El Sr. Arzobispo nombra Ecónomo Diocesano al seglar don

ARZOBISPADO DE TOLEDO
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NOMBRAMIENTO DEL ECÓNOMO DIOCESANO
Salón de Concilios del Arzobispado
Toledo, 17 de enero de 2011
Nombramiento
"En cada diócesis, el Obispo, oído el Colegio de Consultores y el Consejo
para asuntos económicos debe nombrar un Ecónomo" (CIC, n. 494 & 1). No se
requiere que sea sacerdote. Su nombramiento ha de hacerse para cinco años
con la posibilidad de ser renovado para otros quinquenios. Durante el tiempo de
su cargo no debe ser removido sino por causa grave, que el Obispo ha de
ponderar, oídos los Consejos antes mencionados (Cf. c. 494 & 2).
Funciones
Le corresponde administrar los bienes de la Diócesis, de acuerdo con el
modo determinado por el Consejo de asuntos económicos, bajo la autoridad del
Obispo y su Vicario General, y, con los bienes diocesanos, hacer los gastos que
ordenen legítimamente el Obispo o quienes hayan sido encargados por él (Cf.
c. 494 & 3).
El Ecónomo está facultado para realizar los actos de administración que
tengan por objeto el uso, la conservación y la disposición de los frutos y rentas
de los bienes de la Diócesis, para aplicarlos a los fines que tengan asignados.
Por el contrario, no puede disponer de esos bienes, si por disposición
entendemos cualquier acto que signifique dominio sobre ellos. Es el Ecónomo
quien ejerce los actos de administración ordinaria sobre los bienes de los que es
titular la Diócesis. Puede ejercer también actos que sobrepasen el fin y el modo
de administración ordinaria, con autorización escrita del Ordinario y otros de
administración extraordinaria, por delegación del Obispo, pero debiendo
someterse, en todo caso, al consentimiento de los órganos que hayan de
otorgarlo.
El Ecónomo se ocupa también de la gestión del patrimonio de la Diócesis que
es más que la mera administración, pues en el concepto de gestión entran
también otras actividades que suele desempeñar el Ecónomo. Dentro de la
administración diocesana hay diversos servicios o departamentos encargados de
los diferentes sectores a los que hay que atender, como, por ejemplo,
construcción y rehabilitación de templos, cuando no son las parroquias las
encargadas de llevarlo a efecto. Aunque así fuere, las grandes cantidades de
recursos que se mueven en este sector merecen una particular atención del
Ecónomo diocesano y del Consejo para asuntos económicos, en lo referente a la
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aprobación de nuevas obras, a sus aspectos financieros -no a los que son
propiamente pastorales- tales como solicitud de ayudas, de créditos, acuerdos
sobre intereses, amortizaciones, contratación de las obras y otros aspectos.
El Ecónomo suele asumir también la responsabilidad sobre determinados
servicios a otras instituciones, como el Inventario de los bienes parroquiales, la gestión sobre el impuesto de sociedades, los seguros de los inmuebles
de la Diócesis y de sus personas jurídicas inferiores. Entre estas instituciones
puede estar también el Seminario Diocesano, el cual, aun gozando de
personalidad jurídica propia (Cf. CIC, c. 238 & 1), puede confiar a la
administración diocesana su régimen económico, aunque, si esto se da, ha de
haber la debida separación entre los bienes propios del Seminario y los que
pertenecen a la Diócesis.
El Ecónomo en la administración diocesana cuenta con un servicio de
asesoramiento jurídico, financiero, fiscal y laboral. Es miembro del Consejo
para asuntos económicos, así como de otros órganos en los que hayan de
adoptarse decisiones que repercutan sobre los recursos económicos de la
Diócesis o sobre su patrimonio.
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DON ANASTASIO GÓMEZ HIDALGO
El Ecónomo Diocesano, Anastasio Gómez Hidalgo, está casado y tiene 3 hijos.
