta de la cspecie animal y dc la naturaleza de
la sustancia utilizada para cama o lecho ; así tenemos que mientras el estiércol caballar, aun siendo de diferente composición según la edad, sexo,
régimen alimenticio, especie ( caballar, asnal o mular), etc., 5iempre es un estiércol de rápida fermentación muy adecuado a la formación de las
camas calientes ; el vacuno, siendo más aeuoso y
variando su composición con la edad, sexo, régimen de explotación (explotación lechera, carne,
trabajo, etc.), régimen alirnenticio, etc., es de más
lenta fermentación, siendo útil para la formación
de ^amas tibias, y el de ganado porcino, mucho
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más acuoso y más frío, es de fermentación más
lenta y de composición más variable que los otros,
dependiendo ésta de la edad, sexo, régimen de
explotación, etc.
También influyen, como es natural, en la composición del estiércol las sustancias utilizadas como ]echos, sustancias que deben reunir las condi^•iones de proporcionar a los animales un ]ugar
de reposo blando, limpio y san^, y absorber la
mayor parte de 1as deyecciones líquidas de las
mismas que constituyen una importante porción
de elementos fertilizantes. Las sustancias más empleadas para este fin son :
Las pajas de trigo, avena y cebada, de las que
la dotada de mayor poder absorbente para los
líquidos es la de cebada y la de cama más suave
la de avena, siendo la mejor la de trigo, que teniendo suficiente poder retentivo de los líquidos
da lugar a una buena cama.
A las pajas siguen otras sustancias cuyo empleo depende de la facilidad que haya en cada
explotación para adquirirlas a bajo precio ; tales
son la paja de leguminosas, que, aun teniendo un
poder absorbente poco menor que el de la de
cereales, da lugar a camas duras e incómodas, aun
cuando por su riqueza en sustancias nutritivas,
sobre todo nitrógeno, dé lugar a estíércoles muy
ricos y activos. Los tamos, pajuces de los cereales, etc., aun siendo ricos eñ sustancias fertilizantes y debiendo por ello utilizarse mezclados con
los estiércoles, como lechos son unas sustancias
rechazables por la gran cantidad de poivo que
licvan, así cnn^c^^ p^^^r su poca elasticiilad y diiícil
,nanejra. Lc^s hclechos, breros, relamas, etc., sun
sustancias ricas en nitrógeno y dotadas de suficíente pcxier absorbente para desempeñar su papel
de lechos en las zonas en yue abunden y en las quc
en general escasean las pajas de cereales. E1 serrín de rnadera, que constituye un excelente lecho dotado de un poder absorbente doble que el
de la paja, pero que es escaso en elementos fertilia.antes, y da lugar a estiércoles de ]enta descontposición ; el serrín de roble, a causa del tanino
que contiene, perjudica a la vegetación.
Las hojas secas, si bien dan lugar a un estiércol
rico en nitrógeno, éste es de lehta descomposición,
compacto y ácido, siendo únicamente adecuado a
los terrenos calizos. Y la turba, que constituye un
Iecho dotado de gran poder absorbente, bastante
tiico en nitrógeno, pobre en fosfórico y potasa
y dotado de poder absorbeute para e1 amoníaco,
al que retiene enérgicamente, siendo por tanto, un
producto muy recomendable par^c aquellas zonas
en las que la paja escasea y^la turba ahunda.
Como vemos, la composíción del estiércol varía enormemente con sus componentes, pudiendo
darse como un dato medio el de o,óo por too de
nitrógeno, 0,7o por too de potasa y o,55 por too
de fosfórico.
Elaboración del estiércol.--La extracción del
estiércol de las cuadrás y establos deberá realizarse con más o menos frecuencía según la especie animal de que se trata y el sistema de explotación a que se le someta, pero siempre guiados
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por el principio de que debe llevarsc a cabo lo
más frecuentemente posible, con el 6n de evitar
las pérdidas de amoníaco que la fermentación de
los estiércoles en el local donde sc halle el ganado
puede provocar, y los peligros que para la salurl
del mismo supone la permanencia de las deyeccíones en descomposición en el mismo local.
