EXH-P-1-13 mara de la Segunda Sección de Occidente: Sonsonate

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EXH-P-1-13
mara de la Segunda Sección de Occidente: Sonsonate, a las catorce horas y veinte minutos del día
diecinueve de febrero de dos mil trece.
El presente proceso constitucional de habeas corpus ha sido promovido
mediante escrito presentado a la Secretaría de esta Cámara por MIGUEL ANGEL G. M., por
supuestas perturbaciones a su derecho de libertad física realizadas por la señora Jueza de Paz de
Nahulingo.
I. Que el peticionario expone., en lo pertinente de su escrito que no ha sido
privado completamente de su libertad corporal, pero enfrenta el peligro de impedimento para
acceder a su área de trabajo; que la autoridad pública licenciada ZENIA MARISOL CHAMUL
LARÍN, actual representante del Juzgado de Paz de Nahulingo, ha realizado actos constitutivos
de perturbaciones a su derecho de libertad física, pues lo amenaza constantemente en llamar a la
"PNC" para que no ingrese a la oficina de trabajo y, de ser necesario, que sea privado de libertad.
Lo que pretende con el hábeas corpus es que la Licenciada ZENIA MARISOL CHAMUL
LARÍN repare el agravio fáctico indicado y el menoscabo que le ha realizado en la esfera moral
al art. 82 L.O.J., en cuanto a la privación de las necesidades e intereses sociales como al eficaz
despacho de la Administración Pública del servicio al ciudadano de Nahulingo.
II. Que en vista de lo expuesto por el solicitante, es preciso referirse a los
siguientes aspectos: a) el hábeas corpus restringido; y b) los efectos de encontrar vicios en la
pretensión.
a) Que, con relación al proceso constitucional de hábeas corpus, es preciso
señalar que existen diversas clases o tipos del mismo, entre ellos, el hábeas corpus restringido,
respecto del cual la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia ha sostenido en su
jurisprudencia, -verbigracia en sentencia de fecha once de agosto de dos mil seis, correspondiente
al proceso de hábeas corpus número 1712005- que, concretamente, protege al individuo de las restricciones o perturbaciones provenientes
de cualquier autoridad; las cuales, sin implicar privación de la libertad física, incidan en ésta, ya
sea mediante hechos de vigilancia abusiva u otras actitudes injustificadas. Así, la finalidad de este
tipo de hábeas corpus es terminar con las injerencias, que en un grado menor, significan una
afectación inconstitucional al derecho de libertad física del favorecido.
En ese sentido, se ha acotado que el objeto de control por parte de la Sala
de lo Constitucional en el hábeas corpus restringido, está circunscrito a las actuaciones que las
autoridades ejecutan en el desempeño de sus funciones; actuaciones que, si bien se encuentran
dentro de las facultades otorgadas por ley, se desarrollan de manera excesiva, por lo que pueden
llegar a interferir con el derecho de libertad física del beneficiado. Asimismo, se infiere que ese
Tribunal conoce, específicamente, de las perturbaciones o injerencias -al aludido derechoordenadas o consentidas por alguna autoridad; y es que, según esa Sala, para poder determinar la
constitucionalidad de los hechos in examine, es necesario que haya constancia de que éstos son
producto de un acto de autoridad sobre el cual pueda pronunciarse ese Tribunal Ello, a efecto de
definir si las medidas adoptadas resultan razonables . y proporcionales al fin perseguido, o si por
el contrario, implican -una intromisión al derecho de libertad física del justiciable contraria a la
Constitución.
b) La jurisprudencia de la referida Sala ha reiterado que para el
conocimiento de una pretensión vía hábeas corpus, deben argüirse asuntos comprendidos en el
objeto de tutela del citado proceso; pues si lo argumentado se refiere a cuestiones que escapan de
la competencia de ese Tribunal en el proceso constitucional en cuestión, y cuya decisión le
concierne a otras autoridades, la pretensión estaría viciada. Los vicios en la pretensión, cualquiera
que fuere su naturaleza, impiden que el juzgador se pronuncie sobre el fondo del asunto o tornan
estéril la tramitación completa del juicio. Tales vicios pueden ser detectados desde el inicio del
proceso o bien en la instrucción de éste; así, cuando nos ubicamos en el primer supuesto, debe
emitirse una declaratoria de improcedencia.