Ha dedicado los últimos años de su vida profesional a ser el Gerente
Diocesano del Arzobispado de Toledo; desde enero de 2007 viene
coordinando las tareas económico-jurídicas de la Archidiócesis toledana y
desde el año 1998 gestiona los intereses económicos de la parroquia de Santo
Tomé de la Ciudad de Toledo, además de asesorar a otras Instituciones
eclesiásticas. A ello se añade la pertenencia a la Junta Directiva de la
Asociación Nacional de Museólogos de la Iglesia.
Licenciado en Derecho (especialidad en derecho comunitario) por la
Universidad San Pablo-CEU y Abogado en ejercicio. Diplomado en Distribución
y Comercio por la Universidad Complutense de Madrid. Su formación jurídica
ha sido complementada con el título de la Escuela de Práctica Jurídica del
Colegio de Abogados de Toledo. Durante el curso 2009-2010 ha cursado el
Programa de Perfeccionamiento Directivo del IESE en orden a consolidar su
formación financiera.
En la actualidad compatibiliza su responsabilidad como Gerente Diocesano
con la tarea docente en la Escuela de Organización Industrial como profesor
homologado; atiende el Máster de Gestión del Patrimonio de la Universidad de
Castilla La Mancha a través de la Facultad de Humanidades como Profesor
invitado.
Desarrolla su tesis doctoral después de haber obtenido el Diploma de
Estudios Avanzados (D.E.A.) con el título: "Relaciones Iglesia-Estado: El
Principio de Cooperación como cauce esencial".
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INTERVENCIÓN DEL SR. ECÓNOMO DIOCESANO
Querido Sr. Arzobispo, Sr. Vicario General, Sres. Vicarios, Sres.
Consejeros, Dignidades eclesiásticas, Querida Familia, Querida Mercedes,
señoras y señores, quiero encomendar todo mi trabajo a la Santísima Virgen y
desde ahora le pido su protección para afrontar este oficio que espero
desempeñar con rectitud, lealtad y obediencia hacia la persona que ha confiado
en mí, nuestro querido Don Braulio.
Sr. Arzobispo, ha de saber que desde que llegué a trabajar al Arzobispado
de Toledo en el año 2007 han sido muchas las personas que me han ayudado a
entender esta Institución y así he podido desarrollar mi labor en la gestión de
los bienes materiales que el Señor ha tenido a bien conceder a nuestra Iglesia de
Toledo. Las líneas de trabajo están marcadas: actuar con prudencia; cumplir el
derecho canónico y adecuar la gestión a las directrices marcadas por Usted junto
con el Consejo Diocesano de Asuntos Económicos.
Delante suyo deseo agradecer a todos los sacerdotes de nuestra Diócesis la
paciencia, la amistad y el cariño que han tenido conmigo e igualmente les pido
que me sigan ayudando. Estoy como siempre a su servicio.
Saludo a todos las autoridades de nuestras ciudades y pueblos con quién
constantemente tenemos que entendernos. Hasta ahora he encontrado alcaldes
y concejales que han sabido ver en la labor de la Iglesia, una labor común. En la
medida de sus posibilidades nos han ayudado a iniciar o a consolidar proyectos
para llevar el evangelio por toda la Diócesis.
Con todo mi cariño y en presencia de los Sres. Rectores, me acuerdo de mi
querido Seminario de Toledo donde me formé durante 6 años. Agradezco, en la
persona del Sr. Deán y del Sr. Administrador del Cabildo, la cercanía de la S. I.
Catedral; me pongo a disposición de las Parroquias y de todas y cada una de las
realidades eclesiales de nuestra Diócesis, en especial de nuestras Residencias y
Colegios.
Quiero pedir a nuestros Beatos Mártires que cuiden los pasos que daremos
a partir de ahora; al Beato Cardenal Sancha para que nos enseñe el camino de la
caridad en los demás y concluyo con el deseo de poder ver pronto como Beato al
Siervo de Dios, don José Rivera Ramírez.
Por último, volver a darle las gracias, don Braulio por permitir que haya
una continuidad al trabajo que se ha venido haciendo estos años.