EI estiércol, una vez extraído dc las cuarlras
o establos, puede llevarse directamente al campo
o conducirse al estercolero, cn donde se le somete
a las operaciones necesarias para obtener un producto de máxima eficacia y que experimente un
mínimo de pérdidas en el terreno.
Si el estiércol es canducido directamente al campo, o es abandonado a si mismo sin someterlo a
operación alguna, experimenta una activa descomposición en medio aerobio, descomposición que,
destruyendo y solubilizando las materias ternarias, afecta al mismo tiempo a las cuaternarias que
sufren la mineralización y nitrificación que ha de
dar lugar a la formación dé nitratos, nitratos que,
al hallarse en medio rico en hidratos de carbono
solubles, experimentan rápidamente la desnitrificación, que da lugar a pérdida ^ considerables de
nitrógeno. Cuando el estiércol sin incorporarlo
al campo se deja en montones abandonado a sí
mismo, experimenta primero una elevación de
temperattrra, que determina la pérdida por volatilización de gran parte del carbonato amónico
formado, así como del anhídrido carbónico que
ocupa los huecos de la masa, huecas que son invadidos por el aire exterior, rico en oxígeno, dan-
Alzado de un estercolero coustruído en terreno pendiente con caminos de carga y descarga. Nótese que el
muro de contención debe tener la resistencia apropiada
cuando el estercolero esté vacío.
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la desnitrificación, pérdidas^que
a las ocasionadas en forma ^,móniá^al pq^ygi levacián de temperatura que ^^#`itp^t^`^,^^3i^sa.
Vemos, pues, que la elaboracibn rdel` éstíércol
debe tender a evitar, o cuando merios reducir al
mínimo posible, las pérdidas de nitrógeno en el
estiércol, guiando su descomposición, hasta que
alcance un estado tal que, aun formándose nitratos al escasear o faltar los hidratos de carbono
solubles, no puedan actuar los fermentos desnitrificadores ocasíonando pérdidas ; para conseguir
esto vemos que lo que necesitamos es conducir
la descomposición de las materias eonstitutivas
del estiércol en medio anaerobio para que, humificándose en virtud de los fermentos humificadores
anaerobios y suf riendo ]a acción de los f ermentos
amoniacales también anaerobios, tome su nitrógeno el estado amoniacal, siendo retenido en este
estado por el poder absorbente del humus formado y sufriendo la nitrificación al ser incorporado
al campo y encontrarse en medio aerobio.
Expuesto esto, vemos que una vez el estiércol
depositado en el estercolero es necesario impedir
el acceso del aire al interior del montón, para
lo que necesitamos obligarle a fermentar a baja
temperatura, consiguiéndose esto, bien por riego
continuo del montón con el líquido escurrido del
estiércol o purin, con aguas residuales o simplemente con agua pura, o bien apelmazando el mon-
tón y cubriéndolo con una capa de tierra arcillosa
impermeable que impida la salida de los gases
interiores y el acceso del aire exterior; este último
método es el más índicado para los países secos,
en los clue el agua escasea y no es posible dar
los riegos necesar'i`os.
Los lugares en donde se elabora el estíércol,
hasta alcanzar el estado de descumposición que
necesítemos, reciben el nombre de estercoleros, pudiendo los estercoleros establecerse en lns mismos
establos en los que se acumula e1 estiércoi durante
los meses fríos, con el tin de que puedan fermentar, manteniendo al mismo tiempo éstos a temperatura adccuada para el ganado ; este sistema de estercoleros sólo se usa y puede tolerarse en las zonas más frías de Europa, en las que el estiércol al
aire libre no puede fermentar en invierno a causa de la baja temperatura. Estercoleros en plataforma colocadas en la superficie del suelo en los
que se amontona el estiércol soznetiéndolo a riegos para conseguir su perfecta transformación ;
estos estercoleros son los más corrientemente empleados. Y estercoleros en fosas, que son los más
adecuados para los climas cáiidos y secos del Sur
por presentar una menor superficie de desecación.
El estiércol puede repartirse en el terreno en
estado pajoso o enterizo, es decir, confornie sale
del establo, estado en el que experimenta tan
grandes pérdidas, que, como hemos dichos, no es
recomendable adicionarlo más que en el caso de
algunos cultivos especiales que lo exigen; en cl
y
...»t.'. .
^rV^ ^+k. . '
- i3o -
estado denóí$iifado estiércol a tnedio consumir,
ue ^^Cté'fia^ por desaparecer el estado pado lalt pa^as un color moreno oscuro
Disposición de un estercolero y rie la balseta (scccibn
vertical).
aplastándose y ablandándose hasta el punto de
romperse al cargar con la horca, estado en el
que las pérdidas son escasas y'el,reparto es fácil,
siendo, por tanto, el más recomendable ; o en el
estado de manteca negra caracterizado por su coloración oscura negra y por una descomposición
tota] de las materias del estiércol, que se convierten en una masa untuosa de muy difícil reparto,
y que ha esperimeutado pérdidas considerables de
nitrógeno mientras ha sufrido la destrucción total
de los hidratos de carbono,
Cualquiera que sea e1 estado del estiércol, su
reparto debe realizarse lo más uníformemente posible, introduciéndolo en el terreno inmediatamente por medio de una labor profunda que lo incorpore perfectamente al suelo. Las dosis a emplear
en nuestro país no suelen exceder de los diez
a quince mil kilogramos, siendo, sin embargo, recomendable dosis de veinte a cincuenta mil kilogramos por hectárea, debiendo varíar las dosis
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con la naturaleza del suelo a ca4^' de 1
pro-
piedades físicas que en él ^no^íifi ^a
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orgánica que se le incorpore.
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Compuestos fertili4arates.-Lós comp ,
fer^ ^tilizantes son unos abonos mixtó^ que resu^t^ri •^
de la mezcla de materias orgánicaJr,^is^La^}-^4^
de todas clases que se encucntran s^^fip9é en
toda granja, y que de ordinario se desperdician
cuando si se recogen y mezclan lo más divididas
posibles colocándolas en capas alternativas con
tierra porosa, barreduras de la granja, etc., y espolvoreadas con cal, se forma un montón de i,5o
a 2 metros de altura, con objeto de conservar
mejor la humedad y activar la fermentación, regándolo con purin, sangre de matadero, orina,
materias fecales desleídas en agua u otros líquidos; se obtiene mediante la fermentación de todas
estas materias, al cabo de unos meses, un abono
que uniformado por .la mezcla perfecta de todas
sus partes que nuevamente amontonadas y previamente aireadas experitnentan la nitrificación
de las sustancias orgánicas humificadas en la primera fermentación, puede ser un auxiliar poderoso en el grave problema de devolver a las plantas el humus destruído por las cosechas.
Barreduras de población.-Se designan con el
ncmbre de barreduras de población el conjunto
le residuos de habitaciones, cocinas, mercados, ta.leres, fábricas, etc., que se recogen todas las mañanas por los encargados de la limpieza de la
población.
La composición de estos residuos es muy va-
^ ^3l ^
riable, dependiendo del régimen de alimentación
de la ciudad, y aun dentro de una misma ciudad
depende también de] barrio donde groceda y de
la época del año. Las barreduras suelen estar
siempre constituídas por los residuos de verduras,
pescados, aves, plumas, pelos, barreduras, etc.,
siendo imposible, por las razones arriba apuntadas, señalar una composición media a las basuras, siendo necesario realizar el análisis directo
para darse cuenta del valor iertilizante de estos
residuos.
Las basuras, que constituyen un abono de positivo valor fertilizante, sobre todo para los labradores de la proximidad de las grandes poblaciones, no deben utilizarse en fresco, sino sometidas durante un plazo de tiempo de unos tres
meses a una fermentación como la del estiércol,
para lo que se amontonan en enormes masas,
mezclándolas con un 5 por ioo de cal viva para
activar la fermentación, re^ándolas de vez en
cuando con agua estercoriácea, deshaciendo el
montón y volviéndolo a rehacer al cabo de seis
semanas, con el &n de activar la #ermentación
que ha de dar lugar a las denominadas basuras
negras.
EI empleo de estas sustancias como abonos, además de proporcionar a los labradores de las proximidades de las grandes poblaciones un exce]ente fertílízante que puede ventajosamente sustituir a los estiércoles, resuelven el grave problema
que para las grandes ciudades representa la eliminación de esos residuos que tan perjudiciales
-133-
pueden ser para la salud pública en las proximidades d^ las poblaciones.
L a dosis q^te suele utilizarse de este abono es
de unos doce mil kilogramos por hectárea.
I_égcnmos o r.ienos.-Los légamos o cienos que
se depositan en el fondo de los estanques, balsas,
sumideros, etc., son sustancias ricas en materia
orgánica que, si se extraen y amontonan para que
pierdan el exceso de agua que ^-ontengan, entran
en fermentación, proporcionando im excelente
fertilizante, rico en sustancia orgánica y en sales
minerales. Para facilitar la fermentación es necesario mezclar los légamos con un 5-io por ioo
de cal, removiendo la masa al cabo cle un par de
meses.
La composición de estos légamos es muy variable, siendo sustancias que en general contienen
una riqueza en nitrógeno aproximada a la del estiércol, aun cuando se halla en un estado menos
asimilable.
F.stiércol artificial.-Planteado en todos los países eminentementes agrícolas el problema de la
escasez de sustancias orgánicas capaces de restituir al ^ uelo los principios nutritivos y el humus
destruído por las cosechas, se comenzó a estudiar
la manera de por medio de productos sintéticos
elaborar una sustancia que cumpla en el suelo los
mísmos fines que llena el estiércol.
Estos estudios encaminados a la obtención de
estiércol artificial fueron iniciados en la Estación
Experimental de Rothamsted, Inglaterra, Ilegánddse a comprobar que los agentes microbianos
[ ^.1
- r.i..5 -
capaces de hacer fermentar las sustancias empleadas como camas o lechos no proeeden exclusivamente del tubo digestivo de los animales, sino
que van en la materia prima, no siendo, por tanto, necesario et concurso de los animales como
aportadores de tos gérmenes microbianos. A1 mismo tiempo se ha comprobado que el papel primordial de los animales es el de proporcionar a
]os microorganismos las sustancias nutritivas que
necesitan para actuar en la forma adecuada para
su desarrollo.
Sentado esto, se han encaminado los estudios,
tanto en Inglaterra como en España, en esta última por el distinguido ingeaiero señor Nagore,
a la obtención de un producto capaz de sustituir
al animal en la misión de proporcionar a los
microorganismos sustancias nutritivas, elaborándose con este objeto dos productos, uno inglés denominado Adco y el español Azkoria, productós
con los que bajo la acción de la humedad y los
microorganismos se obtiene una sustancia que sólo
difiere del buen estiércol de cuadra en su escasez
en potasa, pues este producto se halla en poca
cantidad en los lechos y en la sustancia empleada.
La elaboración del estiércol artificial, sin descender a detalles, que a quien interesen los hallará en el folleto del señor Nagore, titulado Elaborc^ci^n del estiérc•ol artificial, consiste en la colocación de residuos vegetales de todas clases : pajas, pajuces, cañas de maíz trituradas, etc., bien
humedecidos, con dos o tres días de antelación,
en capas delgadas que se riegan con agua y en
- r36 las qiie se espolvorea el producto estercorizado^,
colocando encima otra capa, y así sucesivamente
hasta obtener un montón que no debe sobrepasar
los Z,^o metros de altura, regándolo, con el fin de
que la temperatura no sobrepase los 3o grados
centígrados ; deshaciendo et montón al finalizar cl
prímer mes, regando hasta finalizar el segundo y
cíejándolo sín remover, se obtiene a tos seis meses un excelente estíércol, que contiene t,73 por
ioo de nitr<^eno, un o,qt por too cíe fosfcírico y
un o,zo por ioo de potasa. Se puede elaborar este
estiércol con más rapidez deshaciendo el montón
al mes de formado y volteándolo, repitiendo este
volteo al finalizar él segundo mes, así como al tercero, obteniéndose de este modo el estiércol con
más rapidez.