III. Que, efectuadas las consideraciones que anteceden, corresponde decidir
el caso sub Utilice, en el cual la queja de inconstitucionalidad consiste en actos constitutivos de
perturbaciones al derecho de libertad física del favorecido; que éste refiere que la demandada lo
amenaza constantemente en llamar a la "PNC" para que no ingrese a la oficina de trabajo y, de
ser necesario, que sea privado de libertad; así, exclusivamente en atención a ello, se efectuará el
análisis de procedencia de la pretensión planteada, a partir de la figura del hábeas corpus
restringido.
Que respecto al supuesto consignado supra, el quejoso solicitó a esta
Cámara que se declaren los actos ilegales por parte de la Jueza de Paz de Nahulingo, Licenciada
ZENIA MARISOL CHAMUL LARÍN y que las cosas vuelvan al estado que se encontraban
antes.
Que, como puede observarse, lo que afirma el solicitante consistente en
que la demandante lo amenaza con llamar a la "PNC" para que no ingrese a la oficina de trabajo,
es una acción que no denota afectación al derecho de libertad física, sino que una limitación al
desempeño de su función de Secretario C-IV del Juzgado de Paz de Nahulingo; que tal restricción
está fuera de la competencia de éste Tribunal, pues la salvaguarda a la categoría jurídica que
podría considerarse afectada deberá ejercitarse mediante la vía legal correspondiente y ante la
autoridad idónea para Investigar y decidir la situación referida por el solicitante del hábeas
corpus.
Asimismo, que el peticionario haya manifestado siguiendo sus palabras "de
ser necesario, que sea privado de libertad", además de que constituye una afirmación infundada
que carece de la debida motivación que debe poseer toda pretensión, ha sido planteada en el
contexto de impedir el acceso del peticionario al centro de trabajo y no de despojarlo de su
derecho de libertad ambulatoria; que el supuesto referido tampoco provoca nexo alguno con el
derecho de libertad física del favorecido -categoría jurídica objeto de tutela del presente proceso
constitucional-, por lo que dicho aspecto no constituye materia de control de esta Cámara vía
hábeas corpus.
Sirva reiterar a ese respecto que a través del tipo de hábeas corpus
restringido se controlan acciones que las autoridades ejecutan en el ejercicio de sus atribuciones,
las cuales, sin llegar a una privación o a una amenaza inminente al derecho de libertad física del
favorecido en el hábeas corpus, interfieren con tal categoría jurídica, produciendo molestias
injustificadas., abusivas o desproporcionadas; de tal manera, los efectos materiales de la sentencia
dada en este tipo de proceso, están dirigidos exclusivamente a hacer cesar las molestias referidas,
mas no lo pretendido por el peticionario MIGUEL ANGEL G. M.
Dicho lo anterior, es necesario replicar que, si bien este Tribunal se haya
imposibilitado para pronunciarse sobre la actuación demandada por el peticionado., eso no
significa que dicha restricción se califique de inexistente o que se descarte la posibilidad de que
vulnere bienes jurídicos; sino que, por no provenir de -un acto de autoridad susceptible de ser
examinado por este Tribunal en un habeas corpus restringido y, además, por tener un carácter
diverso del constitucional este ente jurisdiccional se haya impedido normativamente para decidir
el fondo de la pretensión.
En consecuencia, habiéndose evidenciado que el aspecto alegado por el
solicitante no puede ser dirimido por esta Cámara mediante el recurso interpuesto, se concluye
que la pretensión está viciada, por lo cual debe emitirse una declaratoria de improcedencia.
Con base en lo expuesto y los arts. 11 incisos 2 °, 247 inciso 2 ° Cn., 4, 18,
40, 41 y 71 inciso último Pr. Cn., esta Cámara RESUELVE: a) DECLÁRASE
IMPROCEDENTE la solicitud de hábeas corpus planteada por MIGUEL ANGEL G. M.; y b)
Oportunamente archívense las presentes diligencias. HÁGASE SABER.
PRONUNCIADA POR LOS MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN: FRANCISCO ELISEO
ORTIZ RUIZ Y JOSÉ LUIS REYES HERRERA.
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