267262. . Segunda Sala. Sexta Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen LII, Tercera Parte, Pág. 49. AHORRO NACIONAL, LEY DEL. SU ARTICULO 38 NO QUEDA DEROGADO POR EL 52 DE LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA. El artículo 52 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, no hace derogación expresa del artículo 38 de la Ley del Ahorro Nacional, sino que dispone que las organizaciones auxiliares de crédito incluyan en cédula I todos los ingresos a que se refiere el artículo 125, con excepción de los mencionados en su fracción IX, que se contrae a rendimientos de bonos de la deuda pública; y de esa situación especifica no puede inferirse la derogación del artículo 38 de la Ley del Ahorro; no total como si no existiera, ni por lo tanto, ya sin aplicabilidad, porque el dispositivo del 52 no lo acuerda así en forma expresa, y porque tampoco excluye la plena vigencia del 38 de la Ley del Ahorro. No existe la derogación total, en primer término, porque la Ley del Ahorro estimula y controla el ahorro nacional para aprovecharlo en el desenvolvimiento económico del país, con tendencia al bienestar social; y sujeta ese ahorro al régimen especial fiscal, de exención de todo impuesto (artículos 1o. y 38); es, por lo tanto, una Ley de régimen específico que determina una exención general de la obligación tributaria frente al fisco, sea quien sea, persona moral o física al tenedor de bonos del Ahorro Nacional y, por lo tanto, de aplicación forzosa. Sería un absurdo admitir esa derogación total, porque equivaldría a tanto como suprimir el estímulo que el repetido artículo 38 acuerda, precisamente de exención de impuestos, o sea, a desvirtuar el propósito que guió al legislador y desquiciar la unidad normativa dejando sin estímulo el ahorro nacional, y que de llevarse a pleno efecto tal absurdo, estancaría el ahorro mismo dejando al Estado sin la cooperación privada a sus propósitos de desenvolvimiento económico del país. Tampoco sería admisible admitir una derogación parcial, aplicable no ya a los particulares sino solamente a los organismos de crédito o auxiliares de crédito, porque entonces, el dispositivo del 38 perdería los atributos de generalidad y de equidad que son norma obligatoria en toda ley tributaria. Surge luego el problema de analizar la situación de la Ley del Ahorro frente a la del Impuesto sobre la Renta. Se sostiene que la primera contiene disposiciones fiscales que se oponen a las de la segunda; que aun cuando emanan de leyes aparentemente diversas, ambos preceptos rigen la misma materia, por lo que siendo contradictorios, las del impuesto derogó las del 38 de la Ley del Ahorro. El argumento carece de logicidad, toda vez que la actividad del ahorro no es propiamente de la misma naturaleza de la actividad industrial, comercial o profesional, generadora de ingresos gravables frente al fisco, sino cooperativa al desarrollo económico del país, expresamente desvinculada de gravamen fiscal y, consecuentemente, no son de la misma naturaleza o materia dichas leyes, ni por lo tanto, puede admitirse que exista oposición o contradicción entre las mismas; y si bien es cierto que la fracción IX del artículo 125 de la ley del impuesto ordena incluir en la tributación fiscal los rendimientos de obligaciones y bonos, con excepción de los bonos de la deuda pública mexicana, también lo es que tal dispositivo tiene el carácter de general, que queda sujeto a las excepciones que otras leyes acuerden sin que por ello se contraríe la ley misma tributaria que, sin duda, se refiere a las diversas clases de bonos no exceptuados expresamente de tributación y que, con distintos fines, circulan en el mercado, no desconocidos unos y otros por el legislador y que también sabe y conoce de las limitaciones tributarias que crea y establece. Amparo en revisión 1366/58. Compresora de Algodón y Bodegas, S. A. de C. V. 19 de octubre de 1961. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Franco Carreño. -1-