Adémás de estas su ^tancias mixtas de origen
orgánico existen en el comereio algunos productos que, aun siendo verdaderos abonos mixtos artifeciales, vamos a estudiar antes de pasar a hablar de estos últimos, por ser fundamentalmente
abonos de origen orgánico.
Entre estas sustancias podemos citar el abono
Lutzel, elaboradn tratando el ácido sulfúrico y los
resíduos de carne, huesos, cuero, ete., neutralizando después el producto, con lo que se obtiene una
sustancia seca, de buenas condiciones de distribución y que contiene alrededor de un 5 por roo
de nitrógéno, de un i á un z por ioo de fosfórico
y un 45 de materia orgánica, más una cierta cantídád de sulfato cálcico..
El Nettoli^n, que al parecer está iñtegrado por
- 137' materias de origen turboso, cal y restos de la obtención de las breas, teniendo alrededor cle un
5o por ta^ cíe materia orgánica, un 3 por ioo de
nitró;;eno, nn 3 por ioo de fusfórico, un ^} por
too de potasa y un 35 por ia^ de cal, presentando
el aspecto de un estiércol seco.
I;1 Fluniil^nt, que es un abono de origen orf;ánico, elaborado a base de turba, sometiéndola a
nn tratantiento especial por, el bicarbonato amónico, en virtud cíel cual se separa el amoníaco que
queda reteniclo por el poder absorbente de la materia orgánica, acíquiriendo al mismo tiempo la
turba el aspecto de una masa negruzca, higroscópica y que fermenta rápidamente en el suelo; el
huminal se ofrece en el comercio bajo tres formas : el huminal A, que és un abono esencialmente nitrogenado, con un i,^o por ioo de nitrógeno;
el huminal B, que es un abono completo, cónteniendo un z,7o por ioo de nitrógeno, un i de fosfórico soluble al agua y un Z,i de potasa; y los
comprimidas de huminal, que constituyen un abono húmico, de elevado valor real, obtenido sometiendo el huminal a un tratamiento especial después de una fermentación, que contiene un 55^7
por Ioo de materia orgánica, un 2,g6 de nitrógená
total, un 2,iq de fosfórico, un 2,84 de potasa `y un
^
3,fio de cal.
^
I✓ 1 I3ioh^an^, que es un producto obtenido del
légamo o tarquín de ]os desagiies de las alcantál
rillas, disgregándolo y sometiéndolo a una^ préparación durante varias semanas, hasta obtener
una masa fangosa de reacción neutra o ligera-
.- r3$ -
mente alcalina, que, mezclada con la turba dehidarncnte desmenuzacía, da lugar a un producto muy
indicado para el cultivo hortícola y como enmienda húmica del terreno, al que proporciona, adernás
de una respetable dosis de materia orgánica, cerca
de un o,5 por too de nitrógeno.
I^l Humhinn es un producto elahorado con los
orujos y restos de algimas frutas, conteniendo alrededor de un 27^93 ^r ioo de materia orgánica,
un r,zz dc nitrógeno, o,aa de fosfórico, 0,06 dc potasa y o,Kh de cal.
Y el Cina^ro, que es un abono orgánico n^trogenado, de origen animal, que contiene alrededor
de un 85 por ioo de materia orgánica y un 6,5 a
un 7,5 por ioo de nítrógeno orgánico, constituyendo un fertilizante nítrogenado apta para rep^oner en los suelos el humus destruído por las
coséchas, obrando al mismo tiempo como enérgico
estimulante de las actividades microbianas del
suelo.
ALonos rrrixtos artificinles.-Los abonos mixtos
lrtificiales, estando constituídos por sustancias de
Urigen diverso, mezcladas y sometidas a procesos
de orden quimico, salvo algunos preparados, tales como los que hemos indicado más arriba, obtenidos a base de materias orgánicas, se reducen
a mezclas de productos comerciales en proporciones determinadas, síendo, por tanto, unos abonos
que el agricultor puede elaborar por sí sin necesidad de pagar el sobreprecio con que el comerciante que expende el abono mixto ha de gravar la
mercancía, sin correr el peligro de abonar por el
- 139 -
producto un precio superior al valor comercial
de las sustancias fertilizantes yue lo integran, y,
sobre todo, realizando la mezcla más adecuada a
la planta que explote y a las condiciones agrológicas del terreno en donde realice el cultivo.
Para poder cl agricultor realizar ]as mezclas
en las debidas condiciones sin correr el peligro
de provocar pérdidas por ttna mezcla imprudente
o anticipada de las diversas sustancias que va a
emplear como abonos, daremos las siguientes reglas gencrales :
Las materías ligeras no se mezclarán can las
más pesadas más que en el caso de ser ambas
sustancias pulverulentas muy finas, realizándose
la distribución por separado.
Adquiridos los abonos con alguna antelación,
deberán conservarse en sítio seco, teniendo especial cuidado en la conservación de los higroscópicos, que se colocarán sobre paja, así como con
los ácidos que queman los envases, que será necesario almacenarlos en cajones o toneles.
Llegado ei momento de verificar la mezcla, se
elegirá un local seco, de piso llano, en el que se
comenzará por deshacer los terrones que de las
diversas sustancias se hayan podido formar en los
envases; una vez reducidas las diversas sustancias a polvo fino, se efectúa la mezcla de las mismas colocando los diversos abonos unos sobre
otros, en capas delgadas, dándole al todo un espesor que no sobrepase de los 3o centímetros, con
lo que es posible revolverlo bien con una pala
hasta hacer la mezcla lo más homogénea posible.
- [do ^ Las mezclas se rcalizarán siempre poco antes de
su empleo y con arreglo a]as siguientes condiciones : . •
.
t.° ^'o mezclan los superfosfatos con los ni.tratos, pues al reaccionar darán lugar a pérdidas
iniportante^ de nitróf;eno.
2.° ^ No mezciar el sulfato am^ínico con los abonos yue i^cmtengan cal y, en general, con ]os de
rcacción alcalina, tales como la caliza, la cal viva
o apagada, las escorias, los basifosfatos, etc., pues
se descompone con desprendimiento de amoníaco.
3.° No mezclar nunca la cal viva o apagada
con los demás abonos, excepto las sales potásicas.
4.° Se pueden mezclar entre sí, sin temor alguno, los fosfatos, superfosfatos, todas tas sustancias nitrogenadas que tengan el nitrógeno en estado orgánico o amoniacal, todas las sales potá.
sicas, el yeso y el hierro.
Resumiremos estas importantes precauciones en
eI sig^iente diagrama, tomado de ia obra Abo^nos,
del ingeniero señor Aguirre. en el que intervienen
la mayor parte de las sustancias empleadas como
abonos, sín decídírnos a íncluir todas por no hacer demasiado complicado el gráfico.
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Superfosfato de cal..........
Escorias . .........................
Qitrato sódico ...................
Nitrato de cal ...................
Nitrato potásico ................
Sulfato amónico ...............
Cianamida de calcio.........
Urea ..............................
Nitrato amónico ...............
Nitrosulfato amónico........
Nitro-cal-amón ................
Nitrato potásico amoniacal.
5ales potásicas ..................
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0
•
0
No se deban mezclar.
Sólo se
deben
Pued¢n
mezciar-
mezclar
se¢ntodo
voco an- tiempo.
tes de su
empleo.