EL SECULARISMO - Obispado Castrense de Argentina

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Capellanía Mayor
EL SECULARISMO
SU INFLUENCIA EN LA IGLESIA Y EL MUNDO
FUNDAMENTACIÓN DEL TEMA ELEGIDO PARA LAS JORNADAS DE
FORMACIÓN PERMANENTE
En la homilía de inauguración del conclave del año 2005, reunido tras la muerte del Papa
Juan Pablo II, el por entonces Decano del Colegio Cardenalicio, cardenal Joseph Ratzinger,
pronunció estas palabras:
“Cuántas doctrinas hemos conocido en estas últimas décadas, cuántas
corrientes ideológicas, cuantos modos de pensar... La pequeña barca del
pensamiento de muchos cristianos ha sido no raramente agitada por estas
olas —botada de un extremo al otro: del marxismo al liberalismo, hasta el
libertinaje; del colectivismo al individualismo radical; del ateísmo a un vago
misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo y así en adelante. Cada
día nacen nuevas sectas y se realiza cuanto dice San Pablo sobre el engaño
de los hombres, sobre la astucia que tiende a arrastrar hacia el error (cf. Ef 4,
14). Tener una fe clara, según el Credo de la Iglesia, viene constantemente
etiquetado como fundamentalismo. Mientras el relativismo, es decir el
dejarse llevar “de aquí hacia allá por cualquier tipo de doctrina”, aparece
como la única aproximación a la altura de los tiempos hodiernos. Se va
constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como
definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus ganas.”
Creemos que todas esas “corrientes ideológicas” bien pueden ser etiquetadas
bajo la misma denominación: secularismo, esto es, la pretensión humana de construir
un mundo sin Dios y prescindiendo de sus leyes.
Este complejo y muy extendido modo de ser y pensar está influyendo
notoriamente en la vida de los individuos, de las sociedades y de la misma Iglesia.
Quienes lo adoptan renuncian, conciente o inconcientemente, al llamado que hace Dios
a la trascendencia y a la vida sobrenatural, sumergiéndose en un inmanentismo dentro
del cual se pretende alcanzar, infructuosamente, la felicidad que el hombre por su
naturaleza racional busca sin descanso.
Nos parece por tanto oportuno desarrollar el tema del secularismo, desplegándolo
a lo largo de cuatro jornadas a saber:
1.
2.
3.
4.
Orígenes y desarrollo histórico del secularismo
El secularismo y su influencia sobre la Iglesia
El secularismo y la destrucción de la familia
El secularismo en la vida espiritual
Conviene aclarar que no se pretende trazar a lo largo de este desarrollo un
panorama desolador y desesperanzado. Si bien es cierto que por muchas razones la
vida del hombre contemporáneo se asemeja a una suerte de estepa desértica, fría y
desolada, donde nada puede crecer, no por ello debemos ni podemos renunciar a
seguir proclamando el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, que infunde la vida allí
donde no la hay. Como decía el Papa Juan Pablo II:
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“El hombre quiere realizarse plenamente. Se ha equivocado al creer
que podía llegar a realizarse plenamente rechazando a Dios. Una visión
secularista del mundo lo ha mutilado, encerrándolo en su inmanencia (…) La
cultura secularista ha alterado las relaciones sociales. La pretensión de
organizar la sociedad con una racionalidad puramente tecnológica, la
primacía del hedonismo individualista y la marginación de la dimensión
religiosa de la cultura, han minado los cimientos mismos de la civilización. El
gran desafío que afronta la Iglesia consiste en encontrar puntos de apoyo en
esta nueva situación cultural, y en presentar el Evangelio como una buena
nueva para las culturas, para el hombre artífice de cultura. Dios no es el rival
del hombre, sino el garante de su libertad y la fuente de su felicidad. Dios
hace crecer al hombre, dándole la alegría de la fe, la fuerza de la esperanza
y el fervor del amor.”
En efecto, “Dios no es el rival del hombre”, pero este humanismo sin Dios que
propone el secularismo sí que lo es. Conviene entonces conocerlo detenidamente,
pues se trata de un enemigo poderoso y eficaz. Como decía Gabriel Miró: hoy “es de
ideas la lucha desatada”. Y sin ideas claras, en un mundo confuso, no es posible
evangelizar como el Señor quiere que lo hagamos.
Para el desarrollo del temario contamos con la colaboración de varios
expositores, todos ellos docentes universitarios, en cátedras de Humanidades,
Filosofía, Teología y Ética.
Lic. Pablo Augusto Marini
Prof. Raúl Petrinelli
Prof. Oscar Tokumura
Prof. Juan Carlos Bilyk